Friday, December 24, 2010

Carlos López Dzur / Carlancas / Aforismos

SALUDOS, PR / Arturo Cardona Mattei / PROBLEMATIZACIONNES LIBERTARIAS / Indice / ELL LIBRO DE ANARQUISTAS / Indice / VARIACIONES ACRATICAS / INDICE / Viajes por la sustancia / POEMARIO / Consolaciones de Agar / MEMORIAS DE LA CAVERNA / NOS CAYO LA MACACOA / TRANSITO ENTRE HIENAS

Prefacio / A las Carlancas

Todos mis libros de poemas están previamente contenidos y organizados, para su creación, como cuestión de planeamiento y método, por reflexiones filosóficas. Mis poemarios no son espontáneo flujo de palabras, sino verbalizaciones acomodadas a intencionalidades que doman el lenguaje. En mi concepto, el lenguaje y todos los símbolos son la materia prima que el Ser pastorea cuando lo vive, o habita. Esta afirmación es una coincidencia filosófica con Heidegger. La bestia es el lenguaje, en su forma bruta; el Espíritu en la bestia es el Ser que instruye a la bestia y la pre-comprende. El poeta es el Pastor de la materia prima en lo salvaje del habla. Espiritualizar la bestia es zorrearla.

Los aforismos han sido mis libretas de notas sobre mis meditaciones y ocurrencias. Son mis antiguos diarios de adolescente. Notitas de enamorado, confesiones secretas, aún no compartidas. Son los apuntes que, al margen de notas académicas, siendo ya universitario, hice en las clases de filosofía. Son mis críticas a lo escuchado en tales clases o son mi reacción espontánea, con fervor admirado o asombro, por lo que dijo el maestro. Son las parrafadas que no enseñaré a él. Son, en suma, admiraciones o desacuerdos. Puede, en cuanto notas al margen, que sean el material bruto de un verdadero filosofar, pero, en cuanto a los poemarios, son una depuración de lo que haré con el lenguaje y con los silencios.

Si bien el libro El zorro y sus carlancas fue el primero al que apliqué el concepto de zorrez, rescatando la apreciación nietzscheana sobre la existencia de una «sana sabiduría animal», el concepto de carlancas / o collar protectivo / lo he aplicado como un sello personal de individualidad para repudiar irónicamente el sentido de domesticación, o subyugamiento. O lo que es lo mismo: adoctrinación. Si una carlanca proteje (y no es una soga al cuello, ni correa que refrene al cánido en su movimiento o su voluntad), que mi correa o carlanca sea el otorgamiento o premio de aquel que es el mentor, el auspiciador, quien más te ama y tiene que enseñarte.

Diría pues que la parte más filosófica de mis libros es para olfatear lo que está en mis aforismos y que, sin embargo, como fuentes sutiles, no está en los poemarios porque el lenguaje del poema los sirve con aromas distintos que han de procesar los lectores. Según sean las memorias que evoque del texto que sirve en mi proceso de Pastoreo.

Estas Carlancas son la historia crítico-filosófica de todos mis poemarios. Antes las llamé el Cedazo / o el Filtro.
[Carlos López Dzur, a quien en algún momento de su vida, sus compañeros y conocidos lo apodaban por choteo como Carlancas, o Carlangas Langas].

* * *

INDICE
Dedicatoria / A Lourdes
Parte Una
Carlancas / El zorro y sus carlancas

Parte DosCarlancas / Lope de Aguirre y los paraísos soñados

Parte Tres
Carlancas / El hombre extendido

Parte CuatroCarlancas / Memorias de la contracultura
Parte CincoCarlancas / Teth, mi serpiente

Parte Seis
Carlancas / Tantralia

Parte Siete
Carlancas / La casa

Parte Ocho
Carlancas / El libro de anarquistas

Parte Nueve
Carlancas / Heiddegerianas

Parte Diez
Carlancas / Las zonas del carácter


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Ver las Carlancas (o la Parte de este libro en la tercera parte / Guaridas y resistencias de El zorro y sus carlancas. Libro colocado en la internet. La casa es el primero de mis libros (antes titulado Hazel / Compañera. Como libro escrito en mi adolescencia, no me satisfizo al crecer. Salvé los poemas buenos, pero el libro lo quemé. Una de las erratas fue significativa: en la contratapa, el impresor no corrigió mi nombre. En vez de Carlos decía... eso, éso... carla(n)cos López...

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Guaridas y resistencias

Friday, December 17, 2010

Edición Navidad, Dic. 30, 2010 Núm. 73, Orange County



¡Feliz Navidad a lectores y colaboradores! ...
De Sequoyah Virtual


Contenido 73 / Edición de Navidad


Marco Tulio Castro
La literatura, para la chingada en Baja California

Antonio Colinas
Reseña: «Armonía de las esferas»

Marco Antonio
Carta a la vida VII y VIII

Karin Boye
Sí, por supuesto duele

Juan Manuel Pérez Álvarez
Invierno / Primera parte: Los Cinco Sentidos

Oscar Portela
Canto de Dionisos

Vicious Laterman
Yo

Helios Buira
El fin del mundo 2012
Axiomas

Alejandro Drewes
Lejanía
Lectura
Del tiempo

Francisco Pardavé
El amor existe

Carlos López Dzur
Carlancas
Como jigüe de raíces
Pertenencias

Fany Jaretón

Ady Yagur
Paz

Elisabet Cincotta
Si yo tuviera alas

Néstor Oscar Galante
Mi mundo
Ella y sus fantasmas

Ana Lucía Montoya Rendón
Si llora el fuego...

Pronunciamiento del II Festival Mundial de Ecopoesía: 16 Diciembre 2010

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*

Marco Tulio Castro (México)
La literatura, para la chingada en Baja California


Si alguien sabe que ser crítico es sinónimo de recibir portazos en la nariz, es un cabrón que se llama Éktor Henrique y se apellida Martínez.

«Oye, pues te debería yo mandar un texto para que lo publiques aquí. A mí ya no me quieren publicar en ningún pinchi lado, nada más escribo en Sequoyah Virtual, revista electrónica de poesía, artes y literatura», me dice el Charko.

No es para menos: desde 2003, desde la blogósfera y luego en algunos suplementos, Éktor ha sido de las pocas plumas vigentes que destrozan, lo mismo a poetas y reporteros, que a funcionarios públicos vinculados a la cultura, y lo hace a través del blog, su único recurso.

«Tengo como unos 10 blogs; el de gramática; lingüística; sintaxis; crítica literaria; literatura femenil; del pro Rubén Vizcaíno; de poesía y hasta de dossier que incluye antologías de poetas». Pero no es cierto: el Charko tiene 17 blogs que actualiza casi cada mes.

Licenciado en derecho por la UABC y autodidacta en la lingüística y la semántica, el Charko –que por cierto lo significa mandíbula o mordida de tiburón–, es un perro solitario en las calles de Tijuana. Un perro solo, que no puede pasar desapercibido.

«Yo estoy juzgando con un rasero muy superior, es cierto. Amigas de España me lo han dicho: tú les exiges mucho a los escritores de Tijuana, y ¡no creo que puedan darte más!», me cuenta en tono de burla.

Intelectuales, guerra de tribus

—Entonces, Charko, Para qué criticas, ¿a dónde quieres llegar con todo esto?

—Ah cabrón, nunca lo había pensado. Creo que hay que desinflar a los que se dicen poetas y escritores que no lo son. Hay que escudriñar hasta el fondo para que la gente vea que los intelectuales son gente inflada, bloferos que viven de puras apariencias y los artistillas, una bola de melolengos, imitadores de las peores fórmulas seudoestéticas, cazadores de limosnas institucionales y sumidos, además, en una vida pasiva y hedonista para e evadirse de los problemas reales y concretos del mundo.

—¿Y tienen remedio?

Éktor calla, voltea al techo de la redacción, luego a la pared, luego a mí, y pregunta:

—¿Se puede fumar aquí?

—Ahí está el cenicero.

—Sabes que, soy apocalíptico en eso: creo que no tienen remedio y creo que la cosa se va a poner cada vez peor.

—¿Peor?

—Pues se va a llegar a un punto en el que no se distinga qué es literatura y qué no lo es. La gente ha pervertido la poesía y la literatura.

Sin pena, el Charko truena sin que se lo pida: «Todos los escritores son engendros que han salido de la escuela de humanidades». Cuando le pregunto sobre los poetas, dice casi encabronado «Y Gilberto Licona, por ejemplo, es uno de tantos culpables», porque publica cualquier barruntada en la revista Existir.

—¿Y por qué?

—Mete cualquier basura, efusiones seudolíricas y masturbaciones mentales, dizque para promover la literatura.

—¿Por qué dices eso?

—No hay un cuerpo colegiado que diga qué se debe publicar y qué no. Los textos que mete Licona en su redrojo desfallecen de consistencia; textos de escasa envergadura literaria en los que priva la falta de recursos estilísticos; no usan la metáfora, la imagen ni la musicalización; y es que aquí cualquier chamaco de 20 años ya se dice poeta, cuando los literatos franceses consideran que un poeta ¡es joven a los 40!

Experto en ortografía, semántica y en sintaxis, las críticas del Charko no tienen madre. Destroza las cabezas del periódico Frontera y luego su análisis lo carga contra el «perpetuo becario», Heriberto Yépez.

¿Pero, por qué creerle a la crítica de Éktor? La respuesta es sencilla: porque nadie más sienta en el banquillo a Ángel Norzagaray, a Rafa Saavedra o a Nortec, todos inmaculados en la cultura fronteriza.

«Parece que Heriberto Yépez y Rafa Saavedra están concursando para ver a quién de los dos se le entiende menos en sus textos, y no salen del kitsch, o sea del temita de la frontera. Saavedra ese el príncipe del pochoñol y Yépez el rey del texto encriptado; ambos sanguijuelas gigantes que chupan y chupan del bote presupuestal, pero que se sienten y se ofrendan como auténticos increpadores del sistema que los promueve y les da de mamar; transfiguradores desenfrenados del metalenguaje, esa pinche modita que pregona el texto dentro del texto», dice.

«Ninguno tiene un compromiso social, ¿sabes para qué escriben? ¿Sabes por qué hay intelectuales en Baja California? Para mamar del presupuesto. Vivimos una guerra de tribus cultureras —luego, ríe— mafiecitas de arribistas que ven como botín y casas de asalto a las instituciones de cultura».

Criticar no por necedad

El día que recibí a Éktor en la redacción de la Diez4, un metro antes de entrar, se detuvo. Agitado por las escaleras, con voz fuerte, casi de grito, el bato preguntó:

—¿Ustedes no son becarios, también agarran feria de las instituciones de cultura?

No lo conocía en persona, pero sabía de su trabajo, así que me pareció una forma sensata de iniciar una entrevista con un crítico que es realmente aborrecido por, prácticamente, casi todos los intelectuales del estado. En otras palabras, el Charko pintó su línea.

—No wey, pásale.

Para Éktor, la crítica severa es una necesidad. «Para mí la literatura y la crítica no son unos hobbies; son actividades inherentes a mi propia existencia y formación». Cuando escribo un artículo en mi blog le dedico unas seis horas al texto, con apuntes que guardo en libretas. Voy en el carro, o leo un periódico, un broli, y luego analizo, armo el esquema mental y dejó pasar tiempo antes de sentarme a escribir».

Hay días que el Charko se levanta a las 3:00 de la madrugada a golpear el teclado y termina a las 10:00 u 11:00 de la noche.

—¿Y ha servido?

—Pues por lo menos creo que algo, ahora hay morros interesados en la literatura que ya se atreven a cuestionar y criticar a los chupapollas de los intelectuales de Baja California. Ahora hay blogs que son tronadores, que, aunque escasos, analizan, critican y dejan en ridículo a cualquier intelectual inflado.

—¿Cómo cuáles?

—Aarón el Papasquiaro, Julio el Sueco, el primer Chango 100, Pan y Circo, por ejemplo.

Luego, el bato nada en la teoría: «el master Antonio Gramsci dice que cuando alguien es criticado severamente puede reaccionar de dos formas: o se retira y deja de escribir idioteces, o, bien, se compone y se mejora el cabrón».

—Y bueno, ¿qué estás haciendo tú? A ellos les publican libros.

—Libros que se empolvan en las bodegas, en las librerías, y que nadie lee, me interrumpe.

—Ellos escriben, acoto.

—Bueno, yo también; y lo hago, no por la calle, sino entrando por el callejón, desde allí recojo la basura.

Charko al ataque

—A ver, Éktor, te voy a dar una lista de nombres y quiero que me los califiques.

—Échale, pues.

Heriberto Yépez: charlatán.

Luis Humberto Crosthwaite: buena pluma pero muy superficial.

Rafa Saavedra: malo, a secas.

Gabriel Trujillo: caja de resonancia la política cultural oficialista.

Rosina Conde: feminismo literario huehueche y desfasado.

Federico Campbell: buena pluma, pero ya achilangada.

Daniel Salinas: ignorante con pretensiones de sabiondo y oportunista doble cara.

Enrique Mendoza: difusor de la chatarra mediática.

Jaime Cháidez Bonilla: lambiscón mamacallos y otro difusor de chatarra mediática.

Juan Carlos Domínguez: poco lacerante.

Fausto Ovalle: impresionista sin crítica.

Ángel Ruiz: mejor bloguero que reportero.

Gabriela Olivares: desgranadora de patrañas seudoculturales.

Samantha Luna: en la incipiente vía y en aras de ser buena, o mala.

Octavio Hernández: enciclopedia ambulante del rock.

Nortec: salvavidas de los culturosos y de donde se cuelgan para denar o llevar agua a su molino.

Pedro Beas: buen musiquero y el más honesto de todos los nortecos.

Tere Riqué: caja de resonancia del panismo.

Ángel Norzagaray: caja de resonancia de la cultura panista.

Virgilio Muñoz: extensión del sistema putrefacto cultural.

Fernando del Monte: ex periodista pacheco.

Carlos Bustamante: prolongación de los dinosaurios e incubadora local de los neobebesaurios.

Carlos Torres: pobre iluso que no le supo medir al agua a los camotes.

Enrique Peña Nieto: prototipo del bebesaurio en aras de seguir partiéndole la madre al país.

Publicado con el título: «YO RECOJO LA BASURA DESDE EL CALLEJÓN: EL CHARKO / ENTREVISTA», en Facebook

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Antonio Colinas (España)
Reseña: «Armonía de las esferas» [Edición de J. Godwin
Trad. M. Tabuyo y A. López. Atalanta. 2009. 619 pp]


Teniendo en mis manos Armonía de las esferas, el libro de Joscelyn Godwin (Kelmscott, Gran Bretaña, 1945), pensé enseguida en El Cielo, la pintura de Fernando Gallego para la biblioteca de la Universidad de Salamanca, pero también en Salinas, el catedrático de Música, ciego, amigode Fray Luis de León, y por supuesto, en el propio Fray Luis, el cual encarna idealmente la tradición órficopitagórica de la palabra. Junto al Fray Luis combativo, se dio este otro de sintonías maravillosas con un tema que es el que pone de relieve el bello libro que hoy comentamos; bello también en su forma y en sus ilustraciones, algo importante para comprender los textos que en él se compilan.

Nos hallamos no sólo ante un tema central de la tradición literaria renacentista, sino de la universal, con ecos en varios campos del saber: la poesía, el pensamiento, el arte. En el presente, el tema de la armonía de las esferas, de la música que llega del más allá y que sumerge al mundo en una maravillosa unidad, puede ser considerado como evanescente o meramente erudito.

