Thursday, July 9, 2009

Enero 2008 / Núm. 2 / Condado de Orange





Contenido

Algunas ideas contenidas en Nuestra América
de José Martí: Antecedentes históricos

Gustavo Urrea

Mi amigo Walt
Preámbulo de Canto al hermetismo
Carlos López Dzur

Seudoaforismos arrejolados
Mi credo poético
Extor H. Martínez

Yeyuno
Manifiesto
Extor H. Martínez

Poder
Bibi Albert

Sin título
Mariana Toniolo

Lunas menguantes
Gabriela Delgado

Un acercamiento freudiano sobre Cabeza de Vaca: un final didáctico
Gustavo Urrea

El torturado
Los pandilleros
La escritora
Norma Segades

Pordiosero y Rey
Contexto hebraico en algunos poemas de Tet, mi serpiente de López Dzur
Fanny Jaretón

Retrato del artista
Aymer Waldir

Instructivo para llegar a Tarimoro
Alejandro Guajardo Barrera

Ayer fui
Mi isla niña
Frances Rivera-Anaya

Gustavo Urrea (México)

Algunas ideas contenidas en Nuestra América de José Martí: Antecedentes históricos

El propósito de esta monografía es destacar algunas de las ideas contenidas en el ensayo Nuestra América, de José Martí, publicado originalmente en la Revista ilustrada de Nueva York, en el año 1891. Con el mismo título se han recogido varios artículos que abordan los temas indispensables de Martí, quien fue uno de los propagandistas más importantes a favor de la Guerra de Independencia de Cuba. Aparte, él fue el continuador del pensamiento bolivariano y uno de los más fecundos analistas y pensadores sociopolíticos sobre los problemas que afrontaría América Latina.

Aquí me concentraré en tres o cuatro ideas desarrolladas por Martí que ejemplifican su estatura intelectual, su profundidad e importancia de sus exposiciones, su preocupación y advertencia siendo que la América Latina de su tiempo y del presente no ha podido resolver del todo los problemas que él prefigurara. No obstante, destacaré algunos antecedentes históricos ante los cuales él vaticinaba el peligro que los Estado Unidos de América sería para el Subcontinente.

La vida de Martí en el exilio en Estados Unidos de América hizo que conociera la situación de explotación laboral de miles de inmigrantes italianos, chinos, irlandeses, polacos y latinoamericanos. Él escribió abundantemente sobre la lucha por el sufragio femenino, la falta de oportunidades políticas para los indígenas nativos, la minoría afro-americana, los latinoamericanos y la influencia de los poderosos monopolios financieros y bancarios que explotaban a las minorías de la nación.

Martí visualizó que la codicia y política de los EE.UU. afectaría a América Latina, como advertencia lo expresa con una metáfora: «Conozco al monstruo porque he vivido en sus entrañas» (López Dzur, contratapa del libro El corazón del monstruo). O sea, la ideología de Martí no es puramente teórica ni intuitiva sino es producto de las vivencias y observaciones en el exilio.

La preocupación de Martí por este asunto revela su visión panamericanista y el efecto de la Doctrina de Monroe que atañen a las repúblicas latinoamericanas en cuanto a su independencia gubernamental y su avance económico. El panamericanismo alude a la colaboración concertada entre todas las naciones de América Latina, incluyendo a los EE.UU., y la Doctrina de Monroe disponía que los gobiernos europeos no intervinieran en los asuntos del hemisferio americano. Sin embrago, los EE.UU., a través de las políticas del Destino Manifiesto y el corolario de la Doctrina de Monroe, asume el rol de Policía del Mundo y deforma el espíritu original de la Doctrina de Monroe. Desde entonces América Latina interpretaría que la Doctrina de Monroe no es otra cosa que la idea de una América para los yankees. Esto inspira el epíteto El águila del Norte. En su afán de defender los derechos de América Latina, Esther Allen indica que Martí fue entre 1889-1890, plenipotenciario y delegado de la Conferencia Panamericana en Washington, D. C. (XX111-IV).

Cuando Martí escribe Nuestra América, Cuba sufría todavía su proceso revolucionario contra España. La sombra de una ideología anexionista, es decir, que Cuba se asimilara política y económicamente a los Estados Unidos de América, afectaba a Cuba. Desde 1855 los Estados Unidos de América mostró su interés en adquirirla como territorio. Sin embargo, el Congreso Americano bajo la presidencia de McKinley aprobó la Enmienda Teller «que comprometía a los Estados Unidos de América a no anexionarse a Cuba» (Zinn, 221).

Aún así, con la intervención del ejercito norteamericano durante la Guerra de Independencia contra España, los estadounidenses explotaban a los cubanos en cuanto a sus recursos naturales y tierras fecundas: “Cuba aún posee 10,000.000 de hectáreas de selva virgen, con abundante madera valiosa, de la que casi cada metro se vendería fácilmente en Estado Unidos y produciría pingües beneficios” (Zinn, 225).

Como su primera estrategia moral, Martí pide que la conciencia de América Latina despierte y se arme con “trincheras de ideas”, de modo que vea el orden universal e internacional y deje de pensar como una pequeña aldea, como lo indica en la metáfora:“Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra” (Martí, 1). En este sentido, Martí propone que es necesario crear ideas propias para poder gobernar lógicamente las repúblicas de América Latina.

En su contexto y como segundo punto, Martí exhorta a los hispanoamericanos a que se conozcan ampliamente y formen un gobierno de acuerdo a las necesidades de las nuevas repúblicas. Él recomienda que se ejerza una lectura “crítica, no de tanteo” porque solo así, en su tiempo, podría forjarse el “hombre real”. El hombre que según Martí, podría independizar a las repúblicas de América Latina es aquel que valora lo autóctono y los sacrificios de su trabajo. Martí crea así la metáfora: “el vino de plátano; si sale agrio, ¡es nuestro vino!” (Martí, 6).

Otro punto y quizás el mensaje más importante que Martí elabora en su ensayo es la existencia de un estado de derecho que responde al hombre natural y la nación natural. Según Martí, la naturaleza ofrece una serena armonía de la que el hombre puede aprender. Un pueblo natural es como un tigre con intenso instinto, paciencia y garras afiladas en espera adecuada para saltar sobre la presa o el enemigo que lo ha provocado. El tigre como el hombre natural tiene su propia belleza y creatividad. Martí contrapone los elementos del derecho natural y sus formas relativas al de las ideas absolutas, artificiales e importadas: “no hay batalla entre la civilización y la barbarie, sino, entre la falsa erudición y la naturaleza. El hombre natural es bueno y acata y premia la inteligencia superior” (Martí, 3).

En este sentido, Martí se opone a la dicotomía de Sarmiento Civilización y barbarie, por la que el argentino concluía que el progreso dependería de la importación de europeos. La labor de estos sería civilizar a los gauchos en las pampas para que sirvan en el progreso del país. Por el contrario, Martí se basa en la “Justicia de la Naturaleza”, cree que el alma natural tiene una identidad universal de procedencia divina y que puede realizar un proyecto de progreso por si misma.

Una implicación de la idea expuesta sobre el hombre y su nación natural es su crítica a la imitación y la ausencia de realidad local con que los redentores bibliógenos pretenden gobernar o emancipar sus pueblos de origen. Para Martí, América Latina constituye un continente descoyuntado, mal servido, mal administrado, por causa de los imitadores y caudillos europeizados que al independizar sus pueblos no trajeron un cambio de espíritu sino uno de meras formas, es decir, estructuras imitadoras de libros europeos y que, por su esencia, el espíritu del coloniaje se mantiene. Para atacar ese espíritu de imitación, falta de originalidad y soluciones nuevas, Martí propone que:

... el gobierno ha de nacer del país. El espíritu del gobierno ha de ser del país. La forma de gobierno ha de avenirse a la constitución propia del país. El gobierno no es más que el equilibrio de los elementos naturales del país (Martí, 2).
Un subsiguiente punto es su preocupación porque se enseñe a los jóvenes sobre los elementos propios de los pueblos de América Latina y sobre el arte de gobierno que tenga en cuenta la “realidad local” y “el gobierno lógico”. Martí da gran importancia a la educación universitaria, el magisterio, los certámenes literarios y el libro, como lo dice: “en el periódico, en la cátedra, en la academia debe llevarse adelante el estudio de los factores reales del país” (Martí, 3). Se ha de incluir la historia precolombina porque el fin de la pedagogía debe centrarse en “conocer para resolver y conocer el país para gobernarlo conforme al conocimiento como único modo de librarlo de la tiranía” (Martí, 3). El objetivo es crear tomando en cuenta las más profundas raíces de un pueblo porque para Martí, crear es gobernar.

En su ensayo, ofrece una descripción de la nación estadounidense, a la que compara con el Gigante de Siete leguas, se perfila como peligro para los pueblos latinoamericanos. El gigante juzga el avance de su paso hacia el progreso ponderando su codicia y proyectos militares e invasores. Aparte, desconoce y desdeña a quien lo admira, incluyendo a Nuestra América Latina. A este pueblo viril, emprendedor y pujante, Martí lo contrapone con los “Sietemesinos”, individuos latinoamericanos que representan lo peor del coloniaje, hombres sin fe, cobardes, traidores, a los que también llama “árboles difíciles”, cuya mirada se proyecta en lealtad hacia el Norte.

El por qué la nación norteamericana es un peligro para el hemisferio sur y el Caribe se debe a que este pueblo joven “en la guerra es rapaz contra su vecino […] y se ha hecho a si propio con la escopeta y la ley sólo amando a pueblos viriles […] y con el predominio del lo más puro de su sangre” (Martí, 6). O sea, es un país amante y dependiente de la guerra. En contraste, el sietemesino de la América Latina es un traidor en potencia y por conveniencia estaría dispuesto a vender sus lealtades al país más poderoso.

Un punto final que avala el pensamiento martiano sobre el hombre natural es su oposición al odio de raza: «No hay odio de razas porque no hay razas» […] Peca contra la humanidad el que fomente y propague la oposición y odio de las razas» (Martí, 6-7). No hay duda que para Martí los grupos nativos de América y los descendientes de razas africanas tendrán que ser considerados con igualdad en proyectos nacionales y continentales.

