Friday, October 30, 2009

Noviembre 1 / Núm. 45 / Orange County




Contenido 45


Víctor Montero López
La visión de lo humano y el consumo de prensa sensacionalista

Mirna Estrella Pérez
Espurios (poema)

Dr. Alberto Buela
Algo sobre lo público: Un disenso con Habermas y Arendt

Alberto Martínez Márquez
Pensamientos olvidables
Analfabestias / 1.

Julio Carmona
sn título (poema)

Lúthien Tinúviel
Teorema sin demostrar (poema)

Aurora Sansores
Foro Internacional de Poesía La mujer rota:
La misoginia, odio disfrazado de amor (ensayo)

Carlos Adalberto Fernández
Tócala de nuevo, Sam
Ramona termina mañana
Historias del bajo: Lena (cuentos)

Liliana Valera
Crónicas de la violencia, V

Carlos López Dzur
El no es uno de nosotros
El Relato posmoderno de las Grandes Ilusiones
Aforismos sobre la Amiga Secreta

Fanny G. Jaretón
Tan necesaria
Shem-Yya
Golem

Néstor Barreto
las confesiones de petirrojo capucha

Carlos Barbarito
«Las piezas de tu teatro»

Enlaces / Revistas amigas


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Víctor Montero López (Perú)
La visión de lo humano y el consumo de prensa sensacionalista


Desde la Psicología, se ha develado que la prensa sensacionalista engarza con una cotidianeidad que da sustento a una identidad en construcción que tiene aspectos limitantes y promotores de desarrollo, que se relacionan con motivaciones de afiliación y de logro, donde la autoestima y asertividad se alimentan de logros, reconocimientos, esperanza o desesperanza. Se incentiva una lógica donde para lograr posicionamiento de planteamientos o alternativas o reconocimiento a personas se pasa por una lógica de sistema de estrellas donde los diversos espacios (deportivo, político, científico, etc.) se vuelve espectáculo y en muchos casos se vedetiza. Este discurso nos revela un conjunto de necesidades sociales y motivaciones existentes en la población, que a veces son intuidas por el poder de turno y manipuladas con fines autoritarios; esta prensa se constituye en un canal para la exploración de personas.

* El tema sexual es privilegiado en estos medios, pero no como lo pornográfico o lo erótico, sino como instrumento de consumo, intentando convertir en espectáculo lo cotidiano y los diversos espacios sociales y discursos. Esta prensa intenta canalizar deseos, necesidades y motivaciones de los sectores juveniles que muestra una complejidad a ser profundizada.

- Los contenidos de esta prensa muestran violencia contra la mujer, lo cual es percibido por un muy alto porcentaje del público; sin embargo en algunos casos esta prensa no cuestiona esta violencia antes bien presenta supuestos causales que generaron esta violencia incluyendo el feminicidio.

- Esta prensa canaliza un tipo de comunicación prejuiciosa y a través de emociones inauténticas lo cual revela problemas de habilidades sociales como baja autoestima y poca asertividad, pero sobre todo problemas de motivación de logro y toma de decisiones.

- El lenguaje utilizado por esta prensa es considerado vulgar y jerga por los jóvenes, e incluso un porcentaje de ellos considera que utiliza su mismo lenguaje; sin embargo mucha de esta jerga no es comprendida o es interpretada de diferente forma, lo cual puede indicar afán de estar de moda y en otros casos no comprometerse con ella.

- A través de esta prensa se proyectan una serie de sentimientos y actitudes, las cuales muestran en muchos casos la existencia de una disonancia cognoscitiva entre creencias, conocimientos y comportamientos.

- Hay un alto conocimiento de las historias del mundo del espectáculo entre los jóvenes pese a que se censura este tratamiento en la prensa, pero el consumo de este discurso y personajes es alto, e incluso se da una identificación con personajes promocionados por esta prensa como vedettes y futbolistas, como un sistema de estrellas a través de los cuales un buen sector de la población busca realización pese a que son severamente criticados o calificados incluso considerando a los futbolistas como fracasados, y esto último se liga a problemas de construcción de identidad nacional. Un conjunto de temores están detrás de la censura a personajes como las vedettes y charapas en un sector de la población. Este alto consumo lleva a promover que otros personajes políticos o profesionales entren al mismo, a la vez que estos personajes buscan ingresar a esta lógica como forma de acceder al reconocimiento del público consumidor de medios.

- La realidad es manipulada a diversos niveles en el discurso de esta prensa, pero los consumidores en alto porcentaje se comprometen con esta manipulación y plantean demandas para que esta prensa se pronuncie para aliviar temores, fantasmas, deseos y búsqueda de alternativas a sus diversas problemáticas.

Esta prensa sensacionalista vende evasión, desesperanza y falsa realización. Lejos de ofrecer objetividad para analizar la realidad, se ofrece evasión, formas prejuiciosas y estereotipadas de ver la realidad. La visión de lo humano, de las relaciones, del país, de los personajes, de las personas es sumamente pesimista. Se ofrece compensar la pobreza de habilidades sociales, la incomunicación, la baja autoestima existente en la población peruana con una falsa realización a través del seguimiento de la cotidianeidad de los personajes de la farándula. Igualmente, la pornografía no está asociada a lo sexual, pues lo que hay es un tratamiento de lo erótico en el sentido de consumo de imágenes y formación de un imaginario sobre los personajes de la farándula, tratando de vedettizar incluso a los personajes políticos, intelectuales, etc., y erotizar los diversos espacios públicos y privados, así lo pornográfico se extiende a la presentación morbosa de los accidentes, crímenes, maltratos, líos amorosos asociados a simbiosis destructivas.

Tomado de
Psicología política peruana

[Víctor Eusebio Montero López es un psicólogo. Catedrático Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Investigador desarrollando en la actualidad diversos proyectos incluso uno transcultural con las Universidades de Costa Rica y Cuba. Distinguido por Colegio de Psicólogos del Perú: por su labor profesional, por su labor institucional, por su producción bibliográfica, por sus 25 años de labor. Autor o coautor de 32 libros, 12 spots y 6 videos educativos, Asesor 1 obra de teatro].

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Mirna Estrella Pérez (PR)
Espurios


Amé a hombres sin luz
porque creí ingenuamente que nada podrían quitarme.
Ni el esplendor del escenario
ni la bestia que habita en mi palabra.
Pero pronto me sorprendí de rodillas,
escudriñándoles el sexo,
en un rol totalmente antagónico,
de embrutecida y hambrienta,
sin saber cómo se salva una del mal amor.

Mi padre fue mi primer hombre.

Tengo dolores desconocidos por ti, padre,
dolores de mujer en regla que mancha las sábanas.
Tengo el dolor característico de esas
que son lastimadas en el pecho,
una y otra vez, sin defenderse.

Tú quisiste enseñarme a cerrar los ojos ante todos los golpes,
a creer en el arrepentimiento de quien golpea.
a creer en el arrepentimiento de quien golpea.
Yo elegí otros caminos.

Entonces pretendí envolverme
con aquel repleto de vicios,
salir triunfante.
En el comienzo comió de mi mano la serpiente,
en el comienzo se enredó en mi larga cabellera
e hizo de ella una patria, en el comienzo...
hasta que transmutó, como tú,
todos mis lápices de colores por carboncillos negros,
con los que he de escribir el último mensaje,
el de mi epitafio.

Del libro Manifiesto sobre las tristes

[Mirna Estrella Pérez nació y vive en Puerto Rico desde el 1978. Concluyó sus estudios universitarios en diciembre del 2001 y en junio 2002 se licenció en Artes en Trabajo Social. Más allá de signos biográficos, ella dice de sí misma: «mi mejor libro fue aquel escrito con crayones». Tiene editado el poemario Ecos de Eva, 2005, en Ediciones Atenas, Barcelona, España. Fue mención de honor del VII Certamen de Poesía: 'Pilar Paz Pasamar', de Jerez de la Frontera, España, con su obra Antífona y obtuvo el Accésit en el Ier. Certamen Concursalia de Poesía, ciudad de Barcelona 2007, con el libro: Manifiesto sobre las tristes.]

Mirna Estrella / Blogosfera / En Almiar: Margen Cero /

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Hannah Arendt, filósofa política, creó una obra que trata sobre la la naturaleza del poder, la autoritdad y el totalitarismo, enfocándose en la idea de la libertad como «acción política colectiva entre iguales».

Dr. Alberto Buela (Argentina)
Algo sobre lo público: Un disenso con Habermas y Arendt


En estos días de reposo forzado tuve ocasión de escuchar a la publicitada socióloga de la izquierda progresista, Beatriz Sarlo, chapaleando, más que hablando largo rato sobre lo público desde el poderoso canal 13 de televisión, y como cuando terminó me di cuenta que había quedado en Babia, entonces me dispuse a intentar una brevísima meditación desde la filosofía para ver si se podía decir algo y no más bien nada como hizo la mentada socióloga.

El adjetivo público era uno de los de mayor prestigio en el discurso político romano, su alta valoración se debía a su significado: perteneciente al pueblo, a la cosa pública que se decía res publica. El adjetivo designaba al pueblo como protagonista y destinatario de la actividad política del gobierno en la administración del Estado.

¿BIEN COMUN O BIEN PUBLICO?: Ya desde la época de los griegos y sus grandes maestros de la filosofía se fijó que el objeto formal [1] o específico de la política es el bonum commune- bien común, pero como este concepto siempre estuvo rodeado de un halo de imprecisión y de vaguedad, los filósofos ya desde el medioevo intentaron precisarlo. No es la suma de los bienes de cada uno sino las condiciones para la vida buena del conjunto. En esa época se hablaba de salus populi – salud del pueblo. Este concepto lo va a recoger Hobbes, la Revolución francesa va a hablar de salud pública hasta llegar al último gran politólogo, Julien Freund, quien va a asimilar el bien común al bien público [2].

En una primera aproximación, luego veremos que es incompleta, podemos decir que lo público está constituido por el ámbito de interés compartido de las fuerzas de una sociedad.

A partir de la idea moderna de Estado como entidad neutra surgida ante las guerras de religión (protestantes vs. católicos) nace lo público como contraposición a lo privado. Así la religión deja de ser un asunto público para reservarse al ámbito de lo privado.

La neutralidad ético-política con que buscó determinarse lo público lo caracterizó de forma tal que el ciudadano solo pueda manifestarse como público en lo público. (vgr. No se puede cocinar en una plaza, ni orinar en la vereda).

LA SOCIEDAD ABIERTA Y LO POLITICO: Así el liberalismo limitó lo público a lo político, al Estado, reservando lo privado para la sociedad sobre todo en su ámbito socio económico. Así pensó liberar la sociedad de la tutela política, hablando a través de uno de sus grandes filósofos, K. Popper, de la sociedad abierta.

Pero todo esto ha cambiado radicalmente en este último cuarto de siglo. El desarrollo exponencial de las tecnologías de la comunicación (Internet, tv digital, celulares, monopolios mediáticos, etc.) han logrado publicar lo privado. Hacen público lo privado hasta en sus más íntimos detalles. (vgr. En los reality shows).

Y esta invasión por parte de lo público sobre lo privado se vuelca luego en todos los ámbitos del hacer y del obrar. (vgr. En arquitectura los edificios vidriados, en comunicaciones el sistema echelon, en religión donde los aplausos y gritos en la iglesia reemplazaron a la oración recogida del feligrés).

Allá por los años 80 el filósofo de la democracia discursiva, en criollo conversada, venía a sostener que lo público era ante todo un espacio. Un espacio donde la ciudadanía debate los temas de interés común. Y esta tesis, a las que se le adosó la teoría del consenso, fue adoptada por todas las democracias progresistas de carácter socialdemócrata en el mundo. Lo público dejó de ser una finalidad, en tanto que bien público, para confinarse a parques, plazas y otros espacios de interacción social como espacios públicos.

HABERNAS Y LO PUBLICO: Al reducir lo público a espacio, en primer lugar el ciudadano común – no el ciudadano ilustrado de Habermas- se apropia del espacio, se instala y lo usa para sí, como lo hacen los “trapitos” cuidadores de autos, los vendedores ambulantes, los piqueteros, las ferias y todos los que viven en y de la calle. Y en segundo lugar la diferencia entre lo público y lo privado se torna cada vez más borrosa.

Es que lo público al serle castrado su sentido, su finalidad y ser reducido solo a espacio (el gravísimo error de Habermas) pasó a ser entendido como de nadie y por lo tanto lo puedo tomar. Claro está, esto no pasa en Alemania que son todos ilustrados pero sucede a diario en todo el mundo bolita que es el nuestro.

