Wednesday, August 21, 2013

DEL ENCAMINAMIENTO Y ACOSTUMBRAMIENTO DEL FOLCLOR A LAS TRANSICIONES EPOCALES




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De los Tipos Populares del Pepino y la cultura popular e histórica / Monografía 


Antes de que se acuñara el término folklore [1] por el arqueólogo William John Thomson, en 1846. para referir a las «antigüedades populares», o vestigios de costumbres festivas y ritos del ciclo vital (bautizos, funerales, etcétera), fue Gottfried von Herder, alemán, quien se dedicaría por primera vez a registrar y preservar deliberadamente  tal contenido. Comenzó con las canciones populares y tres modalidades culturales específicas que, como la música, contribuyen a la formación del carácter. La poesía, la literatura y la sicología que él colocara con rol práctico / de interpretración / en el escenario central de la disciplina histórica. Referimos a escritos suyos como On the Influence of the Beautiful Sciences on the Higher Sciences (1781) y, en menor grado, su Critical Forests (1769).

La interpretación es la propuesta programática sobre como la filosofía puede convertirse en un medio más universal y útil en el servicio de la gente y que él convertirá en su propuesta para una sicología práctica [2].

En este aspecto, Von Herder influye profundamente a Federico Nietzsche, quien tenía un profundo interés por la música. Apoyado en una valoración de los ditirambos y estructuras rítmicas de las antiguas canciones y danzas de los uvicultores griegos Nietzsche produjo una  teoría, que sería su tesis doctoral sobre el origen de la Tragedia en el teatro griego. Ambos autores sabían que hay tres cosas inseparables: mente, historia y valores. Coinciden en que  festejan la continuidad en el estilo campesino de valores tales como gozo de la vida, aún en medio de la vivencia modesta,  danzas al aire libre y contacto permanente con la naturaleza. Esto es la vitalidad. La felicidad y la salud. Cuando Von Herder elabora su colección de «Canciones populares» (1778-79), su visión es la de compilar canciones de todas las naciones, pero, sobre todo, festejar el vehículo de la cultura que es el «Volk» o nación diferenciada, cuyo hombre es una finalidad moral. No un medio como lo es para la política. Su obra «Canciones populares» (1778-79) es una compilación de canciones de todas las naciones, pero es también una visión de la cultura y el carácter nacional ('Volksgeist') que no consiste únicamente en «dictar las reglas, sino también en mejorar las costumbres», conforme a la lengua y la literatura de una nación. [3]

¿Qué es lo que Von Herder, Nietzsche y otros grandes estudiosos y educadores del verdadero progreso del hombre o su padeia, ven en los campesinos, para designarlos los nobles héroes de la lucha por la patria frente a las banalidades del progreso y la política, donde los cultos empeñan su palabra de honor? Al romper con el clasicismo alemán y el nacionalismo a ultranza, Von Herder escribió: «Es un noble héroe el que lucha por la patria; más noble, quien lucha por el bienestar de su país natal, pero el más noble es el que lucha por la humanidad».  

Si pretendiéramos investigar el carácter nacional y la verdadera resistencia de quienes lo nutren y defienden, hallaremos que el carácter nacional ('Volksgeist') por el que Von Herder tomó partido como primer analista del Hecho Folclórico es poseído, no por el que más sabe ni por quien más se jacta de palabras de honor, sino por uno que, de antiguo, es «el que labora para los demás, gozando y viviendo interiormente, ese es feliz». Y a éste, héroe más noble, al que llama el «más feliz», [4] es a quien dirá en «Cartas sobre el progreso del hombre» que merece ser amado, recordado y reabsorbido, por ser el más feliz y valiente. Obviamente, no es el más instruído, pero tiene una sabiduría originaria que no ha sido dañada por la derrota de si mismo ante los poderosos. 

El Sujeto del Folclor batalla en defensa del núcleo de la llama: 'el rescoldo'. Su lucha puede que pierda su «eficacia vital en los modos sociales». No quedan intactas sus costumbres, pero no cejan y no se las rinde a ninguno. Von Herder dice que «el hombre que se rinde a sí mismo es el más miserable» y sacrificarse a si mismo, sobajarse como un irremediable derrotado, es derrotar su posibilidad de sobrevivencia. Comprendemos de este modo que el sujeto folclórico defiende  el Hecho Folclórico, su acontecer y se encuentra inmerso en relaciones pretemáticas con su mundo-entorno ('Unwelt'). 

En mis monografías sobre  «Los tipos folclóricos de Pepino y la cultura popular e histórica» y «El folclor y los espacios de empatía», [5] antes de hablar sobre la esencia epocal, añoranza y existencia, del ente folclórico y su persona, es importante que relacione el 'hecho folclórico'  al alma que es y al cómo se acostumbra a cada uno de los dominios que se presentan a ella, a su Dasein. Desde la perspectiva en que lo estudio, el hecho folclórico debe ser auténtico y coherente con la 'padeia' que lo produjo y «espejo de la cultura en que se nutre y conserva». 

II, DEL HOMBRE PINTORESCO, INCOMODOS JUGLARES Y SABIOS RETROGADOS

Valoro al 'hombre pintoresco' como un portador de Paideia, aunque sea un alma no preparada plenamente para verter la esencia del conocimiento. Es, por tanto, un alma en transformación. Una que huye o teme a la visión técnica de la realidad porque sabe que ésta lo anularía, sistemáticamente. El alma iconográfica de relatos y figuras que él representa chocan con la estructura de creencias dominante. De ahí que les ronde el crítico que utiliza el término «folclore»  en un sentido peyorativo y no le reconozca un espacio empatico desde el que se le pueda valorar. Ni conceda valor estético y educativo al folklor. 


No obstante, el investigador y poeta Fidel Sepúlveda Llanos (1936 - 2006) contribuye a que identifiquemos, valoremos, preservemos y difundamos «el uso y beneficio social de las diversas manifestaciones que constituyen nuestro patrimonio cultural, en especial de aquellas referidas al patrimonio inmaterial, y en la comprensión del rol protagónico de las personas y comunidades en la identificación y significación de lo patrimonial como acervo y construcción social colectiva, integral y dinámica que, constituyendo una herencia de generaciones que nos han antecedido, son valoradas , apropiadas, vividas y enriquecidas por las personas y comunidades en el presente, con vocación y voluntad de proyectarlas para el futuro y para las nuevas generaciones». [1]

La Paideia [en griego παιδεια, educación] que este sujeto exhíbe en sí es su 'Bildung',  o lo que adquiere como formación libremente en cuanto puede y es el 'amañamiento' que Heidegger definiera como el acceso a la esencia misma del alma (Ethos), para una etapa de formación, con su solverse cotidiabo, Ha de darse mañas para sobrevivir, adquiri su gramatica parda o luminosa. Desde este fundamento de la condición humana se vive y pervive 

Hay, pues, una educación sinceramente sentida y buscada y que, por tanto, se hará el mensaje que él o ella da, aunque carezcan de la plena y rigurosa Paideia (παιδεία) como los 'cultivados' y 'civilizados'. Este sujeto que llamaremos el Tipo / con rol folclorizado / tiende a ser un viej@ / sabi@ / por los años vividos / y retrógrad@ por su aferramiento nostálgico y la testarudez con que teme a la torsión ética que lo descalificaría. Además, ante la técnica occidental que constituye la época en que «reina el máximo olvido y oscurecimiento del ser, es decir, el máximo peligro para el hombre», se incomoda. No cabe. Sufre.

