Monday, June 13, 2011

Junio 30, 2011 / Núm. 79. Nueva Etapa / Puerto Rico




[NOTA DEL EDITOR:Tras cumplirse 140 años del nacimiento de Mahatma Gandhi, su autobiografía «Mis Experimentos con la Verdad» continúa siendo un «bestseller» con ventas anuales de 200,000 copias, «even in these rapidly changing times». Gandhi, considerado el Padre de la Nación en la India moderna, murió asesinado y la revista Foreign Policy incluye su nombre encabezando la lista de siete meritorios candidatos que no ganaron el Premio Nobel de Paz, aún mereciéndolo. Entre los mencionados destaca Mahatma Gandhi y Eleanor Roosevelt, Vaclav Havel, Ken Saro-Wiwa, Sari Nusseibeh y Liu Xiaobo. El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon ha dicho que el legado de No-Violencia de Mahatma Gandhi «es un símbolo perdurable de esperanza en la derrota del creciente número de fuerzas hostiles que amenazan el m8undo moderno»].

SEQUOYAH / PREVIO / LIBROS / COLABORADORES


CONTENIDO 79


Eduardo Galeano
Prohibido cantar

Mahatma Gandhi
Una filosofía de vida
Carta de Gandhi a Adolfo Hitler

Elisabet Cincotta
Nos inventamos
Canción de cuna para el niño que guardas dentro
Tanguera

Beatriz Iriart
Ansias
Yo estuve
El escultor
Números
La exposición
Alfa y omega
Conclusión
Mieses

Fanny G. Jaretón
Tienda de encuentro

Josefina Fidalgo
Jauria desquiciada

Francisco Antonio Ruiz Caballero
La Melodía Envidiosa / rela6to

Juan Manuel Pérez Álvarez
IX. Hoy me ha dicho Apolo...

Luis Tulio Siburu
La desnudez de los árboles
Vida... ¿Me estás siguiendo?

Leopoldo Marechal
Descubrimiento de la Patria

Carlos López Dzur
Una plegaria por Tijuana
Tras salir del Arroyo de las Palmas
Lágrimas de cocodrilo
(Frag. de la novela «Las Hienas»
de Carlos López Dzur)

Nat Gaete
La Palabra

Matilde Marín
En torno a Shirin Neshat: Una platea vacía

Leslie Palti
La muerte reciente de Jorge Semprún: Entrevista sobre el holocausto y el europeísmo

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Eduardo Galeano (Uruguay)
Prohibido cantar
Desde el año 1234, la religión católica prohibió que las mujeres cantaran en las iglesias.

Las mujeres, impuras por herencia de Eva, ensuciaban la música sagrada, que sólo podía ser entonada por niños varones o por hombres castrados.

La pena de silencio rigió, durante siete siglos, hasta principios del siglo veinte.

Pocos años antes de que les cerraran la boca, allá por el siglo doce, las monjas del convento de Bingen, a orillas del Rin, podían todavía cantar libremente a la gloria del Paraíso. Para buena suerte de nuestros oídos, la música litúrgica creada por la abadesa Hildegarda, nacida para elevarse en voces de mujer, ha sobrevivido sin que el tiempo la haya gastado ni un poquito.

En su convento de Bingen, y en otros donde predicó, Hildegarda no sólo hizo música. Fue mística, visionaria, poeta y médica estudiosa de la personalidad de las plantas y de las virtudes curativas de las aguas. Y también fue la milagrosa fundadora de espacios de libertad para sus monjas, contra el monopolio masculino de la fe.

Tomado del Blog de Silvia Loustau / Mar de Plata / Argentina

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Mahatma Gandhi (India)
Una filosofía de vida

Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal.
Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato. Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo, vendrá a tus manos en el momento oportuno.

Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas.
Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder apreciar debidamente su dulzura.

No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes.
No revuelvas una herida que está cicatrizada.
No rememores dolores y sufrimientos antiguos.

¡Lo que pasó, pasó!

De ahora en adelante procura construir una vida nueva, dirigida hacia lo alto y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás. Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó. Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla. No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer. No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar. No trates que otros cambien; sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú.

Deja que el amor te toque y no te defiendas de él.

Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo. No sufras por lo que viene, recuerda que «cada día tiene su propio afán».
Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella. Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona, despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio.

Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso.

Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti. Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean. La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido, iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros.

Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma, por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas, serán iluminados por tu luz.
Trabajo es sinónimo de nobleza.

No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida. El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor. No existen trabajos humildes. Sólo se distinguen por ser bien o mal realizados.

Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño y así te valorarás a ti mismo.
Dios nos ha creado para realizar un sueño.

Vivamos por él, intentemos alcanzarlo. Pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas.

Así, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo haremos.
No te des por vencido, piensa que si Dios te ha dado la vida, es porque sabe que tú puedes con ella.

El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino.

Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida. «Que este día sea el mejor de tu vida».

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Carta de Gandhi a Adolf Hitler

Algunos amigos me han instado a escribirle en nombre de la humanidad. Pero me he resistido a su petición, porque me parecía que una carta mía sería una impertinencia. Con todo, algo me dice que no tengo que calcular, y tengo que hacer mi llamamiento por todo lo que merezca la pena.

Está muy claro que es usted hoy la única persona en el mundo que puede impedir una guerra que podría reducir a la humanidad al estado salvaje. ¿Tiene usted que pagar ese precio por un objetivo, por muy digno que pueda parecerle? ¿Querrá escuchar el llamamiento de una persona que ha evitado deliberadamente el método de la guerra, no sin considerable éxito? De todos modos, cuento de antemano con su perdón sihe cometido un error al escribirle.

Yo no tengo enemigos. Mi ocupación en la vida durante los últimos treinta y tres años ha sido ganarme la amistad de toda la humanidad fraternizando con los seres humanos, sin tener en cuenta la raza, el color o la religión.

Espero que tenga usted el tiempo y el deseo de saber cómo considera sus actos una buena parte de la humanidad que vive bajo la influencia de esa doctrina de la amistad universal. Sus escritos y pronunciamientos y los de sus amigos y admiradores no dejan lugar a dudas de que muchos de sus actos son monstruosos e impropios de la dignidad humana, especialmente en la estimación de personas que, como yo, creen en la amistad universal. Me refiero a actos como la humillación de Checoslovaquia, la violación de Polonia y el hundimiento de Dinamarca. Soy consciente de que su visión de la vida considera virtuosos tales actos de expoliación. Pero desde la infancia se nos ha enseñado a verlos como actos degradantes para la humanidad. Por eso no podemos desear el éxito de sus armas.

Pero la nuestra es una posición única. Resistimos al imperialismo británico no menos que al nazismo. Si hay alguna diferencia, será muy pequeña. Una quinta parte de la raza humana ha sido aplastada bajo la bota británica empleando medios que no superan el menor examen. Ahora bien, nuestra resistencia no significa daño para el pueblo británico. Tratamos de convertirlos, no de derrotarlos en el campo de batalla.

La nuestra es una rebelión no armada contra el gobierno británico. Pero los convirtamos o no, estamos totalmente decididos a conseguir que su gobierno sea imposible mediante la no colaboración no violenta. Es un método invencible por naturaleza. Se basa en el conocimiento de que ningún expoliador puede lograr sus fines sin un cierto grado de colaboración, voluntaria u obligatoria, por parte de la víctima. Nuestros gobernantes pueden poseer nuestra tierra y nuestros cuerpos, pero no nuestras almas. Pueden tener lo primero sólo si destruyen por completo a todos los indios: hombres, mujeres y niños.

Es cierto que no todos podrán llegar a tal grado de heroísmo, y que una buena dosis de temor puede doblegar la revolución; pero eso es irrelevante. Pues si en la India hay un número suficiente de hombres y mujeres que están dispuestos, sin ninguna mala voluntad contra los expoliadores, a entregar sus vidas antes que doblar la rodilla ante ellos, habrán mostrado el camino hacia la libertad de la tiranía de la violencia. Le pido que me crea cuando digo que encontrará usted un inesperado número de tales hombres y mujeres en la India. Durante los últimos veinte años han estado formándose para ello.

Durante el último medio siglo hemos estado intentando liberarnos del gobierno británico. El movimiento por la independencia no ha sido nunca tan fuerte como ahora. El Congreso Nacional Indio, que es la organización política más poderosa, está tratando de conseguir este fin. Hemos logrado un éxito muy apreciable por medio del esfuerzo no violento. Estamos buscando los medios correctos para combatir la violencia más organizada en el mundo, representada por el poder británico.

Usted le ha desafiado. Ahora queda por ver cuál es el mejor organizado: el alemán o el británico. Sabemos lo que la bota británica significa para nosotros y las razas no europeas del mundo. Pero nunca desearíamos poner fin al gobierno británico con la ayuda de Alemania. En la no violencia hemos encontrado una fuerza que, si está organizada ,sin duda alguna puede enfrentarse a una combinación de todas las fuerzas más violentas del mundo. En la técnica no violenta, como he dicho, no existe la derrota. Todo es «Vencer o morir» sin matar ni hacer daño.

Se puede usar prácticamente sin dinero y, claro está, sin la ayuda de la ciencia de la destrucción que tanto han perfeccionado ustedes.

Me asombra que no perciba usted que esa ciencia no es monopolio de nadie. Si no son los ingleses, será otra potencia la que ciertamente mejorará el método y le vencerá con sus propias armas. Además, no está dejando a su pueblo un legado del que pueda sentirse orgulloso, pues no podrá sentirse orgulloso de recitar una larga lista de crueldades, por muy hábilmente que hayan sido planeadas.

Por consiguiente, apelo a usted, en nombre de la humanidad, para que detenga la guerra. No perderá nada si pone todos los asuntos en litigio entre usted y Gran Bretaña en manos de un tribunal internacional elegido de común acuerdo. Si tiene éxito en la guerra, ello no probará que usted tenía razón. Sólo probará que su poder de destrucción era mayor. Por el contrario, una sentencia de un tribunal imparcial mostrará, en la medida en que es humanamente posible, cuál de las partes tenía razón.

