Tuesday, September 15, 2009

Septiembre 30 / Núm. 40 / Orange County



GocceDivani

Contenido 40

Pablo Mora
Librémonos
Ars poética

Gustavo Tisocco
Entrevista con Pablo Mora

Fanny G. Jaretón
Con/fe/sión

Marisa Aragón Willmer
Duermes, Mujer

Alfredo Villanueva Collado
A ver si te cabe, papichulo
Poema al resp(e)cto
Examen de orina

Ovidio Retana González
Intelectuales salvadoreños comprometidos con la Revolución Cultural

Palissy: cuando el Poder asesina a los artistas

Maika / Tati / Sagasuku
Quizás puedas deshacerte en la espuma
Serena llamada

Lírica cuántica

Carlos López Dzur

El gorrito de la burla / Frag.
de la novela En Memoria de Catana

Luis Rafael Sánchez
Peor que coñ... y puñ...

Éktor Henrique Martínez
Los Arcanos del Doctor Mefistófeles


De los escritores de Puerto Rico al Gobernador y al País

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Pablo Mora (Venezuela)
Librémonos


Del poeta que escriba en menguante. Del sol que caliente la miseria. De la antigua procesión de hojas marchitas. Del virginal destierro sin regreso. Del zorro tiempo que cosió el silencio. De las vergüenzas, los odios, los bisiestos años. De los millones, billones o trillones de justos. De sus escombros, sus heces, sus herbajes. De los hombres buenos, fraternos o pendejos. De las rojas calificaciones del rocío. De la criptografía de los espías. Del aurinegro estiércol de los diablos. De los fatídicos cálculos arábigos.

¡Librémonos

De los escupitajos. De los mortecinos ecos de una infancia hueca. De lunas distraídas, putrefactas, con psoriasis. De la antigua costumbre de ir por las laderas del hocico de algún pan sin nombre y apellido. De los cimientos, aleros o gargantas donde los helechos ocultan las crecientes y clinejas. De alguna vez sin sombra. De esos ojos que se van poniendo chinos de puro sentimiento muerto.

¡Librémonos!

De la brisa muda, confundida, agazapada. De la herida lágrima del beso de la puerta. Del llanto aguacero del payaso de los pájaros. De las simas infernales de la hormiga. De algún día sin noche. Del eterno aprendiz de pordiosero, de poeta. De ser tan sólo trapo viejo de cocina esenia. De la marginalidad de la mordaza. De la ciudadanía de la maleza. De la confusión de los espíritus. De las malas tintas, trinitarias, con pereza azulmarina. Del alegre gasto de hojllas, saludos, palabras y regresos.

¡Librémonos!

De los relojes de los largos sueños. De los gestos, los cantos, cuernos, cuentos y coros de la tarde. De las viejas arenas del río. De las azules piedras del mar, sus costados y quebrantos. De mirar sin miedo a maltratar al ciego. Del hórrido graznido de un auricular espía. Del sol, la luna y las estrellas. De la luz que fue hecha. Del desorden sacrosantamente público. De los orinocos de la angustia básica. De la andanza de los cristos encarnados, truculentos.

¡Librémonos!

Del pavoroso tesoro del hambriento, el eterno basural de los sinsontes. Del hueso gustero. Del mañanero pedazo de candela. De la saneada policía embrutecida, envenenada. De la santidad de las semanas. De la conjunta mortandad de los calvarios. De la muda orfandad de los samanes. De los apócrifos pensamientos. De su vigencia escandalosamente moribunda. De tanto malandrín contemporáneo tan lleno de sabor latino.

¡Librémonos!

De alguna lupanaria invasión de los marines. De posesiones, transmisiones, misiones, sumisiones. De agresiones, regresiones, transacciones, conciliaciones o casinos. De la ginecocracia de la mujer. De las angélicas pasionarias arenas de las flores y las algas. De quienes juntan casa a casa y añaden heredad hasta ocuparlo todo. De maquinaciones, de coyundas y de yugos. Del monte sin bramido de ganado. De la economía sin fronteras. De las firmes retiradas. De las mentiras, de las granadas, de las carcajadas.

¡Librémonos!

De los amparos, los desamparos, los roperos, los preparos y reparos De los trabajos, los dioses y los días. De los bravos, de los buenos, de los feos, de los malos. De los barcos juguetes de garbanzos o gabazos. De las gaviotas de cada día. De la luz eléctrica desinfectante y puta. De quien nos siga, nos hurgue, espere y desespere. Del Eclesiastés. Del Eclesiástico. De los Excelentísimos Señores Superviajeros. De los pasajeros. De los proverbios, los refranes y los eros. De los cinco o cinco mil panes. De los cinco puntos cardinales de los canastos engrifados por el llanto.

¡Librémonos!

De los canarios, los gallos, los grillos, los cristianos y los trompos tuertos. De cualquier unión patriótica. De cualquier estado hideputa unido, supremo, checo, eslovaco, ecuménico o romano. Del nostradámico naufragio del planeta. Del enfermo pobre. Del remedio caro. Del tramposo viejo. De la hornilla muerta. Del acecho de la sierpe. De la estatua del silencio. Del complejo azucarero del diabético. De las impúdicas raíces cuadradas, literarias. De las impunes rimas estridentes, procelosas, desnudas o atenuadas. Del pus supremo de los viudos y los solos. De la ponzoña, la maleza y la cizaña.

¡Librémonos!

De las Constituciones, los Constituidos y las Constituyentes. De las vulvas quebradas del quebranto. De los suspiros lustrales del torrente. Del delirio augusto en torrencial plegaria. De la sinérgica vacuidad del cosmos. Del lirio y la vagina a la intemperie. Del cante jondo de Dionisio en galla misa. De los Smith, de sus deudas indeseadas, inmorales, indexadas. De los Truman vagabundos de la guerra.

¡Librémonos!

De los racimos del hambre y la miseria. De los ridículos seguros poderosos previsores. De las bárbaras sedes de los deltas del silencio en alta mares crines de arrechera encabritada. De la ansiedad de las pedradas. De virtudes, peines, arañas, alacranes y pañales. De la solemne soledad de los agostos. De la tristeza, esa mierda, compañera insoportablemente legañosa, tiernamente oscura.

¡Librémonos!

De tropezar con un martes trece. Con un caballo loco o un león insomne en fuego. De una madrugada acacia hambrienta. De la corneja al lado adverso del destino. De alguna tristeza ultramarina. Del aullido de la hiena. De la salvaje cabra, del chacal y del hurón. De la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra.

¡Librémonos!

Del canto del gallo en aguacero. De la abismal oquedad de la renuncia. Del carcomido silencio en increíble soledad deshabitada. De los toreros muertos, de los huérfanos teteros. De la zocacola, las anhedonias, los pericos. De los fantasmas de Canterville. De los sobrevivientes. De Chernobyl. De las intelectuales escrituras patriarcales pendulares.

¡Librémonos!

Del rap de las hormigas. Del carrousel de las Eduvinas, las Adelas y las Adelitas. De los enanitos verdes. De los traviesos gusanitos. De los políticos paralíticos, sifilíticos. De la escasez del tiempo para el ocio, el vicio y el fornicio. De las mezclas con efectos especiales. De los bebedizos, menjurjes, barbechos y barbascos. De los puercos y los porchettos.

¡Librémonos!

De los contagios del alma. De los rituales. Del limbo y los reptiles. De los cristianos, cristales y vitrales. De los juanes, los mordiscos, las trompadas, estallidos y luceros. De los venenosos invidentes. De las tuercas, tutecas, lagartijas y cangrejos. De la tara, las lesiones, sus corotos, tormentos y lecciones. De las guerrillas, las calabazas, los velorios. De las ocurrencias de la muerte. De los ojos abiertos de los ciegos.

¡Librémonos!

Del medio camino de la vida. Del azufre, del agüero, del aojo. De la desnuda mariposa salamandra. De la amapola en luna descubierta. Del tísico pañuelo de la guerra. De consejas, sinagogas, conjuros y consejos. De argucias, fraudes, hurtos, dolos y asechanzas. De echar dado falso, de cargarlo. De caer en el señuelo o en el lazo. Del necio, sus celadas y sandeces. De confundirnos alguna vez de mano, de palabra, de noche o de locura. De lluvia, de casa o de garganta. Del canalla y sus vilezas. De la sangre colorada en desamparo permanente. De acampar algún día en ensangrentado llanto. De tener que cargar con la rosa agusanada sobre el opaco lomo del que nunca fuera.