Lo público debe de ser pensado como función (vgr. La empresa pública, la tierra pública, la televisión pública) no puede ni debe quedar reducido a espacio público donde la práctica deliberativa de la democracia discursiva (sic Habermas) tiene lugar. Esto es una estupidez, un engaña pichanga, un gatopardismo para que todo siga igual.

Si a eso agregamos la nefasta teoría del consenso y la queremos llevar a práctica popular, cuando los pueblos solo se manifiestan, cuando lo hacen, por sí o por no, y los únicos que consensúan son los grupos de intereses o poder, ello da al traste con la democracia directa que el pueblo ejerce de suyo cuando se manifiesta en la acclamatio.

ARENDT Y LO PUBLICO: Existe además otra versión espuria de lo público que es la que da la filósofa Arendt [3] quien va a sostener que lo público es lo que puede ser visto y oído por todos, y que nos atañe a todos en tanto común.

Esto es, mutatis mutandi lo mismo que le sucedió al bello Alcibíades con Platón, cuando queriendo estudiar la esencia del caballo le dijo Maestro yo solo veo el caballo y no la caballidad, a lo que Platón respondió Es que tu tienes ojos del cuerpo te faltan los de la inteligencia.

Así al limitar lo público a lo visto y oído por todos se da un paso más en la bastardización, en el extrañamiento de lo público, pues el mirar y oír carecen de la mediación que supone toda deliberación, por más pavota e inconducente que sea, como la que propone Habermas.

¿ES LO PUBLICO DE NADIE?: Otro aspecto a destacar de lo público es “su gestión”. Desde el punto de vista liberal se dice que lo público es ineficaz, que lo que es de todos no es de nadie, y, entonces, hay que dejar lo público a la gestión privada (vgr. El correo, el agua, el gas, la luz, la policía, la salud, etc.) y así al privatizar lo público como servicios al pueblo, terminan las empresas privadas regidas por la lógica del beneficio, tarde o temprano, esquilmando al pueblo con sus altas tarifas y sus malos servicios.

La experiencia histórica, el caso argentino es extraordinario, indica que lo más eficaz, lo más efectivo en la gestión de lo público ha sido siempre cuando se lo administró desde las propias organizaciones sociales del mismo pueblo. Nuestros sindicatos administran en forma eficaz y en forma más o menos justa las obras de salud, y la Iglesia lo hace en la educación.

LA GESTION SOCIAL DE LO PUBLICO: Es la gestión social de lo público lo que hay que rescatar, profundizar y perfeccionar porque en ella convergen dos ideas: la eficacia en la ejecución y la justicia social con el pueblo.

Es digno de observar que esta idea encuentra su anclaje en el publicus romano que es muy diferente de nuestro público que está limitado a lo estatal. Mientras que el publicus indicaba la participación popular en el gobierno de sus propios intereses.

Para ir terminando esta pequeña meditación, sostenemos que en la tensión entre lo público y lo privado hay que recuperar lo público en tanto instrumento del bien común y lo privado en el rescate de la intimidad bajo la forma de pudor en la relación con uno mismo y con los otros, a través de la amistad como antiphilia o afecto recíproco. La fuente más genuina de toda comunidad política.

Bibliografía

[1] Hoy formal significa serio, juicioso, pero en filosofía se entiende por objeto formal aquel que determina la esencia de la cosa o tema estudiado. La forma además tiene razón de causa final, pues el sentido de la acción está dado por el fin.

[2] Freund, J: Qué es la política, B.Blanca, Univ.Nac. del Sur, 1996, p.28

[3] Cfr. Arendt, Hannah. La condición humana, Barcelona, Paidós, 199

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Alberto Martínez Márquez (PR)
Pensamientos olvidables


<> Un hombre cuenta sus glorias y no sus derrotas. De esto último se encargan los demás.

<> Aquello que no pueda sostener tu mirada, seguramente lo aguantan tus testículos.

<> Si del cielo te caen limones… dale gracias a Dios que no te envió una lluvia de melones.

<>Soy un ser extremadamente hermoso. Pero, al parecer, nadie se ha percatado de ello.

<> Sólo he dicho una mentira en la vida… y es ésta que acabo de referir.

<> Si no sientes el deseo de compartir lo que tienes, imagina que te robas a ti mismo para darle a los demás.

<> Lo que es un éxito de la noche a la mañana se convierte en un fracaso de la mañana a la noche.

<> Si no tienes talento propio, quítale a otro uno de los talentos que tenga de sobra.

<> El significado de la vida lo encontré en la colilla de cigarrillo abandonada en una calle desierta.

<> Uno más uno son dos… pero si lo equivalemos al , nos da .00½ centavos.

<> Alguna vez fui feliz en la vida. Empero, descubrí un día que la fatalidad existe, camina en dos patas, usa falda, lleva un moño amenazante, tiene el ceño eternamente fruncido y se llama suegra.

<> El jefe es necesario en cualquier trabajo. Sólo así nos podemos percatar de que existe algo llamado estupidez humana” (escrito en colaboración de Mayra Serrano, de quien fue su jefe hasta el 7 de agosto de 2009).

<> Se conoce a un hombre más por sus vicios que por sus virtudes.

<> Lo que no te regala la alegría, comoquiera te lo quita la tristeza.

<> Nada está escrito en piedra ni en hojas de panapén.

<> Dios siempre llega en el momento justo en que caemos en desgracia para burlarse de nosotros.

<> Necesito creer en Dios, de otra manera no podría sustentar mis pecados.

Alberto Martínez Márquez

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Analfabestias / 1.

Es un signo de retraso en una sociedad como la nuestra que hayan personas analfabetas a comienzos del nuevo siglo XXI. En Puerto Rico existe alrededor de un 11%, según datos del propio gobierno. Eso, sin contar con el llamado Analfabetismo funcional, que se define así: «Analfabeto Funcional es aquella persona que aún sabiendo leer y escribir frases simples no posee las habilidades necesarias para satisfacer las demandas del día-a-día y desenvolverse personal y profesionalmente. Asimismo, para la UNESCO el analfabetismo funcional también implica la incapacidad de llevar a cabo cualquier actividad para la cual es necesaria la habilidad continua de leer, escribir y hacer cálculos con el fin de que el grupo y la comunidad funcionen apropiadamente»
Ver.

Empero, es más grave aún lo que denomino como analfabestias. Aunque el término no es de mi creación, lo he recogido del argot popular que lo utiliza como sinónimo de bruto para definirlo como personas que saben leer y escribir y que han proseguido estudios universitarios pero se resisten al conocimiento para asumir una ignorancia casi absoluta. En este renglón caen los fanáticos políticos y los religiosos, amen de otros seres que pueblan el ancho y vastísimo universo del anafabestialismo. Lo que quiero implicar con ello, es que el analfabestialismo es una sumisión voluntaria a lo que los filósofos griegos llamaron doxa, que no es otra cosa que un (des)conocimiento basado en meras opiniones.

Dado que mi profesión de docente universitario es precisamente una forma de combatir —hasta la muerte, debo añadir— el analfabestialismo, me he topado con sinnúmero de expresiones, declaraciones, respuestas, exposiciones, etc., que dejan boquiabierto a cualquier persona sapiente por la forma tan audaz en que se desafía el desarrollo inteligente del ser humano a través de su accidentada historia.

Puede que este analfabestialismo extinga la raza humana mucho antes de que lo haga el efecto invernadero o la lluvia de megameteoros. Antes de que eso suceda, se me ocurrió preparar una lista que lleva por título «Eres analfabestia si....», con el propósito de borrar un poco el mal sabor (¿hediondez?) que produce esa exhibición obscena de la ignorancia atroz. Es también una del castigat ridendo mores heredado del clasicismo. Espero que la disfruten a la vez que reflexionen sobre este asunto.

Eres Analfabestia si…

1. piensas que la hipotenusa es una enfermedad terminal.

2. estás convencido de que el miocardio sustituyó al Mio Cid cuando éste se murió.

3. le dices a alguien que el ostracismo es un estilo de paella.

4. entiendes que argot es un vino caro muy fino.

5. afirmas que escargot es una marca de auto europeo.

6. le expresas a una persona que partitura es la división del cabello que se hace con una peinilla.

7. estás convencido de que una sonata es el sinónimo de paliza, pero en palabras finas.

8. reprendes a alguien por decir fucsia, porque es una palabra mala que significa jódete en inglés.

9. te preguntas cómo es posible que los griegos pudiesen vivir en esas ruinas que muestran los documentales de Discovery y History Channel.

10. no estás seguro si Malcom X es el nombre de un rapero o un actor porno afroamericano.

11. afirmas que Mandela es el hermano blanco y bueno de Shaka Zulu.

12. te echas a reír a carcajadas porque alguien dice que Laos es un país asiático, vecino de Vietnam.

13. te acabas de enterar de que el Presidente John F. Kennedy fue asesinado.

14. le dices a todos que Godzilla es lo peor que pudo pasarle a Japón después de la bomba atómica.

15. piensas que Dick Cheney fue uno de los actores que interpretó al esposo de Samantha en Embrujada (Bewitch).

16. le refieres a una persona que Bill Klingon fue un buen presidente.

17. estás convencido de que fue el diablo el que plantó los huesos de dinosaurios que se encuentran los paleontólogos, porque con eso se intenta desprestigiar a la Biblia.

18. dudas si Ana Frank es una famosa actriz hollywoodense o una de esas amigas locas de Paris Hilton.

19. explicas que la caída del Moro de Berlín se debió al gran avance del cristianismo en el mundo occidental.

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Julio Carmona (Peru)
sn título


Es una forma de ir sembrando frutos;
Recuerda que enmudeces no por viejo:
Date por viejo cuando quedes mudo.

Los años no han de ser ruma de grumos
Sino huellas de alegres regodeos:
A cada aplauso, a cada risa, a cada triunfo
Que las tristezas sirvan de cimiento.

No construyas sobre arena, pero mezcla
Con arena tu yeso, tu cemento;
No desprecies comunes apariencias

Creyendo que lo raro es eterno.
Ama tus vísceras, tus excrecencias:
Ellas te indican si estás bien o enfermo.

Julio Carmona

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Lúthien Tinúviel (Argentina)
teorema sin demostrar


(creo que)
no es cuestión de ser genial para ser feliz sino ser feliz para ser genial...
y hay aún más.
Creo que crecer no es más que seguir siendo niño,
poder conservar el alma con la inocencia de un infante,
y saber descartar aquellas cosas que a los niños no les permiten entrar en el mundo de los grandes.
Yo quiero,
mi sonrisa inocente en la que muestro mis dientes,
las dos trenzas y las medias con voladitos,
la capacidad de tratar a cualquier desconocido como a un igual,
la falta de prejuicios,
no atender al reloj,
la constante curiosidad,
la ternura.
No quiero seguir siendo caprichosa,
no quiero el miedo a lo maligno,
no quiero ser grande y perder mi tesoro más valioso
que está en la niñez.

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Aurora Sansores
Foro Internacional de Poesía La mujer rota:
La misoginia, odio disfrazado de amor


Guadalajara, Jalisco, 8 dic 08 (CIMAC): Crimen sin cadáver: la misoginia, asesino silencioso, tituló su ponencia Laura Hernández Muñoz, embajadora de poetas del mundo en México, en la que calificó la misoginia como el odio a las mujeres disfrazado de amor, en la que el varón misógino tiene una visión deformada de sí mismo.

Durante la tercera mesa del primer Foro Internacional de Poesía: La mujer rota, la también Embajadora de la Paz Universal en Ginebra, Suiza, realizó una disertación sobre el misógino, el hombre que gusta de mujeres inteligentes, triunfadoras y carismáticas porque son un reto para su personalidad controladora «entre más sobresaliente sea la mujer, más empeño pone en destruirla».

Dijo que el placer de ir disecando lentamente el espíritu femenino sin matarlo, es un trabajo cotidiano que requiere de un sutil tratamiento sádico y amoroso, en el que la mentira y el engaño es una de sus tretas, pero, si acaso la mujer hace uso de ellas, es severamente castigada.

Recalcó que el hombre no siente dolor ni remordimiento por el daño que inflige, siempre piensa que ella se lo merece por haber trasgredido alguna de sus múltiples reglas de conducta, y el juego del gato y el ratón se sucede continuamente hasta lograr que su víctima (esposa, amante, compañera) crea que se lo merece, y acepte y justifique el mal trato.

Y es tal el daño psicológico, que la mujer al hablar de su pareja, lo justifica, y siempre lo hace con los términos: «es encantador, tiene muchos detalles, siempre está atento a lo que hago y digo, me quiere mucho, por eso me cuida y está al pendiente de cómo visto, me comporto, y adónde voy y a quien frecuento».

