Sunday, December 15, 2013

MADIBA ES MANDELA


MADIBA ES MANDELA


Por Lydia Raquel Pistagnesi 


La esperanza dibujó tu alma en el primer instante de tu vida, cargando una misión en tus espaldas para luchar por África, tu patria, enorme, desangrada, dolorida. Caminaste por senderos pedregosos, entregado a tu suerte, marcando vaticinios impensados de tatuajes inertes. Tu cuerpo lacerado, dolorido, por hombres de piel clara que gobernaban ignorando la hermandad de todo un pueblo sufrido y desbastado 

 Defendiste ideales y sembraste en los pliegues invisibles de los vientos esperanza por una igualdad limpia, en mareas sacudidas por tormentas. Desde aquella prisión, húmeda y sucia fuiste enseñando a ciegos de conciencia y ellos, los blancos, comenzaron a admirar, tu humildad, tu bondad, tu inteligencia África, escrita en códigos injustos sobre odios sin razones aparentes, guardando en vitrales de memoria lamentos de pasados sin presente.  

Resignaste la libertad por tus ideas esperando un triunfo sin batallas. Tu enemigo jamás cayó en la cuenta del dolor que sembraba con las armas, disparando a mansalva sobre hermanos sembrando muerte y terror con la metralla. Mandela: lo lograste, 

 Tu voz fue elevando las conciencias. El mundo entero admiró tu lucha, al abrazar con dignidad a tantas almas con el vuelo sutil del pensamiento. ¿Aprenderán alguna vez los hombres que la paz no se logra con revueltas, ni excluyendo al hermano, por su piel o quizá por pensar de otra manera? 

 MANDELA: Águila oscura, hoy laudes resucitan jubilosos ante el legado inmortal que dejaste para un mundo ideal y sin de fronteras Tu voz será escuchada para siempre, tu ejemplo, no lo sé. Pero en cada rincón del Universo encontraremos un sello de esperanza para mostrar en confesiones del exilio de la justicia lo relativo a la esperanza, y un no rotundo anudado en las gargantas…

 NEGÁNDONOS AL RACISMO Y A LA GUERRA

Saturday, December 14, 2013

El Libro de Anarquistas



El Libro de Anarquistas 


Por los poemas contenidos—, «El Libro de Anarquistas» de Carlos López Dzur es un homenaje a Anselmo Lorenzo Asperilla (1841-1915 ), anarquista toledano y a sus discípulos que incluyen a Manuel Buenacasa y Juan Gómez Casas. Se repasa la gestión pionera de las andanzas de Miguel Bakunin por España,las nociones de la concepción del federalismo integral de Pierre-Joseph Proudhon (1809– 1865), quien, junto con Bakunin (1814-1876) y Kropotkin, preparan el camino libertario con militante fuerza y creatividad intelectual en torno a la creación del orden en la humanidad, las contradicciones económicas o la 'filosofía de la miseria