¡Librémonos!

De la matadura de la memoria voraz que atiza los relámpagos. Del desbocado potro que golpea en el pecho sus chispeantes cascos herrados por el viento. Del vórtice abierto que engulla nuestra esperanza desolada. De la desolladura del barro que seremos. Del errante diluvio de los párpados insomnes. Del estridente relincho del rayo de los pájaros.

¡Librémonos!

De tener que mear sangre en los hocicos de los gusanos o pagar peaje con vinagre de Mahfud. De tener que presenciar el duelo de una telaraña con la lluvia. O el de un colibrí con el sueño de una cerbatana. De tener que oírle a la lluvia un cante jondo. O asistir al entierro de una hormiga virgen. De tener que andar en puntillas sobre un silencio o liberar una estrella de una luz alpina.

¡Librémonos!

De tener que regresarnos de la muerte u oírle al mar sus coruscantes sinfonías de agua. De tener que cambiar de aldea. De que se desteja el encaje del sol enfurecido. De que se desgaje el transido corazón del hombre. De que se desate la noche de la guerra o se zafe el curricán del mar.

¡Librémonos!

De que nos sorprenda el aplauso de un pájaro salvaje o la madre del caracol huyéndole a la pena. De aquél que no conozca la tristeza. De las indómitas fieras de la guerra. De tener que ver los mil cielos sin estrellas. De que el sueño sea el camino de la muerte. De querer en alguna madrugada abrirse una vena o un ojo que nos dé la libertad eterna.

¡Librémonos!

De la culebra amarilla de la acera en donde guiñan nuestra vida los goznes de los miedos menguados de unos asnos escondidos en los postigos del tiempo, amarrados al fulgor de la garita quejumbrosamente polvorienta de la lluvia en suerte.

¡Librémonos!

De las sombrillas del corazón. Del desierto de las bolsas. De las zapatillas de las brujas. De las gusaneras del Palacio. Del abrazo de un ogro purulento. De un Judas vivo o un Vallejo muerto. Del hambre, digo, del hombre decente, parte de la Religión, ese viejo escondite, guarida de dioses, infiernos y demonios. Del corazón, ese tercer cojón del hombre. Del sidoso divino providente. De los cojones de la Divina Providencia.

¡Librémonos!

© Pablo Mora

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Gustavo Tisocco (Argentina)
Entrevista con Pablo Mora


—¿Qué es para usted la poesía?

—La poesía es un acto de fe en el hombre, en la palabra y en la vida. Un instrumento para transformar el mundo. Momento de liberación individual y colectiva. Un asombro que se pasa a limpio. Un renglón que se añade al mundo. Ser poeta es disponerse a la vigilia. Navegar hacia adentro del asombro. Saber el tamaño exacto de la pena, la terrible majestad del pan. Logra que lo oigan las estrellas. Sabe que una piedra es un pájaro que ya no vuela; que toda piedra alguna vez fue estrella; que un universo sin estrella carecería de vida. Conoce el reverso de las cosas y la vida.

—¿Podría usted contarnos un poco de su vida, de sus obras publicadas, sus premios, su actividad literaria?

—Mi poesía proviene de un almácigo. Pasó por noche insomne. El insomnio me dejó al asombro. El asombro, luego, me llevó a la sombra. La sombra me lanzó a los mares. Casi ya Pablo Mares, el mismo que viste y canta. La noche, la sombra antigua. La llagadura, sombra antigua. La madre, la sombra antigua. La noche, la antigua lejanía, la sombra antigua que a los hombres mira, que a las costas de la divina antigüedad nos ata. Mi poesía es un al alimón a cuatro mil manos. Sin bajar los brazos, sin bajar la rabia, sin bajar la alegría, a contracorriente, a sol y sombra, de claro en claro y de turbio en turbio, a corajazo limpio, sè que habrá de haber lugar para la poesía, si no quieren pueblos y hombres sucumbir. Me debo a mis dobles, a mis pares, a los otros, a la Poesía , Sociedad Anónima, casi como decir a Gabriel Celaya. Creo que jamás la canción tuvo punto final, que la existencia no es más que un plagio y que los poetas escriben las mismas cosas con uno que otro colorido; que solo existe un poema y un poeta y hasta una sola palabra para quienes existen, existieron y existirán en comunión poética, en convivialidad creadora.

En respuesta al “sueño del futuro”, confío en que, se afiance y robustezca la Poiesología , ciencia que propongo se instaure en cuanto disciplina que estudiaría los signos de la creatividad y las leyes que la regulan en relación con la naturaleza, el hombre y el arte; al interior de la ciencia, la técnica y la tecnología. Con la sombra duermo en oscuro cuarto, hasta bien entrada la madrugada. Más allá de los solos y cobardes, más allá del metal y del combate, más allá de la lucha de los cantos, más allá de la cólera enemiga, alada, la neblina me distingue. La resonancia de la noche recoge mi canto aglutinado en pura fogarada. Con Fidel, me pregunto ¿hasta cuándo las ideas serán pisoteadas? Con Galeano, ¿hasta cuando seguirá corriendo la sangre para que la fuerza justifique lo que el derecho niega?

—¿Cuándo empezó a escribir? ¿por qué?

—Empecé a escribir cabe la sombra de una cueva: La Cueva Pictolírica , movimiento literario que se hizo sentir en la región andina de Venezuela en los años sesenta del siglo pasado. Al tiempo que los fusiles daban su mano a las letras, tratamos de crear una como trinchera de Paz con nuestra palabra.

Así, mientras el mundo se desvive entre galácticos presagios y alientos de hecatombes, trato de construir mi trinchera, desde donde disparo contra obnubilados y díscolos, con la más convincente de las armas, el verso. Soldado de la Paz , disparo mis versos contra la guerra.

—¿Cómo definiría a su poesía?

—Persigue un verdadero espacio verbal en sintonía con uno temporal-ideoló gico, puesto que la emoción, la palabra y el contexto sociopolítico han de entrecruzarse, encajar en todo lenguaje poético. Considero con Ludovico Silva que la belleza es revolucionaria; que Belleza y Revolución han de ser permanente bandera de combate. Con Rimbaud, estoy convencido que el porvenir será socialista.

¿Mi poesía? Una forma o fase de la luna de mi aldea. Un almácigo que se quema al sol. Un coro en el que canta un insomne. Hacer caber a Dios en un dedal, al sol en el ojo de una hormiga, al mar en los labios de una perla o al universo en una gota de rocío. Un deseo de arrear la luz. Querer encontrarle al silencio su guarida.

—¿Qué autores influyeron en su poética?

—Temprano me conseguí con Juan Ramón Jiménez y el aquelárrico Fausto de Goethe. Siempre estuvimos a la sombra de Neruda, Vallejo, Whitman y Miguel Hernández. Más fraternalmente, con la iracundia de nuestro entrañable hermano Dionisio Aymará. En mi errancia italiana, compartimos con la Escuela Lombarda , sobre todo con Edoardo Sanguinetti y Luciano Erba. Con el dolor a cuestas de Pavese. Con Ungaretti, Montale y Quasimodo. Otros poetas en el camino fueron Maiakovsky, Rimbaud, Rilke. De nuestra frontera, Jorge Gaitán Durán y Cote Lamus. Pero, entre todos, nos selló la vida, el camarada Rafael Guerrero — Carlos Guerin— cuando el fusil le dio la mano al verso, cuando, frente a la violencia institucionalizada, aprendimos que la poesía ha de ser fusil, vida, protesta y alarido permanentes.

—¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?

—Quisiera que mi poesía contribuyese a sembrar la Paz sobre la aldea, sobre la tierra. ¿Qué poema elegiría usted si tiene que optar por uno en especial? ¿Por qué?

—Elegiría el titulado El hombre, pues resume en cierta forma la visión del mundo que signa mi obra: el hombre que desde sus hondas cavilaciones: nos grita, nos acusa, nos reclama.

—¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?

—De un lenguaje descriptivo, progresivamente, ha venido robusteciéndose en una razón poética donde la métafora ha venido cobrando cada vez más aliento creador.

—¿Para usted se nace o se hace escritor?

—Se nace escritor a la vez que se va fraguando la tarea-misión entre ramalazos, tristumbres y esperanzas.

—¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este bello camino de la PALABRA?