Lamentablemente cuando la labor de destrucción de la autoestima de la mujer está completada, el misógino se vuelve impaciente e intolerante y la desprecia acusándola que lo enfadan sus lloriqueos, su falta de arreglo personal y su actitud derrotista y cobarde.

Posteriormente viene la amenaza de buscarse a otra que realmente lo satisfaga y que sea mejor en todos los aspectos, los insultos van haciendo del espíritu de la mujer un gran hueco por donde escapa la esperanza de salvación: aman y temen al causante de su dolor, desean escapar y al mismo tiempo sienten que sin él no son alguien que valga la pena amar.

Creen que sólo él puede amarlas y por eso aceptan cualquier tipo de castigo que les dé «incluso la muerte psicológica y espiritual, crimen que ninguna ley humana castiga porque no hay cadáver para comprobarlo».

La también escritora, afiliada al Registro Creativo de la Asociación Canadiense de Hispanistas, afirmó que el lado sombrío de la relación con un misógino es que, para poder disfrutar de los buenos momentos, si los hay, una mujer soporta también mucho dolor, se vuelve una relación amorosa adictiva, y como toda adicción, se convierte en una necesidad compulsiva de estar junto a quien le hace daño.

Subrayó que se cree que una mujer que es maltratada se separa de su pareja, sin embargo en la relación con un misógino, sucede lo contrario, porque nada crea un vínculo tan adictivo como el que vive una mujer y un misógino, porque éste mantiene la relación en oscilaciones pendulares del amor y la agresión.

AMOR INSACIABLE: Hernández Muñoz apuntó que para el misógino lograr absoluto control sexual, financiero, social y familiar es de primer orden, su amor es característicamente insaciable y exigente, todo lo que la mujer haga por complácelo, jamás se sentirá satisfecho. «inventará constantemente maneras nuevas de poner a prueba su devoción. Es como si cada día tuvieras un examen final que nunca aprobarás».

Explicó que en el aspecto sexual despliegan una capacidad amatoria que seduce y atrapa, pero sólo sus necesidades tendrán importancia, su comportamiento egoísta no permite más formas de hacer el amor que las que a él le satisfagan, entre ellas el sadomasoquismo, y es precisamente cuando ya tiene a la mujer sometida a su chantaje amoroso, cuando inicia el ataque sistemático de desvalorización física y emocional, al agredirla verbalmente, con críticas y comparaciones con otras mujeres.

«La constante crítica mina la autoestima de la mujer más fuerte, convirtiéndola en un guiñapo humano que agradece a 'su hombre' la generosidad de amarla a pesar de todas sus imperfecciones. A mayor maldad en la agresión verbal, los efectos son más devastadores».

Señaló que esta actitud de desvalorización puede conducir a la mujer al alcoholismo, a las drogas y al suicidio, al ser abandonadas por su agresor.

Ejemplificó que el refrán el que paga, manda, el misógino lo aplica de manera absoluta, tasa el amor por la cantidad de dinero que se utiliza para obtenerlo, y en la relación de pareja cree que si él invierte en ella, lo mínimo que puede hacer la mujer es someterse a su voluntad completamente.

DINERO Y MISOGINIA: Manifestó que cuando se trata de dinero, hay dos tipos de misóginos: el buen proveedor de economía estable, y el trágico que siempre es víctima inocente de estafas y engaños, además de estar continuamente desempleado y en bancarrota.

«Como sea de ambas partes, si él contribuye, o se hace a partes iguales, o es mantenido, él es quien decide cómo se gasta el dinero. Una mujer desprotegida económicamente, es la víctima favorita y permanente de este tipo de relación».

Dijo que es probable que en público se muestre encantador y sociable, pero tan pronto como se queda solo con su compañera comienza a despotricar, otra manera es la de humillarla en público, y otros insultan a su mujer coqueteando abiertamente con otras mujeres en presencia de ella «es un comportamiento que se propone herir, castigar y humillar, conduciendo a la desvalorización e inseguridad de la mujer».

«TU FAMILIA»: En lo referente a la familia, apuntó, el misógino siente una amenaza del vínculo emocional de la mujer con sus padres, hermanos y parientes, a los que ve como un enemigo a vencer para obtener el control absoluto de los sentimientos de su mujer.

«Para un hombre así, los niños pueden ser poderosos rivales en el afecto de su compañera además de utilizarlos para amenazarla con quitárselos en caso de que él juzgue que ella no es una buena madre».

Advirtió que los niños que crecen en el hogar de un misógino experimentan cólera, tensión y frustración además de miedo, cuando ven agredir a su madre, ya sea psicológica o físicamente, se asustan y enojan, y al no tener más salida que aguantar expresan sus sentimientos en formas contraproducentes y autodestructivas, como reacciones psicosomáticas, dificultades escolares y depresiones.

“En las y los niños más pequeños, mojar la cama suele ser una reacción común, lo mismo que las pesadillas. Los mayores suelen expresar sus sentimientos en peleas con otras niñas y niños, en una actividad sexual indiscriminada, en el abuso de diversas sustancias y otras formas de comportamiento antisocial. Si un niño es además víctima de abusos físicos, sexuales, los síntomas de sufrimiento serán más acentuados”.

NECESARIO CRECIMIENTO: Explicó que la única manera que tiene una mujer para dejar de seguir siendo víctima de un misógino, es creciendo como persona, fortaleciendo la autoestima y logrando una solvencia económica, pero el primer paso es reconocer la situación, buscar ayuda psicológica, planear de manera inteligente la huída, asegurando el aspecto económico para ella y los hijos, porque un misógino es cruel y vengativo «recurrirá a todas las artimañas para evitar el abandono, incluso puede fingir que ha cambiado de actitud y durante un tiempo ser el hombre ideal, para lograr que baje la guardia su esposa y cuando menos lo espere, atacarla a ella y a los hijos castigándolos por la osadía de querer dejarlo».

Recalcó que el tema de la misoginia es muy amplio, y que urge volver la mirada al mundo del dolor que existe en todas las clases sociales, y que cada día cobra la vida emocional y psicológica de millones de mujeres asesinadas legalmente por sus maridos.

Finalmente rememoró una película norteamericana en la que, la realidad misógina que viven miles de mujeres mexicanas es una ficción sacada de la realidad, un grupo de hombres sustituían a sus esposas por robots idénticos a ellas, logrando la esposa perfecta que sólo sirve, atiende y cumple los deseos del varón sin utilizar la inteligencia.

Y concluyó que la vida con un misógino es como caminar por un campo minado, que la misoginia es un asesino silencioso y que lamentablemente «si no hay cadáver, no hay crimen».

08/AS/GG / Tomado de
Fundación Friedrich Ebert México y CIMAC, Comunicación e información de la Mujer y John D. y Catherine T. MacArthur Foundation, de la Fundación Friedrich Ebert, Fundación Heinrich Böll.

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Carlos Adalberto Fernández (Argentina)
TOCALA DE NUEVO, SAM

[Cuento melancólicamente porno]


Lo que te voy a contar lo viví yo —sudaca, argentino— en un tugurio de Nueva York.

Se llamaba —me contaron— Samantha. Y era en su juventud el más conocido tragasables de los alrededores. Es una historia como aquí la rubia Mireya, sólo que en tiempo de trolo.

Los machos se peleaban por ella (sí, ella, dije), hubo hasta duelos legendarios, a pistola no a cuchillo como aquí. Y no era, dicen, que como travestido fuera un minón que qué te importa después de un rato y unas copas. Rasgos angulosos, piel arrugada, pelambre como carpincho, su atractivo le venía de adentro y... me refiero al alma. Digo ella porque se lo merece, décadas de feminidad vocacional, sin necesidad de cirugías ni hormonas envasadas. Era felina, una pollerita que dejaba ver hasta el cruce unas piernas que ni la Marlene, medias caladas, tacos desafiantes, tenía lo suyo, que atraía a putañeros de alrededores.

Moraba, ejercía en un burdel oscuro, en un sótano que oficiaba como templo de jazz. Son como santuarios escondidos, de un culto pagano, o simplemente alguna boludez que los demás no entenderían.

Siempre sentada en la barra, luego en un banquito al lado del piano, oía Samantha y se encaminaba a la piecita del fondo. En su camino repartía saludos y besitos y (igual que al circunstancial solicitante) la gente la miraba con una sonrisa cómplice. Faltaba que gritara que vivan los novios.

El tiempo pasó y tuvo que colgar el instrumento de trabajo. El principal. Además estaba demasiado fea, era un acto de coraje encamarse con ella. Pensó en retirarse pero no la dejaron. Los clientes, los habitués y hasta los cultores de jazz la convencieron que era parte del decorado. ¿Te Acordás de Indiana Jones y ... esa película donde buscaban el Santo Grial? ¿Te acordás del Templario, que todavía estaba de guardia porque en la cueva no entraba ningún viento, si no quedaba esparcido en el aire? ¡Por qué estaba ahí y no llamaba al geriátrico a que lo busquen? No tengo la menor idea, pero así se siente en esos templos.

Adaptada a las circunstancias, paulatinamente, cambió su vestimenta por un guardapolvos dejado por algún lustrabotas, adoptó las pantuflas como anfitriones permanentes de sus pies, limitó y depuró sus oficios a los de mayor contenido esencial y mayor carga simbólica, como una misa económica. Inclusive después tuvo que dejar el sexo oral; con la mitad de los dientes la cosa se hacía peligrosa.

Pero esas manos... esos dedos sabios, ubicuos, inclaudicablemente curiosos. Ahora lo llamaban Sam, ni hacía de travesaño, ya no importaba lo que era. Se acercaban prudente y respetuosamente, se sentaban al lado de su banquito, susurraban Tócala de nuevo, Sam, y él giraba, arremangado, una toallita colgada del brazo (en invierno usaba uno de esos aparatos de las peluquerías de antes, para calentarlas). Los clientes de siempre. Los pocos que quedaban, no se si iban por calentura o por nostalgia.

Y ahí mismo, en un rincón, al lado del piano, con una delicadeza que ni la Samantha original, decía con permiso, extraía y comenzaba la sagrada eucaristía en homenaje a ese pequeño desvalido, ya difícilmente arrogante, ocasionalmente necesitado. Los ojos cerrados pero como mirando el cielo (o las telarañas), un cigarrillo en la boca, nada los diferenciaba de los otros parroquianos.

Yo estuve ahí, una de esas noches. No sé qué es lo que ví, qué es lo que imaginé o me contaron. Había oscuridad, jazz, gritos, humo, gente en otras cosas, y yo con vergüenza de mirar. Pero por un momento, me pareció, todo se detuvo, hubo como un resplandor, luego un Gracias Sam y todo siguió.

Te aclaro: mientras me dé, voy a apuntar para donde me indicó mi papá, pero aprendí a respetar todos los cultos, con su belleza insondable, hermética. Si a alguien le gusta, por algo será.

Esto fue hace tiempo. Capaz que ya murieron todos los oficiantes. O una nueva autopista terminó con la calle, con el bar. Ya se sabe, las especies difícilmente sobreviven fuera de su hábitat natural.

Por eso, la otra vez que volví a ver Indiana, en la escena del Templario no pude evitar un lagrimón. ¡Puta con el progreso, como arrasa con la biodiversidad!

Carlos Alberto Fernández / Blog

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Ramona termina mañana

Se desplomó en el borde de la cama. Se quitó las zapatillas, y luego enrolló hasta el tobillo las medias. De compresión, las llamaban. Debajo de la piel las venas, liberadas burbujeaban, parecían largar vapor. Se quitó el batón y, en combinación, con las medias enrolladas, se acostó; su anatomía, desinflada, ocupó la cama hasta el borde.

No iba a luchar por dormirse, ya se iba a dormir Y no tenía nada contra los recuerdos que se atropellaban, como si no quedara tiempo para evocarlos, para evocarse.

La cama estaba incómoda. Vieja, rechinante, endurecida, como ella. Tanto tiempo. Ahí, en esa misma casa, en esa pieza, en ese rincón, volaron juntas, como Simbad y su alfombra, Ramona y su cama.

Y sus libros. La señora —la anterior, la madre— tenía razón, cuando le dijo una vez, al verla curioseando en la biblioteca: —Ramona, si no tenés nada ni nadie, esta pieza es tu mundo. Si leés, puede ser infinito, podés salir sin moverte, sin los peligros del real, tan extraño para vos.

También, de casa de má, a casa del ama. Sólo unas cartas (antes, hasta la del anuncio de la muerte de su madre y la desaparición de su padre), le recordaban que había un horizonte a explorar, a conquistar por los audaces, a recuperar. Por ella no. La má le consiguió lo que le faltaba: comida, ropa. Y la suerte lo que necesitaba para no volverse loca: libros.