Resumiría aquí lo que hasta ahora dijimos sobre el espacio empático donde el hecho y la persona del folclor surgen. El espacio empático es imprescindible, como sitio natural y cultural de aprendizaje y formación, del Tipo humano o el evento que se focloriza. Para que haya folclor, de cualquier tipo, el espacio empático provee un diálogo, un atestiguamiento público, una crítica constante de la novelería, en que no falta un choteo verificador, pero que nunca llega a ser escarnio. Se alimenta de cierta complicidad y tolerancia de la persona, aunque haya comicidad y/o excentricidad en sus posibles anécdotas y evento folclórico que lo asocia. 

A menudo el espacio empático / formativo / de los atestiguadores / crece y asocia a otros. Novelerea equívocamente como si quisiera recrear sus fronteras y predominar sobre la persona que es tipo pueblerino, metiendo a todos en el mismo asunto. Entonces, los parentrezcos son evocados en el espacio de empatía y aplicados arbitrariamente con quien no encarna un Personaje Típico. Por ejemplo, Ñito Cubero, carpintero, buen guitarrista en sus ratos libres, persona seria, era popular por ser sobrino de «Don Funda», el padre del  Gringo Cubero, a quienes hay asociadas anécdotas de intenso folclor. Mas no califica por esencia con una categoría pintoresca propia del folclor. [2]

Entre los pepinianos asociados a folclor, se ha alegado que está Sinforoso Vélez Arocho. Mas haber sido «el primer  soldado recluta puertorriqueño del US ARMY y combatiente en la 1ra Guerra Mundial», no le hace personaje folclórico ni pintoresco. No reclamaba 'heroicidades'. Dice el Dr. Torres Feliciano: «Ni él mismo hablaba sobre haber sido el 1er soldado en servicio de los EE.UU. en Puerto Rico.... Un gran hombre y buen vecino nuestro en Tablastilla, vivio casi 100 años y nadie le conocia como personaje tipico del pueblo»  [op. cit.].

Otro compueblano que sólo compartía, dentro del espacio empático, la tendencia a folclorizarse y ser choteado con un apodo humorístico fue Anacleto (Cleto) Arvelo, a quien se le nombraba como Cleto Cuatro Esquinas. «No era personaje típico del pueblo. Era comerciante con tienda de todo tipo de mercancia en la calle donde vivia Hernán Sagardía, exactamente donde William Quiles tenia la farmacia. Era un hombre serio y bondadoso». Tener una tienda, en cada una de las cuatro esquinas del pueblo, fue la razón del bautizo como Cleto 4-Esquinas. [3]

Es característica del espacio empático llevar un registro dialógico de lo que fue primero y tenderá a desaparecer, i.e,. la carreta y la persona del carretero. A la carreta la sustituye el camión de recogido o carga o la guagua de pasajeros. En este renglón, habría que considerar a uno de dos italianos que se hicieron populares en el Pueblo de Pepino. La novelería centró su curiosidad en la persona de Eleuterio Bottari, alias Don Bottari, quien desde el primer decenio del siglo X, fue «el primer chofer de carro público en Pepino, viajando ida y vuelta 3 veces al día hacia Lares (tiempos en que la carretera era terrible y cuando llovia, se inundara). Se tardaba el dia en esos 3 viajes», contaría el padre de uno de sus pasajeros (Torres Feliciano, loc. cit.). Lo único que haría foclórico a Bottari, padre de Calín y Luisa, sería su origen italiano y marcar una transición revolucionaria en el transporte. Su carro fue el primero en ser visto en pueblo y campo en nuestra aldea. DonEleuterio Bottari inicia la etapa en que habría que verse la carreta como un transporte en vías de extinción en la vida comercial y social. [4]

El espacio empático perpetúa la memoria de otro italiano, quien bien juzgado no fue hombre peculiarmente folclórico; tampoco el único extranjero que conviviera en el Pueblo. Este fue Ferrante, ganadero y agricultor, fue amigo de Don Cecilio Echeandia, quien también se dedicaba a lo mismo. En la finca de Ferrante, «se manufacturaban dulces de frutas que cosechaba y disecaba, enlatándolas con  mieles de varios sabores; y quesos blancos que exportaba a USA y a Europa». Es descrito como «un tipo de buen semblante y muy gregario, así como su hijo Bambino». [5]

La moral de trabajo es cualidad que se valora en el espacio empático y que trasciende hasta el hecho y anecdotario folclórico. Consideremos el caso de Chalo La Mancha,pregonero y dulcero que, con artesa bien decorada  sobre a cabeza, al vender sus dulces pregonaba: «¡Llora, llora nene pa' que te compren dulces sabrosos!"  El manufacturaba su propia mercancia. Vestia muy bien. Torres Feliciano le describe: «Era un tipo alto y blanquirojizo, místico y luminoso». 

También, como curioso dulcero y pregonero, fue el hijo de Polo Castro, maestros de Pepino. Ambos, padre e hijo, tenían espíritu de vendedores. Los dulces que vendía Rey Castro se los compraba a su padre. Contrario a los arriba mencionados, donde el buen semblante y la actitud emocional iba pareja a destrezas sociales de convivencia, Rey Castro mostraba cierta retardación mental, explosivos ataques de histeria al pensar que se le quería engañar con el pago de la mercancía o el temor a las avispas. El Pepino le recuerda como Rey, el Bobo de Polo Castro. Y ni bobo ni disfuncional lo era. En condiciones normales, sin tensión, era muy simpático y se enamoraba a lo adivino de niñas escolares. 

SABIOS AMAñADOS: Repasaré ahora el concepto heideggeriano de amañamiento. Dice Heidegger que «el ser descansa sobre una profunda vocación ética en la medida en que aspira a auspiciar el surgimiento de una nueva relación con el ente en su totalidad». O, lo que es lo mismo, a crear un estado de situación y nuevo Ethos que renuncie al afán de dominación, inautenticidad y competencia, que aumentan su zozobra [6].

Nos referimos al espacio empático no sólo como «el lugar de residencia esencial del hombre, es decir, su Ethos» (Heidegger), sino como el donde se prueba la calidad de persona que se es, el marco para su análisis de conciencia. «El rasgo esencial de la existencia humana en su anhelo por tocar la dimensión originaria del Ethos». La humildad es necesaria en este estado formativo. Existe el que falla. Se despotencia y desvalora. Esta es la historia de Nico Chavito.

