Monday, March 3, 2014

PRAT DELS CREMATS / Prado de los quemados / cuento

PRAT DELS CREMATS /
   Prado de los quemados

         A Andrés el Apóstol, quien con el misterio del Grial
        trajo a las tierras eslavas la fe de los puros y perfectos,
        la fe de los hombres buenos...

      Huyó a los bosques y hasta allá le siguió la Bula Ad extirpanda. Se escondió en las montañas y allá, en el fondo, Camp dels Cremats, observó el humo de la pira en la que ardieron 200 cátaros nuestros en Montsegur al pie del Castillo de Monts. No obstante, además de valiente, era uno  como Ernest Hemingway describe a los hombres que el mundo, con sus vanidades y violencias, asesina: «Valiente, muy bueno y demasiado dulce».

      Vino así de Languedoc hasta la encrucijadas del miedo ajeno y trajo corderos y perros negrosella, y a él que no les pedió nada, jamás... ni una bellota que del árbol cayera, lo escucharon cuando dijo:

      Vendré como si fuera Lo Vital de la historia y la percepción simultánea de todos los momentos y las causas de los hombres, yo, que soy la Dispersa y No la Prometida, yo, que no tengo otro descanso que mi soledad y soy anónima como La Diosa Oscura, como la Luna menguante. Vendré yo, la Gran Excluída de la historia con mi cruz de Occitania marcada en la frente y la sospecha del paulicismo que no me corresponde.
      
Sus ojos fueron de gato, su paso ágil en las sombras. El mundo sigue en podredumbre y miseria y el corazón no es Grial: es Escudo de legionarios con espada y predicadores con mentiras. Hasta los bosques del celta llegaron. Y, entonces, Vino albigensemente sedienta desde Albiga y Tolosa y fue bienvenida, temporalmente al menos, y los herejes de Colonia dijeron como Eckbert: «Hos nostra Germania cátharos appéllat».

Vino como los bogomilos de Tracia. como búlgaro, que se cortan una de sus manos antes de robar un diezmo, Fue cuando los llamaban los Buenos, creyentes puros en convenanza, bautizados con el consola-memtum del Espíritu Santo antes de la muerte.

No tardó la fecha de una Gran Represión. Los llamaron, al fin, como antojaran: Brujos, paganos, herejes, satánicos. Y la amenaza fue ir por ellos / por hembras y varones / a quemarlos vivos porque renegaron y heredaron el Grial del Monte Athos. Le hablaron sobre la divinidad del Demiurgo y ellos no creen en ningún Demiurgo ni en la guerra ni en las iglesias mundanas.

      Sencillo es el credo de los amenazados: el ascetismo, la tranquila mirada de gatos. El amor, el voto casto. La vida angélica en el mundo, en la niñez dulce, en crecer iluminados, por contacto con dimensiones cósmicas y seres que a voluntad se corporizan y a veces salen de un árbol o de un manantial.

Pero, en descrédito y por blasfemia, los nombran sodomitas, docetistas, enemigos de Yahvé y sus Demiurgos. Y Eugenio el Papa, Bernardo de Claraval, Enrique, Obispo de Albano, Inocencio III, toda la Casa de Aragón con los Condes de Tolosa, los Condes de Never, Bar y Deux, todos vendrán cuando Ella venga y con sus compañeros en faena se reúnan en el Shabat de los adoradores puros.

La bienvenida será truncada por causa de espada y sangre. La matanza se iniciará en Beziers y el exterminio en Muret. En los prados de los quemados se hará la hoguera de sus cuerpos al pie del Castillo del Arzobispo de Narbona.

        03-03-1980 / CARLOS LOPEZ DZUR

            

No comments:

Post a Comment