Saturday, August 6, 2011

Agosto 15, 2011 / Núm. 83, / Nueva Etapa / Puerto Rico




PORTADA: La heroína polaca Irena Sendler, quien arriesgó su vida en la Varsovia ocupada de los nazis para salvar de la muerte a 2,500 niños judíos, falleció el 13 de mayo de 2008 a los 98 años, según informó la familia. Coincidiendo con el 70 aniversario del inicio de la II Guerra Mundial, el día 3 de Septiembre, se presentó el filme norteamericano Los niños de Irena Sendler, en Gdansk (Polonia), que siguiendo la senda marcada por ‘La lista de Schindler’ saca a la luz a héroes anónimos del conflicto europeo y de la limpieza étnica de la Alemania de Hiltler. La película cuenta la vida de la madre de los niños del Holocausto’y El ángel del Gueto’ como fue conocida Irena Sendler (1910-2008).

Revista SEQUOYAH / 80 / SEQUOYAH 81 / #82 / 74 / 75 / 50 / 48 / 48 / 35 / 70 / 69 / 65 / 62 / COLABORADORES / Diálogo Digital / UPR / LIBROS / Kool Tour Activa / Codice /

CONTENIDO 83

Beatriz Iriart

Biografía
Amarna
Alfa y Omega
Legado ancestral
Irena Sendler

Jorge Boccanera
Siempre estoy comenzando este poema

Julio Ioseph May
¿A quién interesa?

Fito Paez
Las palabras hacen trampa

Ana Lucía Montoya Rendón
La Beata
Cansada III
1. Locuras y partos
2. La maja
3. Lucha de valores

Gregorio Ángel Moreno
De Andadura a travesía; La poesía de Julio Piñones

Ana Arzoumanian
Fragmento de Káukasos

Carlos Lopez Dzur
«El surco de los días», poemario / de José Manuel Maldonado
Para hablar como Socrates
Madre de todo lo viviente / A Irena Sendler

Gustavo Galliano
Queja de las Furias
Nos verán caer
En mis atardeceres

Teresinka Pereira
Desesperanza / A Hiroshima
El silencio

Alberto Guzmán Lavenant
Mientras dura la furia

Marga Seoane
Me asusta ver la llama

Carlos Adalberto Fernández
Mi cumpleaños
Pibas, mocosos

Adriana Lamela
¿Qué le han hecho a la lluvia?

Pedro Du Bois
TER
Realizar
Cidades
Corpo

Analía Pinto
De óomo hacer Lobby Literario

Arturo Cardona Mattei
Libertad

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La historia de una gran mujer: Irena Sendler

Tomado de Curioso Mundo Azul
Mientras la figura de Oscar Schindler era aclamada por medio mundo gracias a Steven Spielberg que se inspiró en él para hacer la película que conseguiría siete Oscar en 1993 narrando la vida de este industrial alemán que evitó la muerte de 1.000 judíos en los campos de concentración, Irena Sendler seguía siendo una heroína desconocida fuera de Polonia y apenas reconocida en su país por algunos historiadores, ya que los años de oscurantismo comunista habían borrado su hazaña de los libros de historia oficiales. Además ella nunca contó a nadie nada de su vida durante aquellos años.

Sin embargo, en 1999 su historia empezó a conocerse y fue, curiosamente gracias a un grupo de alumnos de un instituto de Kansas y a su trabajo de final de curso sobre los héroes del Holocausto.

En su investigación dieron con muy pocas referencias sobre Irena, sólo había un dato sorprendente: había salvado la vida de 2.500 niños. Cómo es posible que apenas hubiese información sobre una persona así? Pero la gran sorpresa llegó cuando tras buscar el lugar de la tumba de Irena, descubrieron que no existía porque ella aún vivía.

Cuando Alemania invadió el país en 1939, Irena era enfermera en el Departamento de Bienestar Social de Varsovia el cual manejaba los comedores comunitarios de la ciudad. En 1942 los nazis crearon un ghetto en Varsovia e Irena horrorizada por las condiciones en que se vivía allí se unió al Consejo para la Ayuda de Judíos. Consiguió identificaciones de la oficina sanitaria, una de cuyas tareas era la lucha contra las enfermedades contagiosas. Como los alemanes invasores tenían miedo de que se desatara una epidemia de tifus, toleraban que los polacos controlaran el recinto.

Pronto se puso en contacto con familias a las que les ofreció llevar a sus hijos fuera del Gueto. Pero no les podía dar garantías de éxito. Era un momento horroroso, debía convencer a los padres de que le entregaran sus hijos y ellos le preguntaban: "¿Puedes prometerme que mi niño vivirá?"…… ¿Qué se podía prometer cuándo ni siquiera se sabía si lograrían salir del gueto?...

Lo único cierto era que los niños morirían si permanecían en él.

Las madres y las abuelas no querían desprenderse de sus hijos y nietos. Irena las entendía perfectamente, en aquel entonces, ella era madre, y de todo el proceso que ella llevaba a cabo con los niños, el más duro era el momento de la separación. Algunas veces, cuando Irena o sus chicas volvían a visitar a las familias para intentar hacerlas cambiar de opinión, se encontraban con que todos habían sido llevados al tren que los conduciría a los campos de la muerte. Cada vez que le ocurría algo así, luchaba con más fuerza por salvar a más niños.

Comenzó a sacarlos en ambulancias como víctimas de tifus, pero pronto se valió de todo lo que estaba a su alcance para esconderlos y sacarlos de allí: cestos de basura, cajas de herramientas, cargamentos de mercaderías, sacos de patatas, ataúdes... en sus manos cualquier elemento se transformaba en una vía de escape. Logró reclutar al menos una persona de cada uno de los diez centros del Departamento de Bienestar Social.

Con su ayuda, elaboró cientos de documentos falsos con firmas falsificadas dándole identidades temporarias a los niños judíos. Irena vivía los tiempos de la guerra pensando en los tiempos de la paz. Por eso no le alcanzaba con mantener con vida a esos niños. Quería que un día pudieran recuperar sus verdaderos nombres, su identidad, sus historias personales, sus familias.

Entonces ideó un archivo en el que registraba los nombres de los niños y sus nuevas identidades. Apuntaba los datos en pedazos pequeños de papel y los enterraba dontro de botes de conserva bajo un manzano en el jardín de su vecino. Allí aguardó sin que nadie lo sospechase el pasado de 2.500 niños… hasta que los nazis se marcharon.



Pero un día, los nazis supieron de sus actividades. El 20 de octubre de 1943, Irena Sendler fue detenida por la Gestapo y llevada a la prisión de Pawiak donde fue brutalmente torturada. En un colchón de paja de su celda, encontró una estampa ajada de Jesucristo. La conservó como el resultado de un azar milagroso en aquellos duros momentos de su vida, hasta el año 1979, en que se deshizo de ella y se la obsequió a Juan Pablo II.

Irena era la única que sabía los nombres y las direcciones de las familias que albergaban a los niños judíos; soportó la tortura y se rehusó a traicionar a sus colaboradores o a cualquiera de los niños ocultos. Le rompieron los pies y las piernas además de innumerables torturas. Pero nadie pudo romper su voluntad. Así que fue sentenciada a muerte. Una sentencia que nunca se cumplió porque camino del lugar de la ejecución, el soldado que la llevaba la dejó escapar. La resistencia le había sobornado porque no querían que Irena muriese con el secreto de la ubicación de los niños. Oficialmente figuraba en las listas de los ejecutados, así que a partir de entonces, Irena continuó trabajando pero con una identidad falsa.

Al finalizar la guerra, ella misma desenterró los frascos y utilizó las notas para encontrar a los 2.500 niños que colocó con familias adoptivas. Los reunió con sus parientes diseminados por todo Europa, pero la mayoría había perdido a sus familiares en los campos de concentración nazis. Los niños sólo la conocían por su nombre clave: Jolanta. Pero años más tarde cuando su historia salió en un periódico acompañada de fotos suyas de la época, varias personas empezaron a llamarla para decirla: «Recuerdo tu cara….soy uno de esos niños, te debo mi vida, mi futuro y quisiera verte».

Irena Sendler llevó años encadenada a una silla de ruedas, debido a las lesiones que arrastraba tras las torturas sufridas por la Gestapo. No se consideró una heroína. Nunca se adjudicó crédito alguno por sus acciones. "Podría haber hecho más», dijo siempre que se le preguntó sobre el tema. «Este lamento me seguirá hasta el día que muera».

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La poetisa Beatriz iriart en un Café de La Plata

Beatriz iriart (Argentina)
BIOGRAFIA
Los domingos saboreo
la tibieza de las alas
que no me diste.
Me visto de negro
medias rojas sin talón
desnuda la piel
y gris de violencia.
Pasan los otoños
con sus letanías yertas
desconoces el vuelo de mis cartas
te escapas de mi melancólica pena.
Pero...
ya no espero respuesta.

©Beatriz Iriart

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Ana Iriart en Caracas, 1985.

AMARNA

A la memoria de Ana Iriart, mi mamá

(25/1/1925-16/8/2008).
Reina niña.
Reina madre.
Amarna ya no existe
pero el perfume perdura.
Nefertiti
reverencio
la inmortalidad
de tu Dios inexistente
de tu paso de papiros y miel
de tu memoria presente.

© Beatriz Iriart

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ALFA Y OMEGA

Resultó abundante
la herencia de las faltas
y recibimos el inevitable patrimonio
de las tinieblas cotidianas,
el ignorar los gritos,
contener los sollozos
y esperar la muerte
SIN ASOMBRARNOS.

©Beatriz Iriart

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Julio Cortázar en la foto

LEGADO ANCESTRAL

Lamento no dar lo que requieren.
Lamento no obviar dos trazos de “Rayuela”
para alcanzar el «cielo».
Lamento no transmutar heridas de antaño
ulceradas, putrefactas
en malestares leves.
Pero más lamento
no atiborrar con sabiduría y afecto
y regar tus huecos de huerfána
desolada y esquiva.

BEATRIZ IRIART: Poeta

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IRENA SENDLER

IRENA ha muerto sin el Nobel.
Es verdad.
Pero al nombrarla
emana su coraje, su nobleza.
La tortura infligida por los nazis.
Los niños judíos que salvó.
Y repetiremos su Verbo
a la HUMANIDAD
donde niñas y niños
no temerán
por su libertad dado
que IRENA SIEMPRE ESTÁ.