Desde éste espacio empático del Tipo, es que sufre las implicaciones éticas de su comportamiento y la presión de la facticidad social, su pobreza y su éxito, la intensidad de su aceptación y su rechazo por la comunidad en que ha nacido. En el ethos de la culpa sufre; por la depotenciación de la subjetividad moderna «que cuestiona la  soberanía que ésta se atribuye a sí misma», que genera los vicios y las ofertas tentadoras, [7] sabrá si el alma que forma su paideia es humilde, En la peor, de las acepciones, la del sujeto seco, merecedor de verse bajo el humus, el espacio lo prueba. Hubo un serenatero en el Pueblo de Pepino que como tal fue aceptado: pero el Serenatero Nico Chavito manifestó «una torsión de la ética» en su vida. Un retrotraimiento que no pudo echar luz sobre la existencia del ser, amenazado por las drogas, al punto de situarlo contrariamento en el habitar deseado, que fue el espacio empático. 

Dejó su historia, malamente amanada en el ethos, en una frase: «Este es un pueblo cagao. Yo no quiero que me entierren aquí». Conté su historia  en un cuento que resume su vida [8]. Sobre Nicolás González es que la carta de Joaquín Torres, en mi Archivo, alerta: «Nico Chavito, casi a las puertas de la muerte, cuando le dijo a su esposita 'dominicaina': 'Aqui, en esta tierra de cocodrilos y salamandras, no me entierres. Hazlo en Aguadilla, a los pies de aquellas mareas; aunque me arrastren los marullos y las orcas mas humanizadas me acariciasen el culo». [9]

En este enfoque hideggeriano sobre la esencia del folclor es útil conocer 'qué' estaría implícito en el término Bildung / Formación / tal como Heidegger lo utiliza y lo primero es el'acto formador' (ein Bilden) que «imprime, o impone, a la cosa, un carácter o rasgo, según el cual ella se desarrollará, pero al mismo tiempo, conforma, constituye, a esa cosa, en relación a algo que se llamará o erigirá en el 'modelo' (Vor-bild)» y, a partir, de este modelo comprensivo o de portación, se exhibirá públicamente la verdadera Paideia que el Sujeto Pintoresco ha anunciado con su conducta, ya que es movido por un acto formativo que  «atrapa y transforma al alma misma para hacerla apta a esta percepción de las cosas tal como son». [10]

Y las cosas del mundo, en cuanto a cómo son, y la forma concreta que incide en éste / sujeto incómodo / el incómodo retrógrada en nuestro tiempo es esencia de todo ente sometido y submitido a voluntad de poder y oscurecimiento de su ser. Por esta razón, digo que los tipos incómodos / estorbos anti-metafísicos en una sociedad que no quiere juglares y nadie que capaz de  mentar la 'ausencia de ser', a ellos se les relega al olvido.

Ejemplifiquemos esta tensión o incomodidad, pero con pepinianos que si han entrado al corazón colectivo y honraron el Ethos y la Estética de la Sabiduría Popular.

AMAñADOS POR DISTORSION PERCEPTIVA: En el espacio de empatía, visto como unidad psíquica, etiológica y etnológica, donde se adquiere 'ethos', las personas articulan auquellas «carateríticas que nos hacen humanos (creatividad, toma de decisiones y autorrealización» (Rogers), a fin de afianzar la dignidad humana y protejerse del amañamiento en el camino de la educación, El amañamiento negativo / reinterpretante / conducirá a confundir la libertad con libertinaje o interpretar equívocamente lo amenzante o los rigores de la ansiedad, que proviene de lo externo. 

El espacio de empatía es como el espacio de guerra, en el que el Yo (quien soy realmente) accesa un Yo ideal, «lo que tal vez la sociedad pide que seamos». A mayor empatía recibamos, más las que devolvemos o reciprocamos. En las relaciones de la persona, hay dos direcciones de amaño: la intrapersonal (la relación con nosotros mismos, saber auto-querernos, para que, en el examen interior, seamos humildes, calmos) y la interpersonal (la relación con los demás, con la reciprocamos, con el asomo generoso hacia los demás). No importa cuán humildes y pobres seamos, la humildad es la magia que atrae y seduce como la flauta de Hamelin. Torres Feliciano, sicoanalista, aplicó la noción de 'atracción' de la fábula de los Hermanos Grimm a la descripción de un personaje pintoresco de Pepino. Sobre Pelo'e Rata dijo: «Era flautista y aglomeraba gente mientras tocaba. 'Pelo 'e rata' debido a ser flautista como el de Hamelin que atraia gente como si fuesen las ratas y por tener el cabello gris abultado y reseco». [11] 

Carl R. Rogers estudia que el amaño / que instruye o desorienta al Self (al Yo) / incide sobre «la valoración orgásmica de las necesidades y recepciones de recompensas positivas»; pero el Yo armónico, calmo y humilde, puede sufrir de incongruencias. Esto es lo que es llamado la 'incongruencia de Roger', o más adecuadamente, la neurosis de estar desincronizadi de tu propio Self y del Ser ideal, del Yo soy y Yo debería ser» [12]

Vistos desde la perspectiva de la Teoría de Rogers, en estos amaños y distorsiones, pudo verse la presencia en el espacio de empatía y comunidad Nico Chavito, Marco el Loco,sobrino de Polo Castro y el  pirotécnico Carlos el Soco. Descrito por Torres Feliciano este último, dice: «Carlos El Soco perdió su brazo pescando en el Lago Guajataca con 'Cohete de Bomba'. Tenia mucha chispa. Vivió en Chicago. Se las daba de Dandy. Vestía muy bien y decía ser conocedor de todo tipo de mujer: 'Esta voz ladina sabe conquistar, y cuando el de abajo me traiciona, el soco entra en acción'. Años luego, se dio a llevar niños a la Iglesia Presbiteriana los domingos. Dejó el alcohol para siempre». [13]  

EL AMAñO ETICO DEL YO-IDEAL: Dentro de lo posible de su espacio, el atestiguador y quien novelerea como vecino el fantasma el folclor y de una Etica originaria, [14] el tipo pintoresco expone su simpatía. El borrachín Marco El Loco, quien era laborioso en sobriedad, trabajaba como pintor de brocha larga. Estas observaciones sobre su conducta son interesantes, reflejos de incongruencias: «Como alcohólico caia con ataques de pataleta en medio de la carretera. Para los días de la Guerra de Korea, se vestia de Kaki como los soldados, y salia calle por calle, saludando al vecindario. Compraba el uniforme usado, en la Plaza de Mercado». [15]

En torno a Bernardino Sánchez, hay historias que apuntan a explicar su Yo-ideal:«Siempre enchaquetao y perfumado, destaca 'pero soy humirde, y soy el Barbero de los ricos». [16] Era un creyente en el espiritismo doctrinario kardecsiano, y del valor descrito por el amar al projimo. La ansiedad de la distorsión perceptiva lo hizo víctima y sobre ésto hay un cuento incluído en mi libro El pueblo en sombras. [17] 


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NOTAS:

[1]  Fidel Sepúlveda Llanos, «Patrimonio, identidad, tradición y creatividad». Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos de Chile (DIBAM). Santiago. Chilem 2010 y El valor de la solidaridad en la cultura tradicional. 1987 Arte-vida, folklore, identidad latinoamericana. Revista Nuevamerica n°12. Buenos Aires. Argentina.