Sabe que, no hace mucho tiempo, hice un llamamiento a todos los ingleses para que aceptaran mi método de resistencia no violenta. Lo hice porque los ingleses saben que soy un amigo, pese a ser un rebelde. Soy un desconocido para usted y para su pueblo. No tengo coraje suficiente para hacerle el llamamiento que hice a todos los ingleses, aunque se aplica con la misma fuerza a usted que a los británicos.

Durante esta estación, cuando los corazones de los pueblos de Europa ansían la paz, hemos suspendido incluso nuestra pacífica lucha. ¿Es demasiado pedir que haga un esfuerzo por la paz en un tiempo que tal vez no signifique nada para usted personalmente, pero que tiene que significar mucho para los millones de europeos cuyo mudo grito de paz oigo, pues mis oídos pueden escuchar la voz de millones de personas mudas?

24 de diciembre de 1940

[NOTA DEL EDITOR:
El gobierno británico no permitió que esta carta fuera enviada ni se hiciera pública].

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Elisabet Cincotta (Argentina)
NOS INVENTAMOS

Nos inventamos
paraísos de luciérnagas
atardeceres madres
de un amor ficticio

Nos inventamos
amalgamas de sueños
sórdidos mecheros
en candiles apagados

Nos inventamos
-no lo dudes-
fértiles campiñas
para no enlutar el recuerdo

De DESCUBIERTA / 2009 / Blog / Poemas

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CANCIÓN DE CUNA PARA EL NIÑO QUE GUARDAS DENTRO

Duerme cerrados ventanales
oriundas estrellas divagantes

duerme candil
que no parante de alegrías
lucero- alba- flor silvestre

duerme quebracho
tienta besar la luna en tus sueños
la brillantez de silencios y brazos
que rondan la cintura
darán amanecer a tu figura
de alientos/ sonrisas y belleza
duerme niño que en la pieza
el hada de las luces
mora cuidando tu descanso

Elisabet Cincotta / DE: MANOS/3010

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TANGUERA

Sus manos, adoraba sus manos, y su mirada de perro vagabundo. Ale era así un bohemio-nómade. Nunca supo por qué se había fijado en ella.

Esa noche como otras tantas habían ido al Tasso. Juanjo se presentaba con su magistral guitarra. Presencia obligatoria para todo tanguero de ley (así decía el corrillo de porteños melancólicos cuando una cita era ineludible).

Después de Juanjo se armó el bailongo, como tantas otras veces. Las parejas se lucían, lustrando el piso del viejo salón. El tinto corría por las gargantas secas por el humo del cigarrillo que inundaba los pulmones. Ella, como siempre, bailó con Ale.

A la madrugada dejaron el lugar. Recorrieron el Parque Lezama de la mano, en cada árbol se besaban.

-Ale, ¿te acordás del ombú? Me morí allí, me morí de muerte alegre cuando me dijiste si quería ser tu esposa.

¿Te acordás? «Sos la mina más papusa que encontré», me dijiste. Aún tu voz, esa voz de arrabal, retumba en mis oídos.

No podíamos cruzar la calle por la curda que teníamos. Paramos un taxi. Me abrazabas, Ale, como nunca lo habías hecho. En la puerta de mi casa te despediste, no quisiste entrar. Te excusaste, debías estar en soledad, al día siguiente me vendrías a buscar.

Hacía frío, mi cuerpo aleteaba por la habitación, desempolvé el viejo winco y un disco de larga duración, ¡las modernidades y los compactos!

«Te vi pasar, tangueando altanera,
con un compás tan hondo y sensual,
que no fue más que verte y perder
la fe, el coraje, y el ansia e guapear.
No me has dejao ni el pucho en la oreja
de aquel pasao malevo y feroz»...

Serví una copa con tu vino. Me dormí hasta que una llamada me despertó. Era el Negro, ufa este Negro pesado, son las seis... Pobre amigo, no sabía como decirlo. Ale, mi Ale, mi casi marido, había muerto.- ¡Cómo! grité. Un tiroteo entre la cana y los chorros, el Chino quedó en el medio, fue la respuesta balbuceante del Negro.

A la mañana los vecinos, enterados de la noticia, se acercaron para consolarla. Ella no abría, voltearon la puerta.

Allí estaba con su bata negra sentada. Sus uñas carmín se confundían con el charco de sangre, mientras en la vitrola el polaco cantaba:

«¡Yo sé que te lastimo
llorando mi sermón de vino!
Pero, es el viejo amor
que tiembla, bandoneón,
y busca en el licor que aturda
la curda que al final termine la función
corriéndole un telón al corazón».

Elisabet Cincotta
De: Historias sencillas / DE LAS COSAS Y LOS CUENTOS / 2010

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La foto es obra del Artista plástico Vino Morais de Angola.

Beatriz Iriart (Argentina)
ANSIAS


A los sobrevivientes

Te he soñado tanto
en estos días
de potaje y pan.
Te he soñado tanto
con la escarcha y la hambruna
con las cadenas lacerando los tobillos
con el terror
instalado en la barraca.
Te he soñado tanto
LIBERTAD.

© Beatriz Iriart

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YO ESTUVE...

a la memoria de Primo Levi
27 de enero del 2006

Yo estuve en Auschwitz.
Yo parí hijos
de amargura, dolor y espanto.
Yo anduve descalza
en el fango de un campo con flores segadas
al igual que las semillas frescas
de nuestros rebaños.
Y hoy a los 61 años
de la liberación del campo:
Soy una sombra,
una mujer sin rostro.
La desolación y el hambre.
Yo...
yo estuve en Auschwitz.

© Beatriz Iriart

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EL ESCULTOR

A la memoria de Anna Frank

Poseer una cuchara-cuchillo
es convertirse en ávido escultor.
Hay que ubicar
un pedazo de latón y que aflore
para no desperdiciar
ni una gota del potaje.
Y con el cuchillo
cortamos el pan
para canjearlo
por otras cosas
más útiles.
Sí, poseer una cuchara-cuchillo
en estos días.
Es todo un arte.

Beatriz Iriart

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NÚMEROS

A la memoria de Itsjok Katzenelson
No preguntes, no esperes respuesta
ante las bestias somos una cosa
una carga
que odian y justifican.
La barraca está gélida
como el invierno allí afuera.
Sólo el recuerdo del terruño
es cálido y es bueno para dormitar
con ese sabor añejo.
No hay salida
en estos campos.
Pero podés esperar
una selección"
metamorfosearte en pájaro
o sencillamente aguardar
un disparo
de ocasión

© Beatriz Iriart / Poemas y cuento dedicados a las víctimas del Holocausto

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LA EXPOSICIÓN

«Sólo el trabajo os hará libres»
(Leyenda del campo de concentración de Auschwitz)
Sacaron boleto para la próxima estación. El chofer los trató cortésmente. Intercambiaron opiniones, recuerdos y algún futuro cercano. Arribaron. Las melancólicas notas envolvían la niebla mañanera.

Pronto comenzarían las tareas en el atelier. La música se deslizaba dulcemente. Se desnudaron - la higiene era la disciplina fundamental para esa faz del arte. Las duchas ayudarían a ello.

Los acompañaron hasta la descomunal exposición, ante el inmenso collage donde había sueños, huesos, ilusiones, miedos, pero ningún rostro.

© Beatriz Iriart

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ALFA Y OMEGA

Resultó abundante
la herencia de las faltas
y recibimos el inevitable patrimonio
de las tinieblas cotidianas,
el ignorar los gritos,
contener los sollozos
y esperar la muerte
SIN ASOMBRARNOS.

Blog

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CONCLUSION

Hay días en los cuales
descubrimos la retina
las manos crean
las piernas sostienen vida.
Otros.
En oscuridad plena.
Destruimos imágenes
afloran recuerdos
y junto a Mefistófeles
esperamos
exhaustos y anhelantes
la danza sublime de LA MUERTE.

©Beatriz Iriart

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MIESES
A Silvio
Te doy
mis genuinos girasoles
me das
una canción
con tus manos de matar
y ambos componemos
la melodía cruel y devastadora
de un exilio prematuro.

[NOTA DEL EDITOR: Beatriz Iriart, nacida en La Plata, Argentina, es miembro de la Sociedad de Escritores Latinoamericanos de California y Capítulo Internacional en Internet (SELC y CII), California, Estados Unidos. Recibió menciones y premios de: S.A.D.E (Sociedad Argentina de Escritores), Argentina, S.E.P. (Sociedad de Escritores de la Provincia de Buenos Aires), Argentina, Revista Marie Claire, México, Salón Almafuerte, La Plata, Argentina, Revista Magazín, La Plata. Argentina, y otras. Publicó los libros: Perspectivas (1977), Collage de Cinco (1981) y La Muerte Quiere… (2003). Su obra es publicada en ingles y portugués en varios países y en diferentes antologías en su país y en el extranjero. Estudió cerámica y pintura. Formó parte del movimiento underground en la década del '70, colaborando con la revista literaria Machu Picchu. Actualmente publica en revistas digitales e impresas de Estados Unidos, Canadá, España, Brasil, Venezuela, Uruguay, Argentina, entre otros.]

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Fanny G. Jaretón (Argentina)
TIENDA DEL ENCUENTRO


«floreció la Vara de Leví- floreció,
sacó frutos en flor y produjo Almendras»
Koraj
Como Ofrenda Terufá, la ofrenda de vaivén horizontal,
sea mecida entre tus brazos, barca de exótica memoria
que me lleva al timón de tu entre pierna crecido en tempestades.
Y en tenta-pie hacia rocío dañino no habrá serenidad a tan cosecha.
—¿Cosecharán tus ojos la raíz de mi Canto, ajustada a tu brazo no diestro,
valeroso sobre el dolor de tu frente, Cajita de Letras en Clave de Sol?