Lo cierto es que el ser humano siempre ha mirado hacia arriba; no ya por razones religiosas o trascendentales, sino para buscar respuestas concretas a sus ansias de saber. El firmamento oculta un misterio bajo el que el ser humano aún duda y desata su afán de belleza y verdad. Pero esas sensaciones que revelan las esferas remiten sobre todo a la profunda idea de armonía, que sólo la música despierta en su plenitud. Pero ¿de qué música se trata? ¿Estamos ante una realidad o ante una ficción? A esta pregunta han intentado responder los seres humanos y lo han hecho de forma extraordinaria a través de los textos de numerosos autores. De que el tema no es baladí son prueba esas teorías en el tiempo que parten de un texto del Timeo de Platón. Luego, lo que parecía fábula propia de poetas y filósofos soñadores adquiere -sobre todo desde el pensamiento renacentista florentino-, un carácter más fundamentado.

Una cincuentena de textos de varias culturas van poniendo de relieve ese enlazarse de la música celeste con el mundo, una sucesión de analogías que unas veces aluden a la Divinidad, otras a la razón; ora buscan su confluencia con la materia, ora la armonía entre alma y cuerpo. El tema se torna más coherente en los albores de la Ilustración, donde un científico como Newton y las valoraciones numéricas de un músico como Rameau -también la consolidación de lo astronómico, que no de lo astrológico-, se nos ofrecen junto al regreso al canto de los planetas de Schneider. Otras veces hay en los textos una verdadera cosmovisión, al valorarse otros factores -espacio y tiempo, tono y color- y conceptos duales (y a la vez integradores) de macrocosmo y microcosmo, que resuenan tanto en el pensar del veneciano Giorgi como en los poetas sufíes.

En la portada del Mutus Liber hay una escena que revela, alegóricamente, el tema central de este libro: la escala de Jacob. En ella, dos ángeles músicos descienden para traer la melodía astral y encender el sueño del humano durmiente. Godwin ha escrito para esta edición un prólogo especial en el cual fija muy bien cuanto los autores seleccionados nos han querido transmitir en un coro de voces.

La música es la clave de esa sintonía en la medida, escribe Godwin, que «hay algo musical en el cosmos y algo cósmico en la música». En la selección de textos -teñidos de poesía y de ciencia- todo gira en torno a estas ideas primordiales que tantos frutos han dado en los campos del conocimiento y del arte. En fin, hacía falta para rematar esta bella obra una sensibilidad especial para verterla, que los dos traductores han poseído. Por eso, además del mensaje tan fielmente traducido, la obra se lee con facilidad y placer, informa en sustanciosas notas previas y nos abre al alto conocimiento en estos tiempos tan sometidos a la atonía y a la ligereza del pensar.
El Cultural

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Marco Antonio (España)
Carta a la vida VII


Hoy cayeron los primeros copos de nieve en Oviedo y los que golpearon en mi ventana se convirtieron en lágrimas; entonces pensé en ti. Siempre has estado ahí, pero no siempre has compartido la soledad ni la tristeza que tan mal repartidas van por el mundo. Si pudiera descubrir tus secretos, sabría cómo llevarte mejor y cómo burlar tu crueldad. Sin lugar a dudas, repartiría con ecuanimidad la riqueza y la buenaventura que tan malamente vas dispensando al demoledor paso conque disuelves las horas, los días y los años.

¿Por qué no se puede respirar la felicidad, ni la serenidad encuentra alojamiento dentro de nuestras almas? Todos quisiéramos comprender mejor las desgracias que nos adjudicas. Si verdaderamente somos la única razón y tú el único camino, entonces careces de sensibilidad y eres imperfecta. Aún así, quiero amarte, es necesario, si no: ¿Cuál es el propósito de esta aventura?

Convierte éstas lágrimas que ahora ruedan por el cristal de mi ventana en estrellitas de luz y en esperanzas. Déjame continuar siendo parte del milagro que puebla nuestro universo y haz que en mi corazón germine la fe; sí, la fe que necesito para creer en ti, pero para creer ciegamente. Así nunca más me enfermará la duda y aquellos que me rodean me harán digno de esta comunión entre los seres de buena voluntad.

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Carta a la vida VIII

Vamos a terminarlo, ¿verdad? Éste, como todos los otros, se suma al caleidoscopio por donde traspasa mi luz fragmentando el instante sin dejar huellas. Un año más, al menos un espacio ya vivido, ya ocupado que queda en la memoria. Otro cúmulo de decisiones y consecuencias que se suman a todas esas vivencias pasadas que van deformando la inocencia hasta convertirla en esto: lo que soy.

Por eso te escribo y continuaré insistiendo en hacerlo hasta que se produzca la brecha final en mi razón de ser. Me consume el espectáculo de ver el tiempo pasar y mi impotencia es como una sentencia forzada a observar cómo se despedaza la ilusión; ese secreto tan bien guardado que nos hace imaginar lo que no somos: omnipotentes. Mi intranquilidad te señala culpable y siento que me debes todo lo que ya he vivido ¿O es que no sabes que tu constancia es mi peor enemigo? Nunca me has permitido completar lo que quedó sin hacer y por falta de tiempo no he amado lo suficiente, ni he odiado con verdadera pasión. Me confunde tu propósito ¿Hasta qué infinito me arrastra tu persistencia?

Sospecho que me abandonarás en el portal de la espera ataviado en mi traje de luces como a todos los que consumieron su tiempo. Sospecho que no importaran las preguntas porque no habrá respuestas, ni propósitos ni significados. Entender lo que es ser nada está fuera de mi alcance, pero puedo aceptar ahora que aún soy una madeja de incongruencias y complejos esa idea. Como también es posible que en el concepto del tiempo, la vida se nutra de la nada y que nos encontremos atrapados en la paradoja de un círculo vicioso.

Marco Antonio
2 de diciembre de 2010


Tomado de
Mensaje a la Vida

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Karin Boye (Suecia, 1900-1941)
Sí, por supuesto duele


Sí, claro que duele al romper los capullos.
¿Y por que habría de temblar la primavera?
¿Por qué toda nuestra ardiente añoranza
en helada palidez amarga se uniera?
Si todo el invierno estuvo cubierto, ¿qué pudo
de nuevo traer lo que estalla la tierra?
Sí, claro que duele al romper los capullos,
duele por lo que crece
y por lo que encierra.

Sí, es duro el caer de las gotas.
Pesadamente cuelgan y de miedo, temblorosas,
se pegan al vástago, crecen, rolan -
El peso tira hacia abajo, pero siguen las notas.
Es duro ser incierto y temeroso, escindido,
duro sentir como el abismo llama y atrae,
sentarse de pronto y apenas temblar -
es duro querer quedarse
y querer caer.

Entonces, cuando empeoran las cosas y no hallan
ayuda los brotes para romper en su júbilo.
Entonces, cuando ningún miedo ya retiene,
en resplandor caen y se hunden del vástago las gotas
olvidan que han sido espantadas por lo nuevo
olvidan su miedo antes del vuelo desplegado -
por un segundo sienten la seguridad suprema,
en la confianza quedan
que ha creado el mundo.

Del poemario: För trädets skull / Para los árboles míos
Traducción: Alejandro Drewes

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Juan Manuel Pérez Álvarez (España)
Invierno / Primera parte: Los Cinco Sentidos


EN ESTE INSTANTE: VISTA

Está la viña sitiada por la nieve. Un ejército de frío cubre la tierra. Las huellas se borran en lo blanco. Hemos perdido la referencia. Los montes, valles, prados y colinas son un secreto bajo el manto de duda de la nacarada sombra. Aquí y allá sangre de venados y de corzos, residuos de lujo y púrpura abandonados por los pasos tristes de una manada de lobos.

¿Qué hacer más que guarecerse en torno a la hoguera y contar algún cuento, algún milagro?

Los pastores y los niños, aún asustados por el clarín de los soldados, dueños de la Ciudad y siervos del Emperador del Mar, se ocultan en una choza con un letrero que reza: «JERUSALÉN»? o «CASA DE ACOGIDA»?

La Loba- así denominan los soldados a su bandera, o también Roma, o también Imperio del Dinero- ha invadido el territorio helado por sorpresa. Un enorme ataúd de mármol es la vida. ¿Quién nos devolverá la libertad perdida y los nombres ocultos de las cosas?

LA VIDA RECIÉN NACIDA: OÍDO

Hay una estrella nueva en la pantalla del cielo. ¡Mirémosla! ¿De dónde vino? ¿Será el corazón de nuestro deseo? ¿Una actriz de las alturas? Viene su carabela desde Oriente dividiendo el zafiro del Tiempo, que ya son los tiempos, hijos de la Equidad. Lo imaginado, el Tesoro de la Deducción, se ha hecho visible. «Es la Corona de un Rey»? han dicho los monarcas que la han seguido. “Pero, ¿de dónde procede, de dónde?», se preguntan todos. El Ángel del Sueño les ha hablado a los Pastores.

EL ACONTECIMIENTO: OLFATO

Están las trompetas del alba derritiendo la nieve. Todos los libros dicen lo mismo. En la piel de la «Nada»“ vellón de inocencia blanca-, en la estación de las despedidas canta el gallo, clarín de los viajes. ¡No es un cuadro plano ni una postal ni un decorado; es una persona! Ella, la Humildad, lo arropó y lo concibió de un sueño, y se convirtió en la Belleza de la Esperanza. Él no es uno de nosotros: somos todos los que lo imaginamos cuando nuestro corazón hablaba. “¡Locura!â€? han exclamado los locos engañados por la perversidad. ¡Al menos nuestro modelo está vivo! Los que no lo han reconocido han sido desterrados de la Lógica, monte medular y santo que nos une.

SU LINAJE: GUSTO

Brote de Judá fuiste, báculo hecho de crecimiento. Tamar, la meretriz de la Pobreza, del Trabajo y de la Miseria, por la humillación del Sufrimiento alumbró al Faro del Mundo, Fares llamado, linaje del segador Booz el generoso, quien en la espigadora Rut, peregrina de Moab, otorgó tronco a tu árbol. Tu antepasado David fue tu figura, la lira-palco que anunció tu nombre y tu llegada a nuestra Obra Cotidiana, incansable tejido de la Parca Memoria, también necesaria Musa. Y ahora tu boca es el renuevo y el germen, la célula y la lengua que insinuará precisos nuestros pasos hechos por fin Camino.

EL REINO DE LA PAZ: TACTO

Todo por ti y para ti fue creado, Hijo Primogénito del Hombre, en el cual se encarnó el Verbo «la Sabiduría» del Dios Desconocido del Principio- para que a través de tu figura viva fuese comprendido. Aprendimos a leer el mundo confiando en la bondad de tu ejemplo. Fuiste Símbolo Firme, héroe de héroes en el mar de las generaciones. No te reclinaste en el Magisterio del Pasado, en la grabación de la Voz de los Ancianos. Aceptaste ofrecer tu vida por tinta inmortal de las Letras, y tu nombre necesario como el pan fue Todos. Cuando llegaste al tacto del tormento, a la madera de la muerte, no tembló tu voz, Palabra-Cuerpo, Poema Táctil y Lámpara de nuestro Sentimiento. Reinaste sobre la muerte de la indiferencia, nocturno cuervo, ave equívoca del temor. Somos riqueza, sonrisa, pan y pueblo desde entonces.

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Oscar Portela (Argentina)
Canto de Dionisos

a Issa.M. Martínez Llongueras
y Jaime Serey

No habrá quejido en mí, ni nostalgiosos ayes
Resabios de pesares y "doloras",
Ni exhalarán mis labios melancólicas notas
De pesares, caídas, vejaciones y llantos.

(¡El sol, El Sol, El sol y el Mar, son mi elemento!)

Allí gestó la Moira el laberinto y la luz
Cobró forma en la mirada que gira sobre sí
Sin transferir mis cantos a Hespérides ni Patmos
Para las que no quiere mi corazón camino alguno.

Aceptaré los dones que las Gracias
Pusieron en mis manos sin pedirlos
Y cavaré el sepulcro incandescente que contendrán
Mis versos extraídos de la celebración terrestre de la vida.

De La Voz del Mundo

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Vicious Laterman
Yo


Ahora que no estoy te lo contaré todo.
Yo era feliz cuando corría desnudo por la orilla,
la cola colgando, la lengua de trapo.
Yo leía los dibujos de los libros con los ojos desorbitados.
Yo tiraba de la falda de mi abuela.
Yo reía cuando veía a mi abuelo sonreír.
Yo temblaba cuando te besé por primera vez.
Yo aprendí que quererte no era fácil
y que querer dolía y cegaba a partes iguales.

Te diré que no te echo de menos a todas horas.
Te diré que el vino ya no corre de mi cuenta.
Te diré que yo no era el que tú llamabas a gritos en la cama.
Te diré que yo nunca fui el que tú llamabas a gritos en la cama.

Y sin embargo te quise.
Por tus medias rasgadas y tus hombros hundidos.
Por tu manía de conjuntar la ropa con el tono de los días.
Por colocar las tazas del revés sobre el fregadero.
Por ordenar cronológicamente los vinilos de antaño
y los antaños en álbumes.

Era feliz cuando mis labios conservaban tu olor
de por las mañanas, a recién dormida.
Cuando fumabas desnuda sobre la encimera
un cigarro con dos dedos.
Te quise por el simple hecho de existir.

Ha llovido mucho y el agua, constante y rotunda
se lo lleva todo despacio y sin hacer ruido.
Por eso quiero contarte cómo era entonces mi mundo.
Mi mundo de las fotografías en papel, de las cartas a mano
y los priimeros walkman.

Para que no se olvide. Para que nunca se olvide.
Para que se sepa de dónde vinimos,
dónde comenzamos a vivir de verdad.
Si acaso toda mi vida es un comienzo,
que se sepa que alguna vez viví siendo consciente de la vida
y no de la muerte ¿Lo entiendes? Y si debo añadir algo
para que lo comprendas,

di que viví.

Tomado de
Revista Proscrito

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Helios Buira (Argentina)
El fin del mundo 2012


Me llegan algunos correos que preanuncian el fin del mundo para el año 2012.

Respondo: No habrá mingún fin del mundo para esa fecha, como no lo hubo en ninguno de los vaticinios anteriores.

Cuando llegamos, el mundo ya estaba, fue el que nos recibió.

Sucede que el miedo y sobretodo el terror, paralizan. Entonces, qué mejor manera de someternos que con ese miedo al fin del mundo. Distracciones. Nuestro fin es la muerte. Hacia ella nos dirigimos inexorablemente. Pero, no dejamos de vivir, de hacer lo nuestro, de engendrar prole, aún sabiendo el fin que nos espera.

Supongamos, entonces, que para el 2012 habrá una muerte colectiva, desaparecerá de la tierra todo lo que hay sobre ella. Hasta puede que sea el planeta el que desaparezca del Universo. ¿por qué, entonces, no hacemos como con nuestro vivir: sabiendo que vamos a morir, vivimos?

Vivamos, pues, de la mejor manera posible hasta que llegue ese día.
Vivamos con las ganas puestas. Y que el fin, nos encuentre vivos.

Total, luego, ya nada sentiremos y no podremos recordar cómo aconteció.

Pero, mientras esperamos ese 2012, hay quienes si no comen hoy, mañana es tarde. Ellos, ya tienen su fin. Son millones. Y ese hambre que se transmite de generación en generación ¿No es acaso un fin del mundo?

Y los que son destrozados por las bombas, los inocentes, los que nada tienen que ver con las guerras. ¿no tiene un fin del mundo?