[2] Carta personal del Joaquín Torres Feliciano. Archivo 2013.

[3] Homenaje a Anacleto Arvelo / 4 Esquinas, en: Carlos López Dzur, Epica de San Sebastián del Pepino (San Sebastián, Ed. KoolTourActiva, 2013), ps 137-142. Ver texto en la red

[4]  Sobre el primer chofer del Pepino, el italiano Don Bottari y la pintoresca hija suya, la bella Luisa Bottari, he incluido estampas en varios de mis libros. Ver: Como una amazona,en la red: http://carlos92701.tripod.com/bottari.html

Además: Carta personal del Joaquín Torres Feliciano. Archivo 2013. En una de estas escribe sobre Ferrante y Bottari:  «Me parece que los dos italianos vivieron como cualquier parroquiano accesible en los espirales de la época. Uno triste, pobretón, y resignado, y el otro en las cosechas del éxtasis que le traia la fortuna. No sé cuan especial pudo ser cualquiera de ellos para tener el privilegio de ser enlistado en ese rollo de personajes iconográficos del 'pueblito cagao' que refirió Nico Chavito, casi a las puertas de la muerte, cuando le dijo a su esposita 'dominicaina': 'Aqui, en esta tierra de cocodrilos y salamandras, no me entierres. Hazlo en Aguadilla, a los pies de aquellas mareas; aunque me arrastren los marullos y las orcas mas humanizadas me acariciasen el culo».

[5] Ibid.

[6] Para el exitoso amañamiento, a fin de entrenarse en la sabiduría quelo amaña, se aprende a jugar con el advenimiento.  Según Heidegger, «Ereignis es al mismo tiempo unEnt-eignis. El advenimiento, adviniendo y para poder advenir, se sustrae». Vivir sabiamente es advenir y sustraerse. El terreno de la sustracción es la ética, el habitar del hombre en medio del ente en su conjunto, en cada época histórica, en cierta disposición afectiva fundamental y. en particular, la que se corresponde con su Espacio Empático. «El advenimiento de la disposición afectiva fundamental propia del nuevo Ethos proviene del destino del ser y no puede ser forzado por el hombre».  Cf. Teoría humanista de Rogers,en: El Rincón del Vago, en:

[7] Juan Carlos Tealdi, Director, Diccionario Latinoamericano de Bioética (UNESCO y Universidad Nacional de Colombia, 2008), cita de Mónica Cragnolini (Argentina) y de Javier Luna Orozco (Bolivia) sobre el concepto de consentimiento comunitario. «La realidad ampliamente diversa de los grupos que conforman lassociedades humanas, de acuerdo con características genéticas propias de su raza, idiosincrasia,cultura, religión, lengua y medio geográfico en el que habitan es, de por sí, un tema que debería llevar a un análisis mucho más profundo de las nociones de consentimiento que han venido aplicándose en la práctica médico-asistencial y en la investigación. Aceptar únicamente la definición médico-legal de consentimiento informado (...) es una definición limitada que no da lugar a considerar esa diversidad» (p. 223).

«De Lévinas en adelante se observa «una urgencia para pensar la  alteridad de una manera más radical». «En esta línea de pensamiento, en la que el otro es extranjero, es necesario pensar conceptos como hospitalidad,amistad y comunidad, algunos de los modos actuales de mentar la alteridad. Hospitalidad es un término que remite a Lévinas, y ha sido retomado por Jacques Derrida... En Lévinas el rostro es la huella del otro, que inhabilita la posibilidad de ser pensado en relación con un yo (sea por identificación, homologación o apropiación» (ps, 22-25). Ver pdf.en:http://www.unesco.org.uy/shs/fileadmin/templates/shs/archivos/DicoParteI.pdf

[8] López Dzur, Nico Chavito, en el libro en preparación El pueblo en sombras. Cf. leer versión en la red en: http://carloslopezdzur-carlos.blogspot.com/2008/09/nico-chavito.html

[9] Carta personal del Joaquín Torres Feliciano. Archivo 2013

[10] Martin Heidegger acuña el término “ética originaria”  en la Carta sobre el humanismo, pero se niega a dar pautas morales o de conducta al «negarse a escribir una ética» o plantear la adquisicón de una formación en términos del amañamiento y la estancia. Asimismo, explica que, por acto formador, «se debe pensar la esencia del lenguaje a partir de la correspondencia (Entsprechung) con el ser, concretamente como tal correspondencia misma, esto es, como morada (Behausung) del ser humano”, con la consecuencia de que, en todos lo casos, «ya se trate del propio Dasein, del mundo, del ser, de la palabra o de la técnica, es el paradigma sujeto-objeto el que debe ser superado. La superación del humanismo es simétrica a la superación de la metafísica: el hombre no es un sujeto, ni el ser un simple objeto». Vid; Luis César Santisteban Baca, La ética del  “otro comienzo” de Martin Heidegger en: Diánoia, vol. XLIX, no. 53 (noviembre 2004), ps. 71-92.

Heidegger declara que el advenimiento de la disposición afectiva fundamental propia del nuevo Ethos proviene del destino del ser y no puede ser forzado por el hombre. El tránsito hacia ese nuevo Ethos, u Otro Comienzo, es asimilado a la torsión o superación (Verwindung) de la metafísica, como un mero dejar atrás el estado de cosas que ésta representa.

[11] Torres Feliciano, ibid.

[12] «En su última etapa, Carl R. Rogers enfatiza la relación terapéutica como el único motor de mejoría del cliente. Esta relación debe tener tres características básicas: la autenticidad (o congruencia, el terapeuta debe ser sincero, sus no-juicios no deben ser fingidos sino auténticamente sentidos, no debe temer expresar sus propios sentimientos, sus propias debilidades; si no es así la terapia acabará fracasando), la consideración positiva incondicional y la comprensión empática... Desde estas posiciones se entiende que la conducta es indeterminada, ya que, por uno de sus axiomas centrales, la persona es libre.». Cf. Teoría humanista de Rogers, loc. cit.