©Beatriz Iriart / Link del video



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Jorge Boccanera (Argentina)
Siempre estoy comenzando este poema
siempre estoy comenzando este poema
pero claro
llaman a la puerta las voces cotidianas
o se cae a pedazos el día diecinueve
o se me sube rosi a las rodillas
o caigo en la guitarra buscando no sé qué
siempre estoy comenzando este poema
pero llegan recuerdos de una ternura un día
o me sirven café
o voy a ver al boby que está ladrando mucho
y escribo una palabra y ya viene la tarde
con su naufragio entonces
pongo la ternura en una botella
para que alguien recoja pedazos de mis ojos
siempre estoy comenzando este poema
pero llega la noche
quiero decir tu pelo mojado
quiero decir que crezco
y que salgo a caminar tu nombre

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Julio iosephi May (Israel)
¿A quién interesa?
Tantos temas para manifestar aqui: las viviendas, los precios de los productos, los niños nacidos aqui y expulsado, la guerra, los asentamientos, no tengo lugar en esta leyenda, aparte, ¿a quien le interesa?

El 21 de abril escribí ausencia porque estaba paseando en Portugal, ahora escribo ausencia porque no estoy paseando, sino que me estoy cocinando en el calor local, este caliente verano israeli. Caliente no solo por el clima sino por el descontento popular. Anoche manifestaciones en todo el pais y se estima que la mas grande en Tel Aviv tuvo cerca de 150 mil. Me alegro mucho de la actual situacion de critica y espero dure y obtenga cambios.

Llego al trabajo y en la cocina mientras me hago el cafe escucho a la gente discutiendo, entre ellos a mi jefe, religioso por las dudas, diciendo que la manifestacion es politica, aunque todos los desmienten y eso la convierte en interesados que quieren hacer caer al gobierno.

Claro que es una manifestacion politica el descontento popular si la situacion es asi por deciones politicas de un gobierno de derecha que privatizo todo beneficiando todo el tiempo a los ricos. Dicen no es justo acusar a este gobierno, como si Netanyahu y su ideologia no fuese primer ministro en 1996 y luego no fuese ministro de economia. Si, este gobierno es el responsable directo, no es casual que por ahi yo mismo haya escrito el peor gobierno que haya tenido el pueblo de Israel en sus 63 años de existencia.

Como el dueño de la empresa es de los tipos que se enriquecieron gracias a las privatizaciones, mi propio jefe es parte de esa fina clase que crecen alrededor de los millonarios (si el no fuera un hijo de puta, yo seria parte de esa delgada capa, lo soy en cuanto a trabajo no en cuanto al ingreso, aunque de pronto mi sueldo ya le resulta demasiado a mi jefe al que he definido hace muchos años que tienen la inteligencia de la profundidad de una sarten y no he cambiado mi opinion, pues en la practica sirve de tapon, para que el personal quede tranquilo o se vaya sino le gusta).

Como tampoco tengo casa propia, cuando me divorcie tuve que vender la casa y cancelar la hipoteca entonces tambien puedo describir exactamente que hacen las hipotecas del mercado libre a los trabajadores. Jovenes que no tengan apoyo del gobierno en la compra de la casa con construccion oficial o hipotecas subsidiadas seran por toda la vida esclavos, nadando con la nariz fuera del agua. La alternativa es convertirse en mafioso, robar, drogas, etc.

Estos elementos y algunos mas viendo lo que pasa en Siria, en Egipto, en España, en Noruega, en America Latina, EEUU, etc me han alejado de mi objetivo: intentar ser un observador objetivo y critico de la realidad. Temo que si no tomo un descanso me convertire en un comentarista subjetivo: solo contar las cosas que me afectan personalmente.

Si en Cuba la gente manifestaria por bienestar serian anticubanos?, seria una manifestacion politica? seria una manifestacion antigubernamental? De todas maneras los intentos de detener a los lideres y prohibirles llegar a las manifestaciones fue cancelada por contra orden judicial. Si, seguramente los jueces juzgan de acuerdo a su propia ideologia o quien los nombro (Esto ultimo no en Cuba, sino aqui en Israel)

31-07-2011 / Foro Judío /
Tesoros de Yossi
/ Muestrario de palabras / Facebook

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Fito Paez (Argentina)
Las palabras hacen trampa
nunca creo en lo que nombran las palabras
las palabras del temblor y el desatino
las palabras que desvíen mi destino
las palabras son sagradas buen amigo
las palabras hacen trampa
nunca creo en lo que nombran las palabras
ahí se esconden muchos tontos importantes
pero como en toda tribu, todo libro y toda casa

las palabras nos enseñan el coraje
las palabras siempre se las lleva el viento
pero yo las necesito, somos dos viejos amantes
muy chiflados, muy astutos, desafiantes
son el arma con la que me das consuelo
el cuchillo que se hunde en mi pellejo
la apariencia siempre bien organizada
las palabras son traiciones de alto vuelo
las palabras me hacen falta
me hacen falta cien millones de palabras

las palabras me hacen trampa
nunca creo en lo que dicen tus palabras
a menos que ellas mismas manifiesten confusión
la tensión entre los versos y el lenguaje
la tensión entre los besos y el amor

son el arma con la que te doy consuelo
el cuchillo que te hundo en el pellejo
la apariencia siempre bien organizada

las palabras son traiciones de alto vuelo
las palabras me hacen falta
me hacen falta mil millones de palabras
las palabras del temblor y el desatino
las palabras que desvíen mi destino
las palabras son sagradas buen amigo
las palabras
no me creo lo que dicen
mis palabras son el centro del misterio
las palabras nos explican lo que nunca entenderemos
si fue cierto, fue mentira
o si al fin fue todo sueño
mis palabras
las palabras.

Publicado por el grupo HACEDORES DE ARTE

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Ana Lucía Montoya Rendón (Colombia)
LA BEATA
la Seriedad vive aperezada, solo observa y bosteza. por su vera taconea la Partogénesis. va acongojada porque barrunta a las feromonas que tongonean juguetonas un aire dulce de erotismo. desdibujada su sonrisa en trozos

huraños de cóncavos espejos, se desliza hasta el borde infame de la Plenitud, que la rehuye, como si fuese un monstruo. todas las noches gime de hambre. para saciarla, acomoda en su cintura la cola flagelante del gameto, lo aprieta con soberbia entre sus piernas para que la preñe, pero, todo es vano, nunca conocerá el goce, porque el pobre ante su asedio cae... ¡se hace... el desmayado!

las feromonas burlonas, dicen que la axesuada Partogénesis es beata, que morirá sin los millones de mordiscos de la dicha.

julio 2011

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CANSADA III

hay entre mis uñas
encarnada la última caricia de la tarde
y entre mi enjuto pecho un boceto de esperanza

voy con paso lerdo pisando retrocesos...
con la mirada baja sin mirar horizontes
no tengo brazos para alcanzar rendijas de cielo
ni la fuerza para enfrentar olas y mares

viajo cansada
cansada de noches sin piel
cansada helados alientos
cansada de hablar de abismos y no caer

ya no hablaré más tinieblas abisales
me inclinaré en el regazo de un hechizo
allí me quedaré a vivir
y de vez en cuando sacudiré penas y hastío

agosto 2011

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1. LOCURAS Y PARTOS

hoy se querellaron los colores fríos. se mechonearon como viejas energúmenas en plaza del mercado. los fríos, que habían permanecido calmos por milenios, salieron como almas que se lleva el diablo, explotando en desafueros, buscando a quién echarle la culpa del desajuste cromático que les acababan de diagnosticar. no hallaban en sus archivos el por qué de este descontrol. sentían que algo o alguien les arrancaba su identidad, que los lanzaba al bando de los tonos ardientes; y éstos, los ardientes, no salían de la estupefacción ante semejante desorden. los ardientes, comandados por el rojo encarnado, estaban tendidos sobre la dicha, solazados en expectativas de goce, columpiando placeres en sonrisas de oreja a oreja, no daban crédito a lo que veían. los colores fríos, dirigidos por el índigo, fueron a buscar al blanco y al negro, para que ejerciendo de chamanes los curaran de una vez por todas. pero, para sorpresa, encontraron a éstos, acariciándose uno al otro, mirándose, recorriéndose con todas sus potencias, sientiédose una sola identidad. ante esa escena, los colores fríos, desolados, quisieron dar marcha atrás. mas de repente, un hilo de luz brotó de esa dualidad, creció y se amplió hasta convertirse en abanico de colores infinito. ellos, los tonos fríos, sentieron que estaban íntimamente incluídos en esa luminosa estela. supieron que aunque estuviesen vestidos de calor o de frío, todos los colores comparten la Esencia Una del Divino Espectro. por ello, refulgieron de nuevo y, abrazados, plenos de felicidad, fueron testigos de un milagro, vieron que del vientre del Cielo nacían y nacían Seres de Luz. fueron infinitos partos, que provenían de una matriz inagotable, eran hermosos esos recien nacidos, enceguecedores, policromáticos. arrobados ante la visión, todos los tonos, los fríos y los ardiente, vibraron en la plenitud de ser partero, parturienta y lo parido.

agosto 2011

2. LA MAJA

...y ella, relajada, tendida en ese lienzo, entregada al abrazo de todos los tonos del Espectro se dejaba amar en uno calidoscópico mar de infinitos sentires multicolores que la convertían, simultáneamente, en corola abierta o en cerrado y tímido capullo. sí, se dejaba acariciar, se dejaba repasar una y mil veces por las pinceladas tibias, ardientes o frías, que marcaban contornos de dicha u oscuros limbos hasta ahora desconocidos. era en ese instante, maja, luz, estrella, agua... la miraba de cerca, de lejos, le acomodaba el velo, abrochaba sobre en sus cabellos todo el fuego de la paleta y de su alma. en su vientre pintaba con dulce frenesí un monte y en su pecho las nevadas colinas de los Andes... su Hacedor la amaba, lo sabía... lo comprobó cuando en un arranque divino le insufló vida con un beso en su labios vírgenes y después de ello estampó su firma... boceto terminado.