Los sin trabajo, los despojados, los esquilmados, los sin futuro ¿qué tienen? Un fin del mundo.

Entonces, a quienes coadyuvan con los que nos meten el miedo, piensen en el peor de los insultos, el más degradante y repugnante de los insultos. Ese le digo.

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Axiomas (Frags.)

Axioma 1
El arte, ante todo, magia.
El Universo es Luz. Está bañado en Luz.
Sólo el hombre oscurece su existencia.

Axioma 2
Trazar una línea sobre la tela.
Con tal intensidad que cuando lleguemos a la mitad del trazado, nos falte el aire.
Con la razón, esa línea no se hace. Con el alma sí.

Axioma 3
La razón nos aleja del encanto del sentimiento.
La inteligencia nos comunica con el Universo.
La Poesía, entonces, reveladora de verdad.

Axioma 4
El contenido determina la forma.
Cuando no es así, sólo hay formas huecas.
El alma sale a deambular. Vuelve y cuenta lo visto. He ahí la obra, hecha en la metáfora.

Axioma 5
Explorar los ámbitos de lo íntimo, de la intrahistoria, del alma.
Consecuencia. Luego, se traduce el Universo.
La obra se hace tangible.

Axioma 6
Dejar la senda.
Recorrer los recovecos que salgan al paso. Sin consideraciones.
Desflorar la blanca hoja de papel.

Axioma 7
La expresión artística actual.
No deviene, en su totalidad, necesariamente en obra de arte.
El vendaval del tiempo, o el soplido apenas, dejará a muchos afuera de la historia.

Axioma 8
El misterio de la obra de arte.
Se debe a la verdad que revela. Tal vez a su absoluto.
Nunca, a la manera en que fue hecha. Ni a la forma.

Axioma 9
El arte acontece en la vida.
Muchos no lo perciben. Para otros, en cambio, es decisivo en su existencia.
Basta un solo poema a veces.

Axioma 10
Conservar la lucidez demencial de la adolescencia.
Aprender luego poco a poco.
O volvernos irremediablemente estúpidos y significar la nada.

/Axioma 11
El arte, el hombre.
Diálogo inmanente. Enigma expuesto.
Arte-en sí. Arte político. Arte social. Opción abierta.

Axioma 12
La obra de arte es cosa.
Pertenece a la realidad. Tangible objeto.
Qué hace, entonces, que pueda mostrar esa realidad. Toda la Realidad.

Axioma 13
Arranca. Desgaja un pedazo de tiempo.
El fotógrafo lo «toma» prestado. Lo guarda en su cámara.
Y luego, lo instala Poema, en el planeta, para siempre
(A Liliana Muente)

Axioma 14
El arte une. La política desune.
Guernica después de la matanza. Y Munch.
El grito sigue.

Axioma 15
En el Arte, un camino.
Sendero que lleva. Pero hay quienes buscan el atajo.
Esos no van.

Axioma 16
El Maestro enseña sin palabras.
Sólo señala. El discípulo sigue con la mirada.
Hacia allá se dirige. Es acompañado por el Maestro.

Axioma 17
El hombre de las cuevas. Aquel troglodita. Cavernícola.
Una mano. Un bisonte.
Y nos seguimos preguntando qué es el arte

Axioma 18
Algo para decir. Para contar.
Quien lo tiene, encontrará una forma para expresarlo.
En una cueva. En una tela. En una hoja. En una piedra. En la PC.

Axioma 19
Melodismo luminoso. Vital.
Giuseppe Verdi, comprometido totalmente con su obra.
El artista, sólo de este modo nos transfiere el contenido.

Axioma 20
La obra. Algo vivo.
Relación entre la contemplación y lo contemplado.
La obra se vuelve viviente, pues al percibirla comienza el diálogo.

Axioma 21
La obra. Terminar con la dualidad.
superior / inferior - bueno / malo - verdadero / falso
Crear un estilo estético-político que cuestione los cimientos de este sistema perverso.

Axioma 22
Contenido. Decirlo todo.
De un lado, la trascendencia inherente a la verdad.
Del otro, vacuidad, recompensas miserables, precariedad espiritual.

Axioma 23
El Arte. Fuerza motriz de comunión.
Subjetividad. Dar forma al contenido.
La valoración cuantitativa excluye.

Axioma 24
El hombre. Alma encarnada.
El pueblo, alma colectiva.
Ambas tienen un estilo. Cada cual el suyo.

Axioma 25
Una región.
La que se aventuran a transitar los poetas.
Y la que sólo ellos tienen derecho a reivindicar.

Axioma 26
La vida, sin poesía. Una imposibilidad.
Lo real, no siempre verdadero.
Se necesitan Poetas.

Axioma 27
Qué es en realidad lo que lleva a un hombre a querer ser artista.
O se propone ser El que narra. Porque ya es artista.
Pero ha de ser Poeta. Inexorablemente.

Axioma 28
Y están los otros. Los aspirantes. Los que nada.
Adornados con plumas ajenas.
Los que se regalan los cumplidos.

Axioma 29
Bajar los párpados. Como el cortinado de un escenario
Y así, cambiar el decorado.
Para ver lo que hay adentro, bien adentro de uno.

Axioma 30
El tiempo. Juez universal del arte.
Tamiza lo que ha de ser obra.
Su fallo, inatacable.

Axioma 31
El ornato artístico, no hace a la obra de arte.
Su carácter esencial consiste en transmitir al hombre, las emociones más profundas.
Conlleva esto, a la comprensión del mundo.

De la revista Helios Buira

[Nota del editor: Helios Buira Escritor, difusor cultural y artista argentino, quien reside en Ciudad Moreno, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Publica la revista
Arte y Letras y posee la bitácora Helios Buira. Autor de un bello ensayo sobre la belleza, titulado La vida y sus contradicciones, publicado en Buenas Tarea. El escritor Ernesto Sábato escribió en el otoño de 1996: «La historia del arte está plagada de olvidos, desconocimientos e injusticias, debido al carácter esencialmente subjetivo de la obra artística y de la correspondiente subjetividad del juicio estético. Lo que es notable para uno, puede ser pésimo para otro. Lope de Vega dijo que El Quijote era el peor libro que había leído en su vida, y así fue siempre; sobre todo, cuando el otro está cerca. Me duele que un artista de la calidad de Helios Buira sea desconocido. La injusticia siempre me ha dolido, y mucho más en el caso de Buira, porque conozco la severidad con que trabaja, alejado de las modas, solitario, tomando como punto de referencia los valores de los grandes maestros. Helios Buira, tan gran amigo como extraordinario artista. Una de las pocas amistades con que cuento para sobrellevar mi existencia. Tengo la honda esperanza de que alguna vez su genio será reconocido».]

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Alejandro Drewes (Argentina)
Lejanía


Como buenas y duras
gentes del Norte
no creemos
no hemos creído
en el polvo
que circunda
tus huesos amados
no en lágrimas claras

Con harto cuidado
pisamos la senda
de la hierba
siempre verde
lejos de casa
con el grano de dolor
la sembramos

de frente
a este mismo viento salvaje
nuestro tiempo
que es el tiempo acordado
y también el tiempo
de los otros.

Para nuestro epitafio
una frase, un silencio
otro ramo simple de cenizas:

Der har du din liv / Ahí tienes tu vida

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Lectura

Un día enjugaré todas tus lágrimas: Apocalipsis 27, 3-4

Hoy en el instante
vuelto noche en el espejo
celeste de los días
sucedidos, este asalto
furtivo de sombras amadas
un discurso sin otras
excusas, un disparo
en la frente de otro

un enmudecido testigo
para un juicio del mundo
en ausencia, rodante bola
bajo el infinito viento
de las constelaciones.
Hoy cuando África arde
bajo la mala conciencia
burguesa y la futura
jornada en que todos
los muertos acusen

de Gaza hasta Bosnia
y a los muertos señalen
que fuimos en vida.
Hoy o mañana, cuando el tiempo
haya sido y acabada la fiesta
de los hunos y los otros
con todos los cristales
del alma rotos, el desfile
de las hienas frente al ojo
inútil de las cámaras

en este hoy el poema
como el grito que retumba
en los amplios desiertos
en este irrepetible hoy
que huye como un gamo
corriendo extraviado
en el sueño por los bosques
de algún remoto Paraíso

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De tiempo

En el tiempo pienso
entre el follaje
y en la huyente niebla
de las constelaciones.
En lo que como el agua
se lleva en cenizas
estas mismas palabras.
En gusanos grises pensaba
royendo tardías manzanas
doradas, en ti.

[Nota de editor: Alejandro Drewes es el editor responsable de la revista
AERA. Miembro del staff en Argentina de la revista internacional de arte y literatura Francachela y uno de los autores incluídos en Confluencia Poética. Antología Poética 1997 (colectiva) (Tomo I). Buenos Aires, Ediciones Nubla, 1997; Antología Vivencias Secretas. Madrid, Centropoético, 2004; Antología 55° Aniversario del Ateneo Poético Argentino (1950-2005). Editora Creadores Argentinos. Traduce textos en translator en catalán, inglés, alemán y francés. Más textos y biografía del Dr. Drewes en: Liner Notes, Axolotl, Sequoyah Virtual y otras.]

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Francisco Pardavé
El amor existe


El amor existe, no sabemos cuanto dura.
Se pudo haber amado muchas veces,
y la última parecer la única.
Pero en realidad se ama una sola vez...
una vez todas las veces.
Esa vez para algunos elegidos es la primera y la única.
Esa vez para otros desheredados,
nunca llega en la vida.
Se conforman con la mediocridad de la costumbre
de creer que se ama,
o de amar a medias.
Tampoco falta quien ama detrás de las puertas ajenas,
porque tiene vergüenza de amar a la luz.
Eso no es amor.
Se ama de cara al sol, con valentía,
sin prejuicios sociales ni vanos juramentos.
Se ama con el alma abierta ante todos
y luchando contra todos si es preciso, o no se ama.
Amar es compartir la vida sin calcular nada, o no se ama.
Amar es una entrega permanente.
Amar es un privilegio de divino.
Hay quienes tuvieron las estrellas del amor entre las manos
y las hicieron pedazos.
Perdieron la oportunidad de ser felices.
Después amaron a oscuras.
Cuando el hombre encuentra el amor, no tiene pasado:
todas las mujeres de su vida, nunca existieron...
Como en la magia de un sueño sublime,
se purifica en las llamas sagradas.
Se ama una sola vez...
Una vez, nada más, sobre todas las veces.

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Carlos López Dzur (Puerto Rico)
Carlancas


1. El folclor que yo respeto es el que honra mi animalidad, esto es, mi zorrez, mi doble, o mi guenda. Dicho poéticamente, mi zorrez significará vitalidad y resistencia, poder y sigilo..

2. Entanto tenga consciencia a partir de la carne y mis huesos, tendré la memoria latente del animal que somos. Yo bendeciré a mi bestia.

3. Si la educación servirá para algo iiluminador y conscientivo que sea para reconocer cuando, o por qué, o si es cierto que la inteligencia animal dejó de ser útil.

4. Las exaltadas subjetividades nos acercan al animal bravo y violento; las profundas, al animal tranquilo.

5. Todo que lo que castre a un animal. o lo acose o provoque en aras de asesinarlo, debe ser considerado lo que llamamos «civilización».

6. Si la cultura fuese zorruna, en el sentido poético de amparar la vitalidad y abrir los prospectos de resistencia al hombre, yo amitiría públicamente la plenitud de mi zorrería y podría ser el más sociable de los hombres.

7. En las condiciones que valoro, presentes en mi ambiente, el zorro me enseña lo que ya no puede el hombre.

8. Lo mejor de mi soledad es zorruno. Y es ética en sí y para sí.

9. El zorro, si cumplió bien con su gramática parda, una vez que medita, muerde.

10. Callar es una forma de saberse con los dientes molidos a palos y ser cómplice, una modadlidad de anemia moral.

11. Cada vez que me siento valiente, en lo más oscuro de la condición humana que amenaza, el silencio de un zorro me anima.

12. Las valentías públicas son más alarde que consciencia.

13. El callar del zorro es más profundo que la cultura parlanchina.

14. Para conocer el guenda, o ese animal que somos, hay que sentirse rechazado y verse en el espejo de cada criatura amenazada o en peligro de extinción.

15. A menudo el ruido de los poetas tiene poco que ver con poesía, así como el ruido de los educadores, poco o nada con la tarea de hacer el mundo vivible y cognoscible.

16. Más vale la grámatica parda del hombre zorruno que el intelecto de los nihilistas posmodernos.

17. Si soy zoolátrico, es por gratitud. Mas honestamente dicho no soy zoolátrico. Sólo observador.

18. A muchos de los animales domesticados los sojuzgó por siglos nuestra propia maldad y para conveniencia dominialista.

19. Mi zorrez no me pertenece como una cosa. Es memoria de amistad pura e indomesticada. Viene a decir que resista y, si es necesario, que muerda.

20. Nunca pedí una mascota. Yo tenía un zorro dentro.

21. No sólo en la infancia, durante la vida entera, uno necesita un zorro. Si los niños, en cualquier rincón del Tercer Mundo. volviesen a orar pidiendo el fin de atropellos y el castigo a los explotadores, como cuando se escuchó a los niños de Tebas, los dioses envirían su versión del zorro Teumesio, el incapturable.

22. La infancia es el tiempo de prueba para la zorrez; en necesidad de sucesivas y pequeñas victorias en las pruebas, se me armó de carlancas.

23. Como ciclo inicial, la infancia nos embellece con dulzura e indefensión. La belleza es un collar con pinchos, hirientes e inhabilitadores, alrededor del cuello. Una
carlanca.

24. Si a la mansedumbre se domestica, como se domeña al perro para que obedezca, la dulzura se pierde.

25. Todos hemos vivido la desagradable sensación de estar indefensos y recibir el primer trago amargo que nos lacta. Nos siempre viene una bicha apiadante a darnos de su leche más dulce en los derredores de las colinas de Roma.

26. Para protegerme de los depredadores, el zorro me puso una carlanca en el corazón.

27. ¿Quién es el ser más depredatorio sino el hombre?

28. A la edad de 8 años, en la Escuela Ramón María Torres, dos zorritas curiosas, meras cachorrillas, quisieron divertirse con mis vulnerabilidades. Una me metió su dedo del corazón en la boca, con un gesto humillante. «Este es un niño bobo», dijo. Mas, antes que lo intentara otra vez, el zorro me había puesto una carlanca y se hizo zorrera en mi corazón y la segunda vez, el dedo de ella salió corrido de mi boca con pánico. El zorro me dijo: «Múerdela» y lo hice. «Que nadie te vea la cara de pendejo dos veces».

29. Un día, sin tu permiso, te meten el dedo en la boca; si lo permites como burla de tu dignidad, mañana puede que te metan el dedo en el culo.

30. Tarea de poeta: elaboración de carlancas.

31. En antaño, carlanco equivalía a lobo selvático y agresivo.. Cuando más temible que el lobo es ya el hombre mismo, una lobera es una protección, no contra los lobos, o los cánidos depredadores. La carlanca o lobera es la protección contra los hostigados, su virtud y su vitalidad. Las carlancas mientan la resistencia en defensa de los buenos instintos que sofoca el hombre con su civilización.

32. Tengo una lobera por espíritu y una carlanca por canción.

33. Del viejo folclor egipcio, no queda un animal o entelequia capaz de comunicarse con ángeles o demonios. O el Thaloc, que roba robar alma humana, es una civilización petrolera. De la vieja Europa precristiana, ya no hay adoraciones durante los solsticios de primavera e invierno para el zorro. Hay aniquilamientos en nombre del dominio de un Don Nadie más bestial que los perros más bravos y los zorros más sagaces. Los dioses de los bosques, montañas y verdes praderas, ya no tienen aliados humanos. Se ha dejado de creer en la fertilidad y sólo hay dioses de la ganancia y el estupro hedónico y consumista.