Diosa de aturdida risa frente a tu boca de fiebre travestida de locura,
cual la cortina divisoria de los Anhelos que teje presunciones
como quien teje el celeste tejelet de un chaleco de fuerza
echándose contra tu corazón de Cielo.
Arrojarse a tus pies como una Leona que se libra
—junto a la oveja— de caricias desposadas.

Condimento de la esencia antigua en el delicado amanecer.

Sea la sal para que no me pierda, me mantenga imperecedera.
Sea Ofrenda de Asham, la ofrenda que hacemos por la culpa,
porque no hay nada que me guste más
que faltar contra los nervios de tu mirada.
Como quien se pasa la vida temblando con la llave
que abre a supuesto Paraíso.

Porque para servir a Dios no existen Lugares,
te doy todos mis Cuerpos.
Te doy mi primer fruto Animal como Divino.
Se Haga/ Da el Placer de la zaranda de lo Eterno.

Porque para Vivir viviendo
hemos de matar a la muerte,
por la resurrección de tus Besos sea La Gloria.
Diezmado el aire de las respuestas.

Cosechada a punta de tu bastón florecido
con el pujo del capullo de la Almendra,
con la blanca flor que Des-nudaste en mi Vasija
Espejo de miel que por Fuerza y Piedad Des-Viste
donde el reflejo de Luz te hizo gritar:
¡Somos nosotros!

June 24, 2011

Fanny G Jaretón / Alas para volar

[Nota:-«tejelet: color celeste. Hace alusión a: «Dijo Jazal que Koraj reunió a su gente y les dijo que Moshe afirma que un Talit que es en su totalidad de color Tejelet necesita un hilo Tejelet, y eso es ridículo, ya que si un hilo me libera de la obligación, ¿cómo voy a decir que toda la prenda Tejelet necesita un hilo?»]

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Josefina Fidalgo
JAURÍA DESQUICIADA
Se han abierto las jaulas y las rejas
gravitan rugiendo cuadrúpedos salvajes
Buitres, anfibios, manojos de jilgueros
soplan herejías desplumadas
giran y giran jadeantes
alrededor de la sortija pasajera.
El enjambre de la jungla
en cardenal punto incierto
juega y finge a su antojo un naufragio
y vertiginoso se descuaja
en la virginidad de una playa
barriendo geométricos guijarros jades
y elevando túrgidos géiseres
en un gestáltico mar adormecido.

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Francisco Antonio Ruiz Caballero (España)
La Melodía Envidiosa
Había una melodía fría como la muerte llena de colibríes azules, que iba de un hibisco a otro dando vueltas de torbellino sobre si misma, y había una melodía de gusanos rojos, fracturada por una astilla de barro, que se desprendía de una estalactita de cal amarilla. Las dos melodías se encontraron en una calle sin nombre, en la que varios perros ladraban amenazadores, cada uno de un color distinto, desde el amarillo pálido hasta el verde malaquita, pasando por el negro feroz, brutal en su descripción de la esfinge, odioso cancerbero de un infierno de estrellas oscuras. La calle olía a alcanfor y madreselva, apestaba a carne podrida y a chacina, y a humo de gasolina, y no tenía ni una sola ventana con geranios, pero desde las azoteas colgaban los muertos recién eyaculados y desnudos ahorcados por sogas de seda verde, y sobre ellos niños feísimos y malvados se asomaban con grandes sonrisas de melocotón podrido.

Las dos melodías se encontraron, una de ellas llevaba un vestido verde de flores exquisitas, mandrágoras, madreselvas, geranios, lirios, la otra melodía iba desnuda y enseñaba su cuerpo grotesco, gordo y lleno de pústulas rojas a punto de reventar, contrahecho y deforme, clavado con alfileres de platino irisado, muy verdes y muy dolorosos, que perforaban el cuerpo haciendo saltar la sangre de un color rubí profundo en pequeñísimas gotas carmesíes.

Las dos melodías se vieron, con una mirada de cuervo y cizalla, con una mirada bizca, estrábica o miope, profundamente necia y envidiosa, y al mismo tiempo el reloj de la Iglesia marcó las doce y media con celo de precisión caótica, y un vencejo cruzó el cielo sobre los cadáveres comiéndose una mosca negra y horrorosa, monstruosa en toda su insectívora presencia, y cargada de bacterias mortales, y girando sobre si mismo el vencejo dió la media vuelta por detrás del campanario mientras gritaba espeluznado de tanta vileza, y acto seguido otra horrible mosca entró en su boca insaciable, llena de esporas de hongos.

Los perros, como posesos de fiebre o rabia, sudorosos de aceite negro, empezaron a morder a los dos melodías, que se miraban con un odio próximo a la demencia, destilando en sus miradas lágrimas de ácibar rojo, y en un total paroxismo las bestezuelas arrancaron las tripas a las dos melodías, que se transformaron en unicornios deformes. Los perros desaparecieron al comer las tripas envueltos en un fuego negro rojo y amarillo lleno de culebras y víboras, exquisitamente feas, pues tenían los ojos cegados por cicatrices. Y los dos unicornios se pusieron a pelear hiriéndose en el cuerpo con saña, mientras un resto de tripas de melodías ardía sobre el suelo con olor pestilente.

Uno de los dos unicornios era deforme y tenía dos narices, de las que brotaban gusanos de color azul, y era amarillo y turquesa, tenía en la frente un cuerno curvado hacia arriba, y daba cornadas al otro unicornio en el cuello. El reflejo especular del primer unicornio, el segundo caballo, era tan feo que no tenía labios, y sus dientes eran cuchillas de afeitar, y con su cuerno, torcido en espiral, lanceaba a su contrario en las tripas. Pronto los dos jamelgos cayeron muertos, vomitando sangre, y sobre sus cuerpos las horribles moscas se posaron, en un enjambre oscuro y macilento, y los niños sobre las azoteas cortaron con cuchillos las sogas de los cadáveres cayendo los ahorcados sobre su propio semen y sobre las dos melodías tumefactas.

Una gran carcajada de odio y alegría salió de la boca de un leproso tullido, que era además bellísimo, en una inexplicable contradicción aparente, y una de las dos melodías se puso enferma de dolor y rabia, a pesar de que estaba muerta y llena de moscas. Al leproso tullido le acompañaban otros dos ángeles, tan leprosos y tullidos como el primero, igualmente bellísimos, y también se sonrieron con alegría y mala leche, mientras se soltaban grandes y sonoros pedos. Y al ver a la macilenta armonía podrida rabiar de ira empezaron a golpearla y a patearla sobre el suelo hasta que a la deforme melodía le rompieron la cabeza. Y fue aquello como un sonar de grillos monstruosos.

Después, satisfechos de su hazaña los tres arcángeles y tullidos leprosos, bellísimos los tres como lirios salvajes, se fueron de aquella calle dejando sus huellas ensangrentadas sobre el asfalto. Las dos melodías estaban sobre el suelo, junto con los cadáveres de los ahorcados, las moscas y los gusanos, y los niños miraban desde arriba y soltaban globos llenos de agua que caían y se reventaban al caer. En fín, qué tremendo esfuerzo hizo el músico para agradar al emperador de la China.

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Juan Manuel Pérez Álvarez (España)
IX Hoy me ha dicho Apolo...
Hoy me ha dicho Apolo que hable de los pobres
y que mi corazón se
transfigure en órgano
para decir en todas las lenguas qué es el hombre.

Qué es el hombre,
no un producto,
no un recurso,
no un medio,
no una mercancía,
no una invención del dolor.

Qué es el hombre,
sí la vida,
si el mundo posible e imposible,
si la flor visible y la invisible,
sí la salvación de alma
sí el trono-cruz del único Señor.

Qué es el hombre,
mucho más que una hueca pregunta
mucho menos que lo que vale su respuesta
que es su voluntad de acción.

Por qué el hombre no se mira a menudo
en el espejo de su prójimo,
porque imita la pose el silencio
y cree, necio,
refugiarse en la cobardía.

Con rima o sin ella, ¿qué es el hombre?
¿Un siniestro círculo de orgullo
o una generación en cada hoja nueva del árbol?
¿Qué pretende ser cuando se niega
y besa la superficie de la tierra
mientras arranca sin piedad sus entrañas?

Oh, hombre, me duele que te cruces de brazos
y que pongas excusas a tu vil muerte
y que digas 'es así', por no decir 'vergüenza'.
No es rentable decir lo que se siente,
y la valentía que la ejerza una máquina,
y que la industria nos dé de comer
si, por favor, le apetece a su engranaje de ruidos.

No te reconozco en mí,
te desprecio y no sé quién eres si así te comportas,
no tengo algún respeto por tus máximas
ni por la violencia de tu convivencia.
Pero si me dices que sabes del mundo lo que él te ha enseñado
te diré que soy hombre como tú,
y me sentiré orgulloso de serlo.
Si me dices que los pobres no existen porque los ricos son fantasmas
y que no hay política, sino amistad
y que no hay ley más que el amor
que a veces traiciona tu falta de memoria
entonces te diré que somos lo mismo
y te trataré como trato a mi cuerpo.
Y no habrá idiomas a nuestra comprensión.

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Luis Tulio Siburu
LA DESNUDEZ DE LOS ARBOLES
Me gustan los árboles.Desde siempre. Aunque nunca presté demasiada atención a sus nombres propios, las especies diferentes, si eran o no perennes, si crecían en tal lugar o en tal otro, cómo había que cuidarlos para conservar su existencia, cuál había que plantar y en qué lugar para que diera sombra a la casa. Simplemente me gustaban. Empecé a darme cuanta de ello cuando estuve en lugares donde no existían. Se notaba su ausencia. Y cuando se nota la ausencia de alguien es porque es muy importante.