agosto 2011

3. LUCHA DE VALORES

es un lienzo refrescante, de verdiazulidades, de un metro por setenta centímetros. nada parece opacar la calma de ese mar de ilusiones que se alza sobre las olas para acaparar la atención del maestro. están a punto de eclosionar todos elementales. se siente el ruido del agua contra acantilados de ideas, bullen locas en la mente del artista. no quieren esperar termine su siesta reclinado sobre el pecho de la sirena que lo embruja. cada vez que cierra los ojos para tomarse un descanso, la ve que se tiende a su lado para susurrale los trazos que la excitan. sí, él, con los ojos cerrados, repasa al carbón la silueta de la dicha. ella la encarna, ella dirige sus dibujos, ella le sopla cuándo empezar y cuándo terminar cada línea, cada pincelada. le indica el lugar exacto de los claroscuros. mientras, por los rincones, envidiosas, las tonalidades verdeazules se pelean con el rosa y sus valores, porque dicen que le hacen perder fuerza a los bocetos.

proyecto cancelado.

agosto 2011 / COLABORADORES

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Gregorio Ángel Moreno
De Andadura a travesía; La poesía de Julio Piñones
Ya en Andadura (Valdivia, 1982), el primer libro de Julio Piñones, aparecen algunas constantes que no abandonarán más su trabajo poético: la contención del idioma, que lo aleja de todo lastre retórico, la ironía y la coloquialidad, que, en algunos poemas, transfigura, redime al lenguaje, hacia la mejor antipoesía:

«(y)…nos traslada a un mundo sensitivo, mirado desde dos ojos que no dejan escapar a la buena poesía, es decir, a esa manera de hablar en que las palabras están desprovistas de esa suerte de burocracia de la poesía, que es la de escribir sin significar» (Jorge Torres, Valdivia, 24 horas, 1982). Es lo que Ignacio Valente advirtiera, escribiendo: «…celebro en este libro suyo…ciertos poemas en que el humor es certero» (Santiago, El Mercurio, 1982).

En cuanto al sentido, aparece el viaje como leit-motiv de esta Andadura y de su obra posterior, por cierto, mucho menos físico que simbólico, semántico, conceptual, político, extensivo, universal. Forma encubierta del dolor del exilio, del recuerdo de los caídos, de los torturados, de la expresividad evasiva y del ocultamiento ante la censura represiva a los libros implantada por la tiranía. Esta preeminencia, en sus diversos planos de complejidad, ha sido bien enfocada por otra referencia de su tiempo: «Es un desplazamiento…por la geografía cultural, por los antecedentes literarios…y por la Historia…que explora los diversos niveles y posibilidades de textos en los que se combinan la cita clásica... con el fragmento de la canción popular. Esto… configura una suerte de mofa que se vuelve contra lo culto…en una renovación del proceso de comunicación del texto lírico…» (Rubén González, Valdivia, Diario Austral, 1982).

Casi diez años después, plazo suficiente para la presentación de alguna otra obra, aparece Poemares (La Serena, 1991): «…estos poesales / bañan nuestras heridas abiertas», con poemas escritos en la segunda mitad de los años 80’, pero impresionados en el horror y las secuelas de la dictadura militar que asoló Chile desde 1973, hasta pocos años antes que se publicara este poemario.

Contexto histórico que obliga al hablante a la denuncia indeclinable de los desaparecidos, la tortura, el exilio, la muerte; acudiendo a las formas del coloquialismo, al castellano antiguo, a letras de tango y de otras canciones populares, a citas de versos de reconocida inauguración poética: «chacales que el chacal rechazaría», «los ríos que van a dar a la mar que es el morir», «hay golpes en la vida, tan fuertes…yo no sé”; y –entre otras- a expresiones que el establishment post-dictadura presentaba en su discurso de componendas: «hacer justicia en la medida de lo posible». Drama particular, nacional, que al finalizar la primera parte del libro (Poemas del Mal Decir), ya se ha hecho general, universal, con la pregunta realizada a «Caín, / César, / Augusto, / Caifás, / ¿Nunca más?)».

Es un libro que encuentra, a pesar del dolor y la rabia con el cual se canta, la salida esperanzadora en el amor de la «fermosa mía» y «… el dulzor del hijo…dotado de ojos más nuevos»; en el entrañable amor a la patria -la verdadera-, que profesa el hablante: «Patria y matriz mía, / Sólo sé que te amo / Por amor al amor, / Por amor a tus seres, / A tus costas, / A tu luz». Las últimas páginas del libro nos muestran profusión de anáforas, aliteraciones, jitanjáforas, caligramas…como un tributo al vivificante fuego y al juego de crear.

La fe en la música y en la poesía hace exclamar al hablante: «Quiero irme sin odios», y –citando a Benedetti—«ni queremos / que la canción se haga ceniza / Y sobre todo: Porque venceremos la derrota». Quizás sea esta inmediatez, la presencia de un verso mayoritariamente denotativo, la mayor crítica que se pueda realizar a este Poemares; sin embargo, da la impresión que, dado el horror de lo cantado, no había otra forma de expresarlo, sin caer en la retórica vacua.

Así fue visto por Carlos Olivárez, el recordado director de Literatura y Libros: «Julio Piñones impone una voluntad de estilo al poner en evidencia sus fuentes informativas y culturales al final del texto. Nos está diciendo que, aparte del grito o aullido solitario, viene acompañado por una tradición lingüística e histórica impecable» (La Época, 1991).

Pecados cordiales (Valdivia, 1994), es su tercer libro y fue publicado en la primera mitad del siglo XX: «Al filo deste segundo millar, vea usté: misericordiosas miradas sobre el actuar dil homo no tan sapiens».

En esta obra, su autor, sobre la base de la utilización de los diversos registros y variables de la lengua, además del intertexto de la canción popular, del uso de expresiones provenientes de diversos idiomas y de alusiones a la gran literatura, entre muchos otros recursos, presenta la experiencia totalizante de un hablante inmerso en un mundo que lo desencanta «terrestre pantomima», «circo pobre / que da risa», en el cual hasta el encuentro – «reencuentro»- del amor, antes, puerta de esperanza (en Poemares), ahora: «Es sólo vacío a horcajadas» y deja la sensación que el Reencuentro, es insuficiente para encantar.

El hablante anuncia, en Pre-Ambulo –2 º parte de este libro--, su canto como: «Compasivo, complaciente, et misericordioso», mas al cerrar esta obra prevalece una profunda y escéptica amargura, y se termina identificando el hablante con los claudicantes versos de Cuestión de familia, donde «…uno muere, / muy lentamente…sólo por ser toro de lidia…en árida arena», en la cual, «los criminales seguirán orondos por las calles / los cómplices, perdonándose, unos a otros; / los ladrones siendo respetados, / enfundados, siempre, en su muy seria seriedad», porque todo: la historia colectiva de un país post-dictadura, que honestidad y coraje esperaba de sus nuevos gobernantes democráticos, (no «la verdad a medias o sea la mentira total»); e historia íntima, porque: «la susceptibilidad del amor es más blanda y sensible que los tiernos cachos de los caracoles» y así «todo se fue a la cresta».

En el último poema de este libro, el hablante en la ironía invita: «Es mejor que sigamos pecando, / sin médico, ni abogado, / ni sacerdote, ni magistrado»; pero «¡Sin olvidarnos más!»: la memoria permite que la vida personal y la historia de los pueblos, esté allí, presente, (por ejemplo, en canciones y poemas), por si se quiere recordar, y no caer en «la jornadita que nos esperaba»; si… «nos la hubieran anticipado».

Buen poemario, éste, el siguiente de Julio Piñones, libro escrito en el año 1997, durante el cumplimiento a la beca «A la Trayectoria en el campo de las Letras», concedida al autor por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura y que fue publicado por RIL editores, Santiago, 2000.

El poemario se divide en cuatro partes: Nocturno Púrpura, Bellísimas, La Banda de los Corazones Solitarios y Las Grandes Vidas. El correlato objetivo -principal- que le da unidad al texto global es el viaje, viaje alegórico, «en ese bajel fantástico», «narval” esotérico «que vuela por los aires», «el submarino amarillo / de nuestros sueños» y Distanciándose de Versalles: «Atrás quedan Maquiavelos y Apolonios/enredados en sus cortinajes, donde pudiera hallar consuelo / la desesperación humana». Viaje que presenta ciertas coordinadas físicas reconocibles: la ruta norte, el desierto de Atacama, Antofagasta, los salares, el caliche; en el cual el Primer Destierro se da justamente – perpetuo inmigrante - en Santiago («capital de no sé qué», la nombraba el poeta, recientemente fallecido, Gonzalo Rojas).

Bellísimas se abre con Acantilado gaditano, escrito sobre la base del recurso formal de la simultaneidad, (utilizado antes en el poema Tranquilo lector y después en Ésa la Extraña, y en Déjame decirte que, cuyo afán es abolir la linealidad del signo y que se aviene, en este poemario, con el paulatino ingreso de la voz del hablante en la desilusión y el más acerbo escepticismo: «… tripulantes del viaje que buscan / vanamente / certezas” y que «a la hora del recuento”, en el amor, «sólo queda reunir / materiales y herramientas no resta / más que desarmar este pedazo de vivienda». Para el hablante: «Todo radica en que tu corazón resista / … semejante / a ese mineral que dejas sobre / el escritorio al cual debes aferrarte / decía Kafka para no enloquecer de dolor».

El final de la carretera de la vida,(At the end of the higway, el último texto del poemario), refrenda todo lo afirmado en el párrafo anterior y el lector, que suscribe estas líneas, -recurriendo a una imagen del libro anterior -Pecados cordiales-, con un rictus a lo Bogart en la comisura de sus labios, piensa en alta voz: «La vida, una vez más, querida,/ nos ha echado a perder el guión».

Travesía (Editorial de la Universidad de La Serena, 2008), último libro publicado por Julio Piñones, poetiza los mismos temas que ha venido desarrollando desde su obra anterior: la rigurosidad en el oficio de la escritura, formalmente cantada desde la impersonalidad del hablante, a través de un verso libre, preciso en su ausencia de toda retórica; ideario perseguido por su autor desde la lejana Andadura y alcanzada en plenitud en esta obra. La denuncia y crítica social constituye un fresco de la sociedad neoliberal extrema, en la cual, el país, terreno fértil para experimentos sociales, vive-sobrevive o subvive- día a día su circunstancia inmediata.