34. Cuando escuchen truenos y relámpagos, digan el poeta, como un zorro de fuego, se acerca.

35. En las noches, mis ojos brillan como auroras boreales.

36. La única mujer peligrosa y seductora que daña al género humano no una zorra ni un zorro que se transforma en ella; es la mujer humana que daña al
hombre-zorruno.

37. Hay una prostitición colectiva que en nada concierne a un zorro: el instinto de manada de casi todas las bestias. A diferencia de los casi todo los cánidos y de los seres humanos, los zorros rehuyen las manadas. Son solitarios al cazar su alimento y su presa.

38. Un hombre genuinamente solitario, precavido ante sus semejantes, es más zorro que hombre.

39. En el capitalismo, la inmensa mayoría de los seres humanos se adapta como mascota a la burocracia, la forma de manada más sofisticada.

40. Cuando te inviten a las manadas, ténlo por seguro, te exhortan a tu aniquilación. Te entrampan.

41. El único partido en que creo es mi fenotipo. La única tradición, la de Faustolo.

42. Ningún zorro, que se precie como tal, se alimentará del alma de los seres humanos. Esos son cuentos chinos. No lo hará ni por extender su breve vida más allá de los tres años que dura. Bendita sea la zorra-madre que lo parió y la cautela zorreada que lo salva. El no necesita nada más.

43. El lenguaje de un zorro-poeta tiene su propio pantano nutricio y forja sus pezuñas con sus pisadas de vulpeja. Estas son sus verdades y la arcilla de lícuos pezones, su sustento.

44. ¿Quién te coloca al cuello una carlanca protectiva? Díme quién te da el verso, si no es quien te ama...

45. Cuando sales del territorio natural de tu pantano nutricio, prepárate para conocer la hostilidad, la burla, la intolerancia y la escasez.

46. Bendice tu zorreada en la cercanía de tu pantano, aunque huelas a zorrillo.

47. Más vale el perfume de lo propio, que la exquisita sobaquina de los extraños.

48. Hay una mansa dulzura en la indefensión cuando te acuna quien te ama.

49. Bendito sea el ser salvaje que me da naturaleza. Y la cueva entre malezas que llamé mi casa y el olor de pelambre, que he llamado mi refugio.

50. El rostro de lo bello nos los dio la mansa dulzura de la indefensión; pero, a menudo. Dulzura e indefensión se van con los años y la ausencia. En el peor de los casos, queda la indefensión.

51. Cuando no tienes a qué llamar casa o madriguera, quedas en manos de extraños. Tu cotidianidad se vuelve indefensión y vulnerabilidad.

52. Extraño: El que desfigura tu belleza y no siente por tí ninguna simpatía.

53. Depredador: El extraño que te extingue.

54. Los gozos no son promesas verbalizadas. Son triunfos de la maña sobre el músculo.

55. Ser lobo es tan fácil. Los músculos y la violencia te facilitan el camino a la sobrevivencia. Entre los depredadores, junto al león y al tiburón, pueden jactarse de su omnipotencia; pero, la victoria que depende de sabiduría, habilidad e ingenio, es zorruna y tiene su proceso peculiar, que no es el mero ataque sangriento ni la complicidad en manadas.

56. Poder: El disfrute de la autenticidad.

57. Instinto: Armonizarse con la carlanca protectiva.

58. Sigilo: Preservar la carlanca.

59. El problema de las bestias es que cualquier rival depredador le engaña, accediendo ellas a que les pongan un cascabel como estrategema para devorarlas, domesticarlas y sujetarlas a esclavitud.

60. ¿Quién pondrá el cascabel gato? Que la carlanca que te pongan no sea manifestacióm visible, cualquiera sea el genotipo. Mantén tu caralanca en invisible silencio. Que sepan de tu morfología observable; pero no de tus propiedades bioquímicas. Evita al que explora en tu fisiología, con mano intrusa y házlles tu comportamiento impredecible.

61. Carlanca: En un determinado ambiente, los cazadores dominialistas están pendientes a cada expresión del genotipo y si husmean el fenotipo del zorro negligente, como el de cualquier otra bestia, te tendrán en sus manos agresoras.

62. Es inevitable que se conozcan los rasgos físicos; pero una carlanca fenotípica es también la conducta. Cuídala como un tesoro. Proteje la oreja y el cuello de cualquier cascabel. El hombre tatuado y cascabelero es prácticamente un castrado.

63. Haz tu espíritu como una carlanca: enzima que nadie observa de tu fenotipo.

64. Guárdate los secretos como la identidad de tus alelos. Sé mágico y polifénico en la medida que puedas. Los castrados, plenamente identicados por sus fenotipos, no tienen gramática parda. Escribe sus textos predecibles en el ambientes de sus adversarios y el ego social los atrapa.

65. El rostro de lo bello que hay en tí lo da la mansa dulzura de la indefensión; el tesoro callado de tu fenotipo. Si una bicha zorruna te dio las carlancas, no dejes que el bisturí del castrador, o el pincel del tatuador, te rotule. Tener un cascabel al cuello y la muerte del gato.

66. Un zorro sin carlancas es un zorro genotípico. Un Don Nadie.

67. Por desgracia, ya no abundan los hombres zorrunos. Los fenotipos de los zorros son productos observados y extendidos. Hoy el astuto y el inteligente carece de magia. Se mezcló con la manada de los entes genotípicos. Ya no es viajero en las sombras del crepúsculo. Hay cualquier listillo se llama Zorro y niega el pantano nutricio y a la madre zorra que lo parió.

68. La poesía de la conformidad suele ser un pastel muy decorado, con muy poca dopamina por azúcar. Un producto pegajoso. Con razón, hay tantas moscas sobre él. Y los presuntos sagaces son zorros en el banquete.

69. El zorro verdadero prefiere alimentarse de un saltamontes.

70. En un pastel decorado, con el nombre de poema, se oculta un rata pudrida.

71. ¿Quién prefiere una rata saprógena por alimento si la puede cazar viva?

72. La decadencia del zorro comenzó cuando fue llamado el «gran intermediario» entre el mundo de los espíritus y el mundo material. O comunicador entre las almas de los vivos y las de los muertos.

73. La fama de listillo necesario se consumó como símbolo lo de la vida salvaje y la diplomacia.

74. Está bien que el hombre sea ágil y encantador en la selva verdadera; pero en la selva de la civilización, si el hombre es zorruno, la diplomacia es una trampa y lo encantador una debilidad del carácter.

75. Maniobrar en la oscuridad, o en las horas crepusculares del amanecer, ¿para quién es útil cuando se va en compañía de una manada de depredadores y se le ha vendido a ella el alma por monedas?

76. El espíritu, cuando se escapa, por su propia dicha, hacia construcciones intelectivas, necesita de un jalón de cuello. Un párale. Y siempre no los da una bestezuela profunda, una bella criaturilla del aliento, que son como raíces naturales que avisan que caminamos juntos. La idea es que comparte esa dicha con el mundo, con las cosas / personas / criaturas sustanciales, que nos dan el cimiento. Yo tengo un zorro dentro, o lo que es igual, su carlanca protectora.

77. Si algo mi zorro se roba son mis distracciones. El zorro es el educador profundo que pide atención y alerta. Para completar cualquier misión que tenga el hombre, cuando quiere ser bueno y útil, vea su bestezuela desde adentro.

78. ¿Que hay un espíritu maligno llamado Kyûbi o Zorro de nueve colas? ¿Que Naruto lo tiene dentro de sí? Sabrá Naruto y su autor que del zorro que hablo, como dentro de mí, él sabe poco. No hay vícunculos. Tampoco creo en Zorras con dos rabos.

79. La Naturaleza, o sus pantanos nutricios, son los que ponen límites a la fantasía y creo que hay criaturas esencialmente nocturnas, alma de zorro, por ejemplo; pero, ¿qué necesidad real hay de un zorro / kitsune / de nueve colas? ¿O de un hombre con diez penes en la espalda y otros tantos vulvas en el estómago o las rodillas?

80. En el furry fandom, todo capricho se elucubra. No en la naturaleza.

81. En mi experiencia, mi presa es un poema que puedo cazar en la soledad.

82. La técnica de salto sobre el poema la aprendí desde edad muy temprana, pero, perfeccionarla, me ha llevado a estrellarme de pecho sobre la palabraría.

83. Una intuición es la capacidad de aprehender y matar a una presa raudamente. Sólo puede ser veloz en la soledad. Demasiada luz deslumbra y enlentece.

84. Por fortuna, me puedo identificar con un zorro. Para ser, lobo, chacal o un perros de caza son demasiado pequeño.

85. Prefiero comer frutas y bayas a clavar mis dientes sobre mi prójimo; pero no renuncio a morder en defensa propia.

86. Hocico fino mis labios para el poema; espesa cola, mi memoria y collar con pinchos o agujas punzantes para evitar los mordiscos, mi carlanca fenotípica, el acervo.

87. Más vale maña que fuerza; más vale zorro que matarife armado.

88. Más vale zorro flaco, que mastodonte idiota.

89. Aunque mi primo sea un coyote (que pueda cruzarme allende a mi fronteras); prefiero viajar solo que mal acompañado.

90. En un hemisferio en crisis, los coyotes son los banqueros de Londres y las líneas ferroviarias de Meiggs que han entrado a los Andes. Todo sueño de progreso que pueda tener un zorro queda en suspenso por acción de su primo, el Coyote listo del imperialismo.

Tomado de
Parte 3 / El zorro y sus carlancas

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Como jigüe de raíces

A los charcos voy,
a Guajataca, a los pozos
del Culebrinas como jigüe
de raíces y juba de trigo.

Tan sólo por ver
que llega y mete su cuerpo
en el canto de las aguas
y del viento, me asomo.

Me baño en su lenguaje burbujeante
y humedezco con mis manos
su pétalo rosado de alegría,
su piel que tiene verbos,
su pelo al que sobran adjetivos.

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Pertenencia

Tú, fiera del gruñido que se oye,
eres más que leona con aliento,
más que onda sonora y que palabra,
más que el gesto.

Te oigo en las hojas celosas de tu paso.
Eres un zumbido de silencio.
En la maleza hoy descansas.

Tu energía se reposa con ojos cerrados.
¡Qué satisfecha estás, hembra,
del zorro y la gacela,
compañera del tigre,
cómplice del puma
y el leopardo!

¡Qué mansa eres
con la estrella del instinto!
Te olisco en la distancia
y me conforta tu aroma.
Uno para el otro
somos sin palabras.

2-2-1978 / De El zorro y sus carlancas /
Bios del autor en: Sequoyah Virtual

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Fany Jaretón (Argentina)
TEXTO


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Ady Yagur (Argentina / Israel)
Paz


Qué paz
qué aletear de palomas
bajo el esmalte del cielo
Qué dulce tesoro
camina en la verde pradera
lamiendo mis heridas
La mañana despierta trinos
en los delicados prados
y la paz traspasa cristales
con su pureza infinita
Duérmete mi sueño
con el canto del grillo
duérmete mi sol
que la noche se ha dormido…

[Nota del editor: Ady Yagur, nacido en la provincia de Córdoba, Republica Argentina, en mayo de 1942. Es médico de profesión. Escribe en varios géneros, pero especialmente en el de poesía, donde evoca a la naturaleza y crea otras composiciones de corte lírico e intimista. Ha participado en el Encuentro Poético en la Universidad Hebrea de Jerusalén, en la Cátedra de Literatura Española y ha sido invitado al encuentro Mundial de Poesía en Perú. Autor de Verdes Sueños, libro de poemas y Trinos, su segundo libro en edición. Sus poemas aparecen en antologías poéticas diversas, tanto en Argentina como en Israel y España].

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Elisabet Cincotta (Argentina)
Si yo tuviera alas


Si yo tuviera alas
sería mariposa circundante
de jazmines, madreselvas
y alelíes.

Jugaría azul en la vereda
del jacarandá que tapiza la palabra.
Flotaría libertad, tesón
y coherencia para brindar
por la paz.

Si yo tuviera alas zanjaría diferencias,
para hermanar tu pecho con el mío,
y sellar en manos cálidos mensajes
que auguren a la vida.

©Elisabet Cincotta

[Nota del editor: Elisabet Cincotta nace en Quilmes, Buenos Aires, Argentina. Actualmente y desde hace 38 años reside en Berazategui. Es docente de profesión y por vocación. Es autora de los siguientes poemarios: Bordando la despedida, Ediciones Mis Escritos/2007, con prólogo del poeta Gustavo Tisocco (Argentina), Dos tonos para una cordillera, Ed. Primeros Pasos / Chile / noviembre2007, De laureles y olivos, Ed. Mis Escritos / marzo 2008, Quebrada, Ediciones Muestrario / 2008, De pie, Ediciones Muestrario, y Manos con contratapa del dramaturgo Jorge Estrella. En edición De las cosas y los cuentos con prólogo de Carlos Adalberto Fernández. Ver más textos en Poemas con melodía].

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Néstor Oscar Galante (Argentina)
Mi mundo


Hoy mi mundo es
mas osado y libre.
En coincidencia
con el tuyo, amor,
es un sitio de encuentros.
El que soñamos tantas
y cuantas veces.
No importa cuanto dure
sino el sentimiento.
Pleno de luz,
casi puro,
lo transitamos
una y otra vez.
Hasta que las velas
ya no ardan.

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Ella y sus fantasmas

Los fantasmas que la habitan la llevan a exhibir su todavía bella figura
en un sitio de citas.
Un pseudónimo le posibilita cierto anonimato.
La llamaremos por él.
Se esfuerza por parecer interesante a los ojos de los lectores del lugar.
De cuando en cuando Bellma siente que las comunicaciones la inquietan.
Esos mensajes se aposentan en su perfil y la colman de palabras que necesita.
¡Hermosa!
¡Me agradaría que nos conozcamos!
¡Tus ojos parecen dos luceros!

A medida que el tiempo transcurre las palabras se diluyen en la inacción.
Bellma consulta su messenger y se embriaga con la llegada de los visitantes.
Pero del dicho al hecho hay mucho trecho.
Poco o nada se concreta.
Las mentiras son moneda corriente.
Pero ella está esperanzada que al fin llegará su día.
Por eso es que que, con avidez, consulta sus mensajes.
Y los responde tratando de causar buena impresión.
Trata de que arribe su destino , ese que está escondido celosamente en su futuro.

[Nota del editor: Néstor Oscar Galante es doctor en medicina, especilizado en Cirugía General. Escribe poesías y narraciones, miembro del grupo Muestrarios. Ha publicado Poesía Insomne, Editorial Dunken, Argentina. Ver más en:
Néstor Oscar Galante / Al Borde de la palabras y otros].

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Ana Lucía Montoya Rendón (Colombia)
Si llora el fuego...


... el Fuego ha llorado

si el fuego ha llorado
entonces, qué de calor nos queda?

qué de del oficio del Agua?

si el Fuego llora
dónde ahora
delicioso infierno que cueza mis entrañas?

si llora ese macho
nunca secará el llanto de mis palabras
hembras plañideras
deambularán en busca de nuevos encendidos leños
cabalgarán grises poemas
asaltarán furtivos versos libres
besarán los bordes de los labios de la lira
succionarán de ellos lo que quede de vida

si llora el Fuego beberé su llanto
embriagaré alma y cuerpo
moribunda de resaca me tenderé a su lado
a recordarle que por él he dicho mil locuras!