—Cree en la locura de los pájaros, en la fresca escarapela de las sombras, en el risueño misterio de la tarde. Cree que jamás la canción tuvo punto final, que la existencia no es más que un plagio y que los poetas escriben las mismas cosas con uno que otro colorido. En esa continuidad profunda que, de siglo en siglo, traspasa de poeta en poeta; que sólo existe un poema y un poeta y hasta una sola palabra para quienes existen, existieron y existirán. Cree que “nuestra poesía no es nuestra, la hacen a través nuestro mil asistencias, unas veces agradecidas, otras, inadvertidas. Cree en la POESÍA , SOCIEDAD ANÓNIMA. En que nadie es nadie, salvo nuestra salvación en la obra común, en el canto coral que ilumina la esperanza. Cree que nunca estás solo. Solos, no somos nada, nadie; juntos, inmortales. Cree en la obra colectiva y anónima, aún en ciernes, transformando y creando conciencia impersonal. Parte del sueño de una corriente eléctrica que eternamente fluye, y que ha de convertirse en realidad gracias a una superconductividad, apuesta al saber, al diálogo, a la liberación, a la completitud creadora. Apuesta al hombre, a la palabra y a la vida. Apuesta al sueño y al regreso. Al juego, al abrazo y a la danza. Sobre todo a la revancha. A la esperanza desnuda. Al orgasmo del mundo que hace cauce. A la belleza que se expande.

—¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?

—El reino editorial, acá y allá, no conoce todavía del marketing. Menos lo conocen los poetas. La poesía, desgraciadamente, pareciera ser para elegidos. El mundo, en cambio, que fue para llegar a ser leído —tolle, lege— nos convoca al legado de todas las lecturas. Quien vio, anduvo y leyó, deberá —testigo en mano— traspasar el hormigón de sus lecturas, su asombro, su cosecha, en sueño, en teleescritura- teleliteratura eternas.

—Si tuviera que recomendar un libro de poesía, prosa, cuento, novela etc ¿Cuáles recomendaría?

—Al cerciorarme que mi obra Sombra Antigua había recibido el Premio Nacional del Libro otorgado por el Cenal, 2005, pensé en La Poesía Olvidada y Recordada de Jorge Zalamea, Premio de Ensayo de la Casa de Las Américas, 1965. Y de cómo, día a día, hemos de hacer de la promoción de la poesía y la literatura en general un culto, una como superior misión, de donde a su vez surja la enorme posibilidad de crear Sociedades Anónimas Globales en las que converjan las ideas, los propósitos, las reflexiones, los asombros y ocurrencias que han de signar el orden nuevo, el hombre nuevo, el pueblo nuevo. Puesto que la paz pasa a través de la revolución y revolución integral en aras de una humanidad nueva.

Recomendaría, en fin, a Platero y yo y toda la Obra Poética de Jorge Luis Borges. Sin olvidar El Quijote, por supuesto.

—¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, ñusleter, blogs etc?

Internet viene sendo una verdadera vehiculización de la Inteligencia Colectiva en aras del Poema Colectivo, La Poesía Colectiva.

—Por último ¿Quiere usted agregar algo?

—Con Gabriel Celaya y María Luisa Alonso, pretendo ser un portaestandarte de la Poesía, Sociedad Anónima, en cuanto somos una sola voz quienes escribimos ahora conjuntamente con los que escribieron antes de nosotros y con los que escribirán después. Sociedad Anónima que significa la solidaridad humana que todos tenemos, la posición de humanidad solidaria ante la espiritualidad de la especie. Poesía, Sociedad Anónima, no solo referida al presente sino también con trascendencia futura, entendiendo la Poesía como una especie de metalógica o metalenguaje o metaespiritualidad que está, como si dijéramos, dentro de la herencia de la especie, al interior de una herencia poética. En fin, Sociedad Anónima que significa la solidaridad humana que todos tenemos, la posición de humanidad solidaria ante la espiritualidad de la especie.

[BIOGRAFIA: «Nací en Santa Ana del Táchira (Venezuela), en 1942. Residenciado en la ciudad de San Cristóbal, finco mi trabajo en una actitud ódica identificada con su mundanidad inmediata y de apertura. Capitán de Poetas, mi verdad: humanismo, hombre, humanidad. Mi credo, mi plan de vida, la Poiesología : Hundirse, hurgarse, ser, sentirse, serse. Mis Páginas Web han sido recomendadas por UNESCO. “Espéculo”, Revista Electrónica de Estudios Literarios de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid (España), en los Nos. 9 a 42 de los años 1998 a 2009, ha divulgado una serie de mis ensayos».

BIBLIOGRAFIA: He publicado: Almácigo, El Parnasillo, San Cristóbal, 1978. Almácigo 2, Ediciones Rondas, Barcelona, 1980. Almácigo 3, Presidencia de la República , Caracas, 1982. Almácigo 4 En Tiempo de Guerra, Imp. Formas Lem, S.A., San Cristóbal, 1985. Almácigo 5, El Parnasillo, San Cristóbal, 1986. Franja Fecunda, Tipografía Cortés, San Cristóbal, 1989. De la noche insomne, Porlamar, Fondene, 1992. (Premio I Bienal Nueva Esparta de Literatura, 1991). Almácigo 6 En Tiempo de Paz, Edit. San Sebastián, San Cristóbal, 1993. Cuenta Abierta, UNET, San Cristóbal, 1993. Plaquettes varias, San Cristóbal, 1981-1992. Asombro al descubierto, Ediciones Mucuglifo, Editorial Venezolana, C. A., Mérida, 1996. A coro en el asombro, Antología, Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses, Nº 171, edición patrocinada por la UNET , 2000. Parte de asombro, Ediciones Erato, patrocinado por el Decanato de Postgrado de la UNET , 2000. Insomnio terminal, Ediciones Erato, San Cristóbal, 2002. Cuarenta mil millardos de millas de hombres luz, Nadie Nos Edita, San Cristóbal, 2002. Palabra insomne, Nadie Nos Edita, San Cristóbal, 2003. Poiesología, FEUNET, San Cristóbal, Venezuela, 2005. Sombra Antigua, Nadie Nos Edita, San Cristóbal, 2005. Premio Nacional del Libro otorgado por el Cenal: Mejor Libro de Creación Literaria, Mención Poesía 2005. Sangre zurcida. El Árbol Editores, 2008, San Cristóbal, Táchira, Venezuela].

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Ars Poética

limpiar el poder cuando corrompa
vigilar mientras todos duermen
unir lo posible con lo imposible
mantener abierta la palabra
sacar la flor de las cenizas
llevar el infinito a cuestas
salirle al paso a la mirada
alentar todas las formas
alumbrar la maravilla
encender relámpagos
asombrar al tiempo
descubrir el secreto
sentir las sombras
fundar los sueños
salvar al hombre
amar al viento
decir verdad
seguir puntualmente al sol
sentarse en el lugar del hambre
acordarse del viaje hacia la sombra
dar tiempo al camino a que regrese
despertar a latigazos el silencio
mantenerse como un latido
llevar a peso las palabras
reinar sobre la muerte
revivir cada día
salvarse juntos
festejar la vida
cambiar la vida
transformar la vida
asolear la eternidad
hacer más vivo el vivir
llegar vivos a la muerte
hacer buena la palabra
hacerla arado paz combate
furente empuñada inextinguible
dar con la antigua huella de la paz
con los nuevos caminos de la aurora
salvaguardar al hombre que florece
la trocha que nos lleve al alumbraje

Pablo Mora /
Obra

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Fanny G. Jaretón (Argentina)
CON/FE/SIÓN


Él le he levantado las enaguas a la noche.
Se ha metido por la cama donde se tienden
y distienden las pasiones.
Ha venido y me ha acertado en un:
«¡Como eres Fanny!
No dudes que te quiero»
Fuera de telas
-de juicio y de lencerías-
Escribo mientras pienso:
¿Enterrarías tu ansiedad entre mis nalgas?
Tu pájaro batiéndome la boca me hace espumar en vuelos.
Veo al sol. Tus ojos. Tu pene. ¡Dios mío!
Tengo la nariz llena de tus olores concretos.
Donde mi boca busca tu semen tibio y generoso…
En esta noche mi cuerpo se encrespa y ruge
quiere conocer a fondo todos tus placeres.
Mi almohada se ha puesto a gemir entre mis dientes tu mote.
¡Quiero ahogar todos mis animales de fuego
en el agua espesa de tu sexo!
Quiero que con urgencia me beses en el como es abajo
hasta que sea el grito
el que cierre esos labios con los tuyos de cielo.
Intento dormirme.
Que la dude se borre.
Froto con miga de pan el clítoris
hasta leudar tu nombre en mi silencio.