Quizá por la belleza que brindan, perfecta alineación junto al cordón de la vereda, sensación de majestuosidad, resistencia a las tormentas salvo cuando están muy enfermos, aceptación de otras vidas en su propias vidas como el caso de pequeños pájaros con sus nidos, pesadas palomas que hacen exigir equilibrio a sus ramas , cables que los atraviesan para llevar luz , comunicación o imágenes a los humanos , perros – y a veces niños y no tanto - que les dejan regalos a sus pies, gatos que los usan de trampolín para esquivar persecuciones nocturnas, vecinas que les cuelgan un cesto metálico para dejar la basura , empleados municipales que cada tanto vienen a recortarles las ramas, lámparas de iluminación de la calle que a veces se mueven entre sus hojas y seguramente les hacen sentir un calor insoportable.

Sí, me gustan los árboles.Quizá porque viven tantos años es que tienen dos cumpleaños en el período anual. Uno lleno de alegría cuando les nacen los verdes del follaje. Otro triste y nostalgioso cuando se van hacia el suelo las hojas muertas, aunque la despedida dura mucho tiempo porque ellas – de un color amarillo oscuro casi cobrizo - siguen revoloteando a sus pies días y días, por lo difícil de barrerlas, amontonarlas y que alguien las lleve.Gracias a esa demora, cantidad y periodicidad, muchos poetas han basado sus versos en éstas niñas que se van de su hogar como ley de la vida y hacen acrecentar el orgullo de los papás árboles por la madurez de sus hijas y su ingreso en la poesía.

Justamente los poetas son los que hablan a veces de la desnudez de los árboles. Literalmente hablando, en el concepto que tenemos de la desnudez es verdad,están desnudos. No hay nadie que los abrigue en invierno – salvo un familiar de la naturaleza, como el hermano Sol - ni que los refresque en verano – salvo la hermana Lluvia. Pero desnudez da también la idea de desprotección, debilidad, fragilidad. Y allí disiento con los románticos.Están desnudos sí, pero están fuertes, siempre erguidos, orgullosos de su prestancia, presencia y destino protector y embellecedor.

Prefiero imaginar que están vestidos, si estar vestidos es sinónimo de conservación y no sufrimiento. Vestidos con una corteza que cada tanto se renueva – como quien se compra un traje - pero corteza protectora al fin. Los siento con una alta auto estima al mostrar cómo alzan sus frondosas copas hacia el cielo manteniendo siempre ese diseño de triángulo – a veces un poco redondeado – que los niños dibujan en sus primeros trazos escolares.

Nos miran desde arriba, pacientes,algo aburridos y angustiados de ver pasar por abajo tantas generaciones que quizá ni prestaron atención en ellos, pero al mismo tiempo contentos de que pueden contar en muchos casos la vida de muchos desde el pañal hasta la mortaja, como si fueran parte de aquellas familias que viven allí debajo. Desnudos, puede que sí, pero vestidos disimuladamente de guardianes.

Luis Siburu – 31.05.10

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VIDA… ¿ME ESTAS SIGUIENDO?

... ¿acaso me vigilas para apresurar
o cambiar mi destino?
Aguarda,
quédate detrás.
Si quieres sígueme,
pero no intentes adelantarte.
No quiero que me pases por arriba,
sin haber cumplido antes con mis sueños.
Recuerda,
tú eres el mapa,
pero yo soy el que elijo la senda.
Hay varios caminos para llegar a mi meta.
Quiero recorrerlos
como mejor me plazca.
En el mayor tiempo que considere
para el placer que me encante.
No tienes que estar celosa
de que yo decida.
Igual estamos juntos.
Tú sos la vela.
Tú sin mí no estás completa.
Yo soy la llama.
Yo sin vos no existiría.
Vamos a extinguirnos juntos.
Pero quiero al menos
que ni tú ni nadie me apague,
antes de disfrutarte.
No quiero apurarme.
Ni en los hechos ni en el tiempo.
Hoy estamos en la Tierra.
Soy el dueño de mis actos.
Mañana,
si es que nos espera el Cielo,
seguro que el poderoso Dios
permitirá que me alcances.

Luis Siburu – 23.11.09

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Leopoldo Marechal
Descubrimiento de la Patria

1.

Dije yo en la ciudad de la Yegua Tordilla:
«La Patria es un dolor que aún no tiene bautismo».
Los apisonadores de adoquines
me clavaron sus ojos de ultramar;
y luego devoraron su pan y su cebolla
y en seguida volvieron al ritmo del pisón.

II

¿Con que derecho definía yo a la Patria,
bajo un cielo en pañales
y un sol que todavía no ha entrado en la leyenda?
Los apisonadores de adoquines
escupieron la palma de sus manos:
en sus ojos de allende se borraba una costa
y en sus pies forasteros ya moría una danza.
“Ellos vienen del mar y no escuchan”, me dije.
“Llegan como el otoño, repletos de semilla,
vestidos de hoja muerta.”
Yo venía del sur en caballos e idilios:
«La Patria es un dolor que aun no sabe su nombre».

III

Una lanza española y un cordaje francés
riman este poema de mi sangre.
Yo ambién soy un hj del otoño
Que llegó del oriente sobre la tez del agua.
¿Qué harían en el sur y en su empresa de toros
un cordaaje perdido y una lanza en destierro?
Con la virtud erecta de la lanza
yo aprendí a gobernar los rebaños furiosos;
con el desvelo puro del cordaje
yo descubrí la Patria y su inocencia.

IV

La Patria era una niña de voz y pies desnudos.
Yo la vi talonear los caballos frisones
en tiempo de labranza,
o dirigir los carros graciosos del estío,
con las piernas al sol y el idioma en el aire.
(Los hombres de mi estirpe no la vieron:
sus ojos de aaritmética buscaban
el tamaño y el peso de la fruta.)

V

La Patria era un retozo de niñez
en el Sur aventado, en la llanura
tamborileante de ganaderías.
Yo la vi junto al fuego de las hierras:
estampaba su risa en los novillos;
o junto al universo de los esquiladores,
cosechando el vellón en las ovejas
y la copla en las dulces guitarras de septiembre.
(No la vieron los hombres de mi clan:
sus ojos verticales se perdían
en las cotizaciones del Mercado de Lanas)

VI

Yo vi la Paria en el amanecer
que abrían los reseros con la llave
mugiente de las tropas.
La vi en el mediodía tostado como un pan,
entre los domadores que soltaban y ataban
el nudo de la furia en sus potrillos.
La vi junto a los pozos del agua o del amor,
¡niña y trazando el orbe de sus juegos!
Y la vi en el regazo de las noches australes,
dormida y con los pechos no brotados aún.

VII

Por eso desbordé yo mi copa de tierra
y un cachorro del viento pareció mi lenguaje.
Por eso no he logrado todavía
sacarme de los hombros este collar de frutas,
ni poner en olvido aquel piafante
cinturón de caballos
ni esta delicia en armas que recogí en Maipú.

VIII

Guardosos de semilla, vestidos de hoja muerta,
los hombres de mi clan ignoraron la Patria.
Con el temblor sin sueño del cordaje
la descubrí yo solo allá en Maipú.
Y, de pronto, en el mismo corazón de mi júbilo,
sentí yo la piedad que se alarmaba
y el miedo que nacía.
«La Patria es un temor que ha despertado»,
me dije yo en el Sur y en su empesa de toros.
«Niña, y pintando el orbe de su infancia,
en su mano derecha reposa la del ángel
y en su izquierda la mano tentadora del viento».

XI

Tal fue la enunciación, el derecho y la pena
que traje a la Ciudad de la Yegua Tordilla.
Y así les hablé yo a los inventores
de la ciudad plantada junto al río
y a sus ensimismados arquitectos
o a sus frutales hombres de negocio.
«La Patria es un dolor en elumbral,
un pimpollo terrible y un miedo que nos busca:
no dormirán los ojos que la miresn,
no dormirán ya ell sueño de los bueyes».
(Los apisonadores de adoquines
masticaban su pan y su cebolla.)

X

Y así les hablé yo a los albañiles:
«La Patria es un peligro que florece:
niña y tentada por su hermoso viento,
necesario es vestirla con metales de guerra
y calzarla de acero para el baile
del laurel y la muerte».
(Los albañiles, desde sus andamios
hacían descender caautelosas plomadas.)

XI

Y dije todavía en la Ciudad,
bajo el caliente sol de los herreros:
«No sólo hay que forjar el riñón de la Patria,
sus costillas de barro, su frente de hormigón:
es urgente poblar su costado de Arriba,
soplarle en la nariz el ciclón de los dioses
la Patria debe ser una provincia
de la tierra y el cielo».

XII

Me clavaron sus ojos en ausencia
los amontonadores de ladrillos.
Los abismados hombres de negocio
Medían en pulgadas la madera del norte.
Nadie oyó mis palabras, y era justo:
Yo venía del Sur en caballos y églogas.

XIII

Y descubrí en mi alma: «Todavía no es tiempo:
No es el año ni el siglo ni la edad.
La niñez de la Patria jugará todavía
mas allá de tu muerte y la de todos
los herreros que truenan junto al río».

XIV

La Patria no ha de ser para nosotros
una madre de pechos reventones;
ni tampoco una hermana paralela en el tiempo
de la flor y la fruta;
ni siquiera una novia que nos pide la sangre
de un clavel o una herida.

XV

Yo la vi talonear los caballos australes,
niña y pintando el orbe de sus juegos.
La Patria no ha de ser para nosotros
nada más que una hija y un miedo inevitable,
y un dolor que se lleva en el costado
sin palabra ni grito.

XVI

Por eso, nunca más
hablaré de la Patria.