Julio 2010 /
En la Voz de la Palabra / Artistas de la Tierra / Naturaleza y camino del medio / Rincón de Ana Lucía

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Pronunciamiento del II Festival Mundial de Ecopoesía: 16 Diciembre 2010

Les presentamos el rostro creciente de la ecopoesia, representado por cada uno de los poetas y conservacionistas que con esfuerzo y solidaridad participaron en el II Festival Mundial de la Ecopoesia / «Por la integración universal de los poetas en defensa de la vida», realizado en la ciudad de Tumbes - Perú del 4 al 8 agosto del 2010, y luego de 5 días de cordialidad y reflexión sobre nuestro compromiso por el planeta, expresamos nuestro sentir mediante el manifiesto que puedes leer líneas abajo y al cual te invitamos a expresar tu adhesión a través de un breve comentario.


PRONUNCIAMIENTO

Los Poetas, Escritores y Artistas, participantes en el II Festival Mundial de Ecopoesía 2010, organizado por la Unión Mundial de Poetas por la Vida, con slogan: «Por la Integración universal de los poetas en defensa de la vida», considerando nuestra responsabilidad ecológica, educativa, social y universal, nos pronunciamos de la forma siguiente:

1. Que, es necesario, conveniente y oportuno como corolario de esta trascendental actividad cultural, reconocer y defender los derechos que le competen a nuestra Madre Tierra (Pacha Mama).

2. Que, estos derechos inherentes a la Madre Tierra deben establecerse dentro de criterios de universalidad, de respeto a la vida en todas sus manifestaciones y en protección del equilibrio y armonía ambiental, desprejuiciada e integral.

3. Que, todos los Países de la tierra y todos los seres humanos que habitamos en ella, reconozcamos y defendamos estos derechos, como parte consubstancial de la cultura humana y como seres vivos interdependientes e interrelacionados, sin distinción ni inhibición de alguna especie; desde el nivel individual hasta el más alto organismo de Unión Universal.

4. Que, estos altos organismos establezcan los mecanismos y normas adecuadas, para la obligatoriedad de su complimiento por todo los países del mundo, respetando sus propias culturas propiciando la tolerancia para evitar la violencia y promover la paz; sin detrimento del derecho de protección, como sujeto reconocido ante la Ley; así como las instancias a fin de aplicar las sanciones pertinentes para las posibles transgresores.

5. Que, nosotros como integrantes de la Unión Mundial de Poetas por la Vida, nos comprometemos y obligamos, abogando por la defensa de los derechos de la Madre Tierra, colaborando por su pronta formulación, reconocimiento y cumplimiento de todos y cada uno de los aspectos y contenidos en este pronunciamiento.

Dado en la ciudad de Tumbes - Perú, Capital de la Ecopoesia 08 de agosto del 2010. / Firmado por todos los participantes. Firmas

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NUMEROS ANTERIORES:
Sequoyah 72 / 71 / 70 / 69 / 66 / 65

Saturday, November 20, 2010

Noviembre 30, 2010, Núm. 72, Orange County



Las Casas de la Judería, en Plaza Santa Maria La Blanca, Sevilla, en zona que fuera una judería en tiempos antes de la expulsión de los judíos bajo los Reyes Católicos.

Contenido 72


Carlos López Dzur
Experiencias de socialización (frag. de novela)
Upshurn / Para el primer corte de pelo

Javier Aparicio Maydeu
El maestro olvidado

Adriano Corrales Arias
Carta a la esposa

Carlos Adalberto Fernández
Como los panes

Milagros Hernández Chiliberti
Sobaré las heridas de tu costado izquierdo

Oscar Portela
Nerón habla

Miguel Angel Morelli
pensar el ser, nombrar lo sagrado
(aquel que cuando nombra no necesita palabras de este mundo)
a esta hora y en algún lugar del mundo

Fanny Jaretón
Detrás de estos ojos

David Antonio Sorbille
La honestidad del poeta (ensayo)

Long-Ohni
Soneto de la despedida
Por si fuera posible

Máximo Simpson
La bala perdida

Alexander Vórtice
Pavor permanente

Ana Lucía Montoya Rendón
En un futuro

Liliana Varela
Carta al alma de un amigo
Lamento existencial

Pedro Du Bois
Construir
Reinstalar

María del Pilar Martínez Nandin
Estrellas sin cielo

Alejandro Drewes
NADA


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La Casa de la Judería / En Sevilla

Carlos López Dzur (PR)
Experiencias de socialización


En una conversación de sobremesa, están los hijos de Dskoja, la usurpadora, y el ladrón de su marido que con cierto tema no cesa. Taladra. Dos famosos toreros, Manuel Benítez y Paco Camino, en una corrida en Aranjuez se pelearon a puñetazos. Un hijo de la Vieja Coja (perdón, Dskoja), Pachi, el gargajero, tiene 14 años de edad y la madurez del klotz. No me gusta ni que me dirija la palabra. A tres días de conocerlo es insufrible. Me pica la cresta y me pone agresivo.

Mas yo aprendí, ya no en iedish de los polacos de Obispo, otro nombre para referirlo: Pachi-Toli. Es que me espetó el término desconocido y provocó risa y ya sé que significa, Toli: tonto, estúpido, pendejo. Es lo que él piensa sobre mí, desde que así me dijera durante un primer paseo por la Ciudad de Sevilla. Toli porque todavía no he visto una película en el cine. No he pagado por una taquilla y, en realidad, nunca he bailado. Ni he tenido churri (novia) ni, en verdad, amigos. Mas, si es cierto que el mono es sabio y menos 'toli' que lo que aparenta, le puse este calificativo como si fuera su apellido. Le digo Pachi-Toli cada vez que puedo para que se mortifique con su propia burla.

De la forma más natural e ingenua, él ha pasado a ser Pachi-Toli y ahora dos de sus hermanitas, me repiten. Están pendientes a cómo le digo, a todas mis chanzas.

Se había echado a reír, a mis expensas, sus amigos y él como la voz cantante porque jamás he pisado otra escuela que mi casa. Aprendí, con Mamá y Andrés, mis únicos camaradas, a hablar con la verdad, con sinceridad, con el corazón y esta familia no lo agradece. Se creen muy modernos, civilizados; creen que vengo de la ruralía, o me críe entre muleros. Veamos este momento. Han interpretado que me crié entre vacas y animales de la Hacienda de Ceiba Mocha, propiedad de mi tío. En balde, les dije que la visité pocas veces.

«¿Has ordeñado una vaca?», pregunta Pachi.

«No. Me habría gustado».

«¡Que cabreo! Está de pena», dice una hermanita de 15.

«¿Has recogido uvas? ¿A qué palo has subido o trepado en el monte?», algo extraño tiene la pregunta que mantengo silencio. Hay burlas en el ambiente.

El ladrón de su padre se come las orejas de Mamá, enfadándola con cuentos sobre toreros, y la prole de los Fulanos, me pide que hable, «si no te han comido la lengua», sobre la vida en Cuba y que explique qué es lo que entiendo por una vida sencilla, siendo que nunca fui a una escuela pública o privada. No tengo ni el certificado de primaria.

«Ergo, a los diez años, bueno, casi yoguirín, eres un toli».

«Será, Pachi-Toli, será eso».

Lo que está «cool» en España, lo que gusta a los bakalas como ellos, es música electrónica británica. Bakalao de la banda de rock psicodélico Pink Floyd. «Que España tiene televisión», me informan. Y yo que estuve a punto de decir que, en las pocas veces que miré de TV («Cuba también», dije) y hojeé revistas españolas del mercado, me tocó ver una película de una niña muy dulce, llamada Marisol, «Rayito de Sol». ¡Qué bueno que no la mencioné! Me habrían asegurado que soy un agonías.

No hay cómo darle gusto a esta familia. Todo lo cree agónico, o cursi. Pero, al menos, la Usurpadora concluyó que soy majo, una guapura, me dijo. Miraron a Mamá: «Pero sin berneta, nadie es chorbo». Ni chorba. Futuramente, significaría que el atractivo se hace obvio con automóvil.

«A pie es ir de culo», ríe el mayor.

Estoy aburrido al punto que quisiera la prisa de las horas, irme a la cama y sentir que Mamá me acaricia. Tengo un canapé en el cuarto, pero, me acomodo al lado de mi Camarada dulce. A veces creo que los latidos de su corazón son sones de La Habana.

Hay diez viviendo en la casa, además de nosotros. Casi todos tienen una habitación para ellos solos (son seis recámaras: una, la matrimonial). Nos dieron la que solía darse a la servidumbre, cuando Joachim vivía, antes de morir su esposa, mi abuela materna. Mamá me habló sobre esta casa, su esplendidez, sus tragedias, la vez cuando la sorprendí escribiendo cartas para su envío a España. El asunto es que nunca recibía una respuesta. Al menos, 18 años sin que contestaran. Sabía que algo pasaba. Se imagino que Dzkoja abandonó la casa. Una vez al casarse, con su actual marido, fue lo que dijo que ocurriría y ya no hubo cartas suyas, excepto los deseos de Mamá porque telefoneara. Ella sabían el número en La Bodega y ni llamó para dar el suyo. Lo que hizo fue cambiar el número de contacto suyo en España. Engañar. «Creí que no vendrían ya más por la Revolución, o que murieron». Fáciles pretextos.

Es terrible que se conozca la soledad en una casa de diez espantajos como éstos. Imagino la frustración que Mamá siente, e imagino cómo ella amplifica la frustración cuando imagina la mía y, en verdad, esa noche le confesé que si tuviese un helicóptero, a mi disposición, como el que utiizamos de la Base Ramey a Guacio, pilotearía para irme a Punta Borinquen, o cualquier parte, menos en medio de esta legión de demonios. Ví que ella se preocupó cuando le dije que Pachi-Toli y el hermano mayor, de 18, el Vago, fuman marijuana, sólo que le llaman porros / cheches. El mayor inhala farlopa.

«No permitas que te ofrezcan, menos consumas de esas porquerías. Mantén la distancia», me dijo Mamá angustiadamente. Aprobé su consejo y la ví meditabunda, distraída en su pensamiento que se voló muy lejos. Según me dijo, más tarde, viajó al recuerdo de las nubes, a la intimidad on Dios, al Shemini Atzeret..

Mi pensamiento estuvo en algo más terrenal. A una de las dos niñas de la familia, que duermen juntas, en recámaras del segundo piso, las suele acompañar al colegio, lo que llamaría la niña más hermosa que mis ojos han visto. Ya la he visto tres o cuatro veces. No entra a la casa; habla con las amigas en los jardines. Parece que tiene su que la lleva y la trae. Es un hombre de uniforme. O puede que quien la acompañara sea un guardia. He querido preguntar a las dos chistositas de la casa sobre quién es ella. No estoy seguro. Una tarde oí que la llamaron Jacinta.

El segundo sábado que pasé en la casa, los jóvenes me invitaron a dar un garbeo, ¿qué? Una mera vuelta o paseo. Mamá, a quien lo de garbeo se le antojó, droga o sabe Dios qué, dijo que este día es suyo y de Ha-Shem. Ví su celo fue porque recordó que con: El Vago que inhala farla, no. Es cocaíno. Dijo que no fuera para protegerme de este modo de una mala gente..

«Hay que utilizar cada excusa disponible para que no estés con ellos», me decía a la sorda. Me habría gustado ir, no por simpatía o deseos de socializar, sino porque esta vez El Vago se acompaña de sus dos hermanitas. No es usual que vayan con las hembritas de la casa. No es posible que sea a nada riesgoso. «Es caminar, pasarla estupendo, darle marcha, nada de alpiste». Mas Mamá se impuso y preguntó por libros que otrora. Joachim tenía en su enorme biblioteca. «¿Qué hicieron con sus libros?», preguntó Mamá. «Tal vez en alguna caja en la cochera. Es cosa de buscar con tiempo. Déjalo que vaya, señora Riga».

Sabía que era el Sábado de Dios para ayunar y meditar en El.

«Los sábados no salgo», dije.

«No seas faldero. Ya salíste de Cuba. Aquí hay libertad», dijo El Vago.

«Ven para que flipées con nosotras».

Se fueron lamentándose de que se me haya criado como un agonías, friki raro». Oía sus mofas.

En realidad, Mamá me dio el tema para que orácemos. Orar por la unión en la diferencia. Orar por nuestro peregrinaje de Cuba a Sevilla y por hallar unión en el octavo día, momento de bendición que en la Tradición es llamado Shemini Atzeret, el Día Octavo, día extra de intimidad con Dios que no se puede compartir con todo el mundo durante la Sucá.

No era aún la Fiesta de las Cabañas o los Tabernáculos, mas había una urgencia de este día. «Escucha, copiloto. Medité sobre nuestra situación en la casa. Es hora que, como Camaradas, digamos cómo sentimos... ¿Sientes tú que vagamos por el Desierto y que, aún esta casa que fue de mi padre terrenal, tu abuelito, es provisional? Para festejar una cosecha verdadera, el lugar no es aquí... ¿Cómo bendeciré a mi pequeño, si este ambiente es hostil y no tiene santidad? ¿Sabes cómo me siento aquí? Como en el falso reino de Meléj».

Vencerás, Ietzer hará, / o ya has vencido, o poco te falta para hacerlo, / vencerás a quien ponga una piedra labrada / como muro en la puerta del justo, pared cuadrada / (señal que a Ella / Isla / Amada / dirá: «no vengas»). / Cuadrarás todo, con ciencia empirista, /con relativismo saduceo, protagoriano, preferirás el gusano al pan trenzado, / endulzado en miel, violarás / a Florinda la Cava, a tu hermana Tamar, / enseñarás la tierra de tu heredad / al enemigo, dirás santo y bueno, / a lo que no lo es... / Entonces, la Serpiente ya no circulará / porque tú lo decretas como Herodes Antipas / y pedirás la cabeza del varón del Isod, / el hombre magestuoso y de buen impulso / y hollarás la cabeza de su Naara, / a la Madre / Amma / a los hidras / hiedras / de las internas formaciones. / Con blasfemias a las diosas / bealot de Itra, abundancias de Izri /creerás en tu propio Encubrimiento, / Alamat, tu falso reino de Mélej. [Carlos López Dzur: De Teth

Oyéndola entendí que la casa, tal vez toda Sevilla, es nuestra morada temporal. Pese a su belleza es una choza que cobija a ladrones. Desgraciadamente, a falta de pureza y unidad bajo su techo, ya no es nuestra casa. La visión mayor es que somos para la vida eterna y la transfiguración. Mamá me dijo que, en cierto modo, yo soy el 'egregio extranjero', el peregrino, como ave de paso, que regresa. «No eres un peregrino cualquiera», me dijo.

Sentirse egregio tiene su significado. El extranjero es bienvenido y admirado por apto. Hay muchos peregrinos, o nómades, en el mundo, en desiertos, en caminos trillados; pero, a no todos se les admite como egregios. Distinción importante. El extranjero egregio, aunque el mundo no lo vea, camina de la mano con Dios y sabe la importancia de su peregrinación. No va por el mundo con el pregón de que morirá, que es ave de paso, sin rumbo cierto, como el pariah. El sabe de la eternidad. Me dijo que esa metáfora del «estraño visitante» está contenida en la poesía de Novalis.

«Mas mira cómo me llaman los Dskoja: Freak / friki. Estrafalario».