Fanny G. Jaretón /
Bitácora

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Marisa Aragón Willner
Duermes, mujer

He visto a las mujeres abrazarse a sí mismas cuando duermen.
Anidando en sí la espera como una niebla negra.
El abrazo, código secreto, es as de un enigma,
esparce sobre los hombros estaciones ya desiertas,
huele a barnices de barcos sin naufragios,
a niños y a hombres atados a su perfil de magnolias en flor,
a sus senos benefactores pródigos,
a la medida fértil de su amor.

La noche urde un engaño entre sus sábanas.
Una promesa maldita, un regreso hacia los trucos de la vida
Urde pequeñas quimeras merecidas.
La moneda prieta de un sueño entibia.
Afuera hiela.
En el fondo del corazón también.

Marisa Aragón Willner

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Alfredo Villanueva Collado (Puerto Rico)
A ver si te cabe, papichulo


La prohibición, por parte del Departamento de Educación, de la lectura de libros escritos por autores puertorriqueños y extranjeros en las escuelas del país marca otra victoria para el gobernador Fortuño y su agenda de convertir a Puerto Rico en un “estado rojo”, asociado al Partido Republicano del Imperio—a la usanza de las Carolinas, Mississipi, Georgia, Alabama, Florida, ayer bastiones de la confederación que batalló por preservar la esclavitud, hoy bastiones del fascismo fundamentalista, de la resistencia al gobierno federal y a cualquier programa que expanda la red de justicia social y derechos civiles. Bastiones de la censura de libros. La excusa son las malas palabras o las “escenas crudas”. La verdadera razón: una agenda política de represión que responde a una ideología imperial, ya que estos textos se atreven a violar el consenso imaginal y mostrar un Puerto Rico que la oficialidad pretende borrar del mapa.

Quiero aclarar que considero fascismo todo programa ideológico que emane de una voluntad de poder y control sobre el individuo. Por eso, creo que si hay fascismos de derecha, como en el caso de Fortuño y el partido Republicano tanto de la isla como del Imperio, también los hay de izquierda: el “cesarismo democrático” que perpe túa a los caudillos latinoamericanos tan de moda. No existe religión, excepto el budismo, que no sea fascista. No existe corporación que no sea fascista. No existe ejército que no sea fascista. No existe revolución que no sea fascista. Y el fascismo se extiende a los programas escolares.

Quiero aclarar que la ideología fascista se fundamenta en la noción de vasallaje: el individuo voluntariamente declara su sumisión al sistema macho de turno. La obediencia, la lealtad absoluta y fanática, la psicopática certeza de que la verdad sólo proviene de una fuente y le pertenece al vasallo porque así lo declaran sus amos. No hay nada más que mirar al Congreso del Estado Amarrado Disasociado de Puerto Rico, para ver ejemplares de la especie. También examinen las innumerables sectas evangélicas. Puerto Rico es el único país que tiene un Anticristo y una diosa. Los carimbos del vasallo.

Y en Puerto Pobre, el pavor a la libertad, que los haría responsables de su circunstancia. El descarajado juego de los que quieren una identidad sin responsabilidades: hispano, africano, indio, latinoamericano, caribeño. Pero a la vez, asimilados incondicionales del Imperio, rastreras víctimas y promotores del capitalismo avanzado, lameculos ladrones inmunes a la ley, como el alcalde de Ceiba y tantos otros.

Porque el pueblo que los ha elegido es aún peor que ellos.

Así que no se quejen tanto, y recluten una armada de tiburones. Reúnase la membresía de las distinguidas asociaciones y en lugar de enviar cartitas y proclamas de repudio. reúnanse en las plazas y los shoppings, paralicen el país con lecturas de los textos prohibidos. Y añadan éste, que escribí precisamente cuando me botaron de un portal cibernético por “faltarle el respeto” a los lectores.

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Poema al respe(c)to

Obscenidades en cualquier idioma:
conceptos que imponen control al sujeto.

Cabrón, Carajo, Puñeta, Hostias.
Ingenuas voces del hablar del pueblo

con las que sazonamos una lengua
que aburre a veces por desabrida.

Culo, Mierda, Cojones, Coño,
partes naturales de los cuerpos

que los fariseos neokristianos
pretenden ausentar de sus anatomías.

Ninguna busca poder o dominio;
están felizmente libres de cadenas.

Ah, pero dadme esas otras palabras,
las más groseras del diccionario:

Moral, Derechos, Pecado, Reglas,
y la más ofensiva de todas: Respeto.

No respeto por el hermano
cuyo color de piel es diferente.

o respeto por los que ganan
el sustento en campos y cocinas.

No respeto por las que nos crean,
forman, aman, cuidan y entierran.

o respeto por los ya marcados
por la implacable nieve del tiempo.

No respeto por los abandonados
en los sistemas de explotación máxima,

ni por un planeta desmoronándose
bajo la férula de una especie asesina,

o los que levantan la voz, furibundos,
por tanta injusticia, tanto descaro.

Respeto, sí, por pautas y leyes;
todo lo que quite poder al individuo.

Respeto, sí, por los representantes
de las supersticiones oficiales.

.Respeto, sí, por los cuentos chinos
que pasan por palabra divina.

Respeto por la posición misionaria,
la familia patriarcal, la monogamia,

la ficción que el mundo se hizo en siete días,
que no somos primos de los primates.

Las multinacionales, gobiernos genocidas,
las bondades del capitalismo avanzado.

Respeto por la tortura, la censura,
la virtud cardinal de la codicia,

el no cruzar la calle en rojo, ni mearse
en público cuando no hay inodoro.

Respeto por el mal arte, si vende.
Por la mediocridad todopo(n)derosa.

Añado a la mogolla mi sal caribeña,
un chorro de vinagre, y un buen chin de pimienta:

¡ME CAGO EN DIOS! ¡NO ME DA LA GANA!
¡VÁYANSE TODOS A LA PUTA MIERDA!


Alfredo Villanueva Collado

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Examen de orina

Ya sé cómo voy a morir. He llamado a mi hermana,
quien cocina lentejas a las que no puede añadir un apio
porque su nevera malfunciona, y lo ha congelado. Hace un caldo de
pollo, y esto sí es importante. Pero le digo que ya sé cómo
voy, vamos a morir, no me hace caso, sigue hablando de
la cena que prepara, lentejas, las que odio, y yo le hablo
de la edad de oro del cine mexicano. No tengo
a quién más llamar, rebusco los fantasmas para comunicarles
que ya se cómo voy a morir. Tantos matasanos,
y ninguno me ha dicho que no me quedan filtros
para la mierda farmacopea que he tragado por años.
Pero a los fantasmas tampoco les importa.
Se trata del proceso inexorable. Traspasaron
las humillaciones y los diagnósticos. Se largaron.
No tengo miedo. Sólo incumbe
acelerar el proceso, por quitarle a los depredadores
uno de tantos cajeros automáticos.

09.09.09 / Alfredo Villanueva Collado

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Ovidio Retana González (El Salvador)
Intelectuales salvadoreños comprometidos con la Revolución Cultural


El día sábado 12 de septiembre del corriente, se celebró la reunión para la firma del acta de constitución del Foro de Intelectuales de El Salvador, asistieron treinta y dos personas, decididas a fundar el instrumento de lucha para lograr un país digno de los salvadoreños, consientes que la base fundamental de la democracia es la cultura.

Ese día forma parte de la historia nacional y quedará grabado desde aquí en adelante hasta la eternidad.

Esos músicos, poetas, novelistas, dramaturgos, investigadores científicos, etc., que se constituyeron en miembros fundadores del Foro, adquirieron con esa signatura del documento el compromiso de trabajar denodadamente a favor de la cultura y la educación nacional, en convertirse en agentes de cambio y protagonistas de la próxima revolución cultural que están decididos a comenzar.

El Foro de Intelectuales antes de adquirir la personería jurídica ya había comenzado a dar sus aportes a la nación, por ejemplo la propuesta de la creación del Ministerio de Cultura, de Política Cultural, la celebración del Primer Foro sobre aspectos de identidad nacional.

Los miembros del Foro se encuentran trabajando sobre la organización del próximo Congreso de Cultura de El Salvador, que se llevará a cabo los días 14 y 15 de noviembre, de igual forma están trabajando en la elaboración de las propuestas para la creación de la Editorial Nacional y de los Premios Florales Nacionales.