Es en este apartado, donde se lee un poema inquietante –El inculpado--, en el cual, utilizando un tono kafkiano, el autor va más allá de la denuncia y es capaz de profetizar –tarea de la gran poesía- allá por el año 2008, una realidad manifiesta en el Chile jurídico de estos tiempos, se cita: (el inculpado debe) «Desviar su mirada cuando sea / notificado de la insana sentencia. / Será una voz sin dueño la que informe. / Una voz que habla sola en el aire. / Una voz que no desea respuesta. / Una voz que sirve para estos casos. / Una voz que no lo dice todo. / Una voz que se oculta / una vez tirada la piedra».

Espejos Cóncavos –parte 2ª del libro- presenta cuatro poemas logradísimos, de lo mejor del poemario: Acechanzas enriquece el tópico Tempus Fugit con la variante del agostamiento del amor –temática también cantada en estos poemas (iniciada en Pecados Cordiales y sentido que vertebró gran parte del texto Bellas y Orates). «Heaven I’m in heaven» —intertexto musical bailado en el cine por Fred Astaire-- es el hermoso –en su infinito desencanto- poema al desgaste del amor. Y la última parte del libro poetiza un tema caro al autor: el norte, Atacama, el desierto; pero, aunque hay versos de buena poesía, no alcanza las alturas de los poemas citados, (y otros, para motivar a la lectura personal de la obra, no mencionados).

Se han titulado estas notas a la poesía de Julio Piñones: De Andadura a Travesía, para marcar la unidad de una labor poética realizada durante toda una vida; merced a las alturas que ha ido alcanzando su poesía, el autor es una de las voces importantes del Norte poético chileno, en particular, y del país, en general.

[Gregorio Ángel Moreno, poeta, nació en Coquimbo, Chile. Se tituló de Profesor de Castellano y Filosofía en la Universidad de La Serena, en 1983.]

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Ana Arzoumanian
Fragmento de Káukasos
Me decís: miráme
Y yo miro la cámara
Una tempestad embravecida
de tendones,
de músculos
salpican, goteantes.
Un conglomerado
de líneas negras amarillas y verdes
desgarran la superficie.
Pollock hace desaparecer el caballete.
Los colores ya no forman silueta alguna,
se diseminan sin retorno,
eliminan toda recomposición.
Cuerpos despiezados
anónimos, formas prismáticas.
La pantalla se convierte en un lienzo
¿Ves?
La pantalla el papel de la cámara
una segunda piel

¿Ves todo?
Pollock borra toda reserva
en una Nueva York sin jazmines
mientras yo,
aún con velos islámicos,
aún cuando el turco ruegue por la pureza
pida que me oculte,
yo me doy a ver…

Fragmento de «Káukasos» de Ana Arzoumanian, Acrivo Puente, Buenos Aires, 2011.

[Nota del Editor: Ana Arzoumanian, nació en Buenos Aires, en 1962. Publicó los libros de poesía: Labios, Debajo de la piedra, El ahogadero, Cuando todo acabe todo acabará, La mujer de ellos y Káukasos; los relatos La granada, Mía, Juana I; y el ensayo El depósito humano. Una geografía de la desaparición. Tradujo del francés el libro Sade y la escritura de la orgía de Lucienne Frappier- Mazur. Y del inglés Lo largo y lo corto del verso Holocausto de Susan Gubar. De formación, abogada. Se desempeñó como profesora de Filosofía del Derecho en la Universidad del Salvador, Facultad de Ciencias Jurídicas de Buenos Aires (1988- 2001). Miembro activo del curso sobre arbitraje dictado por el Ministerio de Justicia de la Nación (1992). Realizó un postgrado en psicoanálisis en la Escuela de Orientación Lacaniana de Buenos Aires (2001- 2003). Ha sido becada por la Escuela Internacional para el estudio del Holocausto, Yad Vashem para realizar el seminario Memoria de la Shoá y los dilemas de su transmisión, Jerusalén, 2008. Rodó en Armenia y en Argentina el documental «A» bajo subsidio del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales sobre el genocidio armenio y los desaparecidos en la dictadura militar argentina con la dirección de Ignacio Dimattia (2010). Es miembro de la International Association of Genocide Scholars. Blog / Apunte del Día y La página de Almagro]

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Carlos Lopez Dzur (Puerto Rico)
«El surco de los días», poemario
de José Manuel Maldonado
La plasticidad de las imágenes que José M. Maldonado Beltrán evoca para su poemario El surco de los días [Arco de Plata Editores, Aguadilla, Puerto Rico, 2011], con prólogo de Esteban Moore, es bella. Y lo son las ilustraciones vívidas e imaginativas de Adrián Nelson Ramírez.

Mediante el elaboramiento de este comentario, disfrutaré algunos de los momentos o encuentros existenciales que José Manuel (JMMB) propone en esta poética. Lo sorprenderemos cuando escribe y cuando aún no lo ha hecho, que es cuando su yo lírico flota en un espacio marino, cercano a la Puerta de San Juan, describiéndose a sí mismo como el «Argonauta varado» que siente el «viento moreno del Caribe» y «el vuelo a sotavento / de las alcatraces / a la inconstante orilla» (p. 98); pero, este hablante, deseoso de compartir secretos, tendrá su oportunidad de escribirlos. Y no han de ser cosas tenebrosas, no fiables o desconocidas. E inclusive, desde su «Umbral», aconsejará, si acaso creemos que soñamos con él al leerle: «No despiertes / sigue soñando / que has soñado / despierto» (p. 101).

En el penútimo poema del libro, «Poética de los encuentros», confirma muy bien sobre el por qué, cuándo, dónde y cómo él se preparó para dejar sus memorias de los días y las horas, o del cómo aguardó, ansió o echó de menos, cuando tales noticias / memorias recobradas, a la postre / y eventos de las que escribiría no cuajaron por causa de días «desmemoriados». Escribir es tarea de planteamiento y de muchos caminos, pero a veces hay pocas confluencias.

En este poemario, el proceso de escribir, «ordeñar» palabras oscuras y «mimar metáforas» (p. 62) es tema importante. Se inquiere críticamente hasta por la actitud de Fernando Pessoa para quien el poeta es una especie de fingidor.

JMMB produjo con este libro, El surco de los días, un rico material con «la clase de asombro que nutre la imaginación» (p. 99). Con estos deslizamientos suyos, entre recovecos de memorias, me entretendré. Me empaparé con la plasticidad, simbología y poética de aquellos elementos designados como «días», «viento», «pájaros», «surcos», «perros», «palabra», o las exuberantes proporciones inversas, a las que llamará «la tierra y la mar, / el sol y la sombra / y algunos amores» (p 87).

Los poemas aquí reunidos son muy diversos. Constituyen una variedad tópicos o caminos que José Manuel repasa desde el «costado de su penumbra anticipada»; en este comentario me limitaré a sus asuntos más mencionados porque son indicadores / hacia las metáforas / que él elabora a través de las 110 páginas del libro.

Advierto la multiformidad de sus versos. «Tiempos difíciles», «Eterno retorno», «Las postales que escribes», etc. se estructuran con 3 versos. Con el primero de esos poemas, nos describe cómo se atesora el sol cuando llegan los días de lluvia; otros textos son «Pertinente», escasamente, 2 líneas. La mayoría de sus poemas son prosa poética y versolibre. Estructuralmente, parecen ensayitos o cartas.

De principio a fin, en el libro hay un hablante que versa con el temple de la utopía. Por un lado, desea ser el poeta-sembrador; pero admite que se siente «extraño con las herramientas labradoras en el brazo». Mas persiste en la experiencia de ausentarse en el trópico, lejos de la ciudad. Se aparta de diccionarios y metáforas, va por vivencias porque para ser hombre hay que tener estas experiencias de sorprenderse con «la lluvia a todo sol», la «primera vez» con la tierra inexplorada, las iguanas, «la noche retrasada en las montañas oscuras» (p. 90). Para trazar los surcos de los que él hablará en su poemario, tiene que llevar al final esta «ilusión de permanecer» y festejar con la tierra.

Este es aprendizaje que tiene que ver con un especial cultivo que JMMB llama «cultivar asombros», aprender el asombro que la tierra da, como «horno encendido de palabras» que, al final, la lluvia apaga, convirtiéndose en otro «litoral consecutivo» (p. 94).

En cierto momento, desea comunicarse desde el «espejismo tropical», pero, siempre con la intención de «espantar la irrealidad mimética de los lagartos» (cf. «También en el trópico», p. 90). Con el posicionamiento geográfico tropical, hay un deseo de «trabajo bajo los árboles, sumergido en la ausencia de las palabras, atento a la cadencia de los vuelos, al brote del fruto en la piel del porvenir». Es un deseo de regreso al «descomunal anonimato de la vida toda» (ps. 90-91). Este sentimiento es parte de su utopía, mas entendida como «convivencia», rebasamiento de límites que imponen lo empeñecedor.

La utopía, «como denso vínculo de la libertad compartida» (p. 69) es lo que permite el mejor abrazo y el mejor poema. Convierte cualquier «fruto frágil» / aún la «rara amistad» / en algo que crece. algo multiplicado, que comienza «con el entusiasmo de nuestras palabras» y va acrecetándose. Este poema de JMMB, titulado «Convivencia», no sólo explica afinidades afectivas del poeta, su potencial solidario que va de la Revolución Cubana, la situación hondureña, la crítica al Nóbel de Paz (Obama), la identificación con la poesía de Mario Benedetti, evocaciones habaneras y/u otras menciones de sus gratas amistades y afectos, hasta que finalmente nos presenta la explicación poética de lo que es su «surco» en los días.

En poema, con metaforismo utópico-solidario («Nunca será de noche en La Habana»), el sentido de hermandad y compañerismo revolucionario se equivale a luz, a las alboradas, a «la certezas de los días sin ocaso», a «la utopía de los barcos y desembarcos de auroras», a «la vigilia incesante del viento» (ps. 19-20).