Bien que la señora (la de antes) se aseguró con ella una acompañante para la niña —la señora de ahora— dócil, sociable, menos tosca y elemental que cuando la trajo del interior. No se despegaban, con la niña, hasta hicieron algunas salidas juntos, ella como acompañante. Hasta que, pasado el tiempo, le dijo: —Ramona. Ahora andá a la cocina, que vienen amigas.

Tenía razón, la señora. Con los libros el mundo se hizo infinito, aventura con Tom Sawyer, dolor con Azabache, epopeya con D'artagnan. Pero paulatinamente la atrajeron las historias; si alguien lo hizo era posible, ella podía hacerlo, aunque. Pero la valentía, el coraje, la decisión, el acto heroico no le estaban negados, ella también, alguna vez.

—Comprenda, Ramona. Ud. ya no está para este servicio. Hace años que disimulamos sus torpezas, su lentitud, sus olvidos. No tiene nada que reprocharnos. La gratificación que le damos le ayudará a organizarse, rehacer su vida. Después de todo Ud., como todo el mundo, tuvo oportunidades para independizarse, hacer pareja, volar, como en sus libros. Mañana la llevamos a la estación.

Tiene razón, la señora —la hija, la de ahora. —Si no lo hizo, si no voló, fue porque no se animó, o era demasiado torpe. La vez que se juntó coraje, o se empujó, cuando pusieron el parque de diversiones, estúpida, imbécil, volvió lastimada, sucia, y con terror de quedar embarazada, y en la calle.

O fue que no se jugó, Al todo o nada. No quemó las naves, como Hernán Cortés.
Si después de todo, ¿a qué volver? ¿A esto, lo de mañana, al destierro inevitable de mujer sola, vieja, inútil, terminada?¿O su futuro estuvo marcado, desde que la vida lo escupió a la vida?

Tenía razón, Hernán Cortés. La decisión tiene que hacerse destino, imposibilitar el retorno, cortarle el paso a la cobardía, la ilusión traicionera. Para eso los libros. La señora le dijo Si no puede llevarlos déjelos, nosotros los tiramos.

Eso no. Sus libros, como sus sueños, sus recuerdos, sus cobardías, y su ropa y su cama, se iban con ella. Los separó, juntó todo al lado de la cama, se sacó las medias y se acostó, esperando la madrugada. La nota estaba bien asegurada en la puerta de los patrones.

—¡Fue impresionante! También, con tantos libros y papeles, y el colchón, eso fue una hoguera. Ella, todo carbón, derecha, como una momia.

Dejó una nota. Decía: Por fin. Quemé las naves. Ramona.

Carlos A. Fernández / Mundos: Honores, rencores

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Historias del bajo: Lena

—Vos debés ser el Nacho, ¿verdad? —dijo, y sin esperar respuesta se sentó a mi lado, en mi lugar de la escalera del edificio.

Yo tenía mi despacho en un escalón, entre el 1º y 2º; por ahí no pasaba nadie. Ahí leía, soñaba, mascullaba soledades. Mi cama, en la pensión del 3ºA, estaba en un rincón de la pieza de mis padres. Después me la mudaron al desván —dos por uno y medio—, pero iba solamente a comer y dormir.

—Pucha que sos difícil y arisco, eh. Parecés un perro apaleado. Te tuve que venir a buscar yo. Soy Lena —continuó sin pausa, mientras me extendía una manito ceremonial—. Bien que me clavás la vista cuando nos cruzamos en la entrada.

A los catorce, quince años Lena ya tenía la sonrisa, la mirada de predadora sexual. «Va para puta, como su madre» lapidaban las vecinas mientras sus maridos jadeaban al verla. «Pero ésta va a ser cara», cerraban.

Eran sólo ademanes, gestos vistos hasta el cansancio en madre y amigas, todas veteranas. Nada de sexo. Yo ya había visto una mujer desnuda, por el tragaluz del baño. Ella se dio cuenta, pero se siguió duchando, más despacio.

—Somos muy distintos —dictaminó Lena—. Vos, un lobo estepario —aquí hizo ostentación de Hesse, lo habrá oído—, desconfiado, temible. Y yo, dispuesta a gozar la vida, tomar lo que sea de donde se pueda —su madre, tal vez sin darse cuenta, le escribía el libreto de una aventura en la que ella misma había fracasado.

—Creo que vamos a ser buenos amigos —concluyó—. Eso sí, nada de sexo, no va con la amistad. ¿De acuerdo?

Mi participación en el diálogo terminó siendo mínimo —dos gruñidos y varios carraspeos aprobatorios. Y el sí final. Yo, ya en ese instante, la hubiera seguido al infierno. Y ella, como pasa con todas las mujeres, supo inmediatamente cuándo me tuvo en su puño.

Y la noche fue nuestra. De ella. Corrientes, Alem, la recova, el bajo. Ella siempre tirando, yo siempre detrás; por método y porque no me daba a mí mismo derecho a estar a su lado. El juego iba bien. Disimulado, a un gesto de ella, o un peligro, aparecía. Mi expresión normal ya ahuyentaba. Después ya en edad de guerra, una seña de ella bastaba: borrate, después nos vemos.

Invariablemente, nos juntábamos en el bar de Corrientes. Contábamos la recaudación: por charlar, reír, coquetear, pagaban, hacían ostentación barata. Yo recibía algo, de comisión. Minucias, pero comíamos, nos vestíamos, nos divertíamos bien. Como amigos. Yo ni un reclamo, la tenía a mi lado.

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Y así siguió ascendiendo, en la escala descendente. Un día apareció, un lujo, como de origen.

—Me voy, Nachito. Se me abrieron las puertas, aprovecho antes que cierren. Nuestra escalera está disponible, no me quedo en el segundo piso. Vos también podrías, si quisieras, pero.... Bueno, amigo, sé que estás disponible, si acaso te necesitara. Vos también, sabés que estoy con vos, sólo llamame y vengo volando.

Nunca supe adonde llamarla, ni qué era de ella. Claro, ella siempre supo que, lobo estepario, lamería mis heridas en silencio, sin gemidos, hasta que la nieve me volviera invisible.

Yo seguí. Corrientes, Alem, la recova, el bajo. Solos, yo y mis recuerdos. Y la miseria como lobo al acecho.

- - - -

Pero un día volvió. Lo recuerdo. Yo arrastrando mi pesimismo cotidiano, los perros reclamando a los astros pálidos. Venía de otro mundo, donde la belleza, el poder, nacen con uno, o con su plata.

—Que no te engañe, Nacho. Yo me engañé. Quería escalar, y cada escalón lo pagué en grilletes y cadenas. Hoy soy de un tipo que decide cuándo y con quién. Me acordé de vos, el único tipo libre y que me quiso libre, mi amigo. Sólo vos podes liberarme; hablarle, hacer algo...

Hice algo. Lo fajé. No lo maté, pero... ¡Como lo fajé! Volqué en su pobre cuerpo parvas de rencores, toneladas de frustraciones maceradas en soledad, aullidos de lobo en la noche interminable.

—Entendí —dijo el tipo con lo que le quedaba—. Desde hoy, para mí, que ni la Virgen María. Pero vos, ¡tanto lío por una puta!

Ahí casi lo mato. No aguanté su mirada socarrona.

- - -

Vino a despedirse. Una visión, mi corazón tiritaba. —¡Nachito!¡ ¡Me salvaste! Ya me voy, un tipo bañado en oro, come de mi mano —me abrazaba, me besaba, me bañaba en lágrimas—. Siempre vos, Nacho, siempre a mi lado —su mano hurgaba mi sexo tembloroso —Te lo debo—, me dijo. Me desnudó, se desnudó. Era lo que siempre soñé, pero no, no era mi sueño.

- - -

Me miró, tierna, insondable, como doliendo, mientras se iba.

—Qué lástima, Nacho, nuestra amistad sin vida, sin futuro. Hubieras sido mi amante, mi pareja, frente al mundo —miró al vacío, quién sabe—. Pero bueno, las horas que pasan ya no vuelven más. Lo que no fue no será. No te olvidaré, no me olvides. Se fue.

Cómo olvidarla.

Si en quince años, salvo el recuerdo, ¿qué quedó?

Un polvo.

Carlos Adalberto Fernández / Orilleros

[Carlos Adalberto Fermández es un narrador y poeta argentino, residente en Buenos Aires. Ha publicados, a la fecha, los libros de cuentos Mundos Orilleros y Amores, Dolores, Rencores y su primera colección de poemas, Poesía alerta, en 2009. Es uno de los fundadores del grupo literario «Muestrario de Palabras».

UNA NOTA ANTE LOS TEXTOS DE FERNANDEZ: El acceso virtual a la narrativa de Carlos Adalberto Fernández, al grupo que cofundara Muestrarios, a sus bitácoras personales y al gentil envío de cuentos, posiblemente aún inéditos, pero que serán futuros libros, explica una definición que él da sobre sí mismo «Macho Alfa, capo de plazas y baldíos». Le gusta escribir acerca de barrios y lugares bonaerenses (Corrientes, Alem, el Bajo. La Recoba) y de los peculiares personajes que los pueblan («de malos, malevos y malandras» y, en fin, de «un mundo orillero donde rige el honor. Y la traición»). Y, dentro de lo que llama el mundo orillero, rescatar para su narrativa, las «historias de lealtades y traiciones, sublimidades y bajezas» y el «cruce de sueños, maldades, utopías, miserias». Si bien esta es la ambientación o escenario más gustado por su voz de narrador, construye muy sutilmente la descripción de una interrrelación de factores que conciernen a la violencia, la identidad, la comunidad y la experiencia como observador.

El primer cuento que aquí reproducimos, Tócala de nuevo, Sam, es el único que no toma lugar en Buenos Aires, sino en un tugurio de New York, pero en la historia de «Samantha» y de «Sam», hay mucho de las inferencias de los mundos orilleros. El tango, que es melodía subyacente en los ámbitos bonaerenses, aquí se transforma en jazz y piano-bar. Mas subsiste lo cararacterístico: «gritos, humo, gente en otras cosas». Y, sobre todo, como el fantasma de la evocación, la prostituta de burdel que es clienta y sacerdotisa de tertulias o bohemias: «Los machos se peleaban por ella (sí, ella, dije), hubo hasta duelos legendarios, a pistola no a cuchillo como aquí».

Quizás una parte de la magia de este cuento es el punto de vista desde el cual es narrado que colinda entre la «primera persona periférica» ante la vida de Samantha y el bar, con su clientela de aficionados al jazz y la «primera persona testigo» que no participa de acción alguna, pero atestigua los acontecimientos y emite un juicio. Esta ambiguedad entre los puntos de vista narrativos de la primera persona al texto trae cierta magia y fascinación: «Yo estuve ahí, una de esas noches. No sé qué es lo que ví, qué es lo que imaginé o me contaron».

Mas lo que vio y oyó en ese tugurio newyorkino, como sudaca / argentino, concierne a una ex-prostituta ya retirada por envejecida, afeada y que sigue siendo el centro de atención en la barra, sentada al lado de un piano. Fernández describe el ritual de una canción que se prefería y se pedía que Sam, el pianista, tocara nuevamente, como si fuese el himno del lugar. Sugiere un amor entre Samantha y el pianista igualmente envejecido y, al final, el cuento acaba con una especulación llena de nostalgia, en torno al bar y el burdel asociado, así como por cada uno de los personajes que lo frecuentaban. Es la sospecha de que el progreso, o necesidades urbanísticas de la Ciudad, acabó con aquel hábitat y sus especímenes. «Capaz que ya murieron todos los oficiantes. O una nueva autopista terminó con la calle, con el bar».

El cuento tiene una intensa melancolía. Ese punto de vista narrativo-descriptivo, prioriza la fascinación de la melodía entre aquella gente y su reina, Samantha. Como si fuese un personaje, el narrador perisférico soltó un lagrimón al evocar el recuerdo y lamentó: «¡Puta con el progreso, cómo arrasa con la biodiversidad!»

En los cuentos Ramona termina mañana y Lena, Fernández nos muestra su habilidad para utilizar otras perspectivas narrativas. Con Ramona, la «tercera persona omnisciente»: el narrador describe todo lo que los personajes ven, sienten, oyen… Ramona, por excepción al ambiente morboso de los relatos orilleros, es una persona cuya soledad es diferente. Su vínculo principal de solidaridad son los libros. «Con los libros el mundo se hizo infinito»; pero, su aislamiento social, está determinado por fracasos y cobardías: «Tuvo oportunidades para independizarse, hacer pareja, volar, como en sus libros». Pero no pudo y el miedo a sus torpezas terminó haciéndola «una mujer sola, vieja, inútil, terminada». Ni siquiera como criada había servido, por refugiarse en los libros, de uno de los cuales tomará una decisión autodestructiva y suicida, cuando fur recriminada, ofensivamente, o sin suficiente delicadeza por su vida inútil y conminada a dejar la casa que habitaba: «Tenía razón, Hernán Cortés. La decisión tiene que hacerse destino, imposibilitar el retorno, cortarle el paso a la cobardía, la ilusión traicionera. Para eso los libros. La señora le dijo 'Si no puede llevarlos déjelos, nosotros los tiramos».