La directiva del Foro de Intelectuales de El Salvador es la siguiente:

- Presidente / José Roberto Cea
- Secretario / Oscar Martínez Peñate
- Tesorero / Mauricio Marquina
- Síndico / América García Herrera
- Vocal / Darío Villalta Valdovinos

El Foro adquirirá personería jurídica, por razones formales, para establecer convenios y acuerdos con embajadas, organismos internacionales culturales, gobiernos, etc., pero en el fondo se continuará trabajando con el mismo denuedo y mística en beneficio de la nación de Cuscatlán.

El Foro no tiene ningún compromiso con ninguna institución gubernamental ni partidaria, son libres y soberanos, el único compromiso es con el país.

En El Salvador, los intelectuales han sido marginados tanto por la izquierda como por la derecha, incluso los han perseguido, encarcelado, torturados, exiliados y asesinados.

El intelectual está en constante crítica, el método para lograr el cuestionamiento y la contradicción los conduce a la formulación de la antítesis, el intelectual es una palanca que empuja el cambio que conlleva a las transformaciones nacionales, él busca constante e incansablemente el mejoramiento de las condiciones técnicas, materiales y espirituales de la sociedad.

El intelectual es por naturaleza revolucionario y como tal contestario, sin embargo debemos hacer ciertas apreciaciones y particularizaciones:

* El Intelectual institucionalizado, es el que trabaja para organismos internacionales, fundaciones y ONGs, pasó de ser activo a pasivo, perdió la independencia y la crítica, simplemente es un administrativo, se cuida que sus ideas no vayan más allá de los lineamientos de su patrón, se convirtió en conservador, y en ciertos casos en el encargado de neutralizar y quitarle presión a las demandas reivindicativas de la población, a través de la ejecución de proyectos asistencialistas y con “capacitaciones” y “seminarios” de adormecimiento o entretenimiento para desviar la atención de los ciudadanos de los problemas que le afectan directamente.

* El Intelectual burócrata, es el que trabaja para el gobierno, en esta situación perdió su naturaleza y se convierte en ideólogo del sistema, es un empleado más, con el agravante que es el encargado de justificar, mantener y perpetuar el sistema político-social y modelo económico de dominación, este tipo de intelectual se convierte en reaccionario, porque al defender y legitimar la injusticia, resguarda sus intereses y privilegios provenientes de la corrupción del sistema.

* El Intelectual orgánico, es el que trabaja para los oprimidos, este se encuentra inserto y forma parte de las luchas populares, pone su intelecto al servicio de la justicia social, económica y política, aporta desde la particularidad de su disciplina, en muchos de los casos se encuentra desempleado o trabaja independientemente, por no encajar con el perfil que exige ser funcionario internacional, miembro de una ONG o ser empleado del gobierno, él es excluido y se automargina, es bueno aclarar que es temido porque este intelectual es libre, no tiene cadenas que lo aten y está dispuesto incluso a entregar su vida por sus ideales.

Un partido político de izquierda no es revolucionario si entre sus filas no se encuentran los intelectuales orgánicos, no se puede hacer cambios en la infraestructura ni en la superestructura mucho menos una revolución sin ellos.

Si un partido político que se dice revolucionario no cuenta entre su militancia con intelectuales orgánicos y accede al poder político está condenado a darle continuidad al sistema político y modelo económico de la derecha, y no hará cambios ni tampoco transformaciones, se convierte en partido de izquierda light o dietético, es decir, que no le hará daño al sistema, al contrario lo fortalece.

La revolución cultural ha comenzado, la identidad nacional y nuestros valores culturales ancestrales son parte del ser cuscatleco, El Salvador es de los salvadoreños.

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Palissy: cuando el Poder asesina a los artistas

El Conservatorio de Arte Dramático del Ateneo representa una versión modernizada, donde un Gobierno despótico en un cercano futuro, persigue y asesina a los artistas


Con el estreno de la versión libre basada en el drama Palissy de Don Alejandro Tapia Rivera, el Conservatorio de Arte Dramático del Ateneo Puertorriqueño culmina las celebraciones que el Archivo Nacional de Teatro y Cine del Ateneo Puertorriqueño promovió durante todo este año, en torno a la figura del Maestro Alejandro Tapia y Rivera, y es la última obra de Tapia que se estrena en el 32 Festival de Teatro del Ateneo: Todo Tapia.

Palissy sube a escena este viernes, 18 de septiembre de 2009, en el Teatro del Ateneo, en funciones viernes y sábados a las 8:30 pm y domingos a las 6:30 pm.

En una versión libre y actualizada del conflicto religioso que Tapia escribió en el año 1856, el dramaturgo Roberto Ramos-Perea trae un futuro Palissy, el famoso alfarero francés del siglo XVI, a una época no muy lejana, donde es perseguido -no por ser un "protestante" como fue la intención de Tapia-, sino por sus aspiraciones y sus talentos artísticos.

Ramos-Perea, quien también dirige la pieza, señaló: "Con toda la intención, pero con el mayor de los respetos, eliminamos de esta obra todas las articulaciones religiosas que Tapia levantó en contra del catolicismo y a favor del protestantismo, y fuimos a la verdadera religión del hombre que es el Arte en toda su expresión. Tapia era un ferviente militante de este concepto. Al traer la obra a un futuro que aunque incierto es muy cercano, la obra tomó una nueva dimensión, y ganó para todos los que la hicimos, una inmensa importancia en estos momentos. Sobre todo en el actual Puerto Rico, donde caníbales oficiales se han empeñado en cortar todas y cada una de las pocas venas con las que arte puertorriqueño contaba para hacer latir su sangre viva y nueva".

En el mundo de Palissy, los artistas son perseguidos por terroríficos guardianes al estilo del KKK, quienes persiguen toda muestra de sensibilidad y de arte, se prohiben los libros y se queman las bibliotecas, las canciones, la alfarería artística, la pintura y los versos. En este mundo del futuro, el arte para ser aceptado, tiene que ser estrictamente útil. Contra esto, el viejo alfarero Palissy se rebela diciendo «¿Qué importa que el verdadero arte no sea útil? Es bello, y eso es más que suficiente!» ...y por ello él y su familia sufrirán las peores persecuciones y humillaciones posibles.

La obra es protagonizada por Edgar Quiles Ferrer, profesor de actuación del Conservatorio de Arte Dramático, quien junto a destacados estudiantes de este, tienen a su cargo la energía neoromántica de este drama trágico. La obra cuenta con las actuaciones de Olga Vega Fontánez, Sonia Rodríguez, Marisocorro Pérez, Benigna Ojeda, Jesús Aguad, Héctor Sánchez, Eddie Fuentes, Ivelisse Pérez, Gina Figueroa, Carmen Sánchez, Carmita Laboy, Rolando Reyes, Carlos Piñeiro, y Samaris Hernández. Asistencia y Regiduría de Nelson Alvarado Jiménez; escenografía de Jesús Aguad; vestuario de Florence Trabal, luces de Verónica Rubio, en una producción de Benigna Ojeda y Olga Vega Fontánez para el Conservatorio de Arte Dramático del Ateneo.

La obra estrenará en seis funciones en el Teatro del Ateneo desde el viernes 18 hasta el domingo 27 de septiembre de 2009, en funciones viernes y sábados a las 8:30 y domingos a las 6:30 p.m. en el Teatro del Ateneo en el Viejo San Juan.

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Maika / Tati / Sagasuku (Uruguay)
Quizás puedas deshacerte en la espuma


Quizás puedas deshacerte en la espuma
de mi mar embravecido y naufragado;
quizás puedas seducir incluso al viento
y te otorgue invisibilidad a corto grado.
Pero dan iguales tus razones coherentes,
dan igual tu intentos racionales,
me dan igual, siempre me han dado;
he aprendido a escuchar al firmamento
y las gotas de la mar ya no saben tan salado.

Ahora entiendo los misterios
de relojes de pared dibujados;
entiendo -quizás- tarde
la melodía de un silencio impronunciado.
Pero he descubierto que el cariño
puede existir solamente desde un lado.

Ahora ve
recorre los caminos,
sé víctima sombría
de todo tu pasado,
pero has de saber, cariño mío
que no he sido tu enemigo
y que estos versos aún no me han marcado;

me da igual que te vistas de soberbia
me da igual que te escondas en sus brazos,
escribe un mar de versos
y de amores perfectos e inhumanos;
he venido y no podrás impedirme
que simplemente, me quede aquí a tu lado.
No notarás mi presencia (jamás la has notado)
moriré de impaciencia
pero moriré a tu lado.