¿Cómo se forma, a razón del título dado al poemario, «la corriente de los días y las cosas» (p. 69)? ¿Qué agentes / fuerzas naturales / pueden formar surcos en la tierra y cuáles están presentes plástica y simbólicamente en la poesía que estudiamos? En el texto «Convivencia», JMMB nos mencionó la paradoja del «ser río-contemplador». Los ríos marcan cauces materiales... mas, seguramente, los ríos más concretos codificados en la poemática de José Manuel son aguas-vivas-interiores de contemplación, como es «el fresco caudal de la palabra» (p. 33) o las «olas cerúleas de los cerros» (ibid). ¿Qué tipo de zanja oo surco se abrirán con los ríos-contempladores? Metáfora surreal, recurso subjetivo.

Estas imágenes de lo lícuo, en el texto La mejor de nuestras suertes, describen «lo mejor de (su) amor», una mujer condenada a ser poeta, hilvanadora de sueños, fidelidad y quien quedó en Itaca. El poeta insinúa a Penélope, fiel esposa de Ulises que, según la historia de La Odisea rechazaría a un sinfín de pretendientes. Estos se aprovechan de la ausencia de su marido, quien lucha en la Guerra de Troya y vaga, por veinte años, por las costas del Mediterráneo, en no siempre voluntarias y agradables aventuras. Es la razón por la que Ulises sufre, pese a que siente que, aún a la distancia, su esposa y él se reciprocan en «contínua sintonía» (p 17).

Este leit-motiv clásico, a mi juicio, es lo que va dando una unidad al libro como anécdota central de tipo más sentimental que ejercicio elaboradamente ecoliterario. En torno a este Ulisis existencial / sin nombre / de Maldonado Beltrán es justo que se diga es progresista, anti-imperialista, no un ente socialmente evasivo.

En el texto, Aquí dentro, el poeta vuelve a mencionar el agua y su impacto sobre «la oscura roca de la tristeza». En esta interesante textura y plasticidad, la tormenta, no un río, es el agente desatante: «Las tormentas / que viven adentro / son aguas sumergidas / del deseo» (p. 40). Estas alusiones al sufrimiento, a la ausencia, a las aguas, a las esperas, que el poeta hilvana introducen el tema del surco como lastimadura invisible, sin herida y el hablante maldice porque la ausencia no permite el consuelo de ella, quien sufre sin que pueda hablarse de cicatrices y agresiones.

imagino que esperas mi llegada
cuando ladran los perros a la puerta
llama el viento en la ventana
y se aleja la lluvia con mis pasos

maldigo los soles de la vida
por desearte como al agua
quererte como al viento
ver con la luz de tu lumbre
el fuego que me das
sin una herida
y saber que sufrirás sin mí

[«No quiero soñar», ps. 44-45].

El hermoso poema repasa otros elementos simbólicos que explican la índole de El surco de los días. El texto primero da título al libro y perfila la connotación odiseica del mito de Ulises y Penélope. Se trabaja un nivel onírico en que el hablante omnisciente observa la proximidad de una tormenta, «perros inmóviles» que agudizan el oído; presintiendo con el rumor del viento o peligros.

En el fondo onírico, la tormenta puede significar la parcial visión, o caos del materal difuso y superabundante del sueño. El hablante anhela y especula que «desde el hondo sueño / de los glaciares hila / esta contínua sintonía de mis brazos con la lluvia de tus besos» (p. 17).

¿Qué personificaciones hace el poeta del elemento «viento»? ¿De qué cualidades lo dota? ¿Cuál es el «viento del corazón» (p. 60) entre los pájaros posibles? JMMB destaca que el viento simboliza la «vigilia incesante» (p. 20), «herencia común» y protectiva del «nosotros» (ps. 38-29), con voz de monte y pasiones rústicas, con actitud servicial (pues, «seca también la ropa / en los días de sombra / sin sol», p. 51). De la espalda del viento, nacen los pájaros (p. 35). el viento es olvidadizo (no recuerda dónde dejó las alas, p. 23). Sin embargo, tiene una función o sus tareas, cuando morimos: «el viento se encarga de las cenizas / las nubes de lágrimas y estrellas» (p. 81).

Muy asociado al viento, están los pájaros, a los que no se debe enjaular jamás. El poema que preconiza el por qué declara:

Los pájaros son
el corazón del viento
la madre de los bosques
la brújula de los días
el puente de las primaveras
las alas de la distancia
el alma de los sueños de invierno
el viento del corazón

no tengas pájaros en jaulas

[El corazón del viento, p. 60]

A veces los pájaros arriban sin cesar, «bandada azul» (p. 34); otras vaces, aunque con lloros, sin consciencia de que se deba hacerlo, se cultivan («me han dicho que cultivas pájaros», p. 36). Con la alusión a las gaviotas, JMMB mienta la atadura del amor y «sus maletas azules» encalladas en el fondo de la mar para que no se abandone a quien lo ama (p. 54)

Otro animalito al que el poeta da importante presencia en su poemario, es el perro. «Animales encontrados / en la deriva biológica de los abrazos / el sol / y las amapolas», los asocia a la «libertaria ternura / nuestros perros / tú / también yo» (p. 59). Ama a los «perros sagaces / de especie acompañada» (p. 77), a los perros inquietos que anticipan la impaciencia de su pasión (p. 64) y los cree consoladores y, además, parte de los derechos de los poetas. «Probablemente los perros / laman tus penas» (p. 34)

De los días humanos que el autor compara con caminos y encrucijadas, que son no tan numerosas como intensas, se aprende que los siglos no se han de remontar en un día, vale vivirse un día a la vez. Es suficiente saber sobre generosidad, amor y lucha (cf. Veinte siglos y un día ). En el marco de lo que los días enseñan, en sus menores unidades que son días, no siglos, se infieren ciertas conocimientos universales. Uno interesante que José Manuel brinda con humor y desenfado es la Dieta para todas las tierras.

Otro conocimiento que las mujeres aprecian es que hay un «tiempo del espejo» que divide al día en horas. Aún a las horas calculadas se vale quebrarlas, desafiándolas. Con ironía, en el poemario, se incluye textos tales como Sospechoso en USA, Teoría de la Gran Explosión, Economía política de la Frontera y otros.

En resumen, los días son las unidades de vivencia que marcan su señal cardinal, como en la brújula. El poeta es el intérprete «de la brújula de los días» (p. 60). Consulta como el marinero las direcciones y rumbos, coteja con su mirada los pájaros, gaviotas, el viento y los perros. Es cierto que se infiere del libro la presencia de un «poeta-labriego» o del río-contemplador que se abre paso entre cordilleras y selvas; pero, más claramente, también al poeta-navegante, al que sale mar-afuera de las islas y cuya meta es la certeza sin ocaso de los desembarcos en la aurora. Va en rumbo de utopía.

Escribir es una manera de retrasar el olvido y la ausencia, retos de cada viaje ya que estas condiciones son formas en que se provoca sufrimiento a otros; duele cuando uno se separa de un paisaje amado o un camarada, o un gran amor, como el de la esposa (Ulises / se duele en Penélope). Hay días, sin embarg, en que no se quiere escribir, porque la acción, el deber, o lo inevitable, emplazan. Mas para quien cree en el «eterno retorno» (p. 76), no hay muerte, sino corrientes nuevas, distancias que no necesariamente son insuperables porque «el denso vínculo de la libertad» queda, así como los poemas. «Y me siento a escribir / estos versos / para retrsar la partida / entre las cosas nuestras» (p. 77).

«El surco de los días» / En La Naranja / En Carlos López Dzur.Puerto Rico

NOTA DEL EDITOR: José Manuel Maldonado Beltrán (en la foto) es profesor universitario puertorriqueño nacido en Almería, España. Filósofo y poeta. Obtuvo la Maestría en Filosofía en la Universidad de Dayton, en Ohio, en 1969. Completó el doctorado en la Duquesne, de Pittsburgh, Pennsylvania, en 1973. Fundador de las revistas internacionales El Cuervo Dorado y Luciérnaga. Es autor de diferentes trabajos y libros de filosofía: Invitación al pensar filosófico; Invitación al pensar lógico; Humanidades: El asombro de los siglos ; Poder y pensamiento; Del imperio al pontificado y volumen I y II. En poesía ha publicado los poemarios De mares y de sombras (con la poeta argentina Anamaría Mayol); Este dificil oficio de amarte y el Prodigio de amarnos. Recientemente ha dado a conocer una versión anarquista del Tao Te King. Más sobre Maldonado Beltrán en: Al pie de la Palabra y José Manuel Maldonado Beltrán / En Kool Tour Activa].

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Para hablar como Socrates

¿Quién dará el permiso a que diga
qué pasa, por qué el hueso duele
y muerde la sustacia,
por qué los ojos como el rabo
se entorchan de combez e ira
y ellos mismos,
dos ojos, dos rabos,
dos angustias denunciantes
de lo externo a lo interno,
nos asfixian?

En Atenas, veo sus cadáveres, víctimas
de la democracia; en Capitol Hills,
veo los cadáveres,
muertos por un hartazgo de discursos
y cancerígena y tóxica demagogia.

2.

Y ¿qué mierda, cuál mano cagada
y lengua de trapo, dizque para el consuelo,
es la parrhesía democrática
si el permiso que da / ¿da o pide la democracia
permiso? no se dio y a quien burla a la otra mano
o voz cantante que desafía complicidades
y silencios, no se perdonó?

Con una mano de hurto y homicidio te puedes cortar
la otra, herir tu mismo la cara
y la benevolencia;
tú no te asfixiarás con los ojos
ni te estragularías con una sola mano
ni trabajarías en la nobleza que corrige,
pero, con la boca mientes,
con un apretón en la garganta,
o amenaza de picana
en los güevos, callas lo que dirías
en parrhesía
y por eso, con la venia de nadie,
sin permiso ni perdón,
sin anticipar que no se ofendan,
yo me limpio el culo con la parrhesía socrática,
yo no comprendo que Séneca se tome
una cicuta y para emitir su discurso
haya que ser cándido y servirse
de alguna retórica y pedir permiso
a los torturadores,
a quienes censuras,
a la propia traición a ti mismo.