Alguien dice: «—¡Fue impresionante! También, con tantos libros y papeles, y el colchón, eso fue una hoguera. Ella, todo carbón, derecha, como una momia.

Dejó una nota. Decía: Por fin. Quemé las naves. Ramona». Es un final trágico.

Con el cuento Lena, la «Primera persona central» es la narrante. El personaje (Nacho) es solitario, arisco y cuenta la historia de Lena en primera persona. Hay un rico manejo del diálogo, como en el cuento sobre Ramona, con el cual se contribuye a perfilar los atributos de los personajes. Nacho evoca lo que, al cabo de 15 años, quedó de una relación que pretendía ser una amistad pura, tronchada por la despedida. «Un polvo». Y, claro el recuerdo, porque, cuando reaparece, vuelve a despedirse porque halló un hombre que la prostituirá y que, sin embargo, es «un tipo bañado en oro» que «come de mi mano».

En el esquema estructural clásico, los elementos de esta historia sobre seres que se necesitan, por sed de amistad, no tanto de sexo cliental, se suceden uno detrás de otro hasta el final. El desenlace viene con la voz de Lena; «Qué lástima, Nacho, nuestra amistad sin vida, sin futuro». Mas como si la amistad pudiera determinar para el cuento una estructura abierta y aditiva: no hay fin al conflicto, pues el recuerdo, el «no me olvides» de Lena es seguido muy fielmente por Nacho: —Editor: Carlos López Dzur].



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Liliana Varela [Argentina]
Crónicas de la violencia, V


Espero que el perro no raspe más la puerta, no voy a dejarlo entrar. Parece que supiera lo que tengo adentro mío.

Estoy tranquila, lo saqué a pasear con su correa y lo llevé por todos lados; él intuyó que era algo así como la despedida. ¡ya tendrá un dueño mejor que yo!

Gritos otra vez ¡qué raro! mis viejos peleando con mi hermano como siempre, tratando que dejé de drogarse y de vender merca por todos lados.

¡Giles totales! ¡como si eso fuese a pasar! Menos mal que tengo esta pieza para mí sola sino creo que reventaría.

Gracias a la loquera me dejan en paz y no me joden mucho; la última vez les dijo que si me presionaban iba a mandarme alguna locura; al menos la mina para eso sirvió porque lo que es para hacerme sentir mejor: nada de nada.

Ellos piensan que el problema es que soy adoptada; que me enteré de grande; que estoy en la “búsqueda de mi identidad real” ¡cómo si fuese ese el problema!

¿Qué carajo saben lo que me pasa por dentro? Y si supieran ¿les importaría algo? No creo. Jamás se preocuparon de nada de lo mío.

Acaso ¿saben que me corto con cuchillos o trinchetas cuando me siento mal o cuando pienso que soy una mierda? ¿Se enteraron que me corté el pelo en un ataque de locura total porque no aguanto mirarme al espejo ó que mis dibujos son todos sobre la tumba en que quiero vivir?

¡No saben nada... ni les importa!

Total, la edad es justificativo para todo.«¡Dejá a la pendeja de mierda que no venga a comer si no quiere! ... Está loca..¿no oíste lo que te dijo la psiquiatra?»

Esas son sus frases favoritas; por eso ahora ni vinieron a decirme que está la comida, ellos saben que si no fui es porque no quiero comer. ¡Mejor así, la despedida será más fácil todavía!

¡Tantas veces escribí mi obituario en los cuadernos que tengo! ¡Tantas veces soñé mirando desde esta ventana convertirme en pájaro y volar! ¡Sacarme de encima esta sensación de porquería de estar como encerrada en mi misma, odiándome y dándome asco!

¡Hasta la pared marqué con mi deseo!...

—¿No vino a comer Eugenia?¿Estará bien?

—Dejála, dijo que iba a dormir temprano para ver si se podía sentir mejor
mañana ¡cómo si fuera posible!. Mejor vamos a ver tele.

Dieciséis pisos más abajo, Eugenia yacía ojos al cielo…dormida y en paz.

* * Salvo los nombres y los diálogos ficcionales, es un hecho real que me tocó descubrir a mi por desgracia. Liliana2008


Gen Narrativo / El Rincón de Liliana / Mi Propia Literatura

[Liliana Varela nació en Buenos Aires, en 1965. Es profesora de ciencias biológicas y químicas. Ha publicado varios libros Cuentos varios [Editorial Dunken], Poemas oscuros, 2007, Cuentos para no dormir, 2008, De epígrafes propios y ajeno [Ediciones Muestrario, 2008] e includa en varias antología de Ediciones Muestrario].



En el mundo se suicidan diariamente unas 2,000 personas. En los Estados Unidos de Norteamérica, el número oficial de muertes por suicídio es de 30,000 por año o casi 100 por día. Las tasas de suicidio son para Latinoamérica, al igual que en Argentina, más frecuentes en el varón que en la mujer, en todos los países, oscilando entre 6 a 10 por cada 100.000 habitantes para el sexo masculino y 2 a 4 por 100.000 habitantes en el sexo femenino.

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Carlos López Dzur (PR)
El no es uno de nosotros


El no es uno de nosotros.
Donde una de cada siete mujeres casadas
ha sido violada por el marido, él no es marido
ni ha violado a nadie.
Donde una de cada cuatro ha sido golpeada
él no tiene su puño cerrado, sino una boca
dulce, conciliadora, sin urgencia de jactarse de nada.
El no parece de este mundo y, sin embargo,
parece aterrizado para condenarnos.
Donde el 15% ha sido objeto de maltratos
en los senos familiares, él no es parte de estadística.
Ni siquiera de las cifras del anonimato.
Donde un 32% de las jovenzuelas ha vivido
experiencias sexuales forzadas antes de los 16,
las novias lo esperan, lo han descrito
como un espectro anhelado,
como un ángel que quieren en sus vidas,
como Eros dormido, al que anhelan en menstruo.
El no es uno de nosotros.
Le están cerrando las puertas
los que dicen que viene como un ladrón
en la noche. Es que hay demasiada tristeza
en el mundo y es difícil volver a confiar
en hombres y ladrones, nacido en poemas.
Donde el 25% de las hembras confiesa
que los primeros intento de ultraje se perpetuaron
en su infancia, ya no hay adulto bueno.
Seguramente, él no es uno de nosotros,
pero es mejor no equivocarse,
no tomar riesgos.

29-11-2001 /
Indice: El ladrón bajo el abrigo

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En el análisis de la fenomenología de la obsesión cabe decir que el ser humano moderno es una víctima propicia de obsesiones oportunistas, que en el lenguaje de la prensa se clasifican de información. Lo que se llama información, es en realidad una microobsesión que tiene carácter de epidemia colectiva: Adolfo Vázquez Rica / Zoología política


El Relato posmoderno de las Grandes Ilusiones

El mundo puede ser materialmente
muy hermoso, hay que ayudar a forjarlo
y yo lo quiero así, pero no es suficiente.
Preciosa sea la convicción de alma.
Sin su hermosura, por más bella que sea la geografía,
un mundo de mentira se tiene.
Una cloaca es el mundo, vómito expandido
para la compulsión de consumo.

El trabajo puede ser honorable, el verdadero apero
que redime, la ilusión de cada mañana productiva,
el anhelo que se tiene después de la noche de reposo.
Yo quiero ese trabajo, creativo, dignificador
de mi día; pero, fatigado de acoso
por explotadores, condenado a la voluntad
del miserable, el trabajo me aliena,
me empobrece. La producción se vuelve
la factura que encadena, la mentira, el cebo
para engranarme al sistema de mi oprobio.

El conocimiento es el misterio más amado,
lo inagotable, lo indispensable, victoria que corona
a los puros y yo lo necesito como mi alimento.
Sin sentido... las cosas no brillan en sus méritos.
Sin esa luz, el mundo está en lo oscuro;
pero, mire usted, lo novedoso y atrayente
es ídolo carente de verdad, de valía.
Es sólo una lujuria de los ojos.

Yo no quiero ese infinito bombardeo
de la costumbre vestida de palabra y dobles intenciones.
No esos medios que para comunicar mercadean,
reprograman, aturden, reconstruyen su parche
de malicia. Manipulan, mienten, aridecen.

Quiero el amor, lo que da paz y empatía.
Lo llamo conformidad, aceptación, convivencia,
pero, incondicional no es. Y lo que doy y lo que tengo
parece insuficiente y me siento que no puedo
merecerlo. Orilladas están sus mil invocaciones.
Mi amor se ha convertido en soledad,
anónimo llanto, dolor escondido en la sonrisa
hasta que venga esa muerte transmoderna
y me recoja en el seno de su anhelo.

Hay grandes figuras carismáticas, modelos de ser
que no son tal vez celebridades; pero son lo profundo,
lo ejemplar, lo modélico, yo quiero amarlas.
Las admiro y no puedo alcanzarlas porque son
como ajenas y ellas no están conmigo.
Son como divas que hacen lo que les da la gana.
O los centros de poder las ocultan,
vedándolas, las manosean a gusto
y le quitan el lustre.

Son el lujo de aquel que las controla
y las pasea como a perros de raza por las plazas
de sus presunciones. Entonces, me conformo
con los seres sencillos, humildes, olvidados,
simplemente mediocres, aislados, en el mercado
de la cultura popular. Seres como yo,
quizás incomprendidos.

... porque ya la ideología está desmeritada
y el contenido del mensaje se condiciona y se vende.
El mundo está rehenchido de mejores postores.
Con la imagen decorada, todo se sustituye;
ya nadie quiere amar lo profundo, ya no se cree
que haya verdades, no se cree en nada
que no se venda y no se toque.

Lo mismo vale una ilusión con los pequeños ídolos
que te dañan los ojos y la ansiedad del alma.
Las convicciones valen lo que el apetito
y te alimentas con escoria y formas vanas,
bisutería de cínicos, correctamente audaces
que devoran y corrompen.

Por eso lo que no aparezca admitido por ninguno
es lo que a mí pertenece. Estoy donde no está nadie
y nadie quiere estar. Ahora no me interesa
el mundo hermoso, ni el avatar de los célebres,
tampoco el mundo de grandes triunfadores.
No me interesa el amor de los felices
ni el dolor de los grandes sufridores.
Me hace daño.
No me interesa el sentido del fracaso
ni las revalorizaciones fragmentarias
del cosmos y el origen.
No me interesan las Grandes Ilusiones.

De
Las zonas del carácter / Carlos López Dzur

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Aforismos sobre la Amiga Secreta

1. Para ser amigo, apréndase esta lección. Uno fue el descarriado alguna vez. Otro, la Mano que lo rescató y lo atrapó para su protección antes que cayera al abismo.

2. Llámesele «necesidad» al descarrío y se verá cuánta soledad y dolor hay en el mundo y tan poca que es la gente cuya mano se ofrece a ayudar.

3. Esta es la filosofía del mundo: «Deja que otro lo haga».

4. La vivencia del Tzadik es la del cazador socorrista. Ir donde lo necesiten y dar de su luz.

5. Quien puso la palma de sus manos, con sinceridad y ternura, sobre nuestras mejillas, cabeza o espaldas, aunque no volvamos a saber de su presencia, adonde quiera que va despierta las raíces de la amistad.

6. Quien bendice se amista y tendrá que querérsele bien.

7. El mentiroso sus bendiciones vuelve blasfemias.

8. Una canción, los versos, el pensamiento declarado con nobleza, es ya una bendición y se agradece, porque la providencia se comunica con la boca.

9. Un «te amo» a tiempo abate muchos rencores en la posteridad.

10. La amistad declarada invita a clarificaciones.

11. La necesidad comienza cuando no se está contento con la porción que nos toca. El abismo, cuando por desesperanza, se filosofa sobre el vacío.

12. Amigo es el que trae; no el que lleva. Amigo el que está lleno y se apresura, fuera de su casa, a compartir, a festejar, a bendecir.

13. Precisamente, por la falta de sinceridad y la mucha vanidad de la gente, es que la amistad es tan a menudo opaca, escasa y casual, en el mundo.

14. El descarriado siempre está forzando algo. Su autoexilio, su adormecimiento definitivo, y el fin conocido de su vejez.