Maika /
Auras serenas

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Serena llamada

Serenidad eterna embarga el alma,
mientras la Naturaleza canta.
Tengo el alma llena de poemas
y los animales llaman,
el destino presagia muertes
pequeñas y disparatadas
quiero morir en vida
y alzarme en vuelo
en cada ocaso y cada alba.

Pacífica
sintonía del fantasma,
añoranza de lo eterno
y las maravillas me extasian.
Busco
miguitas que contengan agua,
esencias brillantes,
auras azuladas.

Por el mundo están las migas,
las almas gemelas desperdigadas.
¡Cuántas son, señor querido!
¡Cuántas, mi querido Daghda!

El destino que no existe
declara, marca y enciende
los brillitos que alumbran
canciones de las hadas.
Los miro ahí, tranquilos,
y sonríe mi mirada
debo verlos, palparlos
y permitir su retirada.
Todo es todo, todo es alma,
Samsara, rueda, relojes,
todo vuelve a la nada,
todo se origina en el Alfa.

Maika /
Auras serenas

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Lírica cuántica

¿Acudir a la física para repensar la praxis poética? Según el fenómeno del “entrelazamiento cuántico”, cuando dos partículas se dispersan luego de una colisión y viajan en direcciones opuestas, al hacer mediciones en una de ellas (observarla y determinar sus propiedades) indirectamente podemos obtener información de la otra sin realizar sobre ella ninguna medición. Este fenómeno parece indicar que nuestro universo es "no-local", que no tiene partes separadas salvo para nuestra percepción y que existen variables desconocidas "no-locales".

Tomamos prestado este concepto de la física cuántica y entrelazamos cuatro partículas (subjetividades) líricas para luego dispersarlas. Una poeta alemana, Nikola Richter, y tres argentinas, Dolores Etchecopar, Paz Levinson y Paula Peyseré. Como gesto de bienvenida, las argentinas traducen a la alemana. No dominan la lengua de origen pero se dejan llevar por variables desconocidas: intuición, adivinación, experimentación. Se separan y alcanzan resultados sorprendentes: los poemas de llegada se unen a los de partida por relaciones semánticas que parecen contradecir el sentido común: un poema puede ser reescrito sin ser comprendido, al menos sin ser comprendido de modo convencional. Partiendo de este experimento, postulamos un nuevo marco para comprender la lírica: al escribir poesía no nos movemos en un campo de autores separados, sino que nos incluimos en una comunidad de partículas, de subjetividades entrelazadas.

Invitada al Festival Internacional de Poesía de Rosario llega a Buenos Aires la poeta alemana Nikola Richter. En el marco de su visita, el Goethe-Institut organiza un encuentro coordinado por Cecilia Pavón en el que leerán sus poemas y reescrituras: Nikola Richter, Dolores Etchecopar, Paula Peyseré y Paz Levinson. Levinson proyectará además partes de su proyecto de poesía basado en internet: inventariodeunavitrina.blogspot.

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Carlos López Dzur (PR)
El gorrito de la burla


Por unas u otras razones, junto a otras niñas, Ana Catana recuerda que fue transportada aparte, aunque su destino fuese el mismo. Irían a uno de los caserones, habilitado como dormitorios y comedor de la Escuela Técnica México-España de Morelia. Como era el caserón más pequeño, se dispuso para las niñas. Se añadió la cocina de la comuna, el salón de máquinas para el taller de costura, una salita que llamaron la futura «Biblioteca», salón de lavandería y el área de almacenaje. De un pasillo a cielo raso, se improvisó una huerta, muy bien dividida y diversificada.

El camión entró por la parte oriente, donde está la Plaza de San Juan de Dios, al parecer, la que hoy se identifica como la Plaza Melchor Ocampo. No recuerda si la estatua que honra al estadista se había eregido. Sí rememoró que un hospital tenía ese nombre: Melchor Ocampo. Y recuerda que bajó, con las otras niñas y según caminaban el hospital quedaba a sus espaldas. La plaza tenía árboles sembrados en sus bordes.

A la catalana le trajo vagas memorias de Barcelona. Sin embargo, cuando alcanzó con su mirada unos edificios, no tan distantes al fondo y hacia el Norte, a pesar de que le dijeron: «Les daban la bienvenida», la pancarta semicaída y desdoblada por una violenta brisa, parecía como si, por enojo, la estropearan. O no eviitaran que se cayera y se perdiera. No se le quitaba de la cabeza que en España se comparó al grupo de niños que arribó, con el buque Mexique, en 1937, con niños judíos en campos de concentración. —Así, nuestros españolitos en Francia, lejos, abandonados y jodidos—.

Ana Catana leyó otra pancarta en el edificio, aún más grande y amarrada a una pared, sobre la altura de dos puertas, de un extremo a otro: «Todas las elecciones son una farsa: almanzista, únete al sinarquismo». Preguntó en voz alta qué significa el sinaquismo y qué es un almanzista. Sólo le dijeron que la campaña presidencial comenzó y será reñida. A las siete de la noche, a poco de haberse servido lo que fue su primera cena en el centro, leyeron la cartilla a las niñas. —Darse su lugar, evitar jugar con los varones, porque la edad no es garantía de protección ante criaturas perversas y lujuriosas, como son ciertos niños—.

Le mostraron una habitación. Había como diez camas; sólo dos habían sido ocupadas; las niñas fueron solicitadas por familias católicas y caritativas, que las adoptarían, en su momento. —Ahora ya son seis con ustedes—. Todas para compartir una sección, donde había una ducha, tres lavamanos, tres bidets, con su toilet al lado. Se habló sobre cómo no desperdiciar el papel de toilet, tras la limpieza post-defecatoria, porque «está tardando y dificultándose la compra del papel de China». Cuando eso sucede, aún las niñas educadas en las buenas costumbres y progresos, utilizan un trapo, o papel de periódico viejo para la tarea.

El vestido que Ana Catana había elegido para estos primeros días en México lo cuidó celosamente dentro de un morral, muy distinto al que le dieron luego. Mas ella defendió estos vestidos, no más de tres, uno de los cuales eran su ropón de dormir y una enagua. Ahora vestía el mejor vestido, con fina tela y prendas interiores que delataban su clase. En ningún momento, ella hizo aspavientos de serlo. Ser niña rica fue como inconveniente, así lo sentía como por instinto... calla, sé discreta, recordaba a su madre....y también, a su padre, a quien lo asociaban con el Gorro Frigio.

De hecho, así salió en una caricatura que un día, en Barcelona, vio en la prensa. Como pequeñita, no supo el por qué de lo que leyó. Leyó, sin entender, y le explicaron, que con la caricatura y unas parrafadas bajo el epígrafe se le recordaba a su padre que ser rico / goliardo / rentista y señorón / no va tan acorde con la vida política que él había iniciado: Marchiel Possé discursa sobre la libertad para las masas y la conveniencia de la democracia jacobina.

—Pero eso es una iniquidad y contrasentido, viniendo de usted, Señor Marchiel. Usted se ha olvidado de cuál es el Modelo Original y lo que debería imitar deliberadamente, que es el tradicionalismo. Su lugar natural y social está con los Tradicionalistas. Los cambios del mundo... deje usted que sigan y se dén, no los apoye. La Mano Invisible que gira, o voltea, el mundo es Dios. El sabe por qué lo hace... No copie los giros y malgiros de los humanos. El modelo divino es que debe imitarse, no los malos modelos que las generaciones sucesivas no perdonan, ni recordarán con amor... Corta memoria tiene la reacción de los revolucionarios jacobinos y muy larga y segura es la memoria de los tradicionalistas—.

A su padre le estuvieron diciendo traidor del Tradicionalismo. Fue el primero de los Marchiel-Possé que cayó en la herejía, tan abiertamente. El primero se puso una máscara de hierro sobre su rostro para no avergonzar a la familia. Estuvo cautivo de Luis XIV, el omnipotente Rey Sol, por veintidós años. Posiblemente, huyó en La Bastille. No se esperó del apasionado y exitoso Marchiel-Possé, esposo de Soledad, padre de Ana Catana, que por sus jactancias progresistas abandonara la España azul en favor de El Desastre. Se hizo republicano, guerrillero y repitió la herejía que el biógrafo Du Junca, en su diario, registrara en 1698, al indicar que un De Marchiel fue transferido de Pignerol a la isla Santa Margarita, en la bahía de Cannes, y ese hombre fue «más importante que el resto de los reos en la isla». Y la familia de ese hombre, que terminará en La Bastilla, es de rancio linaje tradicionalista y, poco antes había comprado muchos predios en la Bahía de Cannes. La familia lamentó que un miembro de la familia copiara el modelo malo y se apartara de lo que se le enseñara.