[13]  Torres Feliciano, op. cit.. En torno al personaje de Carlos El Soco revise el cuento, que se integrará al libro El pueblo en sombras, en:

[14]  En torno al concepto de la ética originaria, v, cf. del Prof. Jorge Acevedo Guerra,«Ética originaria; Heidegger y la psiquiatría» (Revista Observaciones Filosóficas,Universidad de Chilehttp://www.observacionesfilosoficas.net/eticaoriginaria.html

En su artículo se define «El sentido fundamental de êthos no es, como se indica usualmente, ‘carácter propio’ o ‘modo propio’ sino estancia, morada (Aufenhalt ), lugar del habitar,,, ética” entendida como modo de pensar (que) tendría que apuntar en la dirección de un meditar la estancia del hombre, el lugar donde habita o mora... El hombre habita en la verdad del ser (Wahrheit des Seins), su elemento originario. Tal verdad del ser fue denominada sentido del ser (Sinn vom Sein)». En  Ser y Tiempo (1927), para referirse a lo mismo, se hablará del lugar (tópos)  localización del ser (Erörterung des Seins). «Lo que Heidegger denomina ética originaria (ursprüngliche Ethik) no es pues tanto un conjunto de normas o indicaciones para el buen vivir, sino la estancia». Para fines de nuestro estudio sobre el folclor, la ética al espacio de empatía induce, a lo que Gustavo Cataldo Sanguinetti, llamara «el habitar poético». Y es principio que, «sólo hay mundo donde hay lenguaje». Y este lenguaje está ricamente amañado en mundo: «Todo lenguaje poético, tanto en este sentido amplio como en el más estricto de lo poético, es en el fondo un pensar. La esencia poética del pensar guarda el reino de la verdad del ser... Poetizar es propiamente dejar habitar.  Poetizar, como dejar habitar, es un construir». Vea: El habitar poético: La crítica de Heidegger a los humanismos históricos (Universidad Andrés Bello. Santiago de Chile, en: THÉMATA. Revista de Filosofía. Núm. 39, 2007), ps. 217-222.

El amañamiento positivo se presenta con el fenómeno del Mitsein o coestar. Es por lo que, aunque en desventaja educativo, el hombre o mujer pintoresca, busca empatía, caer bien a la comunidad. No quieren ser asociales y las artes ayudan, aunque pueden convertirse en instrumentos de información manipulados y manipuladores. «A través de la distorsión perceptiva, discutida por Singer, se incide en una torsión de la ética que se retrotrae a la dimensión originaria del Ethos con la intención de superar su olvido». 

[15] Torres Feliciano, loc. cit. Ver además el cuento «Marco el Loco», incluído en: Carlos López Dzur, El  corazón del monstruo (Outskirt Press, Denver, Colorado, 2001), ps. y en la red, en:

[16] Torres Feliciano, ibid.

[17] Ver en la red Los tipos folclóricos de Pepino, el cuento «La mosca muerta y el barbero» que formará parte del libro El pueblo en sombras en:


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III, LA HUMILDAD DEL ALMA POPULAR Y LA SOFISTIQUERIA DE LOS OPORTUNISTAS

Retomaré  algunas ideas de Johann Gottfried von Herder sobre 'espíritu del pueblo', progreso y bienestar de la humanidad, la conquista de la auténtica felicidad y la relación con el arte y el folclor, para explicar la paradoja de la padeia: el humilde es más feliz que el maestro, supera su imagen desvalorizada por otros, asume su propia humildad y desecha la autopercepción distorsionada; en tanto que el altivo será humillado, como quien muerde el polvo. Miguel de Cervantes sentenció en Diálogo de los Perros que «la humildad es la base y fundamento de todas virtudes, y que sin ella no hay alguna que lo sea». Así es la modestia y la discreción, en cuanto mejora las demás virtudes y enriquece la personalidad.

A largos rasgos, haré un perfil de una estética herderiana que es sensible a la condición histórica de cada país y, sobre todo, a aquellos con múltiples migraciones en tránsito que se forjan, por ello, en naciones cosmopolitas, pluriculturales y multilingües. Esto es importante cuando se estudian los Hechos del Folclor y Tipos Populares que a menudo tienden a ser el grupo más devaluado injustamente y humillado por parte de otros que tienen el poder de conseguirlo, pero carecen de virtud y de humildad. A resultas de ésto, se exhibe como comportamiento la noción de creernos superiores a los demás. «Los que son humildes no se sobreestiman ni maltratan a los menos favorecidos desde el punto de vista social, económico o de educación». [6]

Una de las razones por las que Von Herder se interesó en el cancionero hebreo y de otras lenguas, como el persa y el árabe, es el convencimiento de que a medida que se trata adecuadamente con la gente más humilde, a veces, inmigrantes sin estatus privilegiado o de autoridad, sin derechos de propiedad, si es aprendida su lengua, habrá menos hostilidad y será menos la urgencia de humillar y competir unos sectores  con otros. Personalmente, él fue uno de los primeros pensadores alemanas que se interesó en el carácter nacional de la literatura española y realizó una versión del Cantar de mío Cid. Propuso la idea de inspiración del genio, enraizado en su época y su entorno cultural, antes que acudir a pautas y modelos de la Ilustración. 

Las virtudes son universales. Hay que aprender a verlas, a co-participarlas. A no imponer, con el prurito del evangelizador cristiano, su idea sobre otros pueblos, reprimiendo y oscureciendo con denegación el espíritu propio, el espíritu del pueblo (Volksgeist). La idiosincracia es diferente para cada nación, así como las fuerzas creativas que habitan inconscientes en cada pueblo y se manifiestan en creaciones propias, no únicamente en la lengua, creencias, folclor, sino en su cultura material, utensilios y artesanías,

La poesía y la música sirven a tal tarea, advierte Herder, Admite una unidad profunda de la humanidad, manifiestada en la diversidad. No obstante, la poesía tiene una misión didáctica y, además, política, en beneficio y aras de la convivencia, esto es, a la vez que es sicológica, lo es política. En armonía con este discurrir, en la historia es necesario el Einfühlung, que es 'sentir dentro del otro', o ser-con-otros, en la empatía, y dentro de ella hay dos tipos, por ejemplo: «para entender la poesía escandinava antigua, es necesario haber cruzado el Mar del Norte y sufrir una tormenta, como él ha sufrido. Para conocer los textos de la Biblia, hay que vivir como pastores nómadas, no sirve exclusivamente  la razón».