El indio por ser indio, el mestizo por ser mestizo, el negro por ser negro y el blanco por ser blanco son una sola raza y nadie debe ser despreciado por el contexto de su piel. Sin embargo, Martí indica que pese a que «el hombre rubio del continente, que no habla nuestro idioma ni ve la casa como nosotros la vemos, ni se nos parece en sus lacras políticas», es un rival potencial, no ha de suponerse «una maldad ingénita y fatal» (Martí, 7).

En su lugar, Martí pide cautela e invita en Nuestra América al vecino del Norte a que la conozca pronto pero sin desdeñarla. Aunque Martí propone combatir el gobierno de la América Latina cuando es malo, hay que admirarla y conocerla por sus logros e historia que han contribuido aportes universales. Él profetiza que esto «urge, porque el día de la visita está próximo» (Martí, 6). Martí resume este punto al decir: «se ha de tener fe en lo mejor del hombre y desconfiar de lo peor en él. Hay que dar ocasión a lo mejor para que se revele y prevalezca sobre lo peor» (Martí, 6).

En conclusión, en este ensayo se evidencian las dotes proféticas de José Martí al ponderar la inminencia de peligro del Águila del Norte hacia América Latina. Martí esboza un programa de acción para la formación educativa y política de un latinoamericano fraterno, colaborativo, orgulloso de su nación y sus raíces que sea capaz de autodefinirse y vivir en armonía con naciones vecinas. Él prefigura el ideal de naciones unidas tal como fueron expuestas por Simón Bolívar y por la confederación antillana, por el cual, junto al doctor Ramón M. Betances y Eugenio Maria de Hostos, él luchó. Desafortunadamente, el autor de Nuestra América murió como mártir por la independencia de su patria, sin ver a su Cuba libre ni la voluntad de muchos hombres hermanados por una sola y unida América.

Por último, en 1898, tres años después de su muerte en Dos Ríos, Cuba, el peligro del Norte que él vaticinara se cumplió. El Gigante de siete leguas tomó como botín de guerra casi todo el Caribe. Las tropas del Águila del Norte intervinieron en la Cuba neocolonial varias veces y todavía afligida por tiranos y extranjeros. La Cuba que desde 1898 sigue siendo amenazada por la continua codicia de los Estados Unidos de América.

07 de diciembre de 2006


Obras citadas

Allen, Esther. José Martí: Selected writings. New York: Penguin Classics, 2002. XX111-1V.
Chang-Rodríguez, R., Malva E. Filer. Voces de Hispanoamérica. Massachusetts: Heinlein & Heinlein Publisher, 1996.

Coll. Teresa. José Martí: A cien años de nuestra América. “Nuestra América a 100 años: Una identidad necesaria”. México: Universidad Autónoma de México, 1993.

López Dzur, Carlos. El corazón del monstruo. Denver, Colorado: Outskirts Press, Inc. 2006.

Martí, José. Nuestra América [Online] [19 de noviembre de 2006] p. 1, 2, 3, 6,7. Disponible en:
http://www.analitica.com/bitblioteca/jmarti/nuestra_america.asp

Santana Alberto. José Martí: A cien años de nuestra América, “A cien años de nuestra América”. México: Universidad Autónoma de México, 1993. 68.

Zinn, Howard. La otra historia de los Estados Unidos. Nueva York: Siete Cuentos. Editorial, 2001. 221, 225.


* * *


En foto: Walt Whitman


Carlos López Dzur / Poema

Mi amigo Walt



a Walt Whitman (1819-1892), uno de mis profetas predilectos

La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos enseña,
nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia:
Walt Whitman


me abofetean los ojos, el viento sopla en contra,
no importa a qué sea lo que indique yo el Norte,
en el Sur hay un desierto de mis pasos.
Coso un turbante y gigantesco velo
con tu esfrofa, festejo caminos rurales
con tu sueño como si fuera una patria
pequeña, dulce, oasis riachuelo entre cerros.
Patria que anhelo, mi pequeña ciudad.
Amado amigo Walt, ¡cuánto daría por verte
y saber que soy co-peregrino, que no profetizas
sin que ninguno oiga! Voy tan contigo, atento.
[Otros tan ocupados se confiesan para no hacerte caso
porque hueles a cielo abierto, a hierba, a heno].

Vas organizando la inocencia de todos
y tan pocos son quienes comparten para decir:
¡la inocencia mía, házla también!
El pueblo, al que lo tuerce la amargura
ya no canta, alborota, nada agradece
al printer's devil, apprentice.

Sonreíste al recordar que en Brooklyn
durante el 4 de julio el Marqués de Lafayatte
te levantó en vilo, te besó la mejilla.
Fue el momento más emotivo de tu niñez;
un siglo después, beso las mejillas
de tu Palabra, beso en amistad
Tu Tiempo y tu porvenir, Gran Profeta.

Vas como enfermero, viendo la muerte, la guerra,
pero no dejas que roben el amor a los heridos,
el soñar a los menesterosos, el deber a los sanos.
Los granjeros más humildes, jinetes del Oeste
ahora son mecánicos y encienden el óbus que escupe fuego
y enfermo está hasta el más inveterado
que dispara su rencor sin sentido,
confederado en caprichuda conflagración
y desventura y, ¿te oírán, cuando digas vibrantemente
Democracia, Humanidad, Cese la guerra?
... sin amor es irrelevante que te oigan
y por eso parece que marchas, errabundo,
como el más pobre de los indios, unas veces
silencioso, aunque sigas lleno de pasión...

Así me va, Walt.
Voy rumbo al desierto y sólo quiero oír
cuando termine el día que he crecido
en compañía de lo que de tí memorizo.
Que debo ser feliz, vencer el desaliento.
Que mi yo canta en sí mismo,
pero canta contigo, mentor, maestro.

Como la voz silenciosa, suave oída por Elías,
te evoco con ángeles de Jashmal,
que algunas veces hablan, rectifican, instruyen
a los que aún activamente no se transforman
en espada para este horror cotidiano
que no aporta su estrofa al canto de la vida.

Así me va, como si no hubiese
don ni permiso para sentir
la libertad como el cimiento.

Como si el mundo se urdiera acusatorio
con el fin de deshacerse en polvo
y arena, porque la naturaleza que amas
también maldice al hombre;
pero, profeta, ayúdame a organizar
esta inocencia y dar mentís
al desierto.

Bitácora del autor

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Preámbulo de Canto al hermetismo

Para que haya uno, uno solo,
a quien oiga y sea él, de los que conmigo
cante sin ningún hermetismo, me aproximo
a los que declaran estas reglas de juego:
ábrase el mundo, désele paso
a los dueños de la vida,
a nuevas iniciativas personales,
a ecuaciones libres y variables…

Venga el primero a los tiempos que necesitan
el espacio y la sustancia, busquen aquel
cuya voz esencial haya sido: ¡Habla!
Te escucho. Dáme tu palabra
y tu dolor manifiesto, pongámonos
en la presencia y la esperanza.
¡Actuemos, unámonos para que no haya
quien nos silencie y nos calle!

2.

Otros hay que han convertido la soledad en absoluto.
Razón y ser, ser y lenguaje, lo mismo.
Han plasmado al Don Nadie, al Yo miedoso,
iluso, satisfecho, unificado en sus marcos artificiales,
logificados por mutismos y seudo-conspiraciones.

Nada escuchan, nada comunican
cuando el clamor es organízate y habla;
habla aunque te duela la mentira de la boca
y la verdad te desangre y te saque los dientes.

Entonces, si faltaran los que oyen
y examinan, colectivamente útiles,
¿para quién será que hable yo, qué haré
con cantos que no quise que fueran
la subjetividad tan sorda, ciega designación
de cosas uniformes, caducas, decadentes,
legisladas por un lenguaje que momifica todo
y cosifica los cimientos y misterios profundos?

3.

Por alguno de los que escuchan, lancé al azar
mi palabra, mi perspectiva construyo.
Dejé mis ojos abiertos, agudicé mi olfato.
Mi desafío se interpuso a la visión unitaria
del horredum pudendum de los esotéricos.

Admití a medias al que dijo: la percepción sensoria
y la razón son unas, indiferenciadas.
El conocimiento objetivo no es posible.

A los que quieran restaurar el yo que piensa,
siente y quiere, convoqué al crepúsculo de esos ídolos
que son fábulas, fuegos fatuos del mundo interno.
Que no sobreviva el sofisma: exijamos
lo más honesto de este pueblo.

4.

Herméticos, si la razón les tiraniza y les prejuicia,
díganlo fuertemente, sáquenlo del pecho
como herejes que ya están en la pira y desollados vivos
por la hoguera de conceptos fijos e inmutables.

Si al corazón lo han tundido en cárceles, póngan
también sus cartas boca arriba, acusen
no entre dientes ni con murmullos inútiles.

¡A gritar, a gritar… que la razón y el ser
se repugnan mutuamente sin conciliaciones!
¡Que vuelva como una necesidad: el ser sensibles,
decentes, comprensivos, más humanos!
No importará que les llamen blasfemos
si han pagado el precio con dolores.

5.

Seguir callados, neutralizados por la rabia contenida,
ésa es la soñarrera que largamente se propuso.
Esa es la propaganda de una Nación Feliz
confiada al Dios del dólar.
La voluntad general ya debe pausar y hacerse nada.
El bienestar general que se carcoma si, en su nombre,
el Pueblo pide lo que urge. Eso han propuesto.

¿Dónde ha quedado la comunidad universal
de los principios buenos, dónde está
la valentía ciudadana y sus declaratorias?

Ha sido glorificada la opinión del que domina,
el pensamiento de las élites. El narcisismo
que no renuncia al sinsentido y las directrices
que lo trazan desde arriba…

Seguir callados, Padre de la Patria…
Usted también, Mr. Washington…
¿ardió acaso con la fiebre de opiniones vigentes:
«no hay indio bueno; muerto es que sirve»,
se obedeció su mandato cuando ordenó
un exterminio de iroqueses? Y alguno que lo vio,
¿dejó soñarreras a un lado, se hizo observador
del paisaje subjetivo, inasible, donde el eco
es el mismo: ¡Hay que matarlos!?

6.

I advance it, therefore, as suspicious only,
that the blacks.. are inferior to the whites
in the endowments both in mind and body:
George Washington

¿Alguno ha visto a los esclavos, colgados
de los árboles, docenas de ellos, azotados
hasta la muerte en las calles de New York
por el sólo motivo de querer ser libres,
y se ha compadecido?