15. La boca de los descarriados vierte muchas quejas.

16. Es el amigo, cuya mano se extiende, el Carbón como esencia divina; es el amigo al que se ha socorrido, la llama de la vela.

17. El Mashiaj / el enviado / el auxiliador / sólo es agradecido por los que lo necesitan y lo saben. Quien está lleno de sí mismo no urge de nadie, aunque sufra. No admite que necesita del mashiaj.

18. El amigo que une algo dentro de tí y te deja con sus palabras su interno «Escucha» / Shema, posiblemente, es el Mashiaj / el enviado del Shinui.

19. Todo pez, navegue a favor o en contra de la corriente, tendrá quien lo pesque.

20. Con el quebranto se acompañan lecciones de amistad que no se pidieron; el hecho es que ser amigo se aprende, como el amor mismo.

21. Quien no estuvo satisfecho de su porción dirá que nunca tuvo amigos.

22. El buen amigo sabe entrar y salir de la boca del pez grande y dejarle su paz.

23. En la boca de un pez grande, el mal amigo deja una estela de pleitos.

24. El poder del Daat es la providencia y ésta se comunica. La providencia observa y habla. Es el poder creativo de PEI oculto en la boca.

25. Amigos que no son providentes poco sirven cuando el día es la angustia y la necesidad.

26. Nuestro aquí y ahora es la esfera de la necesidad y el buen amigo provee para esos días. Mañana puede que sea tarde.

27. Quien mucho se fía en recibir de quien da nunca aprender a dar y defrauda a los amigos.

28. La dádiva no tiene que ser mucha, pero sí eficaz.

29. Caridad no. Providencia. Sólo la segunda abre el ojo interior del corazón y expone las perezas del gandaya y las ganzúas del malvivir.

30. El hombre sin fe es como el filisteo corpulento que se jacta de jariosas aventuras en la cama con dos gamdumbas insignificantes.

31. De las luces en la Siete Lámparas de las que hablara Ruskin, todas deben procurarse que se mantengan encendidas: Vida, fuerza, verdad, belleza, recuerdo, sacrificio; pero, sería celoso por la obediencia, a la que llamo la Fe, porque la humildad que es por la fe no es ciega sumisión sino la confianza es un potencial mayor que es la garantía de todas las demás luces.

32. Cuando se está enfermo y con angustia, la compañía de nuestros cuadros, libros, utensilios valiosos y amados, nos es menos útil que el rostro dulce y sincero de quien sepa cómo comunicar el Shema oculto / Oye amigo.

33. Tenemos que buscar en vida, en nuestro hic-et-nunc, el amigo por quien haber leído y aprendido en la tradición platónico-socrática, haya valido la pena.

34. En la vida privada, sea la cultural y espiritual, sin duda, la amistad parece una acumulación de lo mejor de las élites: el artista te visita, el músico va y lo ves, los poetas ya te rondan y otros los autores conversan de los rangos de las obras coleccionables, las bellas del teatro, el baile, las celebridades. Se alega, entre uno y otro, que ese elitismo es parte de tu mundo, sino todo tu mundo; pero, ya poniendo la vida en el tablero y, entendiendo las rectificaciones que importan al viandero, de la amistad que puede juzgarse en sus tres aspectos de sinceridad, sólo una es la que vale: la amistad que te brinda quien camina de corazón con nuestra emoción y carne. Quien nos fue más humilde y quiso mostrar la plenitud y voluntad que hay en serlo. La amistad real probada en asuntos y carencias de todos los días. Quien nos enseña la sublimidad de la humildad y nos baja de todos los elitismo es el mejor de los amigos.

35. No hay que ser vulgar ni prosaico para dar su ejemplo práctico de Shiflut / Humildad / o de Misericordia / Rajamim. La sinceridad de la humildad es una estética de por sí.

36. Todo lo que me reste de vida será una deuda con cierta mujer, de aspecto indígena, algo encorvada, nariz aguileña, a quien pensé tan fea que la menosprecié. Y ella fue la Amistad Pura, visión de la Rosa Blanca que yo aparté. Advino entonces desdicha para mí. Una amarga racha. Con el tiempo, la Mano que rota los destinos me la trajo al recuerdo nuevamente.

37. Al ofrecer su amistad, la Mujer que referí me dijo: «Eres uno de los niños de las Escrituras»; pero yo no estaba preparado aún para entender lo que me quiso decir, porque, la menosprecié. Benei mikra. Ella también lo era. Y, en rigor, literalmente, la primera persona que ante mí dijo: «Nosotros». Y hablaba del Nosotros, no ya políticamente, como solía yo, sino en términos más subjetivos: Somos de los Hijos del Sacerdote y el Rey.

38. La amistad y la fe tienen su procedencia en lo secreto. Lo callado no se presume porque aún no es lo externo. Lo misterioso / su maravilla / sus procesos sicológicos / el resultado en los pozos profundos / nos vuelven sobre nuestros palabras, las retiene y callamos. Como los úteros fértiles, son la fe y la amistad. La complicidad / haber intimado / entre ambos origina el secreto más grande que existe. Nos iguala, deséemoslo o no. Nos involucra en ese nexo de colectividad unitaria: el Nosotros.

39. Es lo que pasó contigo, G.. Siquiera me gustó tu nombre al que añadíste un adjetivo náhuatl. Ni me agradó tu rostro. Ni tus modales de mojigata. Tenía yo más fe en los buitres que en tí. Te ignoré sin que jamás me hicieras ni el mínimo daño. Me admiraste sin que yo mereciera que conmigo exhibieras esa delicadeza. Sabías sobre mis necesidades y, como amiga que toma cuidado, buscaste satisfacer alguna urgencia mía. Me hicíste «tu elegido» («Der Erwählte») y yo traté de hacerte pasar por la engañada («die Betrogene») y la tonta.

40. Supe que ella se movía en lo no sabido por mí, en lo anónimo de la prudencia y la humildad, para no herir mi orgullo. Saberlo fue mi ocultación externa, evidencia de mi menosprecio. Me produjo coraje y resentimiento. Uno no puede ocultarse, sin embargo, de quien nos ofrece la Rosa Blanca de su amor puro. El bien que hizo me alcanzó muchas veces; me bastó decirle gracias. Si algo hería ella, era mi orgullo. Evitarla para que no hablara de las miserias y dolores por las que yo pasaba por tener mi alma realenga como un perro en las calles fue lo que hice... Y bien que supe que la Mujer Fea / la Mojigata / ante todos quienes la juzgaban, me ofrecía todo. Anclas de esperanza a cada momento, servicio que ella no ofrecía a todo el mundo. Ella era la verdadera Hija del Sacerdote / la verdadera protegida del Faraón.

41. Todo el mundo quiere un amigo como Dios. Es decir, el favor del Poderoso y Perfecto. Todos quieren lo Real e Ideal manifestado. Lo que nadie quiere es la angustia y la perturbación intermedia entre lo potencial y su actualización.

42. El mundo, en la sociología de los días que vivimos, el destino de la amistad es explicable con la parábola de José, el soñador y sus hermanos, quienes venden al primero (a José, el menor) al esclavizador. La amistad falsa siempre funciona en términos de libertad vigilada, así da sus frutos perecederos y se satisface dentro de su funcionalidad. Mas, en su impureza, la amistad corrompida esconde el juego de su marrajería: mala intención disimulada. Es triste cuando se llama amigo [el José de nuestro cuento], aún entrañable hermano, a quien estamos a punto de vender y llenar de mentiras.

43. Cuando no medité sobre estas cosas, G. fue el José, el Vice-Faraón recibiéndome a mí y a mis hermanos, traidores, y alimentándome y bendiciéndome en tiempos de vacas flacas y hambrunas espirituales.

44. En tiempos de vacas flacas, en tiempos de hermano/as que venden al que, entre ellos, es quien parece que sueña, los opresores hacen su agosto. Compran las almas a muy barato precio. En tiempos de buitres y palomas, se dice que la amistad no existe. Quien no engaña no come. Aún el que posa como paloma, o parece ser el inocente, algo quiere que es impuro. Sin embargo, en este tiempo impopular y turbulento, es cuando la energía de la sustancia divina se entrega en giros de destino para quien, por afán de paz, se detenga y escuche sin juzgar, con la quietud amorosa que le sea posible. En estos días, la Bruja / la Fea / la Mojigata / puede ser la que salve. La que muestre el Verdadero Nosotros.

45. El que menosprecia la amistad es como el hermano que vende a uno de los suyos. Al benjamín, al que canta. Tal vez no sea uno quien inicia el trámite, pero es el cómplice. Y, paradójicamente, en los tiempos de compraventa y hedonismo extremo, cuando se escupe sobre la purificación moral, la amistad y la fe vienen en el mismo estuche. Son parte de la misma copa.

46. Cuando yo no medité sobre estas cosas, esclavizado por las penurias de mi situación, me dijeron que tenía una «Amiga Secreta». Con las señas obvias describieron a la modesta G., mi tutora de alemán, la que enseñaba un curso que rompía con la regla en la universidad, por no reconciliarse con la vigente tendencia feminista de los departamentos. Entonces, la llamaron renegada e imitaron su acento alemán, o más bien, yiddish, para decir, que ella es parte del Establecimiento religioso («über religiose Mach») y que no es una de nosotros («eine vons uns»). Quienes me dijeron que tuve una amiga secreta, añadieron que ella me eligió, porque, pese a sus años, es virgen como una doncella. Es la Fea / Mojigata / la Quedada, y que le gusta cómo discuto el mundo y hablo de lo Oculto. Me dijeron que me aprovechara porque la bruja sacó las uñas. Que, desde que llegue, sale contenta a las puertas y ventanas. Se acicla para venir a verme y se le oye vigor en la voz y sus ojos sueñan.

47. Me refería como su amigo y los pocos que conocí que la amaban, me comentaron: «Entre los Niños de la Torah te cuenta». No entre incircuncisos y descarriados. Y, como se refería mi persona con la responsabilidad de «ser-nos sagrados, uno con el otro, como benei Mikra, la evité. Que no diga ninguno, entre quienes la aman o la menosprecian, que me aproveché. Que soy piedra de tropiezo. Que no lo sea ella para mí porque estoy en pobreza y en soledad y sabe que vengo a California, donde no tengo a nadie y se agradece tener un amigo.

48. Ella buscaba, al parecer, el consuelo a los placeres que no dio a su juventud. Los que venden la amistad por un pan estaban al pendiente de nosotros con este pensamiento: «La amistad para el infeliz comienza en la cama». Sin preteder ninguna de estas cosas, yo estaba enamorado de una feminista, quien contra G. echa sus roñas, y la segunda mujer, dizque mi prospectiva amante, me avergozaba ante la posibilidad de que, como todo varón, cediera a las ambiciones típicas del machista: G., hija única, tenía una enorme propiedad que heredó de sus padres. Insinuaba que yo iría por ella. Ya no es tan joven, pero su doncellez no tenía manchas. No tenía otro vicio que beberse una copa de vino sin rigurosa habilitualidad. Viajaba a Europa una que otra vez. «Es conservadora». Odia los saduceos. «Es tacaña» y, en muchos años, a ninguno ha llamado a su casa a que beba de su vino. Ni para que durante los sábados contemple, en reposo, los candeleros de Sabbath. «Conmigo sí», me jacté. Por tan poco, como la compañía para comentar un libro, ella me dio providencia... De quien estuve enamorado, traición. Si vio en mí necesidad siguió de largo. En vano fue cuando la dije: El único judío que me importa es tan espiritual que no alcanzo a descifrarlo. Es tan errante que no sé en qué en un lugar se esconde o vive. El judío de mi Arquetipo es la Verdad / Emet que sólo da Dios.

49. Los hermanos incircuncisos del mundo, es decir, los incapaces de ver el Lado Sagrado de la Vida, el Sitra-de-Kedushá, se burlaron. «A los judíos los tomo demasiado en serio», me reprochan. A los arquetipos junguianos, a los arquetipos divinos, a los Mortales y Divinos, bajo el Cielo y la Tierra de Heidegger, «los tomas demasiado en serio». «Why if you're as wr all in the Shit Street?» Me dijeron que no hay nada que sea sagrado bajo el cochino mundo de los buitres, máxime cuando estamos en dificultades. Al menos, «you're a USA citizen, even if you're a stupid prick, Schamock!»

50. El falso amigo dice: «Si de veras quieres demostrar que eres un hombre inteligente: «Házle el favor a G.. Entrégale el shofar en forma de corneta (pene)». Los que venden y compran el placer, bajo el Cielo y sobre la tierra, todavía insisten: «Reduce tu retórica universitaria («load of bolshie») por algo más pragmático. Poder, riqueza, fama. «¿Qué? ¿No te cansas? En la época a la ya arribamos, a la etapa de la historia de los cursos y recursos de Vico, la única fe que vale es la que se tiene en los Importantes Protagonistas, a los que los feministas de San Diego llaman King Pippins. La gente importante e influyente toma el sartén por el mango. Todos los demás con suerte ponen la mano en el fondo y los bordes y se queman las manos...