Como las características culturales y demográficas que inciden en un país, no están exentas de cambios y mestizaje (inclusive con los elementos europeos) hay que dar atención a lo no-nativo o foráneo. Estudiar otros idiomas y estilos, Von Herder descarta así la teoría del origen divino de las lenguas. Alega que no se puede pensar sin lenguaje, pero para Herder una lengua no es algo artificial en el hombre, sino que es una creación espontánea y popular. El lenguaje tampoco es solo un instrumento. Es un contexto inseparable de si que, si bien sirve sólo para transmitir ideas, también es algo más vivo y esencial: conduce a sentimientos y razón. «La razón está unida al lenguaje, no se puede pensar sin lenguaje». [7]  

Von Herder propone la existencia de valores que más que románticos, o contemporáneos, son los universales, esto es, «paz, tolerancia, amor a la patria, democracia, atención a la diversidad, medio ambiente y desarrollo sostenible, familia y otros», que son los valores «asumidos por el sistema educativo a nivel de fines y perfiles», Un campesino con intución y genio puede ser más útil que un altanero, que aclama que le sobreabunda la razón intelectual. Es  cierto que un docente debe contar con un adecuado «saber epistemológico, disciplinario, científico y  didáctico de cada materia a su cargo», condición que es llamada «la formación de formadores» y cierto que, para futuros docentes, es imprescindible la revisión profunda de las características y prácticas en que se aplica; cierto es que «el formador de formadores es el referente directo del futuro docente». [8] 

El mejor formador / instructor de la verdad / la esencia auténtica / es un hombre democrático, representativo de su nación, heroico porque se opone a toda invasión política-cultural que venga como destructora de su cultura y «esto es lo más sagrado que hay» (comprender que «cada nación tiene el centro de su felicidad dentro de sí misma». [9]

IV. «VIRI» / PROPIETARIOS DEPREDATORIOS  VS. «HOMINIS» / SIERVOS HUMILDES

En sociedades antiguas y aún con la presente, había faltado una visión constructivista que cuestionara o rebatiera el conocimiento que meramente se transmitía, en cada caso, como conocimiento que no produjo ni  renegoció una mayor justicia. Entonces, por no haberse dado una nueva visión de la historia, se incide en la cultura con relaciones humanas, de depredación. El conocimiento se torna tan pervertido, oscurecido / que en  nuestros  ideologemas se perpetúa lo infame y pobre autopercepción humana, 

En los albores de la civilización occidental, no había para definirse el hombre un término adecuado, que no haya sido dominador-dominado. Tuvimos, como criaturas vivientes, la virtus del salvaje. No dignidad. 

Una situación como tal es posible cuando la violencia y la sumisión apuntalan la imagen negativa que hacemos de nosotros mismos y no hay un entendimiento claro y objetivo de quiénes somos realmente. Unos pocos hombres decían en torno a sí que eran los 'guerreros', o los héroes (en lenguas avésticas, vīrá).  Otros los señores en cuanto tenían el estatus de 'propietarios', otros, la mayoría en servidumbre, se declaraba la gente bajo la tierra o el humus. [11] De ahí la raíz del vocablo que designa a los humildes, que son quienes como implica el vocablo hebreo, «niham», están tristes y lamentan. Y bajo el humus del lamento.

Los guerreros proto-itálicos y protoindoeuropeos no significaron, con su trato en lo humano como se entendería en la racionalidad de hoy, sino en función de wiros y uiHr-ó (propietarios y guerreros, cayendo los demás en inciertas categorías de impulsos iniciales que no revelan la energía de ser, o la verdadera fuerza. Con Von Herder, tenemos al primer filósofo pre-romántico que formula una concepción optimista de la historia. La concepción de viris vs, hómines, dominadores con virtus vs, siervos bajo el humus de su propia inferioridad, dejaría de ser porque la humanidad se superará a sí misma. Y la naturaleza, dejará de ser un instrumento de opresión y pillaje, para dar paso a una oportunidad de «unión con la humanidad». La decadente virtus que aludía a la fuerza bruta o voluntad para realizar un trabajo será alusión a dones compasivos y de creatividad. La humildad no sería la modestia resignada del idiota, sino «el entendimiento claro y objetivo de quién se es realmente, pues, reconoce sus virtudes y debilidades, respecto de él, de otros y de Dios», [12]

Ahora bien, en la sociedad de hoy, a pesar de que no se han superado problemas como la pobreza, la inequidad y exclusión, viejas amenazas a la paz, la seguridad y los derechos humanos, quedan desafíos relacionados con dos experiencias humanas, la de ser auténticamente humildes y la de ser el que humilla y oprime al que lo es. Es indiscutible que, como revela Eveline Lindner en sul libro «Making Enemies: Humiliation and International Conflict» (2006), la guerra sicólogica ha puesto al fenómeno de la naturaleza emocional, [13] como lo es la humillación, en el panorama con papel central. «La bomba nuclear de las emociones (la humillación) es  génesis de los conflictos entre estados y grupos sociales que derivan en la violencia extrema». Lindner es fundadora y directora de Human Dignity and Humiliation Studies de Columbia Universtiy y de la Red de Resolución de Conflictos. La médico-psiquiatra, autora y profesora, ha visto el papel que la humillación  juega en el desarrollo de conflictos entre grupos: el genocidio de Ruanda, las matanzas de Somalia, la guerra palestino-israelí o las guerras yugoslavas, por dar unos ejemplos.

¿Qué condiciones son necesarias para que se deje de humillar al pobre, al campesino o los carentes de propiedad, por lo que siguen bajo el esquema: «VIRI» / PROPIETARIOS DEPREDATORIOS  VS. «HOMINIS» / SIERVOS HUMILDES?  Von Herder adelantó una idea: fortalecer una sociedad que valore el pluralismo cultural, la diversidad y la creatividad, es necesaria. «Una sociedad compuesta por todos los hombres de todas las partes del mundo, en la que la poesía, la filosofía y la historia serían el triángulo de luces que irradiaría a todas las naciones, las religiones y las razas. Precisamente, la sabiduría, la fuerza y la belleza son tres principios fundamentales de la Masonería». El fue iniciado en el masonismo en 1766 en la Logia La espada (Riga). 

Para Herder, el único estímulo de la sociedad sería el humanitarismo; «si a este concepto (humanitarismo) se le diese todo su vigor (…) y se infundiese en nuestro corazón y en el de los demás como primero e ineludible deber, se desvanecerían los prejuicios políticos, religiosos y de categoría y posición social, este último el más estúpido de todos». Este plan suyo fomentaba la enseñanza del humanitarismo como meta del progreso del mundo. [13]

Dejar de hacer sentir a otros como los rebajados, avergonzados, despreciados, donde ya no existe el VIR que discursa que se debe vejar, zaherir, pisotear, hasta que muerdan el polvo a aquellos 'homos' / 'siervos; cuando no ensalzan al Hombre Superior, al Jefe,, al Héroe. Quienes no lograron su riqueza por la via de la violencia o el trámite ilícito son débiles y desechables. Esta es la mentalidad que el fascismo legara y ante la que él propuso la enseñanza del humanitarismo como meta del progreso del mundo.

Es también requerida una estética que sea «ciencia de la aîsthesis, de la intuición; la lógica, la ciencia del lógos, del concepto» (Kant), como propuso el idealismo kantiano, pero, que entienda que la intuición (Anschauung) no da el conocimiento divino, en su plenitudfd, sólo crea el momento inicial, uno limitado,  progresivo que no crea nada, intuye lo ya dado, siendo mera intuitus derivativus. 