Leopoldo Marechal (de Hepatamerón )

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Carlos López Dzur (Puerto Rico)
Una plegaria por Tijuana


«Con cuero amarillo para las gargantas de los pies / voy paso a paso elogiando los rayos del sol / con gran amor de nahua. Con la suave paciencia profunda / de serpiente emplumada voy adentrándome / al reino adentro»: Rafael Catalá, poeta cubano
Que no decaiga Tu placer ni el mío.
Ruego por nuestra Líbido (in)munda
aún contra la leyenda negra de las satisfacciones.
Las nuestras son barrocas como la estampa
de ver marajás de India
practicando el coitus interruptus
con alguna akula arti-Kulada.

Clark Gable, no te vayas si te has venido.
Permanece. Douglas Fairbanks, padre e hijo,
ruega por nosotros.
Jean Harlow, surte de regocijo
nuestros hoteles, aunque sean
de los menos costosos en Agua Caliente.
Tarzan de las películas, cuélgate de las lianas
como chango perdido en Zona-Río.
Johnny Weissmüller, cógenos confesados
y que los Hermanos Marx nos bendigan
con sus testimonios, pero sin marxismo.

Jimmy Durante, ruega por nosotros.
Buster Keaton, no nos mientes la máuser.
También somos humanos, aunque menos
claritos y colorados que Bing Crosby.

Ruega por nosotros, Buster Crabbe.
Nos gusta la mercadería y por eso de contínuo
pasamos a San Diego, aunque vendan más caro.
Dick Powell, háblanos en inglés desde chiquitos.
Te enseñaremos lo mejor del bulevar
y puliremos la Torre de Tijuana
y aparecerás en boca y estómago de La Ballena
y de ella misma te sacaremos a rastras.

Que venga el extranjero hasta acá,
si se fue a la Selva congalera de Cuernavaca
o a El Foreign Club del D.F.
Aquí estará atendido mejor que fuera
y aprenderá a agarrar el gallo muerto.

Lupita d' Alessio, ruega por nosotros
y revive a los bitinios de Tracia y cíngatelos
a todos, coqueados en las costas asiáticas del Mar Negro
de tu púbis, cógelos cansados
y sorprendidos de tus furores vaginarios.

Ojalá en Ponto Euxino hagas delicias
con tu Peinado Chango y del mar
de Mármara, gárgaras con falos del fundador
sacrílego, el Viejo Argüello, y el valedor,
Licenciado Olvera,
él acabó por jodernos...

Pero ruega por nosotros
ante muchos riesgos y peligros, sean los naturales
que en Tijuana conocemos...
inundación, derrumbes, colonias en deslizamientos
que laven las verijas de los montes
o terremotos como Silvia Irabien,
La Chiva de «Big Brother».
Cuídanos, Santa Sasha, reina de las ficheras,
mujer de López Por Pillo,
reza en eslavo por el yugo de Tijuana,
Alexandra Acimovic,
Popovic para la Mesa de Otay
en el Nido de las Aguilas.

Por los empobrecidos de Arroyo del Florido,
allende a Lomas de la Amistad
y el Cañón de las Carretas / Delegación
de San Antonio de los Buenos /,
Divina Providencia, mándanos La Esperanza.

Proteje al vendedor ambulante, al obrero que jala
entre matorrales, al de Tijuana, también.
Cary Grant, ruega por nosotros,
Mae West, apiate y publicita nuestras historias
en «The Hip Flipper» y «Tijuanas Bibles».
John L. Sullivan, ruega por nosotros.
Max Baer, ruega por nosotros.

Háznos escenarios sensualones, dignos
de Wesley Morse's Copacabana nymphettes.
Que se diga en el cielo y en la tIerra
«She Will Be Coming Around the Mountain»,
y hará el amor a Popeye, nos hará puros nerdos
«& Bolochy Bill, coozing around the World
in The Height of Stinginess».

Betty Boop, ruega por nosotros.
Winnie Winkle, aboga por esta democracia chanchullera
porque pese a todo odiamos a Hitler y Mussolini
(nos caen del nabo) y amamos a los American GI's
porque nos traen la papa y personal mementos.
Ruega por nosotros, Mr.Dyslexic,
padre de las tres putas. Winston Churchill,
«Our Ma», ven a Tijuana, que sea tu Rammit Home
y tu bordo; trae a Terry & the Pirates.
a cabrfones macizos, a Zatara y Lil Abner
y que anhelemos en compinchazgo
The Tijuana Memorial Orgy.

Little Evie, ruega por nosotros.
Betty Boobs, concédenos la gracia,
Buck Rogers, con acrobacias sexuales
y «with joint action», suméjete en agua caliente.
Blondey & Dagwood, dános la experiencia
de verte en La Revo, forced to fuck
for your pet pooch's enjoyment...


En Playas de Rosarito, discursa el maleficio
de los narco-corridos cuando encumbran
a perversos ejemplares de violencia delincuencial,
masacres inhumanas... «Mira que tientan
a los juniors / mangueras» pero...
roguemos al gobernador
López Valdez, sinaloense y al propio,
en Baja California que, por amor al progreso,
ni en bares, cantinas,
centros nocturnos y salones de fiesta;
suprima las pisteadas.
Que no censure a los que cantan la música
que rifa / la banda y que no quite el misterio de la jerga
ni el caché del burrabulario
que, si es difícil de comprender para la mayoría,
no es vicio.. A nadie mata.

Ruego por las chicas guapas de los mangueras.
Acompáñame, Poiré, en mi plegaria
ya que no hago ni haré apología a delito alguno.
Esta es lucha cultural que reprende
unicamente al homicida sin censurar el arte.

Abajo sean los secuestradores,
el que extorsiona y trafica; pero bendito
quien proteje al turista que a Tijuana visita
y a quien consume esta riqueza tan barroca
que ofrecemos de La Baja,
Tu placer, Tijuas,
nuestra Líbido (in) munda.

Indice: Tijuana: Dolor de parto / indice: Teoría de la sustentabilidad

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Tras salir del Arroyo de las Palmas

¡Ay, qué piruja más coñosa,
qué perrada de soluto tijuanudo me aprendí
de memoria para soltar mi trapo y el suyo
en masaje de Eros tan fraterno y sabroso!

Ahora me gusta su infraestructura general
de crecimiento en miseria,
resequedad profunda, urbanimo
informal y tóxico...

Con el peso de los pasos, me le acerco
y ella va mostrando que su piel también
cuenta con dedos, labios, víboras que se agitan
en aras de progreso sobre arrugas mal cicatrizadas
y superficies de derrumbamiento.

Ahora sé que hay olas imprevistas,
con olor a yodo, pero saladas de vida
y pienso en el reuso de sus aguas residuales
cuando voy por Zona Río
a Cinépolis, después de atravesar
el arroyo de las Palmas.

Indice: Tijuana: Dolor de parto / En torno a los libros de Carlos López Dzur

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*
En las fotos: William Miranda Marín y Conny Varela.

Lágrimas de cocodrilo
(Frag. de novela «Las Hienas»
de Carlos López Dzur)


Hay hienas lloronas. Las hay entre «rojos» y «azules», en cualquier cartel de políticos acuartelados. Con el Representante José Varela se supo de una de las hienas lloronas en La Pava. El, Conny... Quería disputar la Alcaldía de Caguas, tras la muerte del incumbente, el otrora William Miranda Marín. Se convocó a una elección especial para escoger el sustituto. Se quería proseguir uh mito, quizás un mito benéfico. Que Miranda Marín fue el «Positivista Cagüeño: Ejemplo a seguir en Puerto Rico».

Miranda fue la esencia más pura del estadolibrista abochorna'o, «Ese Quien» que debe aferrarse al soberanismo para reorganizar la nación y buscar o refortalecer lo identitario de Borinquén, la patria.

«Pero Ese Quien no es Willito, el hijo mayor del Ese Quien verdadero», piensan algunas hienas en su corazón, porque las dinastías políticas deben acabarse.

El primero que protestó ese comentario antes de la asamblea fue Varela mismo. El, Conny... Dijo que él no soportaría, sin enojarse, que se hablara mal de Mirada Torres, el hijo del finado. El domingo 8 de agosto de 2010, Willito obtuvo el 71.34 por ciento de los votos, contra el 26.72 por ciento que acumulo Conny, el llorón.

El día antes, Conny comunicó al presidente del PPD, Héctor Ferrer, que no aspiraría a la Alcaldía de Caguas, «que Willito bien puede quedarse con ella y que le aproveche». El domingo, se confirmó que el Llorón de Conny no tenía más simpatías que las que Miranda. De hecho lo abrazó cuando se fue a su Comité.

En medio de pugnas por la Gobernatura, La Pava pedía disciplina de partido, concordia y unidad. Y la hiena llorona, juró que se comportaría a la altura y que permitiría que la herencia de la Alcaldía de Caguas pasara al hijo, porque Miranda, Jr. era un resabio del 'popular avergonza'o', es decir, pepedeísta en la corriente del soberanismo.

Mas un día como hoy, 14 de junio del 2010, cuando la Cámara de Representantes felicita a Conny Varela, se evidencia que no cumplió la palabra empeñada. Visto el escaño querrá dejar vestido y alborotado a Willito. El consenso de los delegados del Partido es más importante que la simpatía popular de los cagüeños. Sin embargo, la hiena dice: «Estoy indignado, molesto y avergonzado de la actitud de mis opositores políticos».

Y parece que tiene más amigos entre los novoprogresistas. El representante penepé por Bayamón, Luis Pérez Ortiz. es tan emotivo, como la actitud de la Hiena Varela, que ha llorado desconsoladamente, el repudio de los delegados que le indignan y avergüenzan. Luis Pérez lo consuela: «Me siento tan orgulloso que no sé si llorar o gritar por el entusiasmo que siento por esa designación. El compañero Varela ha trabajado por ese triunfo y ahora estaremos pendiente de quien habrá de sustituir a Conny Varela» (en la Legislatura).