51. «All gong and no dinner». Sabían que estaba jodido y que no había paz ni en mente ni en mis bolsillos. Muchos hablan de sostener al caído. Expresan la necesidad de unidad, amor y fraternidad y, sin embargo, no se pueden sostener a ellos mismos. «Si dejaras el orgullo a un lado, ya tendrías una residencia esplendorosa en San Diego; a G., en medio de tus piernas, chupando del Shofar y llamándote Kidney-wiper cuando le abanicas los riñones».

52. Siempre, en algún momento de la vida, momento en que la Rueda de la Fortuna gira para los infortunios de Nebekh, una Mano inquisitorial parece copiloteante. Es la mano de la Amiga Secreta, una que parece la sacerdotisa severa y mojigata. Una monja, sin placer, como la que Mercedes, la feminista, burlaba en aquellos años llamándola Lady Penguin. Sin embargo, la fea puede que sea espiritualmente lo puesto. Georgiana fue para mí la primera experiencia con el Ojo de Ayín después del Gran Viaje.

53. Con el ojo interior del corazón, se ve la providencia. El amor providente de la amistad. Para mi sorpresa, la persona que más me bendijo visiblemente fue ella. En el círculo de mis amistades fue la mano más oculta. Lo que me sorprendió es que dijera: «Es tan poco lo que hemos compartido y tanto lo que me has dado». Palabras que habría tenido que decir yo, no ella.

54. Pobres y ciegos los ojos que no ven la Llama exterior de la vela ni que el Amigo verdadero y su poder, que es el Carbón, luz oscura e inmutable.

55. El abismo de la amistad es no creer que la fe es base de unidad y el inicio de la comunicación. La Fe, aunque oculta, vincula a los seres.

55. La fe es el único mesías al que se da la bienvenida todos los días. Es que casi nunca somos conscientes de lo que la fe provee desde sus niveles ocultos.

56. La fe es el ojo interior del corazón. El recurso único para hallar a los amigos antes que lo necesitemos.

Del El libro de la amistad y el amor / Segunda Parte /
Frags. / Bíos

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Fanny G. Jaretón (Argentina)
Tan necesaria

(de esa salud Moral que me era precisa)


Desde la esperalanza es que te escribo
con tinta roja aortando tu nombre
en el andverso reverso de la Letra
al pie de lo que has sido,
frente a los ojos de las inhibiciones.

Derrocado el grito
ahora habrá quien Oiga?
Entenderás que del tiempo qué
uno marca el ritmo
el otro marca el cambio
y tu boca, lento minutero, que marca
todo mi cuerpo acelerado.

Ay de los relativizados quánticos
Ay del jardín de los senderos
que se bifurcan
Materia es lo que puede cambiar.
Y la idea por sutil se Eleva sobre todo cambio.

A saltos cada cosa tiene un sitio.

Me ocupo el de tus besos.
La fuerza que resalta tus brazos.
La del Tan Tien por donde me has herido.
A tu sexo tan firmemente armado.

Las armas y los libros
tienen por R el coneXo
Razón — o — Rabia
haciéndome del esqueleto de Adán
la galopea de la muerte.

Hasta dónde llegar ¡Hasta dónde el Salto!
Piel — Sangre — Latido
de Dios en vos.
Tejo que me lleva al Cielo
— la caída del Ángel
vos y yo
— hermosos ineludibles
del llanto del animal oscuro
que se lanza hambriento
digiere — perdona
al corazón arrepentido.

Fanny G. Jaretón

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Shem-Yya

Desde este ceLebro Hembronial
es que te hablo:
traducir es sacrificar
por eso corto mi lengua
y te acaricio con las preguntas de mis ojos.
Traducir es traicionar
por eso te busco más allá de la palabra
del fuego donde la zarza arDIENTE
mordió por su Verdad.
Y esta sucesión tan natural
como el día con su noche
con su penas y alegría
ha de licuarse
en la trasmigración del eje
en el opTIMISMO
de hacernos reducidos
tan poca cosa
de hacernos con el tacto en la garganta
socorro de las horas travestidas.
Desnudos quedamos.
Náufragos del albaricoque prohibido.
De la farfulla de la desidia del oportunismo
para el brindis de los descarriados.
Quedamos sin lugar a cuentas.
Quedamos incrustados carne en la piel
del lobo y el cordero;
desde cuando no éramos palabras
sino el fruto amoroso que nos hizo Caer
Hondo en el surco del Misterio.

Fanny G. Jaretón / Colaboradores

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Golem

Le soplé la nuca
la frente de su verdad
su boca de/morados caballos
el ombligo vivo dentro de su piel.
Orille mi dedo por su ternura
acaricié la entrepierna de su durmiente palabra
clavé las manos en su temblor de tormenta
con mis alas de preguntas al ascenso
toqué sus pies tan clavados a la tierra.
Y no dijo nada.
Prefirió incrustarme
anclas adentro sus ojos en los míos.
Respiró como último deseo
sobre mí su tabaco
con la tranquila ansiedad
que se espera frente a la muerte.
La muerte que fue escuchar
de ese Ser tan inaniamado por esta Diosa
la palabra amor por ese hilito de su vida
que me sos/tiene.

Fanny G. Jaretón

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Néstor Barreto (PR)
las confesiones de petirrojo capucha

shhh, it happens . heidegger
tradux: shhh,
ello ocurre acaece acontece pasa sucede deviene sale
se da manifiesta presenta expresa




la metafísica de la resolución [la mística]
definición y detalle de
robin [petirrojo] gulembo [monstruoso (defectuoso)]
lo que uno no haría por


definición: ser human@
un pedazo de nada rodead@ de algo por todas partes
experimentando problemas como problemas
y de verdad

es por la magia del foco poniendo el ejemplo
de lo indefinido por la metafísica de la
difusión [discusión que no se va a resolver
nunca —de tan fractable—] infundándole
fuerzas a lo más ñoño de este fundo


tan pendiente de trascender sin embargo
responderá a ¿cómo estás? con mal y mejorando
sin mucho creer por aquello de volverlo un chiste pues nada mejora
excepto en esos bolsillos de bienestar que necesitan algo más fuerte
que una depresión económica
para realmente sentir algo que no sea más bienestar
..


muérdete la lengua marian cuando escuches las confesiones del petirrojo cambian el cuento y
no se deben escribir si esto no es posible ¿cómo fue posible? alguien que me dé una contestación
posible alguien íntimo separado máximo cuatro círculos metatrónicos [explícales]


úrdete otra cosa porque dolor ya padezco y el minuto mío no tiene precio
[te lo tengo que regalar] me muero [me abro por la comisura] me duele todo [estoy en
mis antepasados] en punto me quejo por gusto tiempo justo para marian señora y busto del
rojo pecho forajido y la ley del cerrojo [arrojo abrojo remojo] se posiciona como el petirrojo ojo[pinta]


pero agua pasada no se puede casi comulgar toda la vida defraudando a los
fanfarrones y no haber aprendido [correr cagado es siempre tan desagradable]
no vengas ajotando para parecer que haces cuando no no te zumbes
[lee 'piscina ácida'] y cuando te venza el dolor relee tu albizu


no se ve justo cómo se despacha la colección espuma si no la puedes ni siquiera mirar
dicen que el que busca no lo hereda y que el hurto es endémico
yo no lo juraría así a pecho la desidia es roja sácale el cuerpo [y que te persiga ella a ti]
que se entienda el encojonamiento [todo está hiel sobre espuelas] y cuando los
culones se reúnen lo único que hacen es despotricar contra los chumbos todos lo saben
...


algo tan frágil necesita un[a] campeón[a] el río suena acuéstate a dormir
tanta majadería ya es conocida que si bien es cierto yo casi no he salido
también lo es que no has entrado [en estricta ultimidad]
es mejor que hablar del clima [aunque es un gran factor perdóname] no me he apartado por zán[g]ano


la situación de néstor barreto ['crónica apretada' llamar al plan] por favor me reconstruye
algo tan tórrido que merece su propio romance bisemanal [por plantel] ¡mal@!
¡quita! prepárate mentalmente que no llego


¿qué lugar puede decir mi pana estaba jodido y lo abandoné? éste: tito reyes
homenajes [yo sé lo que son] metadata del mismo carajo que irrumpe en el paisaje
sin forma [impropiamente] con el sigilo de los siglos [conspicua] como un platillo
en medio del picnic volador como un pasado que se niega a sucumbir no importa la impronta
algo como alas de polilla que se deshacen de pensar dedos metafísicos alguien que usa el
cine para compensar hasta el maldito día en que se le explica y ya no puede sino sucumbir


y ¡qué lástima porque estaba contando con él[ella] para redondear su teoría del desmejorar
y se había hecho esta ilusión marcadamente egalitaria [y ahí se frió]
otra cosa con la que lidiar [lo que por lo menos explicaba la frase
'¡qué espíritu de tropa!'] pero para efectos de argumentación
¿qué tanto puede hacerse dadas las relativas importancias? si yo lo llego a saber
no estudio cimientos me busco otra cosa accesos
....


cría fama y que el que tenga de mandinga te libre siempre y cuando el peine juegue
¿quién lo siente más? ¿a qué tipo de persona le importa? [no preguntes quién es
porque entonces seguro se pela la soga siempre parte etc]
y [¿cómo se dice?] sin pecunio sin sanción [maj@] cría cuervos y acuéstate con
nenes a que amaneces cegado tanto límite yo cuando se ponen los huevos a peseta
nadie se tira al charco recua rebaño manada pónle el nombre y que ell@s mism@s se exterioricen


voy por pasaje [eso es lo que hay] no te apures el gesto no es más porque
no había nadie para apreciarlo construía un golem no estaba para jueguitos no sufras
aunque sea para tanto se incluye en la lista eniuei hace la escena explícita sin hacerla


vulgar cobra [nombre del juego] ciencia del hogar [para que no nos jodan]
uso nos tan natural mente insana [anda termínal@ tú] para que trueques tu estrés
por el santo estrés que se 'supone' existe dentro del portaondas [como sobre-dentro sería mejor definirlo
que como grafomanía [a secas]


el petirrojo capucha vuelve y sorprende en medio de otra cosa
porque esa otra cosa no es otra cosa que la misma cosa una y otra vez iterada hasta
que el calado [el cuento aparte] mismo nos defienda [yo ni sé de qué sólo que es grande]


invita a gigantes y después no te quejes cuando empiecen a pasar las cosas
yo no sé qué es más difícil trabar cuernos con la alfabilidad completa o circumvalar
hasta donde se aprecie mejor el revolú escoger evitar y acogeré una pregunta ¿hasta cuándo?

no tenemos contestación a eso no en este momento por lo menos o la contestación
no existe porque la pregunta es inhacible [no se puede confiar ni en los propios rojos
pecho y caperuza sub rosa [no sabemos cuánto se ha perdido]

.....

ya en el hospital
imaginar una sala de emergencia privada con todo imaginar el hospital del maestro imaginar hato rey
ese tramo de la domenech el imperfecto día desenvolviéndose normal mejor que normal
y estar[ser] ahí otra vez mami eva yo

ahora tú ves por qué yo no me hago ilusiones [no tengo por qué]
y por qué creo que los propósitos y las motivaciones son los autores invisibles
de lo que en una primera lectura no se comprende [siempre luego podría ser tarde]

este fue el año que me chupé mis ahorros [el telos del retiro se fue por la buchaca
por poco con tó y mingo] por poco no cuenta para puntos por poco incluye su no-evento

el hombre propone y se lo lleva la corriente
mira si sin lucro sin sanción te parece justo [usando los principios del mismo sistema]
es siempre cuando uno empieza a comprender cuando le cae el rayo
nosotros estamos de plácemes pues ni cuenta nos estamos dando
vienen los que vienen avisando como agoreros negativos a cagarnos la fiesta
de lo que se deduce que todo ha valido la pena y que la medida es un@
aunque sea una pena o una mentira o una excusa o una salva
más que la pena [con la que no se puede hacer mucho]

......