A seis de ellos,
el mismo día de noviembre de 1712,
¿se les oyó sacar su grito de libertad,
quitándose la vida antes que llegara
su turno ante el verdugo?…

Estaban tan solos, en institucional anonimia,
que se abocaron al suicidio, cuando veintiuno
se turnaron en la ejecución. Mejor era morirse,
darse una muerte liberadora con sus propias manos.

… pero los cuáqueros no estaban callados.
Veinticuatro años antes decretaron esa causa:
¡la causa del pobre, el desamparado y el esclavo!

… pero siguió el silencio, la demencia racial
de los explotadores, de Norte a Sur, del Este
a Oeste, en cada latifundio, en cada ghetto.

Siguió el silencio, seguir así… neutralizados,
sospechosos en la verdad de la miseria sicológica
que acusa al impotente, al inferiorizado, callados
porque la propaganda y la rutina podrida
que absolutiza y cunde es silenciarse
(se ha borrado la resistencia mínima y se han igualado
las opiniones en mayorías que olvidan
y acuden a la prudencia, falsa, aplazadora,
submitida a la perpetuación de lo injusto…)

¿Será hasta cuándo?… hasta que vengan
los atrevidos, temerarios, los proscritos
que rompan el alienado predominio de la cobardía…

7.

¿Quién ha dicho, desde este silencio intolerable,
que la espera nos curó a todos, a quién que estuvo
enfermo, con la rabia contenida y luto rutinario?

¿Quién dirá que realmente ya somos felices
y estamos conciliados por la communis opinio
y el progreso? ¿Quién hay que vea a los sujetos altaneros,
blanqui-vestidos, ilustrados, propietarios de las élites,
cuando murmuran con desdén contra los cuáqueros?

¿Quién que les pregunte por su sabiduría
y por qué, si la tienen, se arman con fusiles
y garrotes, suben la horca a los altos ramajes
de los árboles o a los postes de las plazas
frente a sus alcaldías? … Lo pregunto.

Lo pregunto a los prudentes,
como a los iracundos, junto a los vengadores,
¿por qué siguen callados, silenciosos,
neutralizados por la propaganda que cunde?…

8.

No sé lo que está pasando.
A puertas cerradas se discute
el presente y el futuro y a ninguno conozco.
Son los Hijos de la Libertad, pero con otros rostros.
Apenas sé sus nombres. Hablan unos contra otros
como los viejos latitundistas y especuladores.

Se disfrazan. Cierran las puertas tras sí
y los banqueros se apresuran como rompesquinas
con amargo renculillo y en salas de los ayuntamientos
debaten en secreto sus tratos con los algodoneros,
sus beneficios con el comercio, jueces y militares.

Llevan horas en sesiones. Todos entran
y salen con un rictus de hemetismo y una queja:
¡Esto es algo que no perdonaremos!


9.

¿De qué estarán hablando?: se pregunta la prensa.
Por lo bajo lo susurran los que creyeron
como Paine, en el sentido común y las palabras
claras y dialógicas y, sin embargo,
no están surgiendo porque no están autorizadas.
¡Y el sentido no tiene comunidad ninguna!
Todo surge de una torre de marfil de falseadores.
De unas consciencias con temor y desprecio.

Van a exigir virtud al pueblo desgraciado,
débil y pobre, a los melancólicos le ordenarán
una receta de trabajo, a los atormentados
los pondrán en manicomios, a los generosos
leerán una cartilla; se sospecha que surgirán
muchos reos del Estado; pero, ¿quién se culpa?
Ninguno. Todo es un largo escamoteo.

Hay una inmunda avidez de reinventar
para el mundo lo que se había creado:
un sistema, perfectamente balanceado,
de estados-nacionales soberanos.

De veras, ya no hay cordura. Los axiomas
parecen irracionalmente extraídos
de las mangas paganas de los flautistas mágicos
y la consolidación de una clientela de apoyo
(de intereses interventores, extranjeros).

Desde esos cuartos oscuros están diciendo
que hay que romper la nación en dos mitades
porque el Sur está en la crisis y la esclavitud
es una espada de Damócles; pero hay
que ver más allá de las narices,
The Large Policy, la influencia del poder
sobre los mares, el valor del accionista,
el gran comercio, la alianza británico-holandesa,
potencias depredatorias fuera del continente…

No sé lo que está pasando
con tanta difamación antipatriótica
(y esos pretextos de abrazar otros mundos
y los valores de la nueva dominación
en ciernes y la gestión desintegradora
de aquellos que sesionan
en secretividad tan absoluta).

Carlos López Dzur / De libro en preparación

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Éktor Henrique Martínez (México)


Seudoaforismos arrejolados

Sin el contrapeso de la crítica la literatura no sirve de nada.

Hay que huir de los cánones literarios del mismo modo que Drácula huía del ajo.

Toda la literatura conduce siempre a dos resultados: o el pensamiento se aclara o se confunde.

A los gacetilleros también se les denomina críticos.

El poeta es el único escritor que se desnuda ante sus lectores. He ahí que siempre está en constante conflicto con su intuición.

A no ser que sufra delirio poético innato, un hombre sin vicios ni perversiones difícilmente podrá alcanzar una auténtica inspiración.

Poetas tijuanacos: ¿no sería mejor ordeñar vacas que escribir versos?

No es malo que escritores y poetas sean plagiadores; peor es que sean mediocres y pendejos.

En el mundo de los estetas el que se vuelve humilde pierde.

El silencio también es una opción poética.

La izquierda es un viejo caballo flaco sobre el cual cabalgan chaqueteros y tránsfugas de la derecha.

Los darvinistas están equivocados: no sobreviven los mejores sino los peores.

No hay otra forma más feliz de vivir la vida que sumido en un mundo de estupidez.

Utópico es aquel que cree que algún día la poesía llegará a tener tantos aficionados como los que tiene el beisbol.

Una obra artística es trascendente cuando su autor ha sido derrotado por el status quo.

March 14, 2007


--oo000oo--

Mi credo poético

Cómo puede caberle al mundo tanta soledad
tantos aullidos que no encuentran eco
la agonía pájaro sin alas
atorado en pantanos de aceite negro
carne del futuro torturada
Y ahora este mar de soliloquios
acabara en poemas
huérfanos de la madre que lo parió
El poeta quiere cambiar de oficio

el amor es un animal destetado antes de tiempo
y hoy un corazón no tiene ganas de latir
le apetece ser mano cerrada
y renunciar a su profesión sangrienta
y golpear mejillas

¡Ah!, si Jesucristo hubiera usado metralleta
la violencia sería ya mística descontinuada
la muerte acaso una mujer que solamente
se atrevería a cometer infidelidades conyugales
hasta el pavorreal vanidoso estaría feliz
y no se abochornaría más de su horribles patas

es una anciana
a la que todavía no le baja la regla.

ÉKTOR HENRIQUE MARTINEZ

--oo000oo--

Yeyuno

Qué cosa más triste fuiste tú
llorabas con los ojos del mundo
niño hecho cadáver en un día
el quejido de tu palabras
César yeyuno
piedra blanca sobre piedra blanca
corazón como hoguera
amasando el dolor ajeno
hermoso y sereno mestizo del Chuco

Cadáver que aún sigue vivo
cuando muchos poetas ya están podridos

qué coraje de inmortalidad
qué leche de cabrón
pobre y sifilítico

César Vallejo
estás vivo
aun después de «morido» •

ÉKTOR HENRIQUE MARTINEZ


* * *

Manifiesto

«Yo por loco te tenía
Pero no tan declarado»
Sor Juana
Traigo la inspiración congelada en los testículos
en los labios
una funesta risa de espantapájaros
Mi garganta es una jaula fonética
mi patria
una página web

Soy
aparte de carne
trombosis espiritual
un pronombre en singular
que canta como gallo ronco
y escribo en primera persona para no comprometerlos

Aquí estoy
eyaculando mi locura en la vagina del mundo •

ÉKTOR HENRIQUE MARTINEZ

* * *

Bibi Albert (Argentina)

Poder


Siembro en surcos de ceños
regados por la lluvia.
Y de líneas de manos
que cuentan vidas plenas.
Y en fecundos pentagramas
que corren hacia el mar.
Y en brazos como vías
en que el tren de los sueños se desfleca en raíces.

Y en lugar de maíz, cosecho kero.
Y en vez de la vendimia celebro el fondo blanco
que enmarca la sonrisa de quien bebe conmigo.

Con red de mariposas cazo alas.
Y engancho el corazón en el anzuelo
que me trae corazones que anfibian mi destino.
Y si pongo en un frasco
un secante y un beso y un poco de rocío
me brotan los amores
de un verde tan vehemente como breve,
pero amores al fin, los que me brotan.

Y si reparto naipes me vuelven escaleras.
Y si suelto los globos de cada cumpleaños
fundo planetas de colores en mi cielo.

Y si acaricio ensedo.
Y si miro revivo.
Y si cierro los ojos
habito de caireles cada sombra.
Y si bostezo
se me llena de preguntas la garganta
que hacen que me trague mis certezas.

Y si grito,
si grito,
si gritara o gritase,
todas las hojas de los libros
que jamás publiqué
emigrarían en bandada de pétalos,
con las voces del verano,
a otras playas: aquellas
donde siempre me espero,
para sembrar de nuevo
y cosechar que puedo.

BIBI ALBERT


* * *

Mariana Toniolo (Argentina)


Sin título

Ahora
acaricia vidrios rotos
viejas reliquias
de hambre y tierra,
serena fragilidad de cartón.
Empapela,
colores inventados de tiempo,
celosos de la mirada de gorrión
que se sonríe,
momento de alas arrullando miedos...
Y olvida, corriendo,
la emoción de las nuevas cosas
derrumbadas por fraudes
durmiendo en los nudos del espejo...
Camina,
llora,
sonrie,
suspira...

Y sin escape, ENCUENTRA...

Ventanal celeste de lunas
nuevo punto de partida

MARIANA TONIOLO


* * *

Gabriela Delgado (Argentina)

Lunas menguantes

Nacemos hueso y carne.
Multiplicando sueños. Tropezando.
¿Quién no tiene alguna marca?
¿ una sombra inconciente
en la trastienda de los ojos?

Hay quienes generan vientos,
escupen palabras
y van de orquesta por la vida.
Viven rápido, sin detenerse.
Sin registro de ayeres.

Hay quienes intentamos el vuelo,
nos ahogamos en otros ojos,
callamos el dolor de cada día.
Lo vamos apilando en lunas menguantes
hasta que la noche es tan negra
que la llama se extingue.
Sin que los demás lo hayan notado.