Hay un corillo que preparó una moción de felicitación, a iniciativa de hienas afrentadas e igualmente hipócritas, pero del Cuartel Azul. Han visto al legislador José «Nuno» López, el vicepresidente de la Cámara Gabriel Rodríguez Aguiló y otros tres legisladores novoprogresistas, que le echan porras.

Nadie trataría de recordar que fue una elección polémica, desde los mismos días en que Ese Quien / el Líder del Chavito / y del municipio en crecimiento, sin déficit, vio que en el expreso Baldorioty de Castro, rumbo a Carolina, un enorme cruzacalle lo promovía para la Gobernación. El mensaje del rótulo fue claro: Dale la oportunidad a Willie Miranda Marín, en cuatro años lo resuelve.

Se debe estar revolcando en la tumba, mas entonces, aún vivo, dedujo que alguien conspira contra él.

«No tengo que ver nada con eso. Me desconecto de cualquier traición al candidato a la reeleción, Anibal Acevedo Vilá. Lo apoyo. Me quedo en la Alcaldía de Caguas, porque aquí es donde la gente me quiere», había dicho Mirando más honesto que ese Varela de marras.

Había gato encerrado para desprestigiar a Mirada padre. Ahora se entiende que tiene que ser una hiena, colaboradora de los Cuarteles Azules, uno que está molesto con esa doctrina que al citar a José Enrique Varona y otros positivistas del Caribe, México o Suramérica, Miranda Marín definía como «doctrina que se necesita para alcanzar la independencia mental: una filosofía de progreso», que sustituya todo lo aristocrático, elitista y opresivo, que ha sido el poder en Puerto Rico.

Y puede que haya sido tan noble en sus juicios (para no sospechar de Varela) que insinuó que son agentes del Partido Nuevo Progresista (PNP) o Cuartel Azul lo que urdieron la acción del cruzacalles a fin de «caldear los ánimos a solo un día de la asamblea de delegados del Partido Popular Democrático» (PPD). O Cuartel Rojo.

Sensato que es Miranda Marí, aunque le pone sus dedos en las llagas a las hienas lloronas de cualquier partido. El presidente de la Asociación de Alcaldes y Primer Ejecutivo de Carolina, José Aponte de la Torre, según dijo, con nombre y apellido, «me debe una disculpa por sus expresiones viciosas durante una reunión de la organización que agrupa a los alcaldes populares. El dice que yo pude haber puesto el cruzacalles».

«Me dolió muchísimo que él aprovechara esa reunión (de la Asociación de Alcaldes) para hablar mal de mí, partiendo de una premisa falsa: que yo iba a retar al Gobernador en sus aspiraciones».

No que se piense él mismo una Hiena Llorona y supersensitiva; pero una y otra vez salpicaba su queja: «Me dolió muchísimo». El país parece un pueblo de adoloridos y muchas lágrimas. Antes, imagino que en los tiempo del Grito de Lares y las Partidas Sediciosas, era un pueblo que se enfogonaba. Al paso de los años, se ha bajado la guardia. Sólo se llora como una magdalena. Sí, así como hizo Varela, para justificar que finalmente retara al heredero de Miranda Marín.

El vicepresidente de la Asociacion de Alcaldes, Papo Alejandro, cree que Miranda y De la Torre deben limar asperezas «y si, yo puedo hacer algo por la reconciliación, lo hago». Eso dijo por creer que el Alcalde incumbente no desafiaría ni se atrevería a hacerle sombra, desde Caguas, al ex-Gobernador Acevedo Vilá. Eso mismo haría, «si, yo puedo hacer algo por la reconciliación», con el caso de Conny Varela, «lo hago». Por más de un decenio fue legislador. De hecho, se vio una propaganda que lo promovía a él para Alcalde, rompiendo el esquema dinástico. «Que si a Willie Miranda Marín tenía que sucederle en su trono un hijo».

Y esa propaganda lo avergonzó más que saber que saber que el electorado de Caguas prefería Williy, «¿será que mi decenio de servicio legislativo no cuenta?» Examina, críticamente, que hay funcionarios que tomaron la idea por practica, como si fuese su derecho: «Quiero dejarle la alcaldía a mi nene». Esto lo molesta. Se lo comentó al Jefe de Todos los Llorones de Puerto Rico: Rafael Hernández Colón y éste lo miró, con ojos de susto, porque los Hernández Mayoral son hijitos colocados en posiciones de poder. Rafael, Gallito que no se juye, peca de lo mismo.

Esto del nepotismo dinástico se observa con los caos de García Padilla, los Damau y muchos otros, se lo informa. Que las familias políticas se reparten el bacalao y ya no se discierne quienes son más hienas, o si las víctimas de las hienas lo son, predatorias por igual... pues sepan que el caso y queja de Conny es asunto de mayor delicadeza. Está indignado de que haya quien se burle de sus sentimientos.

«He llorado sí». ¿No ven su sensibilidad humana? La gente se mofa, como si fuese un libreto ese llanto que sale de sus ojos y ese color rosado oscuro, de llama viva ardiendo, sobre su frente amplia y su casi calva. En Miranda Marín esos detalles del semblante o palidez, son menos perceptibles, «él es más prieto que yo; parece un yucateco».

¿Será por eso que cita a Gabino Barreda? «Instrumento de unidad frente a la anarquía» que ha seguido al proceso incompleto hacia la culminación del Estadolibrismo y el arribo de un anexionismo fanático que asesina a puertorruqueños y nos divide en campos irreconliables. «Tres millones y medio de puertorriqueños aquí y más de 4 millones en Norteamérica eso sí me dan ganas de llorar y que estemos los que estamos aquí, comiéndonos por los rabos, eso sí... Unos contra otros engañándonos y estafándanos, eso me da ganas de llorar».

Para no envidiarlo, o acercarse a la elevada consciencia que tenía de un soberanismo positivista, al estilo al estilo de De Hostos, Varona, Cornejo y Neez, Conny Varela solo sabía aplejugar sus ojitos y lagrimear. Quienes mejor lo conocfenj saben que es un cocodrilazo. Hilvanó un libreto de novela rosa, con heroína lllorosa y todo, con otro igual, reuntado de miel con la carita de yo no fui... visitó cuatro telemisoras y resultó lo que resultó. Iba llorando a mares.

Video / Carlos Lopez Dzur

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Nat Gaete (Chile)
LA PALABRA
la palabra que escapa y se parapeta
en el hueco de las manos
en el precipicio de la mirada
en el péndulo del alma

en un àrbol de papel
o en las aspas de un quijote vencido

la palabra que se libera
que horada y penetra

la palabra que silencia los campos engarfiados de tanto desvarío

LA PALABRA

pequeña
humana
tan humana (demasiado humana)

y en medio de todo lo que en ella palpita
con la urgencia del desgarro de la sangre del parto

EL POEMA

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Matilde Marín
En torno a Shirin Neshat: Una platea vacía
La Bienal de Venecia de 1998 me aproximó al trabajo de esta artista de origen iraní que a través de sus obras, y especialmente del video Turbulencia, el preferido de su producción, nos muestra cómo el trabajo étnico en arte puede introducirse en el terreno de lo universal.

Turbulencia enfrenta a dos personas: un hombre y una mujer, ambos iraníes, ambos vestidos con ropa tradicional del país que habitan. Cada uno habla de sí mismo, y le habla al otro. Dos grandes pantallas con proyecciones hacen el soporte de la obra, el hombre canta una bella canción y tiene un público que escucha y aplaude, la mujer es muy bella, pero ante una platea vacía no puede cantar (las mujeres tienen prohibido cantar en Irán), ella sólo puede emitir sonidos como un pájaro, o como un animal nocturno; su canto también es hermoso y desgarrador. Es una obra que al espectador le genera situaciones físicas; recuerdo que estaba compartiendo el momento con una artista alemana y ambas sentimos un fuerte impacto en nuestros estómagos.

Su trabajo llega no sólo por su claro mensaje sobre las diferencias culturales y la mujer como identidad sino, también, por su cuidada fotografía, sus intensos negros, sus planos de encuadres perfectos. Todo esto arma el trabajo en esta video-instalación de gran calidad. Verlo se transformó en un momento bello y extraño.

Hoy, el video-arte permite producir un cruce entre diversas situaciones artísticas, la idea, la imagen, el sonido, con elementos como la fotografía, el dibujo, la pintura o el objeto.

Turbulencia es una de mis preferidas en el campo del arte contemporáneo; la obra surge a partir de una situación particular de un país, pero se conecta con lo filosófico e intemporal. En los trabajos producidos por Shirin Neshat, sus personajes son reales y sus video-instalaciones son narrativas no literales, muchas veces abstractas y ambiguas, donde el espectador puede sacar sus propias conclusiones y aproximaciones personales a partir de su imaginación.

Nacida (en 1957) y criada en Irán, Shirin Neshat viajó en 1974 a los Estados Unidos para estudiar arte pero, debido a la Revolución Islámica que tuvo lugar en 1979, no volvió a pisar suelo iraní hasta los ‘90. Ella misma asegura que, aunque se graduó en Berkeley, su verdadera educación artística comenzó cuando conoció a su marido en Nueva York y se fue a trabajar con él al Storefront for Art and Architecture, un «espacio alternativo en Manhattan» que él dirigía, un verdadero «laboratorio cultural con un programa multidisciplinario».

Cuando regresó a su país de origen, se encontró con un lugar irreconocible, reforzando la sensación de desarraigo que fue volcando en su obra. «Mi foco desde el principio fue el tema de la mujer con relación a la sociedad iraní y la revolución». En parte, uno de sus resultados fue Mujeres de Alá (1993-1997), serie fotográfica sobre mujeres musulmanas militantes. En 1996, Neshat comenzó a trabajar con películas, decidida a crear trabajos «más abiertos y poéticos» sobre la dinámica de los sexos en las sociedades islámicas. Así fue que produjo una trilogía de video-instalaciones de pantalla dividida integrada por: Turbulent (1998), Rapture (1999) y Fervor (2000).