3.

Mira cómo ese cabrón habla,
se despacha un discurso y apenas entiendo,
manotea, grita, se puñetea en la calle
aunque invoca por coraje estar
en saque de la verdad,
sea que la tenga en el culo,
o sabe quién dónde putas la tenga.
Pero él dice que la libertad de expresión
pica como ladilla.

Hay que soltar, a prisa, a todo trapo
valiente y libremente, por obligación
o por gusto, a riesgo personal o censura,
la parrhesia porque sin ella
no hay vida en Atema,
en ningún lado hay vida
sin democracia.

4.

Demócratas todos, vamos a hablar
así como Sócrates,
ridículos en teatralidad,
irreverentes como Aristófanes,
payasos
como tanto bobolón, ignorante,
simpletón del culo de su madre,
porque la moral de este tiempo
es estúpido-dogmática
y merece el uso pleno de la burla.

No importa. Hablemos contra la moral
a pedos, asfixiémosla
con el combustible del recto.

Política, religión, convivencia
tres rameras o hieródulos
que trepidan ebriamente por el mismo sendero
y opiniones populares como las de élite
son chapuceras, iguales,
¿y quién corrompe a la juventud,
que no ha visto tanto
y quiénes de la inocencia
hacen mayores escarnios?

5.

¿Quién es menos desvergonzado
que el cínico Diógenes de Sinope
si yo los he visto, en acción,
a ustedes dizque ortodoxos, prudentes,
hijos de la parrhesía
del Establecimiento y su Orden Moral,
político-económico, teológico-maníaco?
y son, en conjunto, una cuneta
de vapores inmundos.

Ni Sócrates ni Platón habrían apostado
a buscar la verdad, a plantear el modelo,
hoy cartesiano,
de la necesidad evidente,
si en el camino de la parrhesía
se hallara o contuviera
donde hoy lo tienen,
parloteadores...

... si en camino de espiritualidad cristiana
quedara sepulta, si el camino
de militancia revolucionaria quedara así
tan manchada de sangre,
ni Platón ni Sócrates ni yo querríamos
verdad ninguna, vivir
su puta democracia,
su vómito retórico...

Nos bastaría el dolor honesto, el silencio,
la locura, la esperanza de la muerte,
el suicidio, el dolor que habla y crece.

Kierkegaard: habla sobre lo que sepas
de la parrhesía frente al salto de fe
credo qui absurdum
en la pasión máxima de artista
y si hay un ser la verdad o un saber d
e lo mismo, dílo y aconseja a Heidegger,
o calla para siempre
sobre el ser y la verdad,
porque se acerca Hobbes después de Maquiavelo
y hay un cuerpo social,
capaz de callar al Ciudadano
desde sus propios labios,
por contrato de mierda basado en el miedo;
entonces, háblanos sobre el contrato social
y el Leviatán y la fuerza
del poder político y su necesidad
y si la guerra civil puede vencer al Behemot
o si vale la pena seguir invocando
este hablar libre,
valiente, de todo,
contra todo,
a consciencia,
sobre la parrhesía
y el futuro de nuestras voces.

Carlos LOPEZ DZUR

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Madre de todo lo viviente

a Irena Sendler
¿Dónde estás, Amante, que,
desde Yetzirah, predios de las formaciones,
se arrastra la mujer que salió de tu esencia?

Nachash entró al jardín de tus lirios y tu rosa
y entre pilares del Ser está la ambición
que rompe el estrecho paradigma
Vida y Muerte, Verdad y Silencio.

¿Dónde estás que el encantador
que es la Madre de todo lo viviente
te ha revelado el Libre Albedrío
por la vía de la hiedra y la serpiente?

Carlos López Dzur

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Gustavo M. Galliano (Argentina)
© ALEJA LAS FURIAS


Homenaje a Gustavo Cerati
Hombres alados rasgan el himen de la noche,
con su aletear de interrogantes signos,
voraces, amores descartables, profanadores,
esparcen ritmo y tulipanes negros.
Hombres alados… niños musicales, prófugos de amor…
habitantes de mundos carente de suertes o muertes,
convencidos que serán eternos,
suelen pisotear sus debilidades.
Alguien, sin ser abuelo,
se ofrece como una guindilla ardiente,
que al compás del contínuo y rítmico virus
aparece dando vueltas por mi pecaminoso garaje.
Se trepan al Cadillac del Carpo, destrozando macadam,
pleno de riff, en Larrea, esquina Sarmiento,
la Biblia es una batería a su lado,
y la vox dei solo grita sobre nubes y lenguas.
El montañés tiene su cabaña preparada,
Ellos, sin tiempo, pueden esperar aún por mucho,
Federico, Miguel, Norberto, Rubén, tantos otros,
el vino, el pan, la leña, manzanas y guitarras.
Aquí, en la Ciudad de la Furia,
las bestias oscuras arremeten, insaciables,
hombres alados versus ángeles malvados,
cuando pase el temblor, habrán finalizado.
Rezamos tus letras, cultivamos tu música,
¿hasta cuando el descanso?
despierta, Hombre de Luz, energía y signos,
regresa la alegría, y en tu sonrisa transmigra el dèjá vú.

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© NOS VERAN CAER

Nos verán caer
esquirlas del pasado
de un pasado tan cruel,
que nos desnuda e inmola.
Nos verán estrellar,
en sueños anhelados
que el inerte sopor
no logró revelarlos.
Catapultándonos,
el Reino Real se mofa,
y con suprema crueldad,
todo amor destroza.
Muro de gran maldad
no detendrás el viaje,
Muro del gran dolor
absurdo y cruel montaje.
Claroscuros ya,
untados de cenizas,
tejiendo nuestra piel,
pasearemos por Niza.
Quizás por Montparnasse,
bendeciremos almas,
y al soñar, soñar,
encenderemos la hoguera.
Nos verán caer, caer,
en esquirlas de otoño,
sueños de escarcha gris,
sonrisa de ciertos Demonios.

Gustavo M. Galliano / En Colaboradores

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© EN MIS ATARDECERES

Uno está enamorado cuando se da
cuenta de que otra persona es única»:

Jorge Luis Borges.
Agazapado en la cima de mi debilidad
implorando a Dioses o Bestias me liberen,
no vano ha resultado el sacrilegio,
bendigo a la pasión, mientras tú duermes.
La descarada adolescencia te bendijo,
desgarrando con lustros e inocencia a mi alma,
maldito peso de esta extirpe no anhelada,
piedra sobre piedra, murallas de abrazares.
Hete allí mi amor, pletórica de sueños,
limpia de pecados, sana de maldades,
que me redime sublime hasta embriagarme,
y engañarme: no son alas de gárgola, sino de ángel.
Nado sobre mis pasos, recorro mis palabras,
intuyo la fruta de tus labios, y si fuera pecar…
efervescencia y descaro, fuego que marca,
soy la pasión, eres el ansia.
Mi complacencia, tus desplantes, huracanes,
círculos sociales, esferas ovoidales,
culturas uniendo sexos, nuestra pasión,
esa canción, y París siempre latente.
Longevos berrinches intrascendentes,
comprendo a Nietzsche, no tus desplantes,
me enardece tu sonrisa, tus ojos ámbar,
tu egoísmo emocional tan lujurioso.
Madurez… ¡tanto importa la mosca, dulce baya!
me yergo ante tus besos apasionados,
aprisionada mi alma en la mazmorra
de la eterna juventud en marfil tallada.
Pleitesía a piel tan suave, fragante y generosa,
que me seduce con descontrol y condescendencia,
encendiendo las farolas premonitorias,
hacia los infiernos más temidos y más deseados.
Y en la parafernalia del orgasmo compartido
me desintegro, suplicando a las ánimas me reconstruyan
implorando un lapso más, para contemplar,
la belleza e inteligencia que tallan tu esencia.
Acto de burdo arrojo, en desborde emocional, cito
al Tristán Bernard enardecido: «Los amores son como las setas,
que no sabe uno si son venenosas
hasta que ya las ha comido y es demasiado tarde».

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Teresinka Pereira (Brasil)
DESESPERANZA


Hiroshima, 6 de agosto 1945
La hora exacta
de la maxima elocuencia
del poder atomico
para siempre sufrido
como destruccion
de un mundo todavia inocente
mientras la crueldad triunfa
del otro lado del planeta
en forma de poder mundial.

El deseo de la paz y harmonia
siquiera enson~ado
porque la admiracion solo existe
para el poder, la riqueza, la aventura
de los ambiciosos de participar
en el dominio del hombre por el hombre.

Que triste es la celebracion de ano tras ano
de una fecha cruel de la historia que marca
el retorno al primitivo hombre caverna
que vence por el arma sin el recurso
de la inteligencia, del avance humanistico.

Sera preciso miles de anos mas
para que cada hombre y cada mujer
aprenda que la sobrevivencia
depende de la paz, no del poder,
de la igualdad, no del dominio,
de la solidaridad, no de la riqueza.
Solo de uno a uno sera posible
que los siete miles de millones
de seres humanos hagamos la paz
en el planeta en que vivimos.

2011

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EL SILENCIO

El silencio
es mas sabio
que la palabra abierta
en una pagina traspasada
de pasion.
Cruzando la distancia
el silencio se hace
sonoro prodigio
que resuelve arder
mas alla que el horizonte.
La presencia exigiria
caricias que no abrazan
o inocencias amenazadas
por suen~os desatinados
que las soledades van
a condenar al abandono.

TERESINKA PEREIRA

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Alberto Guzmán Lavenant (México)
Mientraa dura la furia
Mientras dura la furia desatada
donde el canalla encuentra su mortal sentido.
Mientras todo son olas de movimientos bruscos
sin que algo quede fijo
y donde lo que dice que es verdad es otro engaño
que se suma a un enorme engaño elaborado.

Mientras todo pasa así y llueve fuego que todo quema y hiere
y lo del mundo parece que ha perdido un mejor destino
tú eres, amor, el refugio, el más seguro
y el punto de apoyo para soportarlo todo

Guzmàn Lavenant / COLABORADORES

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Marga Seoane (Argertina)
Me asusta ver la llama
Me asusta ver la llama de las velas,
esas que enciendo para conectarme con el universo
y no saber si las mueve el viento,
o la respiración de Dios,
acudiendo a mi llamado.