Gabriela Delgado


* * *

Gustavo Urrea (México)

Un acercamiento freudiano sobre Cabeza de Vaca: un final didáctico


Naufragios de Álvar Núñez Cabeza de Vaca aporta una gama de temas que incluyen la religión, el sufrimiento como son el hambre y el frío, los peligros a consecuencias de la tempestad, la aculturación, la defensa de peninsulares y nativos, entre otros. No obstante, con el relato de Naufragios es posible la utilización del modelo topográfico de la personalidad, también conocida como la teoría del ego desarrollada por Sigmund Freud, Padre del Psicoanálisis. En este ensayo se propone establecer cómo los modelos estructurales de la personalidad (id, ego y súper-ego) operan en función de la sobrevivencia y la modificación sociocultural en varios momentos de la vida del sujeto que relata.
Según Freud la estructura de la personalidad se divide en tres partes: el id, el ego y el súper ego. Elid es la estructura de psicosis que está presente en el ser humano desde su nacimiento. Este id representa el impulso biológico y conlleva el placer como gratificación inmediata sin consideración social o necesidades de otros. El id opera en el mundo del deseo y la fantasía.

El ego es la segunda estructura de psicosis que opera como factor de sobreviviencia cuando el id no alcanza la gratificación inmediata. Este obedece a las demandas sociales y la gratificación se puede alcanzar sin desaprobar las costumbres de la sociedad. El ego crea la idea de sobreviviencia y cumple racionalmente con las necesidades del id. Este gobierna los principios de la realidad y considera lo que es práctico y posible. El ego también pone en peligro la conciencia individual del yo. Por fin, el ego matiza un proceso del pensar secundario que trae los recuerdos de fantasía del id y la realidad mundana del yo individual en relación con el ambiente exterior.

El súper-ego es la tercera estructura de psicosis que opera de acuerdo con los estándares morales establecidos por la sociedad y da un sentido de identidad al ser humano. Es el guardián de la conciencia moral y representa al yo ideal y supervisa al ego determinando lo que es bueno o malo (Jeffrey S. Nevid, Spencer A. Rathus y Beverly Green, 41-2).

Este aspecto freudiano se manifiesta en la narrativa de los colonizadores como Bernal Díaz del Castillo y Cabeza de Vaca durante el Renacimiento al escribir en torno a la tendencia individualista, búsqueda de libertad y justificación ante el rey. El contexto de los narradores durante la Conquista fue el vehículo de justificación personal pero sus hazañas no son más que la manifestación del yo mismo ante todos, el ego.

Como lo indica Samuel Aun Weor: “Todos nosotros sabemos que tenemos dentro sí mismos eso que se llama “ego”, “mi mismo”, sí mismo”... (1). Y, “Disolver el “yo psicológico”, desintegrar sus elementos indeseables, es urgente, inaplazable, impostergable […] Este es el sentido del trabajo sobre si mismo (2).

En este sentido, son notables las excesivas referencias que el autor hace del “yo” en su Naufragios:

Para esto mandó a un capitán Pantoja que fuese allá con su navío, y que yo, para más seguridad fuese con él […] Yo quedé en la mar con los pilotos [… ] lo que allí nos sucedió fue cosa muy señalada, me pareció que no seria fuera del propósito y fin con que yo quise escribir este camino […] Yo di licencia a la gente que saliera a tierra […] En esto vino una canoa de la villa rogándome que me fuese allá y que me darían los bastecimientos […] de lo cual yo me excuse diciendo que no podía dejar los navíos... (Maura, 78). En estas partes nunca otra cosa tan medrosa se vio; yo hice una provenza de ello, cuyo testimonio envié a Vuestra Merced (Maura, 80).
En estos momentos de la vida de Alvar Núñez se puede utilizar la función del ego, el yo antes que nadie. Sin embargo, el súper ego puede dar un paso más allá, reconciliando la función positiva y realista del ego con el paradigma ideal de la sociedad Cristiana. Entonces el súper-ego asume la cualidad divina de los arquetipos religiosos de Dios. El narrador se manifiesta como el elegido por la “Gracia de Dios” en una escena fuera de lo común. Él se considera el mejor curandero entre el grupo de cuatro sobrevivientes del naufragio y en última instancia el que resucita a un muerto: “[…] y lo mejor que pude apliqué a nuestro Señor fuese servido de dar salud a aquél y a todos los otros que de ella tenían necesidad” (Maura, 157). Con esta habilidad de curandero se manifiesta el yo ideal y estratégicamente divino que convierte a Cabeza de Vaca en un resucitador. Este concepto alude a una adaptación de un tópico bíblico en el cual Cristo es el modelo.

En la conciencia, o ego del narrador, se utiliza el conocimiento de curandero que aprendió de los amerindios. Este fue el recurso disponible e inmediato para sobrevivir entre las etnias extrañas. El narrador vivía en un ambiente amenazante en el cual ya había sufrido el hambre, el frío, la esclavitud y el cautiverio. La necesidad de sobrevivir entre grupos extraños torna a Cabeza de Vaca a la asunción de un rol protagónico y heroico que salva la vida de los pocos que quedan de la expedición.

Alvar Núñez entiende que cada explorador y conquistador debe vencer el miedo ante los fenómenos naturales. El miedo a lo desconocido y lo amenazante, el pavor ante los seres monstruosos, abismos y salvajes, descritos antes del Renacimiento por los mitos de la Edad Media y heredados de la literatura clásica. Estos miedos e infortunios, cuando no son supersticiones o pareceres reales, le motivarán a escribir sobre sus propios viajes y conflictos y en última instancia para convencer al rey de que es fiel.

Alvar Núñez viajaba, supeditado al capitán Pánfilo de Narváez, con una tripulación de 450 hombres. Sobrevivieron a duras penas, un huracán en las cercanías de Cuba y desembarcaron en las costas occidentales de La Florida, cerca de la que hoy es la Bahía de Tampa.

La actitud de estos hombres de mar, novatos o veteranos en los oficios de la Conquista, representan al id en sus innumerables detalles. Lo que Alvar Núñez atestiguará es que sus compañeros marinos están incómodos, en desamparo, descontentos con el frío, el hambre, el cautiverio y los peligros de las nuevas y potenciales tempestades y enfrentamientos. Una serie de huracanes y luchas con los indígenas nativos mató casi la totalidad de la tripulación. ¿Cómo se comporta el hombre bajo esta situación, crisis tras crisis? Esa experiencia del hambre, esclavitud y desamparo, sacó de entre la mayoría de marinos la faz del id violento que se convierte en la más urgente conducta del ego: “Primero yo que nadie”.

La mayor lección ante la alternativa de sobrevivir, es la inminencia a la muerte.

Alvar Núñez asume el rol del sujeto organizador, el observador y testigo, en cuya conciencia cognitiva se determina, como base fundamental, la intencionalidad por sobrevivir. En esa aventura trágica de los naufragios y fracasos expedicionarios, se expresa su yo, el ego cuya principal función es la seguridad individual.

De una expedición que salió el 17 de junio de 1527 con 450 hombres, 80 caballos, cuatro naves y un buque, Álvar Núñez fue uno de los cuatro sobrevivientes entre culturas extrañas y tormentas que él describe como “nunca cosa tan medrosa se vio” (Maura, 80). Un viaje tan incierto es la base para discernir psicológicamente la conciencia cognitiva del autor. En el funcionamiento de la estructura de la personalidad, según Freud, sugiere que cada ser humano, sea niño o adulto, requiere del balance entre sus instintos, pulsiones o energías primitivas del id, la toma de conciencia como función del ego y la vigilancia del súper-ego que determina lo que es bueno, malo y aún lo que puede ser sublime.

En su Naufragios, Cabeza de Vaca se expone como un ser sensitivo, comprensivo con las culturas indígenas que halló en la franja norte de México: entre ellos los atayos, avavares, coayos, cutalches, malicones, mariames y susolas. Él fue pionero en la expresión del respeto y convivencia con la diversidad cultural. También, él fue precursor en dar noticias de las mismas ante la España eurocéntrica, discriminatoria y aún no propensa a aceptar esas ideas.

Después de su fracaso como conquistador, es un hombre de esperanzas renovadas. Es un yo saludable, con mucha retroalimentación espiritual, que proviene del súper ego, el yo ideal. No es por demás, aparte de sobrevivir entre seres extraños, resucitó a uno de ellos y salvó la vida a los cuatro sobrevivientes de la expedición: Estebanico, Carranza, Alonso Castillo Maldonado y él, Cabeza de Vaca.

Por último, concluimos que su obra fue didáctica ya que marinos de su tiempo al leerla aprendían acerca de los riesgos que tomarían al hacerse a la mar en medio de tempestades que los llevarían a la deriva. Su narración fue vehículo de inspiración para la literatura posterior. Naufragios sirve de modelo para las novelas picarescas como Lazarillo de Tormes, cuyo relato trata de un joven que roba por hambre y que denuncia a la sociedad su sufrimiento. Naufragios informa acerca de seres civilizados y sensitivos que fueron descritos como salvajes por otros exploradores y que en última instancia, merecen el defensor que fue Álvar Núñez. Su obra puede ser un recurso importante para que los psicólogos neofreudianos analicen el mecanismo del “id, ego y súper ego” en personalidades como Álvar Núñez y otras que viven en condiciones extremas de sobrevivencia.

31 de octubre de 2006

Obras citadas

Aun Weor, Samael. La Conciencia, la Personalidad y el Ego-animal. [Online] [14 de octubre, 2006] p. 1-2. Disponible en
http://www.arrakis.es/~sanguino/agia/curs3.html

Chang-Rodriguez, R., Malva E. Filer. Voces de Hispanoamérica. Massachusetts: Heinlein & Heinlein Publisher, 1996.

Jeffrey S. Nevid, Spencer A. Rathus y Beverly Green. Abnormal Psychology in a Changing World. Englewood Cliffs, New Jersey: 1994.

Maura, Francisco Juan: Álvar Núñez Cabeza de Vaca: Naufragios. Madrid: Cátedra Letras Hispánicas, 2000.

Vidaurre Arenas, Carmen V. La interacción de diversos tipos textuales en la obra de Álvar Núñez [Online] [13 de octubre, 2006] ps. 3 – 6. Disponible en:
http://sincroía.cucsh.udg.mx/nunez.html

Wellek René y Austin Warren. Teoría literaria. Madrid: Biblioteca Románica Hispánica, Editorial Gredos, 1985.