«Lo que me inspiró para hacer Turbulent –contó la artista en un reportaje– fue una extraña experiencia que tuve en las calles de Estambul, donde vi a una joven ciega que cantaba para ganar algo de dinero: su música era extraordinaria y el público se reunía a su alrededor de forma incontrolable. Me enamoré de su música, compré un casete; luego me hice traducir sus canciones y me obsesioné con la manera en que su ceguera, no tener una audiencia visible, afectaba su música. Rapture es similar a Turbulent en el sentido de que ambas se basan en la idea de opuestos, visual y conceptualmente: el cantante varón representa el ideal masculino de la sociedad, que se atiene a las reglas en la forma de vestir y en su interpretación de una apasionada canción de amor escrita por un poeta sufí del siglo XIII. Opuestamente, la cantante femenina es rebelde: no se supone que esté arriba de un escenario, y su música rompe todas las reglas de música tradicional islámica. Es una música de forma libre, improvisada, no atada al lenguaje, casi primal. En Irán, las mujeres tienen prohibido cantar en público, y no hay grabaciones de músicas mujeres. La idea, al final, era que el cantante masculino se mostrara incrédulo ante una cantante absolutamente liberada. La mujer como una fuerza impredecible».

La música para la instalación es una composición basada en melodías islámicas tradicionales, realizada por la cantante –iraní residente en Nueva York– Sussan Deihim.

Tomado de Página 12 / An interview with Shirin Neshat / Ver / La Vie En Noir

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Leslie Palti
La muerte reciente de Jorge Semprún: Entrevista sobre el holocausto y el europeísmo


«Lo que puede detener un genocidio son las medidas políticas concretas, no
la memoria del pasado»,
A los 87 años falleció, el pasado 7 de junio, el escritor español Jorge Semprún. Sobreviviente del campo de concentración nazi de Buchenwald, Semprún, se convirtió en uno de los testigos del peor genocidio del que se tenga memoria, desde la modernidad. Sagaz y brillante, su obra escrita representará para la posteridad, uno de los testimonios más lucidos y profundos del pasado Siglo XX.

El escritor Jorge Semprún, fiel testigo y protagonista de nuestra historia humana más reciente, mantiene la misma lucidez, sensatez e inteligencia de siempre. Dueño de una personal mirada a la hora de describir los hechos de la actualidad afirma que: «la experiencia del pasado, incluso cuando es incorporada a la memoria, aún cuando no es ocultada ni censurada, no basta para que hechos similares no vuelvan a ocurrir en el futuro».

—Se acaban de cumplir 10 años del Genocidio de Ruanda; usted que se salvó de otro, y que en su libro La escritura o la vida se llama a sí mismo un sobreviviente, díganos: ¿cómo se hace para seguir viviendo después de una experiencia Cómo esta?

—Antes que nada déjeme decirle que soy bastante pesimista. Creo que la experiencia del pasado, incluso cuando es incorporada a la memoria, aún cuando no es ocultada ni censurada, no basta para que hechos similares no vuelvan a ocurrir en el futuro. Porque el genocidio de Ruanda no tiene nada que ver histórica, sociológica ni ideológicamente con la exterminación del pueblo judío en primer lugar, y de la resistencia en segundo término, por parte de la SS de Hitler. Ahora bien, visto desde el punto de vista humano, sigue siendo la misma cosa: hay gente que mata y gente asesinada, hay exterminio, crueldad, sadismo. Hay una explosión de esta libertad de hacer el mal que es constitutiva de la naturaleza humana. La capacidad del bien y del mal están ambas profundamente arraigadas en nuestra naturaleza. Es la sociedad, entonces, la que se las debe ingeniar para limitar al máximo las pulsiones maléficas, las pulsiones del mal. El hombre es capaz de todo: tanto del bien como de lo peor. Tomemos por caso el ejemplo del Genocidio en Ruanda, pero podríamos hablar también de ciertos momentos genocidas durante la guerra de los Balcanes, aun cuando no se haya tratado de un genocidio generalizado; estas experiencias son todas nuevas para quienes les toca vivirlas, para aquellos que son víctimas o verdugos. Si lo analizamos bien, ninguno de los verdugos del genocidio ruandés, en África, pensaba en la época de Hitler; ni siquiera lo hicieron los verdugos en Europa -Bosnia, Croacia, Yugoslavia, donde la experiencia nazi es mucho más cercana. Yo soy bastante pesimista respecto al hecho de creer que la transmisión de la experiencia, que es necesaria —yo no digo que no lo sea—, pueda detener un genocidio. Es necesario realizar un análisis histórico y sociológico, es necesario, en lo posible, volver una y otra vez sobre esta cuestión de la memoria. No hay que hacerse ilusiones, esto nunca detendrá un genocidio. Lo que detiene, lo que puede detener un genocidio son las medidas políticas concretas, no la memoria del pasado. En este sentido soy desgraciadamente categórico. Esto no quiere decir que no haya que recordarlo. Jamás se podrá detener una pulsión colectiva de muertos simplemente con recordar que los nazis son malvados.

—¿Usted escribió para transmitir una memoria o más que nada para seguir viviendo?

—Al principio escribía por razones muy personales. Entonces no pensaba en absoluto en transmitir una memoria o un mensaje importante. Me puede pasar que piense en términos de transmisión durante las charlas que a veces doy en las escuelas francesas, en las clases de filosofía. Cuando me invitan tengo la sensación de cumplir con una especie de deber. Pero no es un deber en el sentido de sujeción a la palabra. Lo hago de manera voluntaria. Creo que en las clases de filosofía hay chicos y chicas de 17 y 18 años que aun son capaces de comprender, imaginar y tomar decisiones al respecto. Aun cuando entre 100 alumnos no haya más que dos cuyas vidas vayan a ser influenciadas por mí, aún así vale la pena hacerlo. En literatura, aun cuando he escrito sobre los campos, jamás escribí la frase «es necesario que esto se sepa». Escribí porque no podía existir, seguir viviendo sin aquello.

En la medida en que quise ser escritor desde los diez años de edad, la experiencia de los campos me bloqueó la escritura porque no podía escribir más que sobre eso y yo aun no era lo suficientemente maduro como para abordar el tema. Pero una vez que comencé a escribir, literalmente me sentí obligado a hacerlo. Por momentos me rebelo contra mí mismo y me pregunto por qué vuelvo una y otra vez sobre el mismo tema si ya dije todo lo que tenía para decir. Esto no es verdad.

Nunca se lo ha dicho todo, nunca se termina de decir. Aquello vuelve una y otra vez. Es una experiencia personal, literaria, una especie de vínculo cara a cara con un lector anónimo que puede tener 18 o 60 años, que se encuentra con este relato sin tener experiencia sobre el asunto y descubre el universo del mal absoluto, y esto puede llegar a influenciarlo. Yo tengo una correspondencia apasionante desde este punto de vista, sobre todo con jóvenes que no tienen ninguna relación directa con esta experiencia de los campos. Son jóvenes que un día, en clase, tuvieron que leer a Primo Levi como parte del programa y su profesor les dijo que leyeran también a Semprún. Me leyeron y me escribieron. No podemos exigirles el deber de la memoria a los jóvenes que no tienen memoria de aquello...

—... pero está la memoria de la sociedad...—

—Sí, es la sociedad, la memoria colectiva, institucional. De la misma manera sería necesario que en Francia hubiera una memoria de la guerra de Argelia, y no la hay. Y en la Argentina haría falta una memoria de la dictadura y los desaparecidos. Yo no conozco lo suficiente como para saber si estaré satisfecho con esta memoria. Como en Sudáfrica, que hay una memoria que ha sido codificada, elaborada. Eso está muy bien. Pero yo no escribo para eso.

Escribo porque aun espero el momento en que podré sentirme completamente liberado de aquello y así escribir novelas de historias actuales en las que ningún personaje ni ninguno de sus familiares hayan sido deportados. Por el momento es muy difícil.

—¿Qué piensa de la enseñanza de la Shoá (Holocausto) en las escuelas?

—Estoy a favor de todo lo que se haga en ese sentido. En los colegios secundarios hay profesores formidables que ejercen en las condiciones más difíciles (clases sobrecargadas de alumnos, heterogeneidad cultural) Hacen un trabajo formidable.

—La Unión Europea ha celebrado su expansión el 1 de mayo; ¿cómo ve la identidad europea? ¿Cuál es la memoria común de Europa? Porque lo cierto es que el ejercicio de la memoria en relación a la Shoá no se ha llevado a cabo de la misma forma entre todos los países miembros.

—Creo que el exterminio, el aniquilamiento, la deportación de judíos y de miembros de la resistencia, así como de otras minorías étnicas (no nos olvidemos de los gitanos) forma todo parte de la memoria común de Europa, y quizás esto sea más así para los países del Este que acaban de ingresar que para los de occidente. Porque países como Polonia, Hungría, la República

Checa tienen todos una experiencia más directa y terrible de esta memoria. Si se lleva a cabo un trabajo serio, profundo a nivel de la enseñanza y de la política en general, el ejercicio de la memoria podría no terminarse nunca, porque hay que tener siempre la ilusión de que aquello no volverá a ocurrir. En estos países la memoria es todavía más vívida que en Francia, porque los húngaros se acuerdan mucho mejor que los franceses de que ellos han exterminado judíos.

—Pero allí el ejercicio de la memoria ha sido trabado por la experiencia comunista...

Y está la otra experiencia que viene después, sobre la cual se hizo mucho menos trabajo de memoria. La Rusia actual ha realizado un trabajo de memoria muy fragmentario y aleatorio. Esta es una de las razones por las cuales resulta difícil reconstruir una democracia en Rusia. Alemania es un país demócrata desarrollado hoy en día, que viene de un pasado nazi terrible, y eso es porque el trabajo de memoria se ha hecho con mucha profundidad. Es una de las cosas esenciales que faltan en Rusia para que pueda haber una reconstrucción democrática de la sociedad.