—Bien. Ana, es sobre tu padre que escribe este señor... es muy profundo y compleko para que lo entiendas ahora... Mas bien, se habla sobre un símbolo de perversión ideológica. De cambio en las ideas. El símbolo de quien niega la personalidad de su clase, el Ego descriptivo e intrínseco de su familia, el Ego de todos los individuos ricos. Este acaudalado ciudadano ahora se niega a sí mismo. Niega su libertad personal y dice que el colectivismo de la nación, el Estado demócrata y social, es más importante que él. Eso es ponerse el gorro. O dejarse poner un sanbenito... Que se engorre él, que crea la revolución a Marx o al taylorismo, éstos últimos, con Henry Ford, constructores de la clase media. Esta clase que es la peor y más mercenaria de las clases, porque es una clase aspiracional sin inscripción política definida, le piden a la izquierda y a la derecha, a Dios y al diablo, piden a base de maldición y gesticulación de fe. La clase media y su modelo social burgués es el colmo de la hipocresía... —, se le dijo.

Indiscutiblemente, que Ana Catana no sacó nada en claro.

Esto fue citado, rigurosamente, acerca de lo que se dijo: «Que su padre siendo adinerado, hijo de una sociedad opulento, que se había paseado por Francia, Alemania e Inglaterra, visualizó la consolidación de ese grupo emergente, a través de la sociedad de masas, y ves de reprender y destrozar su aparición en España, lo ayudó a crecer. Lo predicó. Elogió el que se copiara el modelo imperfecto de la Izquierda y se puso el Gorro Frigio / Jacobino / para que fuese la burla de los periódicos y de los anarquistas y de la gente que, por surgir de las capas más bajas de la sociedad, no entienden algunos postulados. Claro está, el republicano De Marchiel Possé también puso en duda ciertos principios respetables, yéndose con todo al tacho. «La familia de Marchiel-Possé no puede justificar el ateísmo con su Divinidad la Impaciencia y la Polarización. Mucha secularización político-social es mala consejera cuando se desean cambios». Lo aconsejaron. Si. Los cambios son necesarios y la necesidades, aún no satisfechas, con cierta magnitud, revelan cómo han de satisfacerse los cambios. Dar poco a poco, porque dar con exceso es revolución que destruye lo bueno, junto con lo malo. No es que sobrevaloremos la tradición, o creamos que las normas y costumbres todas sean buenas. La esencia de nuestro pensamiento es que complacer, en exceso, el apetito de cambio, el apetito de revolución, entraña un peligro moral que ahonda el caos. Y preferimos ser, entonces, prudentemente contrarrevolucionarios, conservadores.

La mujer se ha parado frente a un pizarrón. Escribe las horas en que las niñas se levantarán, tendrán horas de alimento diario, asistencia a clases y ejercicios en el patio. Horas de lavandería y horas de limpieza en las instalaciones. Diagrama hábilmente ideado. Ha de ser la directora. Ha evitado mencionarlo. Por observar a Ana Catana con más curiosidad que a otras niñas, sugería sin decirlo que todo lo suyo fue de mayor calidad y costo que lo que otras niñas del embarque trajeron. Si alguna recriminación, ésta adquirías vuelo por vías sublimnales. El silencio rompía como cuchillo y buena que fue Ana Catana para leer miradas e interpretar los silencios. La forma favorita, en medio de la guerra, de Soledad para educarla, sin comprometerla.

Al plantear en tales términos, se referió a su corte de pelo, su dentadura, su cajoncito con cepillos, dentríficos, uno que otro potecito de aroma y su jabonera; sus medias y zapatos parecen impecables; el abrigo con que se protege de aires y alturas, es elegante, bonito, pero, han dicho enfáticamente para que se lo enchuten todas las niñas, que no se tolerará el robo y que la desobediencia será castigada y dibujó una cabeza, con orejas de burro y, tras borrar la imagen de la burla, arguyó:

—Aquí no hay ricos ni pobres. Aún tú, pequeña, vas a utilizar el uniforme. Aquí se te coserá la ropa y te darán zapatos. Aquí no hay mucho que dar, no estamos en una Feria de las Vanidades; pero tampoco éste es el Valle de la Humillación... No se insultará a la gente porque responda a un nivel social específico; sólo que aquí no se para bola al que viene de viborita, pa'cuaima, yo; y como este lugar no es necesariamente la iniciativa de una bola de rojetes y, ¿quién sabe si dure tanto como para que digan, caray si hicieron algo por nosotros? Lo que yo les pido es que jalemos parejos el mecate. La soga se puede partir y no hay por qué buscar culpables, o echar más responsabilidad algún pagapedos que la que tiene—.

Ha vuelto a dibujar una figura y le ha puesto un gorro frigio. La señora no tiene idea de que Ana Catana rememora a su padre. Se asoman lágrimas a sus ojos porque asocia la caricatura que viera a la edad de seis años, en vísperas de perder contacto con su padre, con la calaverita que ella dibuja con su tiza.

—A ninguno nos gustaría que éste sea nuestro destino. Unos huesitos despreciados... con un gorrito de burla en el Valle de la Humillación.


En Memoria de Catana / Biografía



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Luis Rafael Sánchez: Escritor puertorriqueño. Su obra literaria ha sido traducida a idiomas como el inglés, francés, portugués, alemán, holandés, griego y rumano. Ha disertado en las universidades de Berna en Suiza, Amberes en Bélgica, Internacional Menéndez Pelayo de Santander, la de Sevilla, la de San Lorenzo del Escorial en España y la de McGill en Montreal. Es autor del libro de cuentos En cuerpo de camisa, de las novelas La guaracha del Macho Camacho y La importancia de llamarse Daniel Santos, los libros de ensayo La guagua aérea y No llores por nosotros, Puerto Rico. Ver

Luis Rafael Sánchez
Peor que coñ... y puñ...


1.

¿Qué es una mala palabra? Aquella por cuyo uso se nos regaña, a grito pelado, cuando somos niños: ¡Eso no se dice! Como el regaño furioso de los padres nos aperpleja, como tardamos en reaccionar ante la furia, nuestros padres aprovechan la perplejidad y la reacción tardía para amenazar. Una amenaza que duplica la participación repentina del odioso dedo índice: -Si repites esa barbaridad te hacemos carne para pasteles.

No obstante el mal rato, ascendido a tragedia griega por los padres exagerativos, el niño acaba de confirmar la existencia de un mundo ajeno a las inocencias de acceso controlado, tales como Santa Claus y los Reyes Magos. Y es la confirmación que, efectivamente, existe un mundo de “barbaridades”. Mejor, un mundo que suele abrirlo una llave obtenida de repente: la llave de la mala palabra.

Los padres se horrorizan de tener que aceptar ante los hijos la existencia de las malas palabras. Mas, los condiscípulos, los amiguitos y la vida tumultuosa fuera de las inocencias de acceso controlado, hubieron de descubrírselo muchísimo antes. Nunca olvidaré el sonsonete que repetía un compañero de segundo grado, en la escuela Antonia Sáez de Humacao: -Teatro Oriente, La mujer sin diente. Teatro Victoria, Diplo y Juan Boria. Teatro Llona, La mujer tet….

Conocer la palabra que nomina la ubre en las hembras de los mamíferos, aumentada de volumen por el sufijo ona, nos supuso despojar a la exclusividad adulta de una mala palabra. Tanto así que, cuando llegaba la inspectora de nuestro dominio del idioma inglés, ocurría un sainete mudo. Una sonrisita se atornillaba en las bocas de los niños mientras observábamos las dos malas palabras de Mrs. Colbergh llegarle hasta la cintura.

2.

¿Qué es una mala palabra? Aquella cuya enunciación zafia permite al abusador atacar a su víctima por partida doble: por un lado la demoledora golpiza, por el otro los insultos demoledores. En boca del agresor la mala palabra se emplea como arma de combate. De ahí que, con preferencia, se la enuncie en voz alta, se la grite, se la proclame. Canto de cabr… le gritaba un bandido, tan reciente como la semana pasada, a la mujer a quien golpeó, mordió, dislocó la mandíbula, canto de put…

Sobra decir que el bandido recurría a las malas palabras con el propósito ruin de liquidar la autoestima de la mujer, de criminalizar su moral, de ensuciarla en el fuero interior. En resumen, de estigmatizarla y debilitarla de pies a cabeza, mente y alma incluidas, asegurándose así de que el ataque sería “exitoso”.