* * *

Norma Segades


El torturado


...porque sólo sé cantar lamentaciones /
porque no puedo ser un ave de lluvia /
porque sólo soy un pájaro de cartón y piedra:
Carmen Ávila (México)
Porque habita el secreto,
porque no puede hablar de lo que duele
como turbas de espinas desgarrando su lengua,
desde aquellas desiertas madrugadas reclamando sus nombres
a pulso de picana, a fuerza de tortura, a paso de martirio,
apretando los dientes para no recordarlos
en mitad de los miedos,
en mitad de la noche, en mitad de las lunas amarillas,
para no traicionarlos, para no maldecirlos
desde la soledad acantilada
y el dolor encendido.

Porque habita el insomnio,
porque el vuelo se ha vuelto fatigoso,
limitado y rasante como sus esperanzas
hartas de imaginar las libertades,
la equidad, los derechos,
mientras la gente andaba los desfiles del júbilo,
agitando el bullicio, festejando ese triunfo
que los parió una tarde los mejores del mundo,
ajenos por completo a tanta impunidad encapuchada,
decretando el silencio para la ausencia anónima
sepultando el hedor de la vergüenza
en el lecho del río.

Porque habita el fracaso
de ser hijo de un pueblo sin raíces
que inmola en los altares su diezmo de tragedia
y el nunca más es sólo un expediente entre tanta injusticia
y la historia repite sus errores sin tiempo,
sus eclipses de olvido
y todo es negociable: hambre, feudos, proclamas, indultos,
dignidades, en este territorio de lesa hipocresía
donde una hostilidad a contrapueblo
desnuda los colmillos.

Norma Segades

--oo000oo--


Los pandilleros

Ellos gritan y pasan / libando el níquel /
como mariposas negras entre el tráfico:
Susana Reyes (El Salvador)
Como un río de sangre que ya nada detiene,
como un río de agravios,
desbordan las riberas de una infamia
que aprisiona sin tregua las llagas dolorosas
donde se gesta el odio, que enciende en las gargantas
los duros sobrenombres del desprecio,
que humilla con miradas en eclipse sus rotundos andrajos.
Como un río de lava devastando a su paso
las fachadas solemnes,
atravesando el tiempo de las súplicas,
percutiendo aldabones
en el hueco amarillo donde nacen los pájaros.

Como un río de rabia carente de represas,
como un río descalzo
o un aluvión de mugre descontenta
o un enjambre rebelde de oscuras mariposas
estatuyendo el hambre,
un río turbulento que no adhiere a los códigos del cauce,
que proclama estridentes amenazas con su voz de zarpazo
mientras fluyen sus lunas decapitando sueños
hasta la alevosía
y una urdimbre de nieblas miserables
les sirve de mortaja.

Cuando el mundo los quiebra a golpes de fracaso,
su furia abofetea las mejillas del tiempo,
su oleaje es despiadado.
Sólo rozan la plena indiferencia
con su cruel silabario de perversión oculta,
de gruesas carcajadas, de desnudos eructos
trepando desde el fondo de las vísceras
y un puñado de caries malolientes encrespando el calvario.
Sólo pasan poblando las crudas intemperies a paso de sentencia.
Sólo pasan cantando las oblicuas lloviznas.
Sólo gritan y pasan
incendiando el crepúsculo con sus silbos bastardos.

NORMA SEGADES


* * *

La escritora

... porque hasta el último hálito de vida
voy a aferrarme a la conciencia:
Leticia Ricárdez (México)
La voz estalla en huecos de conciencia
con un gesto de espiga reclamándole al siglo
sus silencios culpables.
La voz se eleva triste, sin ritmo de panfleto admonitorio
ni cadencia de muerte multiplicando coágulos
ni palabras convulsas.
La voz busca engendrarse
con semen de fogatas pulsando en la vigilia,
en el cántaro azul de una esperanza ejercida a mansalva.

La voz quiere ser clara como el agua en la lluvia
o la luz en la aurora.
La voz quiere ser largamente pura.
Pero ella no suscribe al disimulo,
renuncia a los secretos, abdica a los disfraces,
reniega de mordazas.
Entonces ya no puede consentir los dolores encrespados,
admitir los vendajes que ciegan las pupilas,
omitir la denuncia.

Entonces se apasiona,
entonces se derrama como un bálsamo tibio
entre todas las llagas rigurosas, entre todo el agravio,
entre todos los odios que invaden la intemperie
cuando la vida exhibe
sus colmillos de eclipses y penumbras,
inventa algunas treguas tutelares,
alguna fe propicia que le encienda horizontes
a pesar del espanto,
algún síntoma breve de escasas indulgencias malheridas,
un resto de plegaria agazapada
que funde otra liturgia...
Pero en el fondo sabe

que algo viene creciendo a través de la pena
que, más allá de la quietud del viento,
el hambre anda en jaurías,
que tiene el corazón de pie en las coordenadas
del más hondo cansancio,
que tiene el corazón sobre la furia.

NORMA SEGADES


* * *

Fanny Jaretón (Argentina)

Pordiosero y Rey

… Estaba abrazada al suelo
diciendo un nombre…: A.P
Nosotros los que pedimos por Dios
¡Por Dios! rebuscando en la propia basura
Pasiones que nos elevan sobre la Miseria
Encontrando en el Pan duro de la devoción
Raspando con los dientes compasivos
Inclusive llagar hasta el hueso
La llaga expuesta a la caldera del levi-atá-n

Quieto abierto al mundo
Éxtasis de sentarse mirando mirando
Sin mirar hasta perder la conciencia
Esponsales donde el cuerpo y el corazón se aceptan
Para toda la vida que dure para siempre
Mientras dure.
El susurro de la inoportunidad
Grazna sobre el aire secreto de la existencia
Nos revelamos ante la unidad del mundo
Desde que el mundo es mundo
Separamos con cortina
De siete des-velos que dancé hacia Él
La belleza Animal sobre su Montaña
Dios no promete ni cura ni repara de antemano
Hay que decir que no Hay que decir que si sí
¡Lucidez abrumadora!
¿Hasta dónde un hombre está preparado para amar?
Hay que Amar como Ama Dios.
O como Dios manda.

En busca de la Lluvia
En nombre del temazcalí del Trueno
Con la cola de zorro plateado como llav ERO
No pronunciaré las palabras rituales
Cuando una puerta se cierra.

Noche dentro de esos Ojos
Taquicardia acelerando al impulso
Zar-paso de la leona
En la custodia de lo que se Crece cierto.

¿Te atreverás con tu hocico de Fuego
A rugirme otra vez sobre el eco de la disfonía?

¿Te atreverás a saltar con las pasiones
Sobre las pasiones mismísimas del averno?

¿Te atreverás a desgarrar el nudo
Que nos ata por el mismo miedo?

O serás el zarpar
La Vela
Que encendida Sopla sobre
El viento del mar de los sollozos.

Ocho gritos reman a contraluz en el infierno
Ocho gritos a mi boca le dan la Luz de la Palabra.
Ocho silencios fueron asesinando al Silencio.

Qué haré con tanto beso de Verbo
Pariéndome por el tajo
Impronunciable
Del vocablo
Herido.

Fanny G. Jaretón / El humanismo erótico de Fanny Jaretón

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Contexto hebraico en algunos poemas de Tet, mi serpiente de Carlos López Dzur

El día en que no estemos ardiendo de amor,
muchos otros morirán de frío. —F. Mauriac

La palabra divina se da en el contexto de un diálogo de amistad. “Por esta revelación Dios invisible (cf. Col. 1,15; 1 Tm 1,17) habla a los hombres como amigo, movido por su gran amor (cf. Ex 33,11; Jn. 15,14-15) y mora en ellos (cf. Ba 3,38) para invitarlos a la comunicación consigo y recibirlos en su compañía” (DV 2).

Esto es comprensible de este texto del poeta Carlos López Dzur, perteneciente al libro Teth, mi serpiente, aún inédito en papel, pero compartido en la internet.

El corazón de Eva

Los cuatro poderes revelados del alma:
convicción, empeño, devoción y habla:
C. D. Ginsburg, The Kabbalah, 1863

Un corazón que entienda el conocimiento.
un corazón de Eva, pónlo en cada mujer.
Que sea el vínculo conector con la consciencia
desde los treinta atributos de Maljut.

Lamed de ese secreto, aprende tú,
Maestro, y que la vasija se evifique.
Adán, que ella también ascienda
cuando tu torre vuele y el perno cálido
entre al recipiente como el pene a la vulva.

Pón la luna como alma de los cielos.
Su corazón sencillo, femíneo,
que ofrezca potenciales.
Ayúdala, Adán.

Elevada Shejiná, llámalo Amado
y díle Tu Nombre a aquel cuyo intelecto
es limitado, racionalístico, sombrío,
y no aprehende la continuidad
de su autocomprensión. Atenúa,
por de pronto, su animalidad
y simple, insuficiente subjetividad.
Enseña la imaginación profética
durante el ciclo del menstruo.
Sacríficate para que asciendan ambos
al quinto y sexto sephirot.

Aprende, Adán, para que enseñes luego.
Enseña lo que puedas, Eva, para que estudies más
y vivas en la humildad / shiflut del silencio.

Rectificada la imaginación, sean Uno.
Crearán cielos eternos en las Tierras nuevas
y poblarán el mundo con sus ángeles.

2.

En medio de esta sociedad secular, allí la puse
porque Ella lo eligió cuando dijo: Soy fértil
como el Sol de Kéter y el buey de todo lo que existe
y aún, reino de lo que no existe, porque no se ve
y no tiene más luz que la que se capta de Tí.

En medio de los instintos de los falsos egos,
en medio de las instituciones y tareas empíricas,
le dí Su Nombre. La llamé Beth, protección,
seguridad, mi pozo, la que me contiene.

En medio, de donde quiso, la puse
porque en la esfera oculta de Daath
se sintió autoanulada y dijo: Corazón quiero
a la luz del Sol, porque te amo
y a La Puerta de tu existencia física
es que hallaré mi Adán
y la base para educarnos juntos
y el punto de partida para multiplicar
tu Ley. Aprenderé a sobrevivir
y a mirar por las ventanas el secreto
de la Vida Universal.

3.