—¿Es optimista sobre la construcción de una Europa política?

No, no soy optimista. Soy optimista en el sentido de que creo que es posible, creo que puede llegarse a una Constitución común, puede llegarse más allá de lo logrado hasta el día de hoy: la moneda común, las directivas comunes, el mercado común... Se puede llegar a cosas mucho más significativas en el plano político y cultural. No soy optimista en el sentido de que creo que las clases políticas europeas, en general, no han comprendido aun en todos los países que la Unión de Europa es su gran utopía del siglo XXI. La gran utopía es Europa.

—¿Cuál es su posición en el debate sobre la candidatura de Turquía a formar parte de la Unión Europea?

No tengo aún una opinión definitiva. Puedo comprender todos los argumentos que hay en contra, aun cuando se los formulen de manera agresiva: «Turquía no es Europa». Es verdad que Turquía es diferente. Al mismo tiempo me digo que si reducimos Europa a una entidad geográfica, entonces ¿por qué nos detenemos en Rusia? (Decimos Rusia europea y Rusia asiática. Una vez George Steiner me dijo: «Europa es todo lugar donde haya cafés». De San Petersburgo a Lisboa es Europa, porque hay cafés. Es una broma. Los cafés significan que hay una sociedad cultivada, literaria, adepta a reunirse. Aquello existe en San Petersburgo pero no en Siberia.) Si consideramos que Europa no es sólo una geografía común, sino más que nada una voluntad común sobre cientos de valores democráticos, es necesario tratar al menos de cotejar, aun cuando sea a largo plazo, todos los elementos que podrían hacer entrar a Turquía en Europa. Turquía es un país moderno, quizás más moderno que otros países que se encuentran en Europa. No tengo prejuicios negativos sobre el tema.

EUROPA, CRISTIANOS, TURCOS Y LAICISMO

—Uno de los argumentos contra la integración de Turquía es la voluntad de hacer de Europa un «club de cristianos».

—Yo me opongo a que Europa sea un club de cristianos. Si hacemos de Europa un club de cristianos, de antemano la estamos limitando. Y si queremos que el cristianismo sea uno de los elementos de referencia en la constitución, entonces también será necesario escribir que una de las referencias de Europa es la lucha contra la Iglesia. El laicismo es uno de los elementos referenciales de Europa, y si evocamos los orígenes cristianos del continente, a renglón seguido habrá que evocar las raíces anti-eclesiásticas de Europa. Europa no existiría si no hubiese tenido lugar la lucha contra la Inquisición, contra el oscurantismo. Europa existe a partir del momento en que la Iglesia admite que hay que dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Cuando la Iglesia admite esta división,

Europa comienza a existir. Ahora si hablamos de la Iglesia, hay que hacerlo en los dos sentidos, pero esto es algo demasiado extenso para una Constitución, porque no se trata de un Tratado de Política. Entonces prefiero que mantengamos una Constitución laica, porque el laicismo admite todas las religiones y no hace una referencia absoluta al cristianismo. Porque no es verdad; Europa ha sido formada no sólo por el cristianismo sino también por el espíritu y la razón de los griegos, que no eran cristianos, por el Derecho Romano, que no eran cristianos, y por las traducciones árabes de filósofos griegos, y los árabes, que yo sepa, tampoco eran cristianos. Si olvidamos esto, olvidamos Europa.

¿POR QUE HAY TERRORISMO?

—¿Es verdad que estuvo en Madrid el día de los atentados del 11 de marzo? ¿Qué le inspira el terrorismo? ¿Es para usted la nueva plaga del siglo XXI?*

—No estuve allí; debía estar y no estuve... pero llegué poco después. Los atentados del 11 de marzo en España -no voy a mencionar otra vez la cuestión del frente terrorista en España- es un tema complicado. A mí lo que me conmovió fue la reacción española, del pueblo español, que es una reacción de una gran madurez democrática.

Desde un principio, incluso antes de que se hubiera conocido la verdad de los atentados. Al-Quaeda es una metáfora porque es una nebulosa; decimos Al-Quaeda para simplificar. Incluso antes de que se hubiese determinado quiénes habían sido los autores reales del atentado, la reacción española era ya masiva, con enormes manifestaciones callejeras a favor de la democracia; es verdaderamente una madurez muy grande como pueblo. Un pueblo que no se ha dejado engañar cuando se intentó hacerle creer que los vascos habían sido los responsables. El pueblo tenía dudas y utilizó todos los medios modernos a su disposición para cambiar la opinión oficial. Entonces es una reacción de una gran madurez democrática, que no se trata en absoluto de una capitulación frente al terrorismo. Decir eso es ridículo; desgraciadamente hace ya treinta años que España conoce lo que es el terrorismo. Es una reacción de madurez, de repudio al terrorismo, y al mismo tiempo de repudio a la manipulación de la información por parte de un gobierno autoritario. Porque el gobierno de Aznar era un gobierno democráticamente electo, contaba con apoyo mayoritario pero administraba la democracia de manera autoritaria -no convocaba al Parlamento cuando correspondía hacerlo.

—Pero había también algunas manifestaciones en la calle que gritaban Aznar Asesino, que le reprochaban al gobierno del Partido Popular los muertos
españoles en Irak.

Evidentemente. Por supuesto que hubo aquello. Y después también está el pesado recuerdo de la participación española, completamente injustificada, en la guerra de Irak, y la sumisión absoluta, casi como un vasallo, de Aznar frente a Bush. Por supuesto que aquello existió. Todo eso es la prueba de que la democracia española está madura, de que ha reflexionado. En ese momento, durante unos cuantos días, España reflexionó.

—Entonces, ¿para usted los resultados de las elecciones españolas no constituyen una victoria para el terrorismo?

—No, no. El verdadero motivo de los resultados es, en principio, el rechazo a la política exterior de Aznar, mucho más sumisa respecto a los americanos y partidaria de una guerra en Irak, cuando ahora es evidente que esta guerra no ha traído soluciones.

Y en segundo lugar está el rechazo a la manipulación; España no aceptó que le mientan regularmente en la tele y en todos los medios de comunicación. Cuando todo el mundo comenzaba a saber que ETA no había sido responsable de los atentados, se le trataba de impostar esta verdad completamente falsa.

IRAK, RECETAS DE DEMOCRACIA Y LA NOCION DE GUERRA JUSTA

—Hoy en día Estados Unidos está enfangado en el cenagal que es Irak, ¿cree que la «receta democrática» es universal y puede ser impuesta desde el exterior?

—En principio no creo que la receta democrática sea universal en el plano de las ideas. No creo que sea una receta universal que se pueda imponer. Es absurdo. Sobretodo en países que no tienen experiencia democrática, ni siquiera de la democracia más imperfecta. Es necesario un tiempo para que la soberanía local se sobreponga, esa es la paradoja. Y los americanos se han valido de falsedades, hicieron una guerra en base a la mentira de Estado (armas de destrucción masiva, base del terrorismo) Recién ahora Irak se convirtió en una base de terroristas, esto no era así antes de la guerra.

Los americanos han dado origen a lazos y bases terroristas en Irak. El hecho de que Saddam hubiese sido un dictador abominable no justifica una guerra que condujo a una solución todavía más abominable. Hay una frase muy linda de Malraux en La Esperanza: «existen guerras justas, no existen ejércitos inocentes pero cuando un ejercito hace una guerra colonial, es todavía menos inocente...» Yo no digo que era evidente y estuviera escrito de antemano que habrían de haber casos abyectos de tortura.

—¿Cuál es la solución entonces para la reforma del mundo árabe? ¿Hay que esperar?

—La solución hubiese sido imponer a Saddam, mediante una mezcla de presiones militares, de inspecciones y diplomáticos, una solución que seguramente no habría sido imperfecta pero que al menos habría podido evitar la guerra. Pero los americanos habían decidido no llegar hasta el límite de la presión sino ir lo más rápido posible a la guerra directa, creyendo que era fácil derrotar a Saddam y reconstruir la democracia. Lo primero no les supuso demasiados inconvenientes; lo segundo resulta bastante complicado en un país como Irak.

PERFIL DEL ENTREVISTADO: Novelista y guionista español nacido en Madrid en 1923. Al finalizar la guerra civil española se exilió junto a su familia a Francia. Estudió Filosofía en La Sorbona y participó en la Resistencia francesa, siendo detenido en 1943 por la Gestapo y deportado al campo de concentración nazi de Buchenwald. Fue dirigente del Partido Comunista Español, bajo el seudónimo de Federico Sánchez, hasta su expulsión en 1964. Entre su producción narrativa se destacan: El largo viaje, El desvanecimiento (1967), La segunda muerte de Ramón Mercader (1969, premio Fémina), Autobiografía de Federico Sánchez (1977, premio Planeta), Aquel domingo... (1980), La algarabía (1981), La montaña blanca (1987), Netchaiev ha vuelto (1988), Federico Sánchez se despide de ustedes (1993) y su última producción Veinte años y un día (2004, premio J. M Lara, escrita en español)

Es autor de guiones cinematográficos. Fue ministro de Cultura en el gobierno español del socialista Felipe González entre 1988 y 1991. Jorge Semprún es un singular escritor que se mueve con facilidad entre la autobiografía y la novela, y que a pesar de su nacionalidad española, gran parte de su obra fue escrita en francés, de modo que aquello que encuentra de él el lector hispano-parlante es siempre una traducción. Su experiencia en el campo de concentración de Buchenwald ha marcado el carácter de toda su obra, dónde desarrolla el tema de sus vivencias a lo largo de la II Guerra Mundial, sus trabajos para la resistencia, su reclutamiento en los campos y su posterior rechazo del estalinismo.

Entrevista realizada desde París, durante el mes de junio de 2004].

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