Von Herder se adelantó a Heidegger al decir que hay una comprensión realizada a través de vivencias ('stimmungen') y mediada lingüísticamente, que no se expresa de manera temática, es decir, a través de la objetivación, misma que Heidegger, en su libroi Ser y tiempo,  describiera como «pre-estructura de la comprensión». [14] 

El concepto de Genio herderiano o recursos inspirativo del alma es el verdadero yo del ser humano. «Es espiritual e inmortal, pues cuando el cuerpo se destruye en la muerte, el alma abandona sus restos miserables y emigra hacia un más allá donde recibirá premios o castigos según su comportamiento en la vida anterior», decía Platón, en tanto que, el teólogo y filósofo Von Herder, atreviéndose a decir menos, apostaba por lo menos al concepto de visibilidad y de progresión dentro de la naturaleza. Von Herder es el gran inspirador filosófico de los Naturphilosophen, portavoces de la noción de una especie de voluntad interna de la materia que la lleva a organizarse, incidiendo en las especies, fisiología y a la escala de los seres, con funciones vitales. 

Destacaría, como Heidegger, que la visibilidad de las Ideas depende de la luz que las ilumina. En cuanto ésto, el ser de la Paideia herderiana y heideggeriana, se funda en el ser del desocultamiento, el ser de la Verdad. La Paideia, como formación o Bildung, es paulatina, mas es  indispensable (para liberarse de sombras oscurecedoras de su experiencia histórica) que haya el reorientamiento o direccionamiento del alma. Un encuentro y desenvolvimiento del ser en el mundo. El  fundamento ontológico es posible en el «Cuidado» o «Cura» (Sorge), que son existenciarios [Existenzialien].

Lo mismo es para Platón. La paideia instruye al alma en tránsito. «La Paideia es un encaminamiento del hombre hacia una transformación radical de todo su ser. Es esencialmente un pasaje, una transición». Para el carácter de Idea de Bien / Platón utiliza el término de agaqou idean. To agaqon fue traducido como el Bien, y el Sol, que es señalado como la causa de todas las Ideas, metáfora del Ego investigador y Luz que las hace visibles, Seguido el razonamiento, la Idea Suprema, la Idea del Bien, es el antecedente platónico de Dios.

Heidegger reparó en la idea herderiana de una Idea Suprema, o del Bien, que «es el antecedente platónico de Dios o la Cosa primordial, la causa de todo lo que es bueno en su comportamiento y de todo lo que es bello». La Idea del Bien es la que hace posible la visibilidad de las Ideas. Y aunque criticó aspectos del proyecto poético de Herder, el mismo le sirvió como antecedente al suyo. [15]



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Bibliografía y notas

[1] Estudio el hecho del folclor como una historia viva que puede ir siendo acosada por el olvido, pero nunca se autoderrota, pese a su provocada decadencia. El folclor no se produjo para el mucho o poco uso de su contenido. o para ser moda de apogeo, o fenómeno naciente. No está en competencia con otros modos de conocimiento, Ciertamente, hay etapas de acoso del acervo humano que se objetiva con el folclor. La decadencia del folclor es tan interesante como los pulsos de su sobrevivencia. No es posible hablar de la muerte del folclor como no es posible hablar de la muerte de la historia. 

Adelantaría, en este ensayo, que el folclor es tan amplio que consta de, al menos seis ramas: (1) Su Narrativa y Oralidad: y que, por tanto, incluye fábulas, cuentos, acertijos, leyendas, relatos orales, chistes, etc. Otra rama que es su Poética (2) que incluye los romances, canciones, refranes, coplas, adivinanzas, dichos, etc. Se puede hablar del (3) Folclor Mágico concernido con «lo espiritual, las supersticiones, y la misma magia». Este se asocia a lo más remoto de su surgimiento como expresión y a lo que Heidegger llamara la narratividad del 'lógos apophantikós' como forma fundamental del conocimiento y capaz de proveer juicios predicativos. Pero, aunque muchos exponentes de la Sabiduría Mágica son partidarios de una Fuente o Poder conferido que se llama la intuición (Anschauung / intuitio), como acceso a Dios y al Origen, no se cuenta en la historia con la intuición infinita, propia de la divinidad (intuitus originarius). El conocimiento humano es un conocimiento finito; no crea nada, intuye lo ya dado y es 'intuitus derivativus'.

Una más reciente etapa de esta disciplina es el (4) Folclor Social: esto es, bailes, costumbres, juegos, tertulias, música, actividades sociales, la familia, etc. Este puede ser privativo y de vida común de una población concreta o subcultura.

También interesante como Folclor es el (5) Hecho Lingüístico: que incluye aforismos, pregones, deformaciones del lenguaje. ocurrencias de grupos humanos, rimas infantiles y cuentos de fantasmas, rumores (incluyendo teorías conspirativas), chismes, etc. Finalmente está (6) el folclor ergológico, que es el más estudiado desde el punto de vista antropológico, pues, da evidencia de la cultura material, utensilios de trabajo, aperos, arte popular, la alfarería, pintura de arte popular. Incluye la recopilación de bebidas, comidas, potajes, etc.

Aunque la acepción literal del término folklore significa «el saber del pueblo» (folk: nación, pueblo: lore: saber, conocimiento), el investigador de la Universidad de Pensilvania Dan Ben-Amos, redujo la significancia al decir que el folclor es «la comunicación artística en grupos pequeños», Gottfried von Herder, pionero en estos estudios, indica que la misión del folclor como disciplina es «documentar el auténtico espíritu, tradición e identidad del pueblo», en su caso, el germano. «La creencia de que tal autenticidad pueda existir es uno de los principios del nacionalismo romántico que Herder desarrolló. Para Von Herder, las clases campesinas son al mismo tiempo depositarias, vehículo y guardianes del «genio popular», que se modeló mediante el contacto de los hombres con la tierra y el clima y se transmitió de generación en generación, tanto oralmente como en las epopeyas, cuentos y leyendas». Ver: F. M. Barnard, loc. cit.

[2] Es la propuesta de Von Herder en su libro «How Philosophy Can Become More Universal and Useful for the Benefit of the People» (1765); como filosofía de la historia, dispone el desarrollo de una concepción teleológica de la historia «as the progressive realization of reason and humanity» — antIcipándose en la propuesta a G. F. Hegel. En los cuatro volúmenes del estudio «Ideas para una filosofía de la historia de la humanidad» (1784-1791), Von Herder elabora la idea de que la naturaleza y la historia humana obedecen las mismas leyes y que, con el tiempo, las fuerzas humanas antagónicas se reconciliarán. Ver. E. A. Menze, M. Menges y M. Palma, «Johann Gottfried Herder: Selected Early Works, 1764-7» (Pennsylvania, 1992). 

[3] F. M. Barnard, «J. G. Herder on Social and Political Culture» (Cambridge, 1969). Aquí se incluye un ensayo herderiano tiitulado «Dissertation on the Reciprocal Influence of Government and the Sciences»

[4] J. Gottfried von Herder, «Cartas sobre el progreso del hombre» (1793-1797). En el «Ensayo sobre el origen del lenguaje» (1772), subraya su carácter natural y evolutivo, y su papel preponderante en cualquier proceso cognoscitivo, así como reclamó una concepción nacional para el arte y reivindicar la exaltación del individualismo y los sentimientos como fuente de inspiración. No creyendo en la idea del progreso indefinido, vigente en su época,m defendió una apreciación imparcial de hombres y pueblos, ejercicio vinculado siempre a la acción de la evolución o progreso general de la humanidad.