Eva se ha parado en plenitud.
Se postró a la entrada de la Fuente Divina
y le dije: Pasa, vén, (b)v(e)n a casa.
Toma mi fuego, el aire, el agua, la Tierra
que dí a Adama, y aprende que existen
la radiación electromagnética, la gravedad,
la energía, sea la fuerte y la débil, pues ambas
no se ven en el mapa total de lo posible y lo oculto.

Ante la Puerta de la Verdad, el hombre pobre
pide y, en luna de abundancia, la mujer se eleva
con luz. Quien siempre se ha creado a Sí mismo
a todos enaltece, elijan o no servirlo, El los alza
por encima del ser nitrogenado.

El da el oxígeno, el carbono.
Nos hidrogena.
«Nos yergue en plenitud, Adán».
Nos combustiona.
«Eva, nos solidifica, para que seamos
entes manifiestos de Maljut».

4.

Cuatro matriarcas pondré en tu ovario
para los cuatro mundos que llamé: Atziluth, Beriah,
Yetziráh y Assiah. Darás cuenta de Ellas,
de Sara, Rebeca, Raquel y Lea.

Fructificarás, Eva, porque matriz te dí
y te instruí, multiplicáos, busca un esposo
y mira con dulzura el rostro de Abraham
(porque con él dialogo y me alimento al pie
de los árboles), mira a Isaak con amor
porque si lo tiento es fiel. Observa a Jacob
a quien torcí el muslo y renquea, miedosillo es,
pero porque obedece, lo exalté en Israel.

Añadiré a David. Míralo cuando él dance.
Es la pura cura; danza eufórico y desnudo delante
de las siervas que mi Dalet rechazan. A él
menosprecian. Cuatro pies son de mi Trono.

Enseña, Eva, desde el atardecer mío
del viernes de Nuestro Reposo, que Tu Creador
dimensionó lo real, dándole el ancho de tu cintura
y el largo de tus piernas (que son lindas).

Te dí el pie suelto y profundo
y mis tres manifestaciones divinas.
Instruye, Eva delante de las cuatro copas del vino
del Seder de Pesaj, que soy Yo quien te visto.

Espío la hermosura de tu ser. Soy tu Beinoni
y, en movimiento de horizonte, derramo mi esencia
en tí; yo te acuesto, Eva, y miles de escaleras bajo
como en Luz Trascendente
y cuando tienes las piernas abiertas
me condenso y, si estás a pies descalzas,
llena de movimientos y gemidos, me endurezco.

Me verticalizo, me inclino, me voy en diagonal
nabo en mano, y hundo o derremo
mi mucha luz inmanente bajo tus nalgas.
¡Tú eres mía, Alma mía eres!

Y te desvisto por amor a tu hermosura de Luna / Sol
y Tierra ardiente. Y te doy las vestiduras nuevas.
Te conforto con el habla y el deliquio.
Con habla de regocijo, visto el pensamiento.

Serán tus vestiduras mis meditaciones
porque estás horizontal en la cama.
Te visto de habla cuando vas de pie,
orgullosa y vertical porque te dí mis esencias
y mis verdades por alegría. Así te visto.

Eva, tomaste mis semillas.
Con ellas forjaste Tu Alma. Bebíste
de mis pensamientos. Como lluvia se esparcieron
sobre tus senos. Ecuánimemente fluyeron
del ombligo a la vulva de tu corazón.

En un punto de bondad de tu útero,
te abríste y Quien te dice actúa te vio en pie,
moviendo las caderas, moliendo las palabras
para que Yo, tu Dios sea el dirigente, / rey / de tus procederes.

5.

… life of the imagination apart from life of the spirit... the face of the mind direct a calm gaze upon the unrest below. There shall come a calm upon the animal nature: Arthur Edward Waite

Teth: el símbolo de la energía femenina inicial. Simbolizada por una serpiente, conecta las esferas de Chesed y Geburah. Novena letra del alfabeto hebreo.

Eva, flor de luna, coparticipante del Yesod,
el noveno camino, Shaddai el Chai
trajo mensaje para tu Luna y las vasijas
que te dí y que se han de llenar con su habla.

Te observa un hombre desnudo de la Tierra
de Cholem Yesodeth en tanto tú, tan hermosa...
te recuestas y reposas en el trono de Binah.

Mira él tus sandalias, apartadas del polvo.
Sobre tu pecho, una roca de cuarzo blanco
es tu único vestido. El beso del aire es
tu única hazaleja. Y tu sexo es perfecto.

Desde el fondo de tus ojos,
con el azul oscuro de Assiah,
también estás desnuda.

Un hombre dijo: ¡Esa mujer es hermosa!
Me gusta verla cuando se va a soñar.
Todo lo que habla a solas tiene encanto.
Más ocioso que ella debo estar yo,
o parecérselo, porque ella no me busca.
¿Será que me teme?
¿O que es más independiente
que la hembras que puso Addonai ha Aretz
en las puertas del Edén?

Eva, el hombre desnudo te siguió.
Lo regocijas. Lo enterneces. Te ama.
Entró en la base de tu luz astral
y la inteligencia purificada con que mueves
olas de la mar y de la maquinaria del universo
extraes meditaciones; pequeña imaginadora,
sál con tu olor a jazmín, recíbelo y díle:
No es bueno que el hombre está solo...

Instruye, desde hoy, al varón
porque hice en Tí una matriz
y te llamé Femenina, Varona,
y la energía de Teth la tienes toda.

Eva, de hermosos pies sueltos,
o cuerpo serpentino, onda tejedora
del astral, vas a educar al hombre.
Y Adán, te espera.
Quiere tu casa.


8-02-1990

La naturaleza se renueva por el fuego. INRI (de los masones ordinarios)

La imagen de la sal y la relación de esa "búsqueda perenne, que en su propio alcance haya tenido vida", con la mujer de Lot (Gn. 19, 26), el pariente de Abraham, aquel patriarca bíblico. Alguien que al voltearse transforma en una estatua de sal, ahondar en la actitud que garantice no traicionar por lo que siempre se ha apostado.

Y no todo gesto tiene la misma aceptación, si en estos momentos he de voltear es sólo para encontrarme con las raíces que me aprendieron y si me cuestiono es porque tenemos permitido ese debate que nos arrima al Misterio de la creación, desde pequeña fui signada con la exploración de saber, de saber, de llegar hasta instalarme aunque más no sea en el borde de su presencia y es por eso que me pregunto: si somos un pueblo del presente,
Hove, hei vav vav hei.

Frags.

El fotón que te observa soy, Tu Padre Oculto,
quien no vive en los relojes y siega al tiempo
para que seas eterno, aunque ya no lo entiendas.

«¿A dónde voy?», pregunta tu corazón
de ansias electromagnéticas, hijo de Planck
que menosprecia la medida que gravito
dentro de tí, antes que una magnífica estructura,
la Naturaleza dada, te dijera sé humilde,
quebranta el corazón y doy los secretos
del porvenir y el sosiego, a fin de que no digas
que te engaño, porque estoy fuera de tí,
distante, ausente, sin un presente
en tu ambición de mundo y universo.

Y hoy te respondo: ¿A dónde vas?
¿A dónde te llevo si te llevo?
Pues vas a donde puedas ser mi contenido.
Vas al calabacín donde quiero tus huesos,
A He-Vau-He-Yod,
al reino de los rayos-gamas,
a mi ultravioláceo asentamiento de futuro.

(Frag, de Dónde te puse).

Dios parte de esas mismas letras es decir nos está marcando en tiempo del verbo donde somos acción: Presente, se me ocurre pensar que el tiempo no existe, que siempre debimos conocerlo todo, se me presenta Abraham de un lado su esposa Sara y su hijo Itzjac, del otro Agar y su hijo Ismael.

El amaba a las dos, nunca las abandonó. Veáse este texto, donde el hablante poético es Abraham consolando a Agar, después que Sara pide que sea echada, como le pide en Génesis 21: 11:

¿Cómo decirte que te vayas, Agar,
si tu cuerpo ha sido como una guitarra
de péndola en la que hallé regocijo?

Amé tus caderas y en tu color pajizo
de ceniza te navegué, emociondo,
como góndola que descansa
el aliento en tus aguas
y humedece el alma en tus haldeares?

Busqué en tus ojos
unas piedras de rayo y los hallé
fijos en los míos,
y eran dos hachas, siervos listos
a cuidar mis pupilas y dividir
mi piel sobre tus pechos.

¿Cómo decirte que te vayas
si un relámpago vive en la fuerza
con que miras y en el dolor de tu parto?

O este texto
Sepultando a la princesa:


...en lo mejor de nuestros sepulcros
sepulta a tu muerta: Gn. 23: 6

Por tus ciento ventisiete años,
te lloro, amada mía,
y Quiriat-arba para las albas
de tu suelo te quiere, te recibe
y el Hebrón es hebra de luz
por tus caminos.

En laberinto oscuro, por tí
teje Ariadna e hila céfiros luminosos
como yesca delante de tus pasos
y son sus sigilos a hurtadillas.

En noosferas te dio ruta y radiancia
y en hadrones, fortaleza fértil
para que subas y bajes
y, en lo profundo, permanezcas
en los días séptimos del ser.

Te lloro, Princesa,
entre los hijos de Het y las sombras,
hitos de sus creencias al oriente de Mamre.

Te lloro y te sepulto,
vagina precámbrica,
eva-profetizada por amor
a los hijos cuaternarios.

Te lloro cuando te guardas
en la cueva de Macpela
y mis ojos no volverán a verte.

Quedaron solos con el sueño
de su antiguo fundamento.
Cuencas amargas, en lloro, son hoy;
pero el pedestal es tu aurora.

Me consuelo por la heredad de tu concurso
(unido a tu cuerpo conocí la alegría).
La misma muerte que me aguarda
en la tierra de Canáan
es parte de tu apoyo.

En tu confianza fundo el tribunal
y cavo mis certidumbres, sustento el ser
(no por 400 siclos de plata que dí a Efrón,
digo que existo, no por los hijos
de las cuevas milenarias, digo:
Tengo amparo). Es por tí que digo: Soy.
Por lo que díste a la vejez de mis días.

Sin embargo, Dios en su ley nos habla de la monogamia, pero si Dios es amor yo no lo comprendo, podríamos decir y atendiendo que el tiempo no sea uno, que Abraham fue anterior a los mandamientos pero entonces tenemos la fuerte imagen de Salomón, querido y aventajado por las gracias otorgadas: sabiduría, riquezas y afines, éste tenía seiscientas mujeres y la Ley ya nos había sido otorgada. ¿Quién hubiese podido escribir la belleza del Cantar de los Cantares si no hubiese albergado en su corazón tanto amor?