«Los vulgares y extravagantes son ellos; pero, tú los vencerás y los juzgarás conforrme a sus méritos. Sólo para gente como tu, para tí el Creador ha creado el octavo día cuando los primeros dias de la Sucót termina. Cuando sea el tiempo de irse, sólo a gente como tú, Dios provee algo aún mayor, más esplendoroso. que esta choza por la que ellos se pelean», consolaba ella.

Leímos la Torá en aras de los significados ocultos de cierto evento padecido por los antiguos israelitas y que, aún hoy, se conmemora en la Tradición Judía como la Fiesta de los Tabernáculos, una de sus tres más importantes Shalosh regalim. «Esta es nuestra primera oportunidad de dar gracias por los frutos de la Cosecha del año: No creas que son pocos, hemos sobrevivivido el terrorismo que hay en Cuba... Hemos conocido lasCuatro Especias de la que habla la Torá y que significan la bendición que une a todos la hombres: el que no tiene aroma, pero sí gusto sabroso (como la rama de la palmera); el es que es fuerte de aroma, pero soso (como el mirto), el que ni aroma ni sabor tiene (como el sauce y la persona que tiene aroma y sabor agradable (como el citrón) y es quien mejor representa al Observador Cauteloso, al extranjero egregio, al de más conocimiento... Camarada, yo te veo como el citrón. A citrón me olía Malká y Andrés... y con olor al Ché Guevara, llegamos... Cuando venga el Día de Fiesta de la Sucá, ya Dios / como Fuente de Todo y quien alberga a todo tipo de criaturas, aún en la precariedad y les halla Guías y les envía la Gran Palabra de la abundancia y el consuelo, nos habrá dado otro nuevo lugar para vivir».

¡Qué manera tan extraña y maravillosa tiene Mamá para leer estos versículos de Exodo 23:16 y Deutoronomio 16:13. E interpretar los cuarenta años del peregrinaje en el desierto, después de la salida de Egipto y la conducción por Moisés, tiempo en que que se residió en premura y bajo frágiles cabañas. Mamá Sara me dice cómo sueña con el pasaje de Levítico: Moisés da orden, recibida de Dios: Tómese la madera de los árboles de hadar y ramas de palma y construya estos habitáculos para que todo israelita los viva por siete días, «a fin de que las futuras generaciones, sepan que Yo hice que el pueblo de Israel viviera en cabañas cuando los saqué de la tierra de Egipto».

«¿Regalarías la casa a esos ladrones?»

«Ellos nunca serán felices porque me han robado; pero yo no sería feliz si los mando a la calle... Estos son tiempos en que la precariedad / temporalidad / de la vida prueba nuestra fe, perio Dios mira si admitimos la necesidad con humildad. Acuérdate del dicho: «Vanidad de vanidades, todo es vanidad». Sin embargo, no te digo que no hay que luchar. Lo que te digo que tú y yo tendremos que ser como el Extranjero Egregio de Novalis, o el Peregrino Estraño de la Torá y de la bella Oración de los Ushpizin» (palabra aramea, que significa invitados exaltados / o huéspedes egregios de las Cabañas).

En colectivo, durante el Shabat, Mamá me habló sobre los Siete Pastores o Guías espirituales de Israel (Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, Aarón, José y David). En la tradición judía, en cada cabaña se permitía la entrada a un visitante egregio que aprovechaba, su alojamiento esa noche con sus anfitriones, para compartir un mensaje o lección de tipo espiritual. El significado oculto del evento está contenido en los Himnos de Novalis. Cuando una persona, puede instruir a peregrinos, o sus anfitriones, es como el huésped / extranjero / egregio. El tiene que instruir la Gran Súplica de la Gran Palabra. Esto es lo que Novalis hace, en su tono lírico, en la Noche de la que se siente buscador, hijo dialogante e instruído para un peculiar Hoshana Rabbah. «Hay que estar pendiente a nuestros siete ángeles, co-Piloto», decía Mamá cuya fe cada vez era más grande.

Entre los rezos y rituales de estos siete días de la Sucot, uno está descrito en Levítico 23:40 y se canta con la recitación descrita en los Salmos 113-118: «Y tomen el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y regocígense delante del Señor su Dios por siete días». El Arbat Minim utiliza el lulav, una hoja de palma cerrada; el etrog o citrón; los hadasim y las aravot u hojas de sauce. Estas tres plantas pueden significar tres tipos de judíos; pero, aún más universalmente, tres partes del cuerpo humano qus se deben consagrar: la espina dorsal (con las ramas de palma), la boca (con la hoja del sauce), el ojo (hoja de mirto) y el corazón con el fruto del ettog o citrón, que tiene aroma placentero.

Mamá quiso estar en contacto con las Cuatro Especias y prepararse para los venidero, de modo que le dijo a los Dskoja: «Cuando Joachim, mi padre vivía, por amor a su viuda y su parentela, mantenía la casa muy hermoso. Es cierto él pagaba un jardinero y aún él se ponía a acicalar los paslllos porque dan a la calle y la gente juzga, desde fuera por la apariencia... He hablado con mi hijo, ya que ha perdido el ciclo de enseñana pública, y seremos él y yo los que nos encarguemos del jardín ahora».

«¡No podemos pagar un jardinero!»

«No estamos pidiendo que se nos pague. Sólo que contribuyamos a mantener el jardín que había en la casa. Ya no es como el que tuvimos. Esos patios dan lástima. ¡Hasta latas de cerveza hallé tiradas! Saquemos de las cocheras, palas y tijeras; vienen dos jardineros gratuitos. Mi hijo es fuerte y ama las flores. ¡Vamos! Desde hoy trabajaremos!»

Mamá trabajaría con las Cuatro Especies porque para la Fiesta de la Sucá hay que estar preparados.

Carlos López Dzur / Frag. de la novela «Las juderías»

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*

Upshurn / Para el primer corte de pelo

al Rabi Akiva y a los 24,000 estudiantes
de la Torá fallecidos tras la plaga y la destrucción del Templo

Alumnos de los ríos de la vida,
en todo lo terrestre está el luto y la plaga,
el hambre y la destrucción por la muerte.
Todas la cosas de la física manifestación
de lo que habrá de verse con los ojos
y llorarse o discernirse es Lamed
y es acción, Mano, experiencia sensorial
del universo, y antes de cortarse el pelo
para avanzar, Niño del Libro,
como infante hacia una adultez maravillosa
y digna del afeite de la barba y el casamiento
y los gozos, hay que recoger ramas
y encender un fuego,
porque hay una Llama Eterna
y la designaré Ner Tamid
y en el Libro de Vida,
a la luz de la Gran Hoguera,
hay otro secreto, escondido en el fuego.

Alumnos, mientras crucen los ríos
por sumideros de aguas amargas,
por orillas de tierra seca
o por fondaderos de mala plaga,
no olviden que también hay las fuentes
con aguas cristalinas
y Torat Jaim, libro de vida y alegría.

Todavía son mis niños en el camino
que les llevará a la experiencia de Existencia.
Mas no son autosuficientes. Esa es la esencia
de la mano que tiene su porción de lo sensible,
pero no todas las partes, no la unidad.
Esa es la mano que se lleva
a los ojos y se limpia las lágrimas,
esa es la mano pequeña e inexperta
que no aprende aún a palpar
toda la energía espiritual que puede entrar
al mundo en el trigésimo tercer día.
Sólo se es adulto en el tercio final
de la Cuenta de Omer...

Aprendices de la Anarquía, anuladores
del poder coercitivo del dolor sobre sus vidas,
lo que se da tras el latido de lo ingrato:
Etz Jaim Hi, es un árbol de la vida.
Es Lag Baomer que entra al Shavuot
y limpia las plagas y el duelo de los 33 días.

Han sido 24,000 los muertos,
todos ellos mis discípulos, todos ellos
quienes vieron la Destrucción del Templo
entre Pesaj y Shavuot,
durante el período de Omer.

Pero, buenas nuevas... reciban el upshurn.
Corten su pelo por primera vez.
Entremos a Lag Baomer,
ya que Lamed sonríe y Guimel también.
Hay que activar el fuego,
la hoguera para Lag Baomer.

La enseñanza oculta espera:
Kabalat Torat Hanistar
– el día de la Presencia,
el día del fuego de Shejiná
Quien quita el luto, la plaga, la dispersión
y nos hace adultos en los ríos y cruces
de la vida. La Unidad.

23-06-1981 /
Carlos López Dzur / Carlos López Dzur / Miembro de Poetas del Mundo

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Javier Aparicio Maydeu (España)
El maestro olvidado


La magia de Cortázar tal vez hizo que muchos de los lectores de su Rayuela tuviesen por fruto de la ficción, a la manera borgesiana, a ese escritor, Juan Filloy, que el autor argentino cita con devoción en su novela. No se trata, sin embargo, de un escritor inventado por otro, ni de un personaje de novela que se asoma a la realidad escribiendo novelas, ni siquiera se trata de un heterónimo de Borges. Filloy, lo sabemos ahora de la mano de la reedición de Siruela y del prólogo de Mempo Giardinelli, sí fue en cambio un escritor de carne y hueso que devino tan secreto, tan abstruso, tan enigmático y hasta tal punto recluido por la artificiosa realidad de su ficción y por su lenguaje omnímodo, que su vida real vino a convertirse en biografía literaria, y el hombre mudó en asombroso personaje de novela.

De bíblica longevidad, en sus 106 años. Filloy cultivó todos los géneros, incluso los que él mismo hubo de inventarse, coleccionó palíndromos como un naturalista, leyó con placer a autores tan remotos como él -uno de ellos, el catalán Raimon Casellas-, dibujó caricaturas, desplegó el diccionario entero en sus libros («cascarudo, tincazo, macana, churque»), acuñó los vocablos que necesitaba y no existían y decidió que todas sus obras se titulasen con siete únicas letras, como en un ejercicio del Oulipo avant la lettre.

En realidad, Caterva (1937), la novela de los clochards que tanto impresionó a Cortázar, trufada de lúcidas lecturas de la vida y de sentencias sabias («la verdad está articulada por mil mentiras menores. Por eso es venenos», página 349), le da la mano a la vanguardia literaria más virulenta, aquella que sacude y estimula el lenguaje hasta que no hay más protagonista en el texto que el lenguaje mismo, como hiciera Joyce una década antes y harán más tarde Gadda -viene a menudo a la memoria El zafarrancho aquel de Vía Merulana leyendo las páginas de Caterva, Lezama o Perec. Filloy, que es de la broma tanto como el creador del Ulises, experimenta con el lenguaje y disfruta haciéndolo, se harta de parodias (la de la nana, en la página 17, no tiene desperdicio), creacionismos e ironías descarnadas, escribe de forma multilingüe, juega con las jergas y el habla oral, y le acaba brindando al lector una crónica cómica de la vida trágica de los vagabundos urbanos, las «linyeras», vestigios humanos en un mundo moderno tiranizado por la máquina (dialéctica, por cierto, muy propia de la vanguardia histórica, cuya impronta es palmaria en esta novela frenética y descabellada, pero eminente). Sabio, impúdico y paródico hasta el extremo, Filloy se puso el mundo por montera y, como Henry Roth, como Céline, como Bernhard o Pavese, ante la tentación de escribir para inventarse vidas, prefirió que su vida no fuera otra cosa que escribir.

De El País.com

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Adriano Corrales Arias (Costa Rica)
Carta a la esposa

hablame como siempre / decí
que me querés / ¿soy en tu vida
remordimiento?: Juan Gelman

Estoy sentadito en un banco de niebla
pensándote conversándote extraviado
conversándome pensándome cautivo
separado de vos por la lluvia
el enjambre de cipreses
la punzada de la tarde

aquí reinventándome la fantasmagoría de las palabras
la magia del trance vértebra tras vértebra
en la piel de la herida perpetua la posibilidad del vuelo
pajarito / machete
que volás con mi muerte alrededor de la mesa
al acorde de las horas

intento un gesto para tu cabello de lentejuelas
rostro de cristal azul
para tu voz adormecida en el teléfono
intento un desabroche del duelo en la cintura de tus ángeles
espuelita de mango en la noche de gangoche
para patrullar mis cementerios

intento pero retrocedo intento en el mangle de tu deseo
litoral encrespado por el temporal de tu vientre
ola que rueda y muere y rueda por todo el universo
espera la luz del encuentro en el fragor de los cuerpos
dentro de tu sexo de astros empapado por la semilla de polvo
la nieve amarilla del tiempo

retrocedo pero intento retrocedo cisne calcinado en los abetos
canto de rosario de reyes destronados estrella del sur palma venus
cascada de más estrellas astros estrellas que persigo
para descubrir nuestro pesebre sin mulas ni bueyes sino musgo hierba seca
ciudad fragmentada de los diciembres

rehuyo entonces pero peleo rehuyo
empapelo las paredes con estos ideogramas
parpadeos gritos contraespalda caballo desbocado
en tu falda salto lanza salto
caigo
viacrucis de luciérnagas vasos botellas velas apagándose
cristus rotos
vírgenes guardadas en anaqueles con azafrán de medianoche
olor a azufre sudor hierbabuena pasos en la otra habitación de arena
golpeo finta golpeo finta
paredes de humo
puertas de avena
golpea bajo golpean arriba golpeamos en el centro
sombras en la caverna me llevan
caigo
caigo
caigo
caído
mi descanso es una camilla sin descanso una camilla de niebla
no descanso los miércoles ni los sábados
tu santo es mi santo grial mirasol en el portal en el oratorio
en el altar de flores papel crepé con su mantelito de gamuza
mirame como rezo en tus rodillas me poso nuevamente en tus pechos
beso tus manos tus ventanas tus pies beso todo tu cuerpo
lo beso en la noche del milagro
paseo por tu jardín de alucinaciones con riesgo me incendio
paseo pero el milagro no sucede
sucedo fuego transparente interno externo
no me digás que sos arrepentimiento

decíme que me querés pero no en tus secretos
en tus viajes de notas muertas en tus cadáveres
no por teléfono decíme que me querés
como en aquél pueblo donde ahora dibujo incinero manoteo
detallo una vez más tus pechos tus volteretas en la almohada del silencio
para no despertar a la niña que llevabas por dentro
dormida a nuestro lado
decímelo suavemente ¿tenés remordimiento?
para ser como soy palabra de mis palabras
aguacero del recuerdo pasadizo de lo venidero
fantasma de tus desvelos ¿no me lo decís?

por construirme un hogar de palo en la selva de mis quimeras
un tálamo de viento en los devaneos del verso
almohadones de chocolate sábanas de menta
con tu nena en el escaparate o en la mesa del domingo
con mi desayuno a cuestas ¿no me lo decís?

no me digás qué somos: ¿remordimiento?
sino qué seremos en esta avenida de ausencias
palomita de mi tristeza más oblicua
aguatera de mis fiestas de ceniza
qué seremos si esto somos: remordido remordimiento
abríme con tus decires para poder contarte mis insomnios
caminatas por la hierba
ronda en la madrugada de tus ecos
abríme con tu abrealmas para contarte más de cerca
cómo me caigo por dentro y peleo intento rehuyo peleo

pellizcando las noches para no recibir más que miradas
soliloquios de mi sangre donde me vierto
cerrame pues para no abrirte mis senderos de incienso
alumbrados apenas por tus ojos tus dedos de lucero
cerrame partera del barro poneme unos barrotes

pero decíme cómo seremos
si no me decís que me querés qué soy en tu vida
¿algo más que remordimiento? ¿algo más?

cerrame pues como la madrugada que gotea golpea
se planta en mi acecho por los pasillos de las serpientes
cerrame / abríme - abríme / cerrame
curame con tus hierbas poné tu imagen sagrada al sol a orar por nosotros
por nuestros pecados nuestras dudas nuestras deudas
abríme / cerrame - cerrame / abríme
para que navegués mis páginas retrocesos en letras negras
perfumes malogrados café que no se asienta
vení a esta hoguera de febrero vení tomá mis manos maestrita
consolame con el desconsuelo que no consuela
saboreá estas lágrimas cuchillos apagados en la distancia
apagame / encendeme / apagame / encendeme
decíme que no me querés que me querés que no
que yo soy otro el otro
alguien que imagina tu vuelo los martes o los jueves
tus figurillas de arcilla en la casa sin paredes
las cariátides del último pabellón que no conoceremos
el piso de candela la escalera en flor el cielo en duermevela
decíme con tus dedos de agua apagame en este incendio oceánico
apagame o encendeme o apagame con tus guerreros del viento
pero decíme si hemos sido somos seremos arrepentimiento
con tus manos tus sueños con tus cantos tus anzuelos
porque me ahogo me esfumo porque me quemo
decíme

Del libro Profesión u Oficio, Ediciones Andrómeda, 2002,
de Adriano Corrales Arias: nacido en Costa Rica, en 1958.