de cualquier malla sale ciento volando [manada ménada moneda [juno] manida
munificiente mántica mental mentada menta monta mansos monstruos menstruales
y sin ministerio mendicante al minuto minado manda a mondar comandantes minimiza
monsergas mendaces de remanentes del mantra mánico monstruo manantial]

monje manga a monje manoseando el mango del monaguillo ¿miente? ¿enmudece[s]?
o mondado manifiesto no ser monitor sino manipulador a mansalva mancomunado
mientras los monos mongos tratan de mantenerse comiendo [sin amenaza real]
¡qué zonzos! se ve de entrada por eso enfada que no hay nada que no simbolice
un lada [mi balada mi baúl hada mi bala da mi balar de edad]

de la mansa sale un ratón [otro heterónimo de dios]
me lesiona lo caro [¿qué tú crees?] cada logro arquitectónico le dice lo que no viene
le dice le habla en oraciones como tú y yo [¿qué hace ese matress en el piso? nada]
una sigularidad sin distinción alguna que por un ademán mío respinga

es sol en la cara verano pleno rechinando a tiempo completo cobalto casi puro
demasiado imagen la que se descubre suelta suelta te digo por tu propio bien [aunque
a mí nunca me ha gustado como suena eso] suelta ya [te estoy hablando] nunca está potenciad@
siempre [para el encargado del celemín] es un dado [por lo menos tiene 6 lados
o sobrefases] lo dado [tan existencial] opuesto a lo menos acabado [a duras penas]
cierra el círculo entre corchetes

llegó el super ratón la singularidad y su capa [imperium]
y ¡por fin! una semblanza de sonrisa [¡qué dur@ de alma quieres ser!]
yo no sé leidi marian para qué

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de METRALLA o FUERA DE CONCURSO o IMAGEN EN CELO también conocido como SUELO RUSTICO COMUN ESPECIALMENTE PROTEGIDO
© 2000 néstor barreto

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Carlos Barbarito (Argentina)
«Las piezas de tu teatro»

[Desde Del Viso, provincia de Buenos Aires, la Argentina, el 12 de agosto de 1991, tras su lectura de las cinco obras teatrales que constituyen el volumen Las Piezas de un Teatro de Rolando Revagliatti (RundiNuskín Editor, Buenos Aires, 1991-)]


Rolando: El arte no está exento de peligros. Todo lo contrario, es un terreno sumamente peligroso. ¿No dice acaso la leyenda que el pintor chino Wu Daozi desapareció en la bruma de un paisaje que acababa de pintar? Construimos un mundo, pugnamos con mayor o menor eficacia por transmitir nuestras pulsaciones, nuestra respiración al Vacío que nos aguarda en forma de hoja en blanco, de escenario, de tela virgen. Y no creo que haya maniobra más riesgosa porque en ella se nos va la vida, en ella perdemos algo de nosotros mismos y con frecuencia el salario es mísero o sencillamente no existe. Pintamos la bruma y acabamos desapareciendo en esa bruma, como Orfeo tras Eurídice, sombras tras una respuesta, y tal vez ya no haya regreso, no hay regreso, porque del Infierno se sale con una respuesta o no se sale y la respuesta se niega como una rata fosforescente siempre adelante del gato.

Entre los chinos, el cuadro terminado es un universo en sí. Desenrollarlo (hecho que adquiere en la China ribetes sagrados) es desenrollar un mundo. Un poema, una obra de teatro son también mundos con leyes propias, con criaturas peculiares que son y no son nuestras y leer el poema o asistir a una obra de teatro es desenrollar un universo, confirmar una vez más que son espacios vivientes que, una vez desenrollados como una pintura, adquieren espesor y movimiento.

Por más que nos vistamos siempre, en el arte, estamos desnudos. Como Du Fu ante el Emperador, siempre -al escribir un poema o una obra de teatro- estamos harapientos o ni siquiera con harapos ante Eso que nos solicita más y más respiración, más y más latidos. Y aunque seamos nosotros, personas, con vanidad y orgullo, los que escribamos siempre el arte nos envuelve con sus olas y llamas y sábanas y nos arrastra, confundidos y temblorosos, sin brújulas ni pronombres personales.

Tu libro manifiesta un universo, el tuyo. Pero, ambos lo sabemos, toda obra no acaba en sus vastos o exiguos límites. Sus pulsaciones que son las pulsaciones del creador se despegan de la hoja, de la tela, del escenario para sumergirnos en su magma, en su sustancia que es siempre recién nacida. Si no fuese así sería imposible estar hablando de tu teatro, ya que es a causa de la prodigiosa particularidad que posee el arte de participar -a través de hilos conductores, de hilos desde su mundo hasta el mundo por lo Invisible-, de participar, dije, con sus movimientos de los movimientos de la realidad exterior es que puedo opinar, referirme a tu obra y no tengo que conformarme con ser sólo testigo de un fenómeno que empieza y acaba y se resuelve nada más que en los siempre estrechos límites del soporte.

Mientras leía tus obras pensaba en Kierkegaard. En su noción esencial de la existencia como un interminable diálogo con Dios hasta la disolución. Con un Dios absolutamente desconocido que alguna vez un poema mío concibió como sordo y ciego ya que no posee oídos ni ojos de carne, no puede oír ni ver al hombre. Concepto que Sartre, en la misma dirección, transformara en un interminable diálogo del hombre con el hombre hasta la muerte del hombre. Creo que el monólogo no existe, nunca estamos hablando a nadie, quien habla solo habla consigo mismo, "espera hablar con Dios algún día", dice Machado, y aquellos que encontramos en los cafés y en las estaciones hablando solos en realidad le están hablando al mismo tiempo al Gran y Vasto y Profundo Vacío que es el mundo y se están hablando a sí mismos -como hacemos también nosotros cuando escribimos o pintamos o actuamos-, lo que resulta ser una misma cosa.

Tu teatro es, en ese aspecto, profundamente kierkegariano. Los personajes hablan consigo mismos todo el tiempo y no se trata de un ejercicio masturbatorio sino un acto desesperado. Creo que vivimos desde los días del filósofo danés, y más ahora que en esos días, un tiempo de diálogo abolido donde, ya ni hablemos del diálogo con los otros, el diálogo con nosotros mismos ya no existe o casi no existe. Más bien, si ese diálogo con nosotros mismos fuese recuperado, el diálogo con los otros automáticamente volvería a adquirir entidad. Si algo busca tu teatro, entre otras cosas, es la recuperación del diálogo del hombre consigo mismo, eso que el hombre ha olvidado del todo o casi del todo, y que se manifiesta en la lucha despiadada, desesperada de sus personajes que, por todos los medios de que disponen -siempre escasos, míseros, muy míseros- apelan a palabras que han sido vaciadas, despojadas de entidad, desgarradas en su centro, pero las únicas palabras posibles, y las gritan en medio del Vacío que es el mundo con el deseo de oír de sí mismos, de los otros una respuesta a sus preguntas, de poder por fin expresarse y que los demás le expresen de un modo más alto, pleno de significaciones.

Pero por ahora tus personajes -que son los míos también en mi poesía- reducen sus vidas -como nosotros- a un interminable hablar sin respuesta, sin respuesta de nosotros mismos y de los otros, apelando a las palabras que nos han dejado como única herencia y que, desinfladas como un odre seco, incapaces de dar vida, les pudren la lengua. Pero ellos, como nosotros, necesitan hablar y hablan, y al hacerlo desesperan ya que sienten que están contribuyendo al Vacío y por ello es que -siempre en el límite- intentan devolverle a las palabras lo que les han quitado, el poder que les han quitado.

Hay que inventar un nuevo idioma. Éste ya está seco y desinflado y no comunica nada, sólo confirma la prepotencia del Vacío. Me parece que ese es el mensaje -odio hablar de mensaje pero no encuentro otro término- de tu teatro. Pero, creo que tu obra no cae en ese error, esa invención no puede ser una mera acumulación de neologismos sin más, debe ser una invención que atienda estrechamente a las demandas de comunicación y relación del hombre, a la imperiosa demanda de un hombre que ya casi es un mísero productor de ondas de aire sin vida y no aquel hombre que al nombrar a las criaturas las despierta de sus profundos sueños de barro. Me parece que ese nuevo idioma está en éste y que lo que se necesita es trabajar en repotenciarlo, en cargarlo de significaciones, en repensar sus límites y alcances, en ponerlo a salvo de aquellos que están para vaciarlo, en convertirlo de nuevo en un vehículo apto para la comunicación, la relación y el acceso a niveles más altos del conocimiento. Y, sobre todo, Rolando, como un medio para la transformación de una realidad que está a punto de tragarnos para siempre. Aunque nos perdamos en la bruma habrá sido un intento porque creo que no hay peor infierno del que no hace nada y deja que se lo coman las hormigas.

Todo esto está en tu teatro. Soy un beckettiano apasionado y hay Beckett en tu propuesta, pero no un Beckett dictatorial, más bien hay un Beckett que propone algunos elementos que vos disponés sabiamente. En la escena, junto con otros elementos que son de tu propiedad. Además, ¿es posible hacer teatro en Occidente sin algún eco al menos de Beckett, o Adamov, o Ionesco, o Artaud, por citar a algunos? Es una pregunta que te hago y de la que adivino la respuesta.

En unas páginas de un filósofo francés llamado Luc Ferry encuentro una afirmación que quiero traer a estas líneas: «La obra ya no es el reflejo del mundo, sino una expresión del universo íntimo de su autor. Lo bello no es algo que es necesario descubrir, como en el pasado, sino algo que hay que inventar». (Las cursivas son mías.) Creo que en el arte lo bello sigue siendo un concepto esencial, pero se trata de una belleza subjetiva, interior y por lo tanto que debe ser inventada y no descubierta, sí, pero también un modo diferente de la belleza, una belleza que estos tiempos exigen: desnuda, sangrante, furiosa, terrible. Una belleza que sólo cuenta con su carne, tantas veces violentada, y que ha pasado, no sin sufrir mengua sino todo lo contrario, por campos de concentración, tumbas colectivas, persecuciones, dictaduras, apartheis, y que persigue no sin dolores ni angustias la vida que se le escapa.

El arte, como el amor, nos hace maduros para enfrentar la vida y también para enfrentar la muerte. Quien no está maduro para la vida y la muerte es porque creyendo que hace arte sólo hace garabatos como un niño. Quien no asume la peligrosidad de hacer arte no hace arte, permanece en sus orillas sin atreverse a entrar en el agua y por lo tanto no nada. Sos un nadador, Rolando, que no tiene miedo de ahogarse. Desenrollás tu mundo y que pase lo que tenga que pasar, que la niebla te envuelva, que el mar te arrastre contra las rocas.

Hablás no de modo automático sino por un motivo distinto y que es fruto de una íntima e insoportable carga que tenés adentro. A partir de eso se desatan todos los peligros.

Carlos Barbarito / Biografía

[Carlos Barbarito es un laureado escritor y poeta, con más de una decena de libros publicados, desde su Poesía quebrada (1984) y Teatro de lirios (1985), ha escrito consistentemente. Libros recientes son Piedra encerrada en piedra (2004) y Figuras de ojo y sombras (2006). Muchos de sus textos han sido traducidos al inglés, francés, portugués, italiano y holandés.


Rolando Revagliatti

Rolando Revagliatti, destacado escritor, teatrista, ex-actor y poeta, es nacido en Buenos Aires, en 1945. También tiene una importante y diversa obra literaria, en libros y medios electrónicos, traducida a los idiomas francés, catalán, euskera -vascuence, alemán, asturiano, portugués, inglés, neerlandés y rumano.
Ver].

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Revistas amigas: Siempre con interesante material de lectura, vale destacarse la labor Gaceta Virtual, bajo la dirección de Norma Segades - Manias, quien es una de las poetas argentinas más impresionantes y dotadas que se pueda leer en lenguaje española. La revista presenta ensayos, crónicas, cuentos, poemas e ilustraciones. En la edición núm 35, correspondiente al 31 de octubre de 2009, participan autores como Adriana Vecarich, César Áctis Brú, Virginia Gutiérrez, Carlos Roberto Morán, María Julia Ruiz, Martín Córdoba, Laura Elena Bermúdez de Tesolín, Lilia Raquel Testi, Mónica Russomanno, Ricardo A. Kleine Samson, Cristina Castelló, Jorge Isaías (con excelentes ensayos sobre Borges), Santiago Bao, Eduardo Cháves, Miriam Cairo, Gregorio Echeverría, Claudio Martínez Zabala, Eduardo Espósito, Luis Benítez, Delfina Acosta, Roberto Malatesta, el chileno Antonio Vizcaya Durán, la cubana Dolores Vilá Blanco, los colombianos Carlos Fajardo Fajardo y Adrián Pino Varón, el venezolano Alejo Urdaneta, el español Javier Rodríguez Marcos, los peruano Fransiles Gallardo Plasencia y Julio Carmona, el candiense José M. Vallejo (aporta un excelente ensayo sobre Benedetti). La calidad de la poesía, la crítica y narrativa es excelente. [gacetaliterariavirtual@gmail.com]

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