Lilith copuló con Adan, Samael con Eva, sin embargo pienso en los mandamientos y cuando leo familia, leo institución y cuando leo institución leo a los hombres y es ahí cuando me pregunto si las leyes fueron escritas por Dios o fueron escritas por el dios que los hombres inventaron?

En el poema Que seas de roca y hables se alude a la anteriormente descrito. Lulu es otro nombre para Lilith.

Que seas en roca y hables

Y Adán, te espera. Como antes, el Señor del Aire.
Enlil, en la Sumeria. Te esperan, Lili en el ardatu,
del semen que arde y quema, porque no es bueno
que el hombre esté solo y sin auxilio adecuado.

Lulu-Eva, juguetona-mozuela, lujo de la noche,
boca chillante, vulva del gemido,
¿quién será más humilde que el ángel
y de su humanidad no hará discurso de poder
como el Adán desbalanceado?
El pide estar encima. Tú, con tu vientre,
no admites que se te ponga abajo.

Eva, te han dado la vida, porque Adán está solo
y Lilith, con su obsesión de Serlo Todo, te escinde,
te aleja, te esconde. Ardat Lili, evificada, ya
ni tierra ni aire, ni diosa / eloah, ni amante de las bestias
y los machos brutos en las costas del Mar Rojo
volverás a ser. La humanidad te espera.

Y Adán, te observó. Te quiere, te ha urgido.
Y tú, engreída, porque eres Fuerte y Antigua
como la Serpiente y los hombre que no tienen
todavía su jardín ni su árbol de vida.

Mujer de Samael, amante de Asmodeo,
extranjera que suplantas la Presencia Cautiva,
te espera quien te dará la voz / el habla
con el Templo del Sexo Divino.


7-03-1992

Yo quiero saber concretamente por qué no se puede amar a dos mujeres si el corazón es tan grande, si amar me pone bueno, ¿por qué no se lo permite? Lo que sucede después, en los textos relacionados a ésto, en el libro Seth mi serpiente de López Dzur está descrito en el siguiente poema, cuando el sexo se convierte en un proceso de escádal y blasfemia: la esclavización de la mujer. Hecho que López Dzur compara con la destrucción del Templo de Jerusalén.

Antes de que construyas sobre la roca

Destruyeron el templo de la vulva.
Atajaron la Presencia que venía en Luna Llena
Y vieron a la diosa huyendo de Adonai.
Pueblo de Israel, dí el por qué de las abominaciones.

Como un tesoro más se la llevaron; extrajeron la niña
de sus ojos. La escondieron en tierras extranjeras.
Tomaron a Shekinah prisionera;
«en Ella, Eva te tomaron», en Ella, ardato,
la doncellez se encarnó como blasfemia.

Lulu, juguetona de la noche, lujo del invierno,
Lili-flor, cueva de lirios, guarra
que chillas de contento,
Adán que pidió estar arriba, a ninguna otra
tiene para saciar el nabo, tendrá que hacer
el templo con sus propias costillas, porque Lili
no está, Lilith, se fue, se la llevaron.

Pídela otra vez, Adán. Recóbrala
antes de que construyas sobre la roca
el nuevo Templo, el gozo de tus Deseos.

11-13-1992

El recobro de la Presencia Cautiva mencionada en el poema, después de la persecusión y profanación, es lo que se elucida simbólica y metafóricamente después con los siguientes poemas:

La Presencia / Frags. 2 al 4

Gran Favorecida, desde el diseño
del primer embrión, porque Tu Presencia
es el fundamento del fundamento.


3.

Eva (Java) fue madre de toda vida, pero su pie desciende hasta la muerte y, dentro de su cuerpo roto, permanece oculta una chispa de vida, aguardo el poder del Tzadik (Jai, vida) de nuevas fuerzas a su potencial de vida dormido: E. Klein, Kabbalah of Creation, N.J., 2000

Había en lo que llamaron tu misterio:
una revelación: cada dios no es sino tu mensajero,
un ARN que se desprende del núcleo donde vives,
sin amenia y conociendo el ajo como nadie;
tú, demonia, si que nucleas en lo oculto
hasta que un día, por amor a los hombres y mujeres
que viven en lo externo, en las Adamas citoplasmáticas
del Malkut, te exhíbes con el nombre de la Osa
y se van hacia tí, las ovejas negras, y los perros salivosos
que se ayuntan en las calles y los caballos faludos,
potros retrercheros, pero inagotables.

4.

Había en lo que se llamado Tu dualismo metafísico
un misterio mucho más sublime que la solidaridad mecánica
con que te vinculaste supuestamente al pueblo primitivo,
ese que hoy te nombra Hécate, Lilith,
Reina de las Fornicaciones,
Bestia de Babilonia, Gran Ramera,
la Huyente, la que saqueó
del templo Su Gloria Shejiná. Sabías, como Niobe,
de angustias maternales, rehacías afectos,
sin relaciones de interés, de mercado.

Donde se te puso el alma y dónde el cuerpo
lo supíste, Astarté, porque en el núcleo fuíste virgen
y antes del séptimo día, no hubo varón
con intenciones misioneras de llegar a tus riñones
y metétela doblada mientras recaudaste las semillas
de tu alimento y almas y huesos de Tu misterio,
Madre-Tierra, Tierra-Madre.

6-5-1995

Persecución de la Presencia

En lo Inmutable vive la Shejiná negra, simbolizada por lo oscuro del carbón, no por la luz revelada por la llama; en el nivel potencial también hay amor y luz. Sin embargo, la permanencia de la llama depende de la esencia inalterable del carbón. El tercer nivel, es lo cambiante que va hacia el Mundo por venir. La
llama de Dios, en general, es Amor. La oscura, el Amor a Israel, almas investidas en cuerpos físicos. La luz blanca es el amor de la Torá: Baal Shem Tov


Para matarla, se crecieron los siervos que no se agachan
y que, en sociabilidad antisocial, alegan:
No existe la Llama.
Si luz oscura alrededor de la mecha es lo que vemos,
nada bueno es que se mezcle con Luz blanca.

Despreciaré la presencia de la Zorra obscena
que aún con mi Padre / Melej se acostó.
Vestido de escarlata, la maldeciré
y del pan doble del Shabat le negaré porción.

Para matarla, porque la Presencia dijo:
«Si supieran que absolutamente oscura es la esencia
de mi dios Ain y que la Luz visible
no es la verdadera luz»,
se negaron al rito de su circuncisión y la bondad
y la maldad andaron juntas y se besaban en las esquinas.

Ninguno habló sobre la Unicidad de Dios entre las almas
ni sobre cómo se rectificará la estructura síquica
de aquel que fue bendito en el Sinaí y yugo divino
admitió de los Cielos para que lo bendijera Su Amor.

«Sombra no queremos», dijeron los iluminados
pese a su ambliopía. Los más cegatos pidieron luz.
«El ego es mi bastón y amo soy en mi casa»,
alegaron, en proclamas triunfalistas, los herederos
del sacerdocio. Y vieron las nubes sobre el cielo.
Al fin gritaron:n¡Poder, poder, poder se nos ha dado!
Y alegaron que palmas limpias y autoridad
de regir les autorizó una Nube de Gloria sobre el Sinaí.


2.

Y, en un crepúsculo de amenia moral, salieron
con leños encendidos, secos leños en verdad,
a buscar la Presencia por los cruces de camino.
Como frigios del Asia Menor que se unen
a las obscenidades de los Cabiros,
tu pueblo, ¡ay! Israel, se juntó a multitudes
y el olor de arauja se expendía por causa de flores
en luto, antes blancas, ya marchitas,
a orillas de las plantas trepadoras del camino.

Triste y ofendido va el tropel pidió prestado
al odio y al sujeto escindido.


* * *

Te aniquilaremos porque aislate en cuevas
y parcelas agrarias a mi pueblo, matrona de soledades,
e híciste el lenguaje tu habla, tu comunicación tu poder.
Con la voz sedujíste a dios, con la boca lo pusíste
entre tus muslos, pero nunca encima tu ombligo.

Reina de copas, te odio por tu cara de gato,
Judith perversa, rubia traidora, caza lujurias,
ideal no eres de mi pueblo. Tu sagacidad es vicio.
De la casa de Israel no eres amiga, tú compites
y tu hogar es el bosque. Tu corazón no está en el hombre.

Diana Cazadora, con el mismo odio que a Astarté
me inspira, te doy mi rencor, salamandra,
te rechazo en las soirées cuando bailas o golpeas
címbalos. En las faunalias te odio. En las cavernas
te aborrezco, en la Asambleas no tendrás
un viernes con potencia posible y consciencia real.
No hablarás en el día del Sabbat.
Ni en la madrugada de nuestras costumbres entrarás
con reformaciones porque ya te sacamos de la cama
de nuestro dios y escupimos tu vulva
y, perderás tu estado intrauterino
en la prole de tus brujas, así como el negro
de gran falo es castrado y sirve sólo, eunucamente,
para cuidar de las hijas del rey.


9-05-1995

* * *

Aymer Waldir (Colombia)

Retrato del artista


La presencia de la poesía en el cine es indiscutible. Ella, como Dios, aparece en todas partes y aprendiendo de lo sucedido en los días del génesis, cuando Él descansó al séptimo día luego de crear al hombre (garantizando así el regreso al Caos), ya no se permitió el lujo de reposar cuando llegó al séptimo arte. Como contraprestación a esta generosidad, el cine quiso aportar el sentido del movimiento a la poesía y desde entonces la imagen y la palabra van cada vez más cercanas. De no aparecer el cine comercial, hubieran terminado fusionadas. Al Taller de Poesía de la Biblioteca Pública Piloto para Medellín y América Latina ha llevado, nuestro director, la obra Retrato de Artistas, del poeta Elkin Restrepo, editado en los años ochenta. Dijo, el querido Jaime Jaramillo Escobar, que la obra merecía una reimpresión. Y ha surgido la ocasión propicia para sostener una opinión opuesta. Mis argumentos, más sólidos que nunca, me darán la razón que me asiste y la oportunidad de disentir por primera vez del criterio y la prudencia de quien me quiere mantener despierto y atento para evidenciar el encuentro entre poeta y poesía. Van pues mis consideraciones para demostrar que el citado libro, el cual tiene el propósito de establecer (¿recuperar?) la relación mágica existente entre la poesía y el cine; no merece una reimpresión. Merece varias.