[Adriano Corrales (nacido en San Carlos, 1958) es poeta, ensayista y narrador. Ha publicado Tranvía Negro (poesía, Editores alambique, 1995, Ediciones Perro Azul 2001), La suerte del Andariego (poesía, Ediciones Perro Azul, 1999), Los ojos del antifaz (novela, Ediciones Perro Azul 1999, Ediciones Piel de Leopardo, Buenos Aires, Argentina, 2002), Poesía de fin de siglo Nicaragua- Costa Rica (Compilación, Ediciones Perro Azul, 2001), Hacha encendida (poesía, Revista Fronteras, 2000, Ediciones El pez soluble, Caracas, Venezuela, 2002), Profesión u Oficio (Poesía, Ediciones Andrómeda 2002), Caza del poeta (Poesía, Ediciones Andrómeda, 2004), Balalaika en clave de son (novela, Editorial Costa Rica, 2005). Es profesor e investigador del Instituto Tecnológico de Costa Rica y dirige la revista cultural Fronteras. Ha sido organizador de múltiples encuentros de escritores y poetas a nivel nacional y centroamericano y ha participado en diversos encuentros y festivales, entre ellos el XII Festival Internacional de Poesía de Medellín.
Blog]

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Carlos Adalberto Fernández (Argentina)
Como los panes


En Buenos Aires vas al muere. Pero no es una ley. Hay quién gana, o al menos sale hecho. Sí, claro que cuesta, pero a veces la suerte ayuda. Mirá Nicolás y la Elvira, quién diría, pendejos, inocentes, tozudos. El, fantaseando con el mundo del tango, de los guapos, no sabía más que pasodoble, todo lo demás de oídas y en la radio. Pero se vino a Buenos Aires «a hacerse un nombre», volver triunfador a Tapalqué y morir en la casa familiar, que la aventura era sólo para ganarse un respeto que en pueblo no le daban. Sin estudios, ni plata, consiguió que un gallego lo dejara dormir en la panadería, al lado del horno, en un catre que ni para arqueólogo. También podía consumir pan y facturas. A cambio de esobajar las bolsas de harina, llevar los canastos, limpiar y hacer de sereno nocturno. Pero tenía libre jueves y domingo, por la tarde: igual que las siervas. Claro, qué planes te quedan el día libre. Pasarla bien, olvidarse del futuro, de que en una horas vuelta a la noria. Buscar ruido, risas, un levante al paso, lo que sea.

Así conoció a Elvira. En el Parque Retiro, a la entrada de los Autitos Chocadores. Tuvo que soportar a la amiga toda la noche -excepto el Tren Fantasma, dos vueltas— y acompañarlas al andén del Mitre. Pero quedaron en verse el próximo domingo.

Esta vez lo llevó al Juancho, medio oficial panadero, que abandonó su mirada de Cristo en el Calvario al ver a la acompañante de Elvira, una nueva. Al segundo juego se separaron, para encontrarse en el andén.

—Agradeceme, te saco el lastre. Pero mojá, pibe, no pierdas el tiempo. ¿O a qué venimos al Parque, a los jueguitos? Resultado: Nicolás franeleando frenéticamente en un asiento de un vacío vagón del ultimo tren de la noche, mientras Juancho y la amiga fumaban relajadamente en el andén.

—No. No mojé. Pero quedamos en vernos el domingo. A solas. Vamos al cine.

—Qué casualidad, nosotros nos vamos a un telo, las funciones que aguante. Para la próxima decile a tu Elvira que traiga acompañante, otra; ésta ya se me gasta.

El domingo... Si. Hicieron el amor, detrás del horno, sobre unas bolsas de harina. «El milagro de los panes», decía Elvira, que ya había decidido que éste fuera el acto inaugural de la fundación de una familia prolífica conducida por un varón de fama entre los guapos de Tapalqué. Porque se dijeron todo, se contaron hasta los miedos, la soledad ciudadana que corroía esperanzas y encerraba al presente con muros de precariedad e incertidumbre. Pero soñar, a su edad, todavía era posible y era creíble la simpatía de la suerte. El futuro era, todavía, de ellos. Por eso cuando, al pasar por el Abasto un guasón se propasó con Elvira y le cuestionó a él su hombría, sin dudar un instante se internó en el mercado, reclamando a los gritos la presencia del ofensor.

Fue una pelea rápida, violenta y final. El nombre de Nicolás Bardales se hizo famoso. Y al poco tiempo Elvira supo de su embarazo.

* * *

—Lo que decía. Con voluntad y algo de suerte los sueños son posibles. ¡No sabés la recepción en Tapalqué! Los aplaudían, les tiraban flores, un triunfo que ni soñado, che. Aún ahora, los domingos, alguna flor le dejan.

—¿Alguna flor?

—En la tumba, digo.

—¿Por qué?¿cómo terminó la pelea?¿lo mató al otro?

—No le duró ni una finta. El Nicolás, digo. Pero cuando él sintió la daga reclamándole la muerte en cada víscera, se le prendió de un mordisco a una oreja. Y así murió, colgando de la oreja de otro que estaba a los alaridos. Un poco ridículo, pero como un guapo.

¿Y Elvira? Fundó una familia, con Nicolasito. Claro que viuda y huérfano tuvieron que volver a Buenos Aires, ella como «Doméstica con hijo. Todo servicio, cama adentro». Cada tanto saca la foto de papá y mamá, tomada uno de esos domingos, en la plaza, coloreada a pincel.

Carlos Adalberto Fernández / En la Voz de la Palabra / EnBellvigraf / Entrevista a Carlos Adalberto Fernández

[Carlos Adalberto Fernández, narrador y poeta argentino. Autor de Mundos orilleros, de malos, malevos y malandras, Consiga Historias del Bajo y otras evocaciones y
otros... Obtuvo un premio en el II Concurso Literario: Pecados Capitales en el «Abasto» (21/09/2005) por el cuento El parrillero. «Descubro en mis cuentos dos líneas: los códigos orilleros de Borges y algunos tangos y las atmósferas como la del cuento que se publica, que no sé de donde vienen». De su experiencia de lectura formativa, dice: «Siempre leí. Antes de terminar primero inferior leía a mi madre libros de la biblioteca familiar: Azabache, La cabaña del tío Tom, Los tres mosqueteros… En mi adolescencia opiné, discutí, escribí, como tantos invasores de la Avenida Corrientes de los 60´. Claro, Sartre, Camus, Schopenhauer me cambiaron el punto de mira literario. Y luego la necesidad de ubicarme en el mundo (yo, mi pasado, mi gente) me llevaron por otros rumbos»].

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Milagros Hernández Chiliberti (Venezuela)
Sobaré las heridas de tu costado izquierdo


El ruido acumulado en el silencio
es implacable regicida
del ardoroso amor
que se va tornando ajeno,
para armar el patético escenario
de dos desventurados.

Se nos han adormecido los motivos
para acariciarnos
con palabras sin texto.
Se nos extraviaron las formas
de la ilusión
con mordiscos de fresa.
Se nos han desteñido los colores
del retozo
con piernas enlazadas.

En tus sonidos ya no encuentro,
la cristalina carcajada
de saberte mi dueño.
En tu mirada se perdió el paisaje
del oleaje conjugando
nuestros vientres mojados.

Sin embargo
se resisten a morir las fragancias
ya olfateadas en el camino mutuo,
pululantes en la médula
de la reflexión retrospectiva.

Una de estas tardes,
una noche silente
o un raudo amanecer,
me fingiré chiflada,
me creeré en el albor
de nuestro lecho;
cruzaré tus linderos;
me atreveré a abrazarte,
con el miedo callado
pero la piel gritando;
disculparé tus culpas,
suspiraré en tu pecho,
sobaré las heridas
de tu costado izquierdo
y olfatearé tu amor
sin reclamos, sin dudas.

©SorGalim / Milagros Hernández Chiliberti
Ingeniera de Sueños


[Milagros Hernández Chiliberti nació un 16 de marzo en Altagracia de Orituco, población llanera del Estado Guárico-Venezuela, a los pies del majestuoso y natural pulmón de la Cordillera de la Costa, hija del noble pintor y poeta Miguel Hernández y de la distinguida dama Susana Chiliberti, fundadores de una virtuosa familia de artistas... A los veinte años de edad obtuvo el título de Profesora en Lenguaje y Literatura, posteriormente se especializó en Dialectología de la Lengua Española, hizo una maestría en Gerencia de Sistemas Educativos y estudios doctorados en Lingüística. Sin embargo, afirma que su mejor título es el de madre y sus mayores logros son sus hijos, Francisco Javier y Daniel Vicente... Actualmente se desempeña como Profesora en la Universidad Simón Rodríguez y en la Universidad Nacional Experimental Libertador.

Es Presidenta de la Sociedad Venezolana de Arte SVA, Cónsul de Poetas del Mundo en el Estado Guárico de Venezuela, Embajadora de la Paz en Venezuela del Círculo Universal de Embajadores de la Paz de Ginebra – Suiza, y
Presidente Ejecutiva Colegiada de la Unión Hispanoamericana de Escritores (UHE): Autora de aproximadamente 500 poemas, 60 ensayos, 4 novelas y 8 textos educativos, en su mayor parte inéditos, algunos editados parcial o totalmente, con reproducción limitada al ámbito interno escolar con intenciones didácticas y sin fines de lucro].
Blog / En UHE

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Oscar Portela (Argentina)
Nerón habla


Travestido, con el pálido rostro
oculto por velos y afeites de tristes prostitutas
vistiendo ricas túnicas y ajorcas Nerón camina
por los lúgubres pasadizos ocultos de la fastuosa Roma:
busca los lúbricos placeres con que olvidar el mundo
de marionetas que rodean su corazón cansado de la miseria
y la locura del poder que lo rodea. Camina en busca del olvido
de la traición rapaz y del ludibrio de la codicia oculta en los pasillos
del palacio. Madre y esposa, generales venales, senadores representando
la comedia de los repúblicos honestos que solo viven para aumentar
caudales mientras Roma hiede de pobreza, prostitución y muerte.
Mientras se desliza en la penumbra de callejas inmundas
sabe que también el se irá como los sueños de los gramáticos
griegos y nada quedará de ese mundo sino el vacio en que se hunde
la historia toda. ¿A que ser sabio y estratega triunfal de tanta
corrupción y la senilidad de senadores jóvenes que juran amor
al incorrupto imperio? Conspiradores de una fatalidad que acepta
su alma frágil llena de hiel y de venganza? Sabe el Emperador
que está solísimo desde que lo abandonó Petronio. Entonces,
en mitad de la noche, el hijo de los Dioses jura que Roma, indigna,
arderá entre las llamas. No hay victorias ni derrotas para quien
ama a los aedas, solo sombras y un destino supliciado por aquel
a quien se prometió paraísos y solo sal se puso en su camino y
luego el viento cual cómplice y augur se lleva nieblas y cenizas.
Canta Nerón: el sabe que lo fatal espera y así será en toda época.
Los hijos de los Dioses y todos los imperios caerán en olvido y una
sonrisa cruza su falso rostro de Dios y de profeta.

Universo de Oscar Portela / Páginas de Oscar Portela

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Miguel Angel Morelli (Argentina)
pensar el ser, nombrar lo sagrado


más allá de estos cielos despiadados por encima de sus huecos y sus dioses
otros mundos nos esperan para ser:
como mudos testigos de viejos naufragios
aguardan un pensamiento que los roce
la boca que les preste sus palabras el ojo que los descubra como soles nuevos
como estrellas que jamás han existido

y sé, también, que dentro de estas cuatro paredes que levanta la locura
hundidos y expectantes ocultos en sus propias naderías
otros mundos nos revelan lo sensible y luego huyen, se evapora
eluden la luz cada que el verbo los atrapa cuando la efímera razón lo toca

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(aquel que cuando nombra no necesita palabras de este mundo)

aquel que cuando nombra no necesita palabras de este mundo
porque su eternidad es apenas un instante de puro presente
y sin dolor prescinde del pasado o del futuro

aquel cuyas razones jamás comprenderemos
porque nuestra propia razón es apenas un fragmento de la suya

aquel que en su silencio nos llama y en su vigilia nos sueña
y se desvanece en el aire cuando llega la mañana

<><>

a esta hora y en algún lugar del mundo

a esta hora y en algún lugar del mundo
un hombre triste velará su propia sombra

en oscuros trenes que llevan al infierno
se le habrán ido los ojos y la boca

a esta hora y en algún rincón del mundo
alguien que lleva mi nombre me estará pensando

Blog personal de Miguel Morelli


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Fanny Jaretón (Argentina)
Detrás de estos ojos


Una gata que soñó ser Cleopatra
engarzada en la piedra del Misterio.
Una ecuación perfecta
entre tu ardor y mi hambre.
Un tropezón que cualquiera da
estremecido en la fiebre del otro
el desboque del otro
la irracionalidad en el espejismo del temblor.
Detrás de estos ojos que no te quieren ver
se eleva el polvo de la infancia que envuelve
a la caprichosa gemidora, en el pedido incestuoso:
<>
Miedos y deseos rompiendo el muro de los ojos
que no son los míos ni los tuyos;
porosos que confluyen en la visión imaginaria:
Ojos de ternura que dar, ojos mordiéndonos la piel
lamiendo piadosos la soledad, ojos malditos que apuñalan
al gemido para matar todo síntoma de placer y dolor
tras el dolor del placer, ojos sedientos de lujuria
saciados con el vino de tu boca; resueltos
que se abisman a saltar y a meterse en el centro del centro
de tu llama, como una hipnosis en ese estado de dirección:
Eres mío, eres mío.
Ojos de Viernes, santificando la paz que nos llegará
cuando todo lo demás se haga olvido.
Ojos tartamudos sin poder nombrarte completo
porque la luz donde ese hombre que sos, está
me lleva al hormigueo de la sangre, a la expulsión
del espíritu del pájaro, al miedo de desear lo que no pueda tener
cada noche consecuente con mi incontinencia de vos.
Ojos atados al capricho tuyo,
a lo que me pidas sin pertenecerme, al nicho del silencio,
al bosque cuando el lobo está y sin embargo no está.
Ojos desdoblados en la borra del café que quieren adivinarte
en lo oscuro, en la obsidiana, en la ronda de la locura.
Ojos sonambulistas que van derecho hacia vos precipitándose.
Ojos cohibidos de derecha a izquierda, porque al revés se animan a todo,
al idioma sagrado, el de lo oculto; por pertenecernos.
Ojos de sernos en el cepo del para siempre sin que nadie lo sepa
aunque todos lo sepan porque no se puede ocultar lo que Es.
Ojos de amor, devanándose en la hebra del amor,
zarpa y celo rompiendo el deslumbramiento
penetrándonos en el grito abrasador
con la intempestuosa voz decisiva.