Después se ha sabido por la prensa que abusar de las mujeres es el hobby preferido de esta gran estrella de la violencia doméstica. Un fulano a quien, paradójicamente, toda mala palabra le quedaría chiquita. Porque hay miserias que se escapan a las nominaciones del mismísimo lenguaje. De ahí que, ante su ocurrencia, el hablante sólo consiga balbucear: -Me quedé sin habla, Me quedé mudo, Me quedé sin palabras.

3.

¿Qué es una mala palabra? La que por remitir, en su gran mayoría, a las partes del cuerpo que realizan funciones de índole sexual o excrementicia, se tacha de vulgar, bajuna, obscena. Y por ello se prohíbe su uso en sociedad.

¡Con la prohibición hemos topado!

Toda prohibición interesa al artista. Si se trata de un escritor será natural verlo desmontar los mecanismos de lo vulgar, bajo y obsceno; de escucharlo interrogar las posibles claves sociales contenidas en la vulgaridad, la bajeza y la obscenidad. De ahí que, si una mala palabra le sirve como síntesis explicatoria de un mundo en proceso de descomposición o transformación, no hay que correr a avisar que el cielo se está cayendo y que principia la condena al fuego de los libros malditos. Tampoco hay que corear Jesú Manífica si una segunda mala palabra le vale al escritor como ventana abierta hacia universos precarios, cuya existencia podría ignorarse aunque jamás negarse.

A fin de cuentas, más allá de las malas palabras aprendidas en la edad tierna, más allá de las apocopadas en la prensa y que recuperan la agresión verbal de un canalla contra una mujer, más allá de las que la literatura canibaliza, levanta su sombra la peor mala palabra de todas. Incluso una peor que coñ…y que puñ… Por supuesto que dicha mala peor palabra es censura.



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Éktor Henrique Martínez (México)
Los Arcanos del Doctor Mefistófeles


Medio litro de pisto para la choya
los nombres han sido cambiados para proteger a los traumados
y aquí va a empezar esta historia de cornucopias letreras
de serafines literarios y de pechugonas sin brassier
nalgasprontas doblegadas a puro billetazo
y en el cochambroso entono de la cultura
se reparten premios y patrañas
encomiástica burla de meretrices
ciénega de la melcocha de las bellas artes
sinvergüenzada o denuedo intelectual
el poeta es el único animal legitimado para la irracionalidad
pero de él ya sólo quedan los restos fósiles
pero qué triste (para ellos) cuando se les achica la cabulita lenguaraz
cuando les levantan la tapadera del guacal
y se descubre que toda la chingadera está putrefactada
ahí es donde está el pedo
donde la puerca tuerce siempre el rabo
por ignorancia pendejismo o incomprensión
vaya usted a saber
desfile alabatorio
representatividad canónica
requisitorias amorosas entre mayates y gingirines
entre machorras y madmuaselas con bichoras desmontables
endiosamiento hacia los viejos maricas
por la bajeza de chuparles la polla para allegarse de simpatías
esos estúpidos encasillamientos de la sensibilidad literaria
consignas para la subversión y la obediencia política
en el mayor conciliábulo de la idiosincrasia “posmo”
empresa intelectual de inoculada conciencia
tareas de subversión oficial-cultural
intoxicación informativa
troupe de intelectuales que muerden la mano que les da de comer
exclusión social
también degradación ecológica
soplos de creatividad en un sistema tan rígido
se colaban por las esclusas que quedaban semiabiertas
las ideas en el abismo poético
rebelión de las ovejas negras en la tierra de Canaán
cosas del cuerpo y el alma
convicción filosófica que huele a estigma del pasado
en papel sobado y resobado
flacucha institución de jóvenes de imparable ascenso metafísico
abriendo los arcanos de del doctor Mefistófeles
y el autor quiere convencer al lector de que es un lelo
al albur de oscuras maniobras orquestadas
para venderle las ideas que interesan al poder
mejor dicho las dudas que han marcado el pensamiento.
falsa conciencia de un conocimiento profundo de los procesos sociales
sentimiento de una desposesión moral:
eres un campeón tienes un gran país y un porvenir muy chingón
superioridad embriagadora del camelo
y no dominio de la verdad
la emoción es más caliente que el del intelecto
posmarxismo estructuralismo
semiótica y deconstructivismo
todo se ha vuelto un el discurso cínico
empapado de literatura en la literatura
y así se vive
tras la idea de que el Occidente es la nada
y ni las academias de la lengua se molestan en proponer una definición
desenvoltura de la herencia clásica
mitología y patología
sempiterno odio al enemigo-lector
historia de la democracia liberal
confluencia neohegeliana para los intereses USA
izquierda y derecha y argumentos refinados
con facilidad para formular teorías paranoicas
efecto retardado de las alucinaciones
películas de Hollywood en un lógico paralelismo
of course
acorde con la dirección política de los pepudos en turno •

Éktor Henrique Martínez / Colaboradores

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De los escrirores de Puerto Rico al Gobernador y al País


Nosotros, escritores puertorriqueños, rechazamos la política de censura del Departamento de Educación de Puerto Rico que, bajo ridículas acusaciones impropias de una sociedad democrática, elimina del currículo de las escuelas públicas prestigiosas obras de autores del país y del extranjero perfectamente adecuadas para la enseñanza a nivel superior.

Una decisión de esa naturaleza, que condena por alegado «lenguaje burdo y soez» obras tan meritorias como «El entierro de Cortijo», de Edgardo Rodríguez Juliá; «Aura», de Carlos Fuentes; la antología «Reunión de Espejos», donde están representados importantes narradores del patio, así como «Mejor te lo cuento» de Juan Antonio Ramos y “Antología personal” de José Luis González, es una afrenta a la cultura y una movida propia de sociedades represivas, con gobiernos dictatoriales e ignorantes.

Motivada por un puritanismo trasnochado, que demoniza las referencias sexuales y los vocablos del habla cotidiana usados con fines estrictamente literarios, la determinación del DE margina y penaliza a voces críticas y comprometidas que abogan por la justicia y la libertad.

Exigimos al gobernador Luis Fortuño que le explique al pueblo si la política educativa del País va a seguir respondiendo a criterios oscurantistas que, en épocas no tan lejanas, justificaban la persecución del pensamiento disidente. La excusa de que no son libros apropiados para grados superiores pero sí para universidad no se sostiene. Los jóvenes necesitan estar expuestos al estímulo intelectual y la riqueza imaginativa que les provee la buena literatura.

Que los escritores tengan que salir en defensa de su propio trabajo es una vergüenza para cualquier país que se respete. La quema de libros simbólica avalada por el gobierno pretende convertir en cenizas no sólo las obras prohibidas sino también la cultura puertorriqueña que ha difundido, con tanto brío, nuestra literatura.

Firmamos:
Luis Rafael Sánchez, Ana Lydia Vega, Edgardo Rodríguez Juliá, Mayra Montero, Magali García Ramis, Juan Antonio Ramos, Mairym Cruz-Bernal, Mercedes, López Baralt, Elsa Tió, Ana María Fuster, Ivonne Belén, Roberto Ramos Perea, María Ostolaza, José Manuel Solá, Rafael Franco Steeves, Lilliana Ramos Collado, Vanessa Droz, Lourdes Vázquez, Marcos Reyes Dávila, Tina Casanova, Efraín Barradas, Sofía Irene Cardona, José Delgado Costa, Yiara Sofía Blanco, Johanny Vázquez Paz, Alberto Martínez-Márquez, Beatriz Santiago Ibarra, Vanessa Vilches Norat, Mari Mari Narváez, Zuleika Pagán López, Jorge Ariel Valentine, Abdiel Echevarría, José E. Santos, Eric Landrón, Moisés Agosto Rosario, Adal Maldonado, Pedro López Adorno, Xavier Valcárcel de Jesús, Juan López Bauzá, Marcelino Canino, María Ostolaza, Rey Andújar, Marithelma Costa, Sergio A. Rodriguez Sosa, Josué Santiago de la Cruz, Pedro Cabiya, Mario R. Cancel, Edgardo López Ferrer, Leticia Ruiz Rosado, Marta Aponte, Marioantonio Rosa, Eugenio Garcia Cuevas, David Ortiz Anglero, Alex Samuel Velez, Magaly Quiñones, Maria Juliana Villafañe, Robert Villanúa


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