En el libro Retrato de artistas, el poeta presta su voz a los actores y actrices de cine; para que digan lo que debieron callar a favor de su prestigio. Allí aparecen, por supuesto, los artistas que a él le tocaron en su época, pero que con un cambio sencillo de nombres, aplica para los famosos de esta u otra generación. Los artistas, convertidos en estrellas, dejan su fulgor en el telón de fondo de nuestros imaginarios, pierden su ser para convertirse en su parecer, mientras arrastran consigo la aureola de la fama. Pasa el tiempo, se marchitan piel e ilusiones, se pierde el brillo; la aureola cambia a corona de espinas y la estrella comprende que es fugaz, que su película se acerca al fin y que pronto prenderán las luces de la sala.

“Por un instante eres feliz, un animalito
removiendo cálidas aguas,
una plazuela al mediodía, una canción de moda.
Por un instante, como una dulce hermana,
tienes piedad de ti misma,
y no quieres ya el espejo que la enfermera te alarga,
y, como una colegiala nerviosa, lloras y ríes.” [1]

Tienen ellos mucho que decir a través de la poesía, y más si usan el lenguaje diario. La forma de expresarse de sus espectadores, que los vieron iluminar pantallas y sueños. Dicen sus obsesiones, sus cobardías y sus vergüenzas. Hablan desde la cotidianidad de sus vidas en ocaso. La poesía les ayuda a expresarse en un estilo íntimo, sin la grandilocuencia que acostumbran los espectáculos de Hollywood; en el tono conmovedor de quien recuerda.


«Al fin la tarde se desvanece, blanca y sola,
como mi vida.
Queda, al fondo del hotel, el ruido opaco del mar,
su espuma deshecha y la oscuridad. La noche inmensa.
He venido a morir aquí,
y ya nada o poco comprendo». [2]

Ya nos lo han dicho: «Los hombres están dormidos mientras sucede lo más importante de su vida». Las luces del escenario enceguecen y los artistas son sus personajes, pero apenas se apaga la última candileja y en el aislamiento del olvido: surge la iluminación. La estrella vuelve a su centro, ya no gira nada a su alrededor, y entonces sale a la luz la revelación que comparten con los lectores. Es la voz del artista retratado gracias a la melancolía que transmite el poeta que la traduce.

“Aún siento, sobre mi alma, la luz de cien reflectores,
el loco bullicio, mi voz arrinconada en la locura,
mis venas tensas como hilos de guitarra
No, no hay descanso;
mi vestido tiene tantos brillos como la noche, mi pañuelo
anudado al cuello es del color de un pueblo polvoroso
en la infancia, mi sonrisa ondea como una bandera izada
en otro mundo, mis cabellos caen, por un instante, en la muerte.
Por un instante mis ojos entrecerrados me hacen desaparecer
y la oscuridad me colma, me alivia como un bálsamo”. [3]

A la par de cómo termina una proyección, acaba esa realidad tan diferente a la de la pantalla. Los protagonistas se despiden en la escena, cada uno toma su rumbo. Los espectadores contemplamos la pantalla en blanco. Termina el sonido. El espectáculo dice adiós. Tendremos que comprar otro tiquete para el próximo encuentro.

«Ahora que todo lo sabes,
y sólo eres un poco de polvo disperso bajo las estrellas,
bajo el más bello color de la noche,
pienso en ti, pienso en ti» [4]

En tiempos de los bárbaros romanos -decía mi abuelo-, el calvario terminaba en la cruz; los poemas nos muestran la última estación que nos estremece. Dicen que la diferencia entre una estrella y un fracasado son quince minutos de gloria. Al parecer el poeta no coincide con la afirmación, demuestra que un segundo basta.

«Un limpio firmamento cubre todo,
y yo siento en el matorral al mirlo
que salta y la radio del vecino de repente acallada.
Yo siento, ahora, que todo vive¸
y que mi corazón, oh Dios,
que para llegar a ti necesitó de largo tiempo,
ya no se rehusa y se conmueve». [5]

Las fortunas y los pasos se gastan, es hora de andar más despacio. En sus carteras, antes abultadas, guardan ahora los documentos que hacen de ellos unos hombres normales. No todos los reconocen, como antaño. Muchos los ignoran y rechazan: empalidecen. Son ahora sujetos de multas de tránsito, sus tarjetas viejas habrá que renovarlas, la pantalla del cajero electrónico les niegan el saldo que creen tener. Disponen en sus billeteras de tarjetas caducas que han perdido el magnetismo (como el mismo artista).

«El tiempo que se llenaba de mi perfume
no ha vuelto
y mi pensamiento anda perdido
como mi último par de medias,
como los días en que fui feliz y me amabas y corríamos
como animalitos enmelotados por la amistad de
un sol, que coloreaba sin
afán el papel de las praderas, y el oro de mi cuerpo
valía». [6]

La magia del cine se basa en que la pasión proviene de la ilusión y que nos recuerda que estamos hechos de sueños. Los espectadores vivimos las experiencias, que no tendremos, en los personajes que tampoco las tienen. Después hablamos en plural, incluyendo al personaje elegido en un bando que no existe.

Con el libro, el lector/espectador podrá ver en un verso la existencia de un primer plano, del mismo modo que en la escena que recordamos -de alguna película- pudimos llegar a sentir el mejor de los versos de un poema.

La inspiración, aquello a que Gustavo Adolfo Bécquer se refirió como: “deformes siluetas / de seres imposibles... Memorias y deseos / de cosas que no existen”; también es proyectada en una sala a oscuras sobre una pantalla blanca y armónica. Allí el movimiento es vida. La fábrica de sueños comienza a funcionar y el denominador común entre la poesía y el cine empieza a ser visible.


Notas
[1] Pier Angeli
[2] Johnny Wesmuller
[3] Elvis Presley
[4] Miroslava
[5] Loretta Young
[6] Kim Novak

Aymer

* * *

Alejandro Guajardo Barrera (México)


Instructivo para llegar a Tarimoro

En noviembre de este año se había decidido realizar la boda de mi cuñada, oriunda de San Luis Potosí. Ella iba a contraer lazos con César, aborigen de Tarimoro. Todo estaba perfectamente planeado.

Según yo, todo iba ser algo tranquilo y listo para disfrutarse, ya que el plan original consistía en subir un camión en San Luis Potosí, contratado para llevarnos a Tarimoro y de regreso dos días después. Ya estaba el Hotel apartado. Pero poco a poco todo esto empezó a complicarse, porque el día de salida yo recibiría mi carta de pasante de mi carrera profesional, entonces, ya no podría salir en el camión con todos los demás.

Así que, buqué nuevas formas de llegar al punto de reunión. Hablé por teléfono a las compañías de transporte terrestre para saber horarios y costos del servicio. Entonces la única forma de llegar era a través de la ciudad de Celaya. Pero ya estando en esa ciudad no tenía información de cómo llegar a Tarimoro.

Luego me pregunté. ¿Dónde está Tarimoro? En teoría es un pequeño pueblo ubicado en el estado de Guanajuato, en México, cercano a la ciudad de Celaya. Pero ¿cómo podía obtener información de cómo llegar de Celaya a Tarimoro? ¿Qué camión debía tomar? ¿a qué hora salía?

Pues bueno, demasiadas preguntas por responder. Así que comencé a buscar información en internet, aquí empieza lo maravilloso. De casualidad hallé un sitio no oficial de Tarimoro. En este lugar virtual venían todos los chismes de la gente de la localidad y también un chat: el Tarichat por lo que hice todas las preguntas que tenía en mente.

Entonces me preguntaron que a que iba ir a Tarimoro, yo les respondí que a una boda, algunos de ellos me preguntaron que si era la de César, increíble todos sabían quien se iba a casar. Lo más extraño de todo es quien me dijo toda la información no estaba en Tarimoro, si no en Indiana en los Estados Unidos de América. Entonces la conexión entre personas de todo el mundo en un mismo lugar que refieren al pueblo de Tarimoro es increíble a través de Internet.

Claro, la información fue otorgada con lujo de detalles, que camión tomar, a que horas, cuanto cuesta y dónde debo de tomar los taxis para llegar a la boda justo a tiempo y sin problema alguno.

Ahora me maravillo de esa pequeña comunidad en Internet donde todos se conocen, aunque se encuentren en diferentes partes, en común tienen un terruño: Tarimoro


* * *

Frances Rivera-Anaya (Puerto Rico)

Ayer fui

Ayer fui recipiente de emociones cargadas
Útero de crecimiento sentimental
De Bocas rosadas
De Sueños locos
Bañados de brisa
Con Gotas de vida
Fui Capullo de ilusión
Del Espejo del alma
Pincel de nostalgia
Hoy, soy copa de la realidad
La Razón
y la lógica
El Concreto
y la pared
La roca con la cual choca el aliento del beso
El infame recuerdo del ayer
Frances Rivera Anaya

--oo000oo--


Mi isla niña

Paraíso incongruente
Despojo de cosas no queridas
De partes ingeridas
Reflejo colonial
Producto de estudios
e investigación académica
Jardín discordante
Fusión de culturas disímiles
Del que nacen talentos
Brotando como semillas
Que hieren la tierra con arduo tesón
Con ganas de ser
Con ímpetu para brillar
desafiando sus cadenas
Cadenas que esclavizan
Que mutilan las ganas de triunfar
De desatarse de un mundo que corta las alas
Resonando en la conciencia nuestro pequeño tamaño
Nuestros limites geográficos
Nuestro pasado híbrido
Nuestra cultura quebrada por manos hostiles
Enredadera que nos quiere enredar
en una opinión adversa
Que no es nuestra
Que no nos pertenece
Que no sale de nuestro ser
Como semilla indetenible se crea el cauce
por el que fluye la esencia
Y del terruño salen flores
que reflejan nuestra alma
El corazón de nuestro pueblo

Frances Rivera Anaya

--oo000oo--


Alicia Cora Fernández (Argentina)

Brindis

Borrachera de sol, naturaleza inconformable,
le pareció muy poco la copa de vino
y brindó en un cáliz de agua y cristal.
Mis ojos cegados por la luz,
descubrieron poco a poco
que tenía pegadas a la piel
pequeñas gotas de fuego
formando el arco iris.

Bios

--oo000oo--

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