El humanismo erótico de FGJ / Alas para volar / Los ángulos de la locura

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David Antonio Sorbille (Argentina)
La honestidad del poeta


Para los que creemos que la poesía es una manifestación libre de nuestra voluntad creadora, entendemos que el compromiso esta determinado por la honestidad del poeta. Al respecto, René Menard decía: «Quédate solo y desnudo frente a tu poema si no quieres vestirlo de cenizas o perderlo en el rumor».

Por eso, la temática poética no implica una estética o una definición genérica, que se anteponga al compromiso esencial con la poesía.

Es así, como desde esta perspectiva, el poeta encuentra su autenticidad, en la lealtad a ese principio por el cual siente en su propia piel, la calidad de un esfuerzo que lo enaltece.

El pensamiento abstracto no existe frente a la necesidad, y solo el interés determinado por una acción espontánea, es la función finalista del espíritu.

La realidad es vulgar, y por lo tanto, el acto creador debe proceder a poetizarla, a darle la necesaria expresividad.

«La vida -decía César Vallejo- es una cosa. El arte es otra cosa aunque se mueve dentro de la vida. Y la simulación del arte no es arte ni es vida. Los seres ordinarios y normales viven en la vida. Los artistas viven en el arte. Los falsos artistas o seres artificiales no viven en la vida ni en el arte».

En este contexto, estimo que debe encararse la actividad del poeta, sin desconocer que la palabra continúa siendo un instrumento que guarda para sí, el íntimo valor del misterio. La poesía, al fin y al cabo, es el puente en donde las voces creadoras de la humanidad, producen el mayor de los designios en el devenir de nuestros espíritus solidarios.

[David Antonio Sorbille: Escritor argentino nacido el 10 de febrero de 1950, en la Capital Federal, donde reside. Fue cronista literario del periódico El Pueblo. Sus poemas, cuentos y ensayos, fueron publicados en diversos medios culturales nacionales e internacionales. Obtuvo el 2° Premio de Poesía por su poema A los Viejos Inmigrantes en el Primer Concurso de Cuento y Poesía «Monte Castro» y el Primer Premio por su poema A Juan Gelman en la Antología Poética Libre (Ed. 3+1). En el 2001 publicó su segundo libro de poemas Los senderos del alma y Los muros herméticos y otros relatos (Ed. 3+1). En el 2007 escribe las novelas La Memoria del Olvido y El Oficio del Tiempo, y coparticipa en el ensayo La Guerra Olvidada. En el 2009 publica “Semblanzas Recobradas” (ensayos y poesías – Ediciones AqL) y en 2010 Los lugares comunes y otros relatos (Ediciones Aql).
Ver más].

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Carlos López Dzur / Miembro de Poetas del Mundo

Long-Ohni (Argentina)
Soneto de la despedida


¿Acaso hay un destino mejor que mis dos brazos?
¿Un futuro más alto que mi ambición de rosas?
Descuida. El alma enciende el sueño en que reposas
y hace hoguera de olvido con todos los fracasos.

Se ve ya el lacerante fulgor de los ocasos
ardido el sol y mustia la hilada de las cosas
que en la hacina del tiempo fue huerto y mariposas
devenidas memoria, fragmentos en cedazos.

Hoy que ya atardecida despierta la alabanza
y ominosa es la noche que el céfiro sentencia
es bueno apacentarse con hierba más benigna

pues poca vida queda de disfrute y bonanza
de pan tibio en la mesa, de amor y complacencia
para que al despedirse no haya lágrima indigna.

Long Ohni / Blog

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Por si fuera posible

Quedan las cicatrices
pero una voz ampara
a los que están desiertos
y resuena el silencio de todo lo perfecto.

En el tiempo del agua y de la tierra,
de los dorados frutos y los huertos
eras el jardinero bendecido

por el soplo de luz y las estrellas
consteladas en torno a tu armonía
fraguaban tu corazón con pulso cierto.

La sangre no era entonces sino vino festivo,
alegre compañero de la poma
que pendía madura con su misterio adentro.

Ahora que canalgan sobre el barro
los hijos de los hijos, y nosotros,
desertores del siglo que nos lleva,
tentamos en la sombra la luz de la palabra
que se ha llevado Eros en su carcaj de plata,
ahora que en Olimpia y en Megara
queda el eco del mármol silenciado,
nosotros, los huídos, reiteramos el beso,
el pálpito, el abrazo, la memoria
del hombre antes del hombre, ya concluso
por si fuera posible renacernos.

Long Ohni / En Adamar / Traducciones de algunos de sus poemas al alemán

[Silvia Long-Ohni, poeta, traductora y crítica de arte argentina, residente en Buenos Aires, ha sido colaboradora permanente [1967-70] en la revista Inédito, dirigida por Mario Monteverde; asistente - ayudante [1974-80] en el Taller Literario de Syria Poletti, también asistente [1998-99] y Secretaria Académica [1999-2001] en el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, Secretaría de Cultura de la Nación. Entre sus publicaciones se cuentan Tiempo y Lugar [1981], en la Revista mensual de la U.C.A.L.P.; obra poética publicada en la revista web ADAMAR [Madrid], dirigida por Dolores Escudero y Antonio Mengs. Su novela El Árbol de las Flores Amarillas ha sido publicada en formatos impreso y virtual en Palma de Mallorca, Gran Canaria [España, 2003]; y ha sido puesta en escena en adaptación teatral, dirigida por Sergio Aguirre y Manola Nifosí, julio de 2003, en el Centro Iniziative Teatrali de Firenze, en versión italiana. Pertenece a la organización
Poetas del mundo].

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Máximo Simpson
La bala perdida


Vibra en la contingencia,
y es casual, improbable,
aleatoria, fortuita.

Nadie sabe su origen,
la fuente o arrebato que la impulsa;
acaecer absoluto,
triunfo y esplendor de lo instantáneo,
una bala perdida atraviesa los jardines,
destroza las ventanas, desbarata la siesta,
los gestos, las conversaciones.

Aunque es favorita del azar,
y ambiguo su destino,
ha elegido su meta,
y sin ira, sin odio, sin amor, sin tristeza,
llega certeramente al corazón.

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Alexander Vórtice (España)
Pavor permanente


Menéame los sesos con tu baile de simulación.
Soy el que soy porque tú lo hiciste bien:
agarraste mis ojos con la navaja del abandono
y mi ego se convirtió en orgullo y decencia.
Sin miedo alzo mi brazo y rozo el cielo
azul-eternal, solicito a Dios
un minuto más de vida para sacar mis armas
y volarle la cabeza a la injusticia del día a día,
al político que me mintió
por unas horas más de poder.

Menéame el cuerpo herido de insenciridades
y yo agarraré tu miedo y lo convertiré
y en pavor permanente.

Alexander Vórtice / La Coctelera

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Ana Lucía Montoya Rendón (Colombia)
En un futuro


Y entonces qué
qué del entorno gris y del dolor
qué de las uñas surqueras
qué de los campos de trigales del futuro
qué del pan amasado con furia
qué del abrazo que nunca llega al desvalido.

Luenga cabellera cubre mi pecho
pezones duros
lactan al hambriento
-lujurioso mundo-
erectos escriben retazos de la Historia
en muros de deseos y de náuseas.

Entender las marcas de los tiempos
comprender el origen...
pero para qué si no habrá eco
no habrá quién escuche este lamento.
Oídos sordos,
mentes dormidas
pies clavados en cruces indiferentes
aleteos vanos de palabras raídas,
poses académicas sobradas,
desperdicios de arrogancia pútrida
le dan melo al desdentado.

Debatirse entre amor, responsabilidad y orden
reptar subterráneo entre las normas
metas babosas puritanas
tiras de sudorosa carne enloquecen de ansiedades.
Especímenes con cerebros desecados,
cráneos que sirven solo de floreros
ramo de ideas planas, enjutas.
Hiedras aferradas a la piel maman la pingüe cordura
migas de una sociedad sumisa.
Pregonero tembo empeñado en aullar, les habla,
y genuflexos creen que les habló el Divino Esperado

Desde la cúpula
diestras y siniestras se mofan de la tropa
les marcan el eterno compás idiotizante
con sus líneas marciales avanzan por todos los flancos
anunciando posesion sobre la razón de esos mansos mensos.

Maestros de chusma acéfala
cabezas empacadas en bolsas de celofán,
fardo negro como negro el evangelio
¿La Buena Nueva de una raza prematura
gatea entre las sombras?
¿Vendrá con las testas exprimidas?
Jugo amargo que de todas ellas fluirá
para rociar con ese líquido nuevos jardines del ensueño
donde quizás los girasoles no giren,
solo asciendan a buscar el cielo
mientras el infierno los apuntala con ahínco.
Medrosa víctima
girará vertiginosa y perdida,
hija de apáticos parásitos.

Ufana se tongonea la Vida
pasa revista, toma nota,
registra la buena cosecha,
suficiente recolecta mal usada,
porque con mendrugos alimentan a la fatigada turba,
aquélla que de tanto ayunar olvidó el estómago,
en cuyo abdomen palpita la esperanza
y en su pecho abierto se digieren sentimientos.
Allí, en esas cavidades viscerales
donde crece frondosa la rabia
como cáncer mestastásico
por no poder ser, hacer, sentir y presentir
allí se genera la raza del futuro.

¡Qué bella es la inocencia del soñar despierto!

08/08/2009 / Ana Lucía Montoya Rendón

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Liliana Varela (Argentina)
Carta al alma de un amigo


Deja que digan los necios
que el perro no tiene alma;
¡Qué puede saber el humano
que destruye lo que ama!

Deja que piensen que fuiste
un instrumento de diversión,
un juguete para un niño,
un arlequín ante el dolor.

Que crean que loca , exagero
porque lloro tu partida,
porque aún guardo tus recuerdos
enlazados a mi vida.

Que te entilden cualidades
como la bella amistad,
y que a la vez te nieguen
una mísera humanidad.

¿por qué un asesino tiene
derecho a un más allá
y tu derecho prohiben
aunque no tengas maldad?

¿por qué no pensar siquiera,
que tuviste un corazón?
un alma que contuviera
todo aquel inmenso amor.

Deja que piensen lo que deseen.
Deja que subestimen mi pesar,
porque sé que en un día
no muy lejano,
te encontraré en el más allá.

Y aquel día ya no importará
lo que digan,
seré feliz a tu lado: lo sé.
seas mascota, amigo o enigma
sé que por y al fin: te tendré.

Liliana Varela / Entrevista / Otros poemas en Cirandas de Letras / Blog de Liliana Varela

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Lamento existencial

Es ante tí cuando doy tumbos. Reniego
este milagro de nacer e invocar en Tu Nombre:
Carlos López Dzur

Débil, insolente, egocéntrico pregunto:
¿por qué me has hecho razón?
porqué has sembrado en el alma
el deseo de ser más, de ser superior
cuando el límite es tu misma existencia.

Me has dado más preguntas que respuestas
me has hecho diferenciar lo salobre de lo dulce
y hoy juzgas mi queja como herejía
sintiendo en el pecho el pecado del enfrentarte.

Para qué la palabra, para qué la compleja
maravilla del cosmos que todo lo abarca
para qué un universo que no sabe de fronteras
si la mirada se acorta en el horizonte.

En Mis Poetas Contemporáneos / Liliana Varela / Libros / Ediciones Muestrarios

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Pedro Du Bois (Brasil)
CONSTRUIR


O telhado impede
a natureza

o piso
concede aos pés
a maciez

as portas, bifurcações
do acaso: entrar
sair
ficar na soleira
voltado ao tempo
original da hora

janelas permitem observar
a rua pelo lado de fora.

Pedro Du Bois, inédito

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REINSTALAR

Reinstalo a vida
e a remeto ao final:
o mágico e o profeta
duelam crenças

a carta marcada
indica a morte
reinventada: vida
na sucessão
da hora
induzida
ao desconhecimento

a vida se distancia
no espaço em acreditar
e descobrir do truque
a artimanha: desvanecer
em barulhos diários de antigas
reconstruções.

Pedro Du Bois, inédito / Pedro Du Bois: Blog / Literatura sin fronteras

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María del Pilar Martínez Nandin (México)
Estrellas sin cielo


Cayó su luz a las profundidades,
Algo se quebró y la tierra fue su abrigo,
Quedaron acomodados en su entraña…
Pero solo la mina fue testigo.

Agosto cinco… se vistió de negro
En el desierto de Atacama…
Y lo que era una tragedia…
Cambio de muerte a… Esperanza

Treinta y tres caracteres afloraron
Y el pozo hablo por los mineros,
En la noche oscura de la tierra
Estaban intactas las sonrisas.

Treinta y tres velas encendidas
Jugaban a no apagarse en la desdicha,
Corazones y mentes alejaron los miedos
Se abrazaron… pensando en sus familias.

Conocieron el cielo y el infierno,
No se dejaron arrastrar por el abismo
Fijaron en lo alto su esperanza…
Y fue Dios su aliado y su camino.

Añoraron el viento, el sol, la luz,
Su antigua realidad, su cuento de hadas…
Animaba a sus almas a seguir,
Alumbrando esa noche eterna… helada.

Afuera la oración de los amados,
Un mundo que contempla la tragedia,
Un gobierno preocupado y ocupado
En sacar con vida a sus estrellas.

¡Que admirable corazón cuando el amor lo llena!
Y se vuelve al caído, al hermano,
No escatima esfuerzos ni recursos
Y unido a la pena…da la mano.

Setenta días de angustia…
Setenta días de prueba…
Adentro ya no hay salidas,
Afuera construyen puertas.

Adentro todos se apoyan,
Afuera todos trabajan…
Cuando la cabeza piensa,
Cuando las manos actúan,
El universo conspira…
Se empieza a forjar la hazaña.

¡OH! Chile como te admiro,
Franja pequeña en el mapa…
Aumentan tus dimensiones,
Cuando la vida defiendes,
Cuando a tus héroes rescatas.

Que gran lección para el mundo,
Buen presidente Piñera,
Olvidaste jerarquías…
Y fuiste a romper la piedra.

Acampaste en el desierto
Para abrazar tus mineros,
Las lágrimas y tu gozo
Son el gozo de tu pueblo.

Que gran trabajo chilenos,
Un doce de octubre…
Descubrieron nuestra América,
Hoy este doce de octubre,
Ustedes tienen la gloria…
Con su odisea chilena,
Humanizaron la historia…

María del Pilar Martínez Nandin
Correo mar_nandin@hotmail.com


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Alejandro Drewes (Argentina)
NADA

para andar esta jornada
sin errar Jorge Manrique

Y las rotas entrañas
y el viento que sopl
en plena cacería

Las palabras se han dicho
para siempre
a salvo han de quedar
del olvido y la cizaña

No son para idiotas
ni lectores de domingo
ni para el ocio insolente
son. Digo: qué sabe nadie

de los ojos que recorran
mi epitafio. De los árboles
a cuya sombra el cuerpo
ha reposado. De soledades

hablaba, del silencio
que cruza de nieve los campos
del poema. De una puerta
brutalmente clausurada.

De aquel tiempo irreparable
y los restos de la fiesta
de los otros. De los ojos tuyos
amada, temblor y silencio.

Y al fin deste viaje llegar
apenas a esta inmensa Nada.

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Núm. 70 / 69 / 65 / 62