 [5] «Los tipos folclóricos de Pepino y la cultura popular e histórica», en: 
http://carloslopezdzur-carlos.blogspot.com/2010/08/los-tipos-folcloricos-de-pepino-y-la.html y «El folclor y los espacios de empatía», en:
https://www.facebook.com/notes/carlos-l%C3%B3pez-dzur/el-folclor-y-los-espacios-de-empatia/10151715366829380

[[6] Cf. Saulo Fernández Arregui, «Reflexiones sobre el significado social de la humillación» (Psicología Política, Nº 37, 2008, 29-46 ), Von Herder, «Ideas para una filosofía de la historia de la humanidad» (1784-1791), y «Parashat Vaikrá: La Humildad de Moshé», en: La Voz Judía, 
http://www.delacole.com/cgi-perl/medios/vernota.cgi?medio=lavozjudia&numero=427&nota=427-19 

Fue Von Herder quien indujo a Goethe al estudio al estudio de esta poesía hebrea, átabe y persa, y produjo con su teoría estética y educativa la  vertiente alemana del Prerromanticismo europeo, conocida como el movimiento Sturm und Drang («Tormenta e impulso»), que entre lo que impulsa ferozmente es romper con los enfoques academicistas e intelectualista en la búsqueda de la verdad, enfatizando lo intuitivo y lo sensible. «La sensibilidad, se vincula al área emocional, afectiva, receptiva del educador con los hechos, problemas, soluciones y sujetos (alumnos, colegas, padres de familia, etc.) Ser receptivo al cambio, sensible a las necesidades, tristezas y alegrías».  El ser sensible herderiano se relaciona al considerar la pluriculturalidad y el derecho de comunidades lingüísticas, regjonales, étnicas y culturales a «a preservar, desarrollar y hacer su identidad y patrimonio cultural. La estética de Herder es, pues, respetuosa al carácter de nación pluricultural, ala diversidad étnica que pueda contener y a la abundante y rica biodiversidad. 

[7] Von Herder, op, cit, y E. A. Menze,  ets als. «Johann Gottfried Herder: Selected Early Works, 1764-7» (Pennsylvania, 1992).  «Otra idea sobre esto es que no hay un solo lenguaje, sino varios como el metafórico o incluso otro anterior basado en gritos o gestos. A medida que el lenguaje se hace más reflexivo, pierde interés, y por eso Herder investiga sobre las primeras literaturas. También buscará otros lenguajes que van a ser un componente del espíritu de un pueblo. No hay ideales del gusto, sino que estos dependen de cada cultura y momento histórico». Cf. Johann Gottfried Herder, en Wikipedia,

[8] Ibid. En «Perfil del Nuevo Docente» [MEDUCA-PRODE, Ciudad de Panamá, 12 de diciembre de 2005], como fundamentos socio-antropológicos de sus currículos, la Ley Orgánica de Educación de Panamá, lo mismo que la mayoría de los países latinoamericanos, dispone «propiciar la atención al fortalecimiento y la preservación de los valores culturales de los grupos humanos básicos que conforman la identidad nacional», lo que implica que se incorpore «a las minorías étnicas y respetando la búsqueda de la paz, la democracia, la justicia social, la competitividad, el desarrollo sostenible, para promover la capacidad y responsabilidad de decidir sobre el futuro de la nación». 
Cf. http://www.meduca.gob.pa/files/diredocentes/perfilnuevodocentes.pdf

[9] Von Herder, loc. cit.

[10] Ibid.

[11] Del latín Virtus, derivado de «vir», que significaría varón (por ende, virilidad) en Roma se produjeron dos clases de varones muy diferentes entre sí, uno que corresponde al señor, el guerrero, «el hombre libre, el que no es propiedad de nadie, y sí en cambio propietario de tierras, ganados, hombres, mujeres y niños». Este es también al que se le llamaría héroe. El latín 'homo' se correspondía con el esclavo, del que era prácticamente sinónimo. El cazador-devorador es el Vir Sapiens, no Homo Sapiens. Cuando el héroe, o Vir Guerrero, depredaba toda clase de bienes, entre ellos, los de otros viris, estos se convertían en hómines. La 'virtus' (de donde procede el término 'virtud') refiere el conjunto de comportamientos del Depredador Heroico y perder tal 'virtus' el riesgo de descender a la condición de homo o servus. La virtus es el código de conducta del dominador, y la humánitas el código de conducta del dominador. Entre griegos y romanos, la misma raíz que virtud (de 'vir') consagraba la virilidad a la devoción a los placeres Venus inspira. Cf. Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.

[12] Ver: Parashat Vaikrá - La Humildad de Moshé, loc. cit,

[13] Saulo Fernández Arregui, op. cit, y Pedro Álvarez Lázaro, loc. cit,

[14] James Michael Landes en su tesis de Maestría, titulada «From Genius to Poet: Herder's Genius Aesthetic as Background to Heidegger's Concept of the Poet» (University of Kansas, 2009) explica que Von Herder fracasó en su proyecto de formular su propio proyecto poético en torno a un Genio estético. «What appears to many as an irrational turn in Heidegger's thought is actually, in part, a consequence of a quite rational attempt to avoid the problems that Herder encountered». No obstante, se opuso a la idea ilustrada de la razón, porque el hombre es un organismo completo y no se le puede fragmentar sino que es unitario y es necesario utilizar articuladamente. «La poesía, como el arte en general, no es de un autor individual, sino que es el Espíritu del Pueblo que cargado de la sangre del pueblo explota en el Espíritu del Poeta». Ver: Pedro Álvarez Lázaro, S. J. (Universidad Pontifica de Comillas), «El programe educativo de J. G. Herder (1793)», en: La Masonería Escuela de Formación del Ciudadano. La educación interna de los masones españoles en el último tercio de siglo XIX, Madrid, 1996, pp. 78-79, y wikipedia. 

[15] «Para todas las cosas y para su misma coseidad, la Idea suprema es el origen, la causa. Esta Idea suprema, como Sol, es la luminosidad misma; pero el sol cuando deslumbra ciega al hombre no acostumbrado a su luz. «El acostumbramiento de los ojos metaforiza el acostumbramiento del alma a cada uno de los dominios en que el ente se le presenta al hombre (las sombras sobre la pared, las cosas iluminadas con la luz del fuego dentro de la caverna, y finalmente, las cosas mismas evidenciándose, mostrándose tal como son, a la luz del sol). Este acostumbramiento concierne al hombre en su esencia, opera en lo mas profundo de su ser». La adaptación del ser del hombre a los diferentes ámbitos del ente que le son asignados constituye la esencia de su apredizaje .






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