Me inquieta escribir con tanta trasnparencia
sin poder ocultar nada.
Me alarma no saber donde escondo
a la realidad, para encontrarme con los sueños...

Me alarma que de mi propio ser
de lo profundo de mi alma,
salgan reflexiones tan naturales
con esa extraña sensación de haber vivido antes...
o haber sido testigo antes..
¡ como si de pronto ...
lo recordase todo...!

Y ... me turba el silencio ...
y me da miedo necesitarlo tanto...
Me asusta no encontrar los huecos que se van
formando en los pliegues
de la vida....
Me impresiona sentir que el camino
se va acortando...

Marga® / Marga Seoane

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Carlos Adalberto Fernández (Argentina)
Mi cumpleaños
Estoy.

Calculé la distancia, medí el paso y crucé. Y ya estoy en mis 72 (setenta y dos) años. No es joda. Pero miré para atrás y me seguí viendo, en la Recoba, las pensiones, las mujeres.Debo ahora mirar para adelante, que en algún lado me está esperando. Debo dejar las superficialidades juveniles.

En todo este tiempo, con problemas físicos, familiares, sociales, otros y varios, he pensado. Son 72.

Tengo una serie de prioridades (cosas que si no comienzo ahora no las voy a terminar antes, cuando). En próximos mensajes los voy a enterar.

Pero ésto implica aplicar todo mi tiempo a esas prioridades. No vaya a ser que venga y yo no tenga algunas cosas terminadas (por ejemplo una o dos novelas). Aunque nada de lo que digo es permanente, capaz que un día decido decirle llevame así, no hice nada y qué. Pero ahora esas prioridades son sagradas.

Y egoístas, lo reconozco. Son todas actividades dedicadas a mí: recuperar mi pasado, hacer cosas con mis fantasmitas, bucear profundo en mí, verme. Quiero, necesito mantener los vínculos. Hay gente a la que quiero muchos, otras que espero que me aprecien. Quiero hacer que mis cuentos viajen, vivan. Esto no es una despedida. No me voy, no me llevan. Alguna vez puse a mis cuentos "la primera dinastía", nunca supe por qué. Pero ahora comienzo La Ultima Dinastía.

Después sigo. Gracias por las felicitaciones.

Todos conocen mi mail. Sigo estando para Ustedes.

COLABORADORES / Carlos A. Fernández

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Pibas, mocosos

Agradezco que me quieran contagiar su optimismo juvenil. Uds., en plena pubertad, pueden olvidarse del tiempo. Pero yo, con mis 72, me acuerdo de mi vieja; ‘«Neeneeeee», me llamaba. A tres cuadras de distancia los muchachos me rezongaban. Tu vieja, che.

«¿Me trajiste el azúcar que te pedí?» Uy, me olvidé; estuve haciendo otras cosas. Paveando, estuviste. Dale, corré al almacén.” Ya no tengo tiempo, se me hace tarde, ya vamos a comenzar el partido. «El tiempo perdido en pavadas hay que pagarlo. Andá al almacén y despues quedate ayudandome, asi vas a perder el tiempo en lo que te duele».

Y yo me pregunto ahora: ¿Cuánto tiempo tengo?

Hace dos años –a los 71- fui al médico. Ud. Está sano ¿Qué quiere de mí? Me preguntó. Que elimine factores de riesgo.

Se lo tomó en serio el tordo. Ahora soy un relojito. Colesterol, deportado. Tensión arterial, encadenada dentro de una caja fuerte. Con eso sumamos a la expectativa de vida promedio de un porteño bien puchereado, un organismo invulnerable. Nos daría, digamos, 100 años, hagamos 102 para redondear. Nos da que tengo 30 años de sobrevida . Pero en esos 30 años la ciencia te duplica los años no consumidos. Se llega entonces a 60 años. Y se acabó. Ni aunque lo exprimas. Ni aunque hagas la carrera de Drácula streechpilates.

Y se acabó, viejo. Tengo 60 años para dar término a mis planes. Un suspiro. Tengo que comenzar ahora, ponerme las anteojeras y darle firme y parejo.Es el único modo.

Y si tengo suerte y me quedan 10 o 15, los dedico a viejo baboso degenerado, que dicen que es lo máximo, che.

Nota: Otro es el problema que cada vez me preocupa más: Mi médico se toma en serio eso de eliminarme factores de riesgo. No deja pasar uno. Como será que su hijo mayor estudia medicina para continuar la tarea de su padre. No me van a dejar morir che. Por las dudas, cuando logre mis metas voy a dejar de tomar uno de los remedios. Y por si eso me falla, arreglé con un cuchillero de mis épocas de la Recoba. Cuando le mande la señal no me falle, le digo. No se preocupe, lo haré con gusto, me dice. Le brillan los ojos al hijo de puta.

Carlos Adalberto Fermández

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Adriana Lamela
QUE LE HAN HECHO A LA LLUVIA
Gota a gota;
se expande abruptamente
sin regreso
en la garganta profunda de la tierra
incapaz de gemir sobre los tejados rotos;
enferma ante el rumor
de los espacios vivos
y un curioso libertinaje
el del amor
que no distingue
entre soledad y ausencia
entre grito y silencio
entre nada y un poco.

Nacida en la quietud de un verbo
se expresa al arrullo del aire;
nostalgia en unos ojos cerrados
sin la menor conciencia del “llo”;
su búsqueda
no difiere de la humedad elemental
de unas manos exhaustas
sincronizadas
en la música del tiempo
o en la arbitraria complementariedad
de lo espontáneo y lo irreflexivo:
las palabras se caen
en lo no dicho,
las contiendas del esfuerzo
los límites difusos
la espera o la certeza de lo incierto
la posibilidad del uno
o la imposibilidad de los otros.

¿Qué le han hecho a la lluvia?
No le han prohibido orillar las acequias
arrullar los cordones urbanos;
no le han prohibido desflorar senderos.
Le han prohibido la memoria.
Gota a gota
se expande y al caer su voz no deja huellas;
se diluye se olvida
gota a gota

Publicado en LITERARTE

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Pedro Du Bois (Brasil)
TER
Tê-la ao meu lado
ter-me prisioneiro
tê-la como consolo
ter-me desconsolado
tê-la entre tantas
ter-me sozinho
tê-la no anoitecer
ter-me na escuridão
tê-la no que inicia
ter-me sem origem
tê-la como estrela
ter-me sob as nuvens
tê-la no esplendor do vento
ter-me como calmaria
tê-la na amplidão do horizonte
ter-me em linha traçada.

Pedro Du Bois, inédito

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REALIZAR

Realizo o sonho ao destino
ofertado. Retiro a irrealidade
e a contemplo em matéria
rio do segredo
descubro
avanço o tempo
à semeadura
e retorno em colheitas

a casa serve ao senhor
o estio ao crescimento da planta

depois do cultivo
sobre a terra
em inundações lavo a sombra
da irrealidade. Deposito
diante do homem
a sobra na satisfação
do todo.

Pedro Du Bois, inédito

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CIDADES

Tenho suas ruas em retas
e esquinas alongadas: encontros
e desencontros
o casario aberto ao espaço
cresce em andares onde esqueço
o solo: desço e carrego no colo
o animal que me habita

entre portas e postes
conheço o vento
que passa: o passado
invernado abre a fresta
e a cidade se recolhe

retorno: na casa desabitada em antes
forço a entrada (forço a passagem)
da pessoa que me acompanha
e sangra a desfaçatez: o animal
foge ao colo e se distancia
em semáforos.

Pedro Du Bois / Blog

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CORPO

Meu corpo cansado pede
o tormento: desacerto
em horas
tardias (o arrependimento
cessa a contagem
desfeita em prantos)
a longitude do planeta
indica a inconsequência
da vida remanescente
(sinto o corpo parado
ao instante da decisão
no engano aparente).

Pedro Du Bois

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Analía Pinto (Argentina)
De cómo hacer Lobby Literario
Este creemos (nosotros, el: «Afamado Gabinete de Bio-diversidad Geográfica de Maldita Ginebra») es un texto que ha llegado hasta nuestra redacción, que no hace más que reflejar innumerables dudas que son Vox Populi Vox Dei, entre la alegre y peleadora comu ...nidad literaria Argentina. El tema: «Los que escriben medio para el tujesito, y «los grupos» que los catapultan y/o los promueven...»

¿Por qué pasa esto, eh? ¿Por qué? 8 de agosto de 2011 / De cómo hacer lobby (literario) por Analía Pinto.

Sí, el lobby literario también existe. Calculo que no estoy diciendo ninguna novedad, pero nunca, hasta hoy, había tenido el desagrado de verlo con mis propios ojos. La operación es tan simple como macabra: alguien que se autodenomina"poeta" (sin el más mínimo mérito para ello) induce (vaya auno a saber con qué artes, aunque es fácil suponerlo) a un par de amigos / conocidos /etc. para que escriban un artículo demostrando la inexistente valía poética de la personaja en cuestión.

Resultado: un «artículo» que uno no sabe si es una pura joda entre amigos (como las que hacían Alejandra Pizarnik y Sylvia Molloy hace cuarenta años o más) o si realmente están hablando en serio. Porque si están hablando «en serio» entonces sí que estamos al horno. Con fritas.

Si están hablando «en serio» están legitimando, no importa que sea desde una revista electrónica y con nula o escasa llegada a un público más masivo (igual sabemos que el público de la poesía siempre será minoritario), un modo de hacer poesía que al modesto entender de esta servidora no tiene nada (pero nada) que ver con la poesía. Están legitimando la pavada. Están legitimando el fraude. Hay quien se pregunta si no será que nosotros (los que no hacemos lobby) no nos estaremos perdiendo de algo. Si no será que 'no entendemos'.

No creo que sea así. Me precio de tener una mente racional, bien dispuesta al entendimiento. Me precio de tener un espíritu que goza con la poesía tanto como con la música y con muchas otras manifestaciones artísticas del ser humano. Me precio de haber leído algo. Incluso me precio de haber estudiado unas cuantas asignaturas en la universidad. Y más todavía, me precio de tener algo genuino (y no humo, como estos mercachifles) que transmitirles a quienes todas las semanas asisten a mis dos talleres. Por ende, no creo 'no estar entendiendo algo' al suponer que esta idiotez que nos quieren vender como poesía sea poesía.

Resumo: el próximo mes se celebrará el Festival de Poesía de Rosario,un evento que se supone «serio», bien organizado, ajeno a los cotorreos porteño-palermitanos, etc. Quizá resulte que no era tan así. Un colega (Eduardo Espósito) ha levantado su voz en Facebook y otros medios acerca de este próximo festival: al parecer, una de las estrellas invitadas será la ¿poeta? Fernanda Laguna, también conocida como Dalia Rosetti.
Para quienes no estén familiarizados con su obra, he aquí una muestra que me exime de cualquier otra explicación: Xuxa es hermosa. Su cabello es hermoso y su boca dice cosas hermosas. Yo creo en su corazón. Xuxa es hermosa. (Pueden encontrar otras excelsitudes por el estilo en el artículo que ha hecho circular Espósito, Ver)

Dejemos por el momento el asunto de si vale la pena invitar a un festival internacional a alguien que escribe como si tuviera cinco años o menos.

Vayamos a lo que me preocupa más, que es el lobby y la legitimación de prácticas que poco o nada tienen que ver con la poesía y que pretenden que quienes seguimos haciendo poesía «a la vieja usanza» somos unos retrógrados reaccionarios que «no entendemos nada».

¿Qué es hacer poesía a la vieja usanza - y no digo "vieja" en un sentido peyorativo, pues nos asisten dos mil años de práctica maravillosa y constante, por poner apenas un límite temporal? Es comprender que el ritmo (y ninguna otra cosa) define cabalmente un verso. Que un verso no es cortar las oraciones donde se me da la gana. Que hay una cadencia, un tono, una melodía. Que la metáfora existe y no es pecado usarla. Que los recursos retóricos no son piezas de museo (lo son únicamente en manos inexpertas). Que la poesía no es la cara bonita de la prosa. Que la poesía no es prosa disfrazada, ni renglones más o menos rimados. Que la poesía es una revelación, una epifanía, un darse cuenta, pero un darse cuenta abismal, ontológico. Que los consejos que le dio Rilke al joven poeta de marras allá lejos y hace tiempo todavía tienen vigencia. Que si queremos hablar de culos, tetas y pijas, o de gays y lesbianas, en nuestros poemas, haríamos bien en leer primero a Catulo que ya habló de todos ellos en el siglo I a. C. Que los burgueses ya no se espantan con poesía (ni con nada). Que si no vamos a corregir lo que escribimos, mejor ni nos gastemos en escribirlo. Que la creación (poética y de cualquier tipo) implica trabajo, oficio, laburo. Mucho laburo. Que escribir bien no es 'ser legible' como sostienen estos dos lobbystas insoportables.

Escribir bien es hacer que el lector quiera dar vuelta la página o ver cómo termina el poema, no cerrar el libro de golpe asqueado por las idioteces de jardín de infantes que le toca en suerte leer gracias a artículos y movidas como estos. Escribir bien lleva años de estar sentado frente al papel, la máquina de escribir o la notebook, quizás «perdiendo un año en una e», como decía César Fernández Moreno.

Escribir bien, como todo juego, tiene reglas. Reglas que se mantienen inalterables a lo largo de los siglos. Reglas que por más que se quieran ignorar terminan imponiéndose (¿o acaso no saben estos iluminados que el lenguaje es fascista, cfr. Barthes?) Escribir bien no es nada de lo que estos imbéciles nos quieren hacer creer que es. Todos estos nabos snobs y posmodernos deberían recordar las sabias palabras que el jefe de redacción de uno de los diarios donde Hemingway hizo sus primeras armas pegó en un cartel: «Por favor, no se haga el artista». Eso.

Por favor, si se va a hacer el artista, hágalo en otro lado, donde sus artistadas puedan tener algún efecto, donde alguien que no ha leído ni vivido nada pueda celebrarlas haciendo palmas y lobbys varios. Si se va a hacer el artista, no ensucie la palabra poesía con estas «geniales» chantadas. Artista se es y se es desde el comienzo. Los gestos «rebolusionarios» al estilo Duchamp caducaron inmediatamente después de que el mismo Duchamp los hiciera.

Basta de mingitorios en el museo. Basta de poemas imbéciles, que no dicen nada, que no revelan ni la más mínima emoción estética (ni de ninguna otra clase, siquiera), que creen estar rompiendo todo cuando no hacen más que reproducir lo peor de nuestra sociedad: la falta de esfuerzo, la falta de mérito, el individualismo más masturbatorio y narcisista, la asquerosa idea de que no es necesario leer ni saber ni estudiar ni nada para dominar cualquier arte.

Dije idea asquerosa, sí. Porque lo que leí en ese artículo me dio, fundamentalmente, asco. Y bronca, mucha bronca. Y aquí lo dejo asentado. Abomino de esta supuesta vanguardia y sigo reivindicando a quienes calladamente, sin lobbys ni nada por el estilo, hicieron y hacen algo por la poesía. No hace falta nombrarlos, lo que hace falta es leerlos. Cada uno sabe quiénes son. Por suerte, hay un dios al que nadie escapará, se llame como se llame y haga el lobby que haga: el Tiempo. Vamos a ver quién se acuerda de estas banalidades dentro de cinco o diez años.

Por mi parte, espero que caigan en el más negro olvido. Ojo, no soy ingenua: sé que existe la tradición selectiva, sé que existe la hegemonía. Pero también sé que las obras verdaderas superan incluso estos escollos. Dos mil años de poesía así lo atestiguan.

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Arturo Cardona Mattei (Puerto Rico)
Libertad


Libertad, ¿qué vientos mueven el bergantín de tu osada vanidad?
¿Dónde almacenas las delicias de tu milenaria paz?
¿Dónde están tus alas protectoras de una huérfana humanidad?
¿En qué profundidad acuosa está grabada tu celosa bondad?

Libertad, mira bien tu entorno de disgustos
A tu izquierda caen miles de tus súbditos
A tu derecha muchos más ya no pregonan tus atributos
Se matan en tu nombre, en tu altar las almas cierran un viejo capítulo

Pueblos muchos marchan por la senda que tú describes
El hombre usa su fuete, su fusil de alto calibre
De su vientre salen fuertes dolores de parto indecible
Dolores de angustia por no poder descifrar tus decires

¿Qué es la libertad, sino sueños maltratados?
Gritamos libertad, pero en sórdidos vicios nos acostamos
Queremos libertad de unas cadenas que nos van asfixiando
Y pensando en la libertad de inciertos amigos nos vamos enamorando

Libertad, en tu mundo hay ficción, calamidades y engaños
El hombre siempre quiere peones para ser latigueados
Así tus memorias se borran en cruentos y penosos desagravios
Libertad, en ti hay mucho humo y vana hermandad de lisonjeros labios

El hombre quiere ser libre sin olvidar su pasado
Estira su pensamiento hasta llegar a los cielos más encumbrados
La libertad es su alforja que carga hasta el silenciado camposanto
Chocando allí con la frontera que hace añicos su más preciado legado

El hombre lucha, suspira y va a la batalla bien preparado
Y al final de la jornada meras migajas de él van colgando
Medallas, cintas y muchos halagos estrujados
Para luego reposar en el mismo viejo y austero camastro

Hombre pobre que lo ha dado todo, pero sigue descalzo
Luchó por la patria, por preceptos bien aquilatados
En su frente hay sudor desteñido que lo va desgastando
Aquel hombre joven hoy ya es viejo con un rosario a su lado

¡Mira!, la verdadera libertad no se alcanza con espada y caballo
La libertad verdadera solo viene de pensamientos renovados
Ella vive en el hombre que rompe con los vicios desaforados
Ella crece en el manto manso del hombre que va olvidando agravios

La libertad verdadera perdona porque el perdón es principio sagrado
Así está instituido en el Libro escrito de muchos años
Ese es el camino para que el hombre duerma como el viento aquietado
Para que su sudor tenga el primoroso precio del oro bien refinado

¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas
Es la promesa excelsa salida de la boca de un inmutable Soberano
Esa es la fuente de la verdadera libertad que no se cubre con engaños
De ella un nuevo hombre pisará del planeta sus montes y sus llanos

Hombre que cargas un lastre viejo, de ánimo apocado
¡Levántate de tu viejo camastro!, y calza las sandalias del Pescador más afamado
Y aprende a tirar tu tarraya para que saques frutos bien remunerados

Ahí está tu prometida, añorada y sagrada libertad
Con palabra pura y vivificada de nunca acabar
El Anciano de Días, el de cabellos como lana limpia solo espera tu lealtad

Libertad, rayo de luz que surca la indómita eternidad
¡Haz que Cielo y Tierra rompan las cadenas de la oscuridad!

9 de agosto de 2011 / Caguas, Puerto Rico
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FACEBOOK / Carlos López Dzur / Kool Tour Activa / Letras Under / Revista /


2 comments:

  1. Thursday, August 11, 2011 6:08 AM
    From: "Carlos Adalberto Fernández" / cafernandez.ar@gmail.com
    Add sender to Contacts

    Estimado Carlos: Me alegra verte de nuevo. Acerca de la publicación en Sequoyah de un texto mío acerca determinaciones a las que me llevan mis nuevos 72 años, acompaño un agregado al texto, enfatizando el peligro de no percibir el escaso tiempo disponible para cumplir mis metas.
    No quiero ser alarmista, pero es para tener en cuenta.
    Como hoy diría el tengo: "... que cincuenta años no es nada..."

    Blogs, sitios personales (en formación) ----
    http://carlosadalberto-fernandez.blogspot.com/ (actualidad)

    http://carlosafernandez.blogspot.com/ (desván)

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  2. Thursday, August 11, 2011 7:04 PM
    From: "Saul Sanchez Toro" / ssancheztoro@gmail.com
    Add sender to ContactsTo: "carlos dzur" baudelaire1998@yahoo.com

    Carlos, que gran trabajo de difusión estás haciendo engrandeciendo con ello nuestra literatura latinoamericana. Felicitaciones

    Saúl Sánchez Toro
    Medellin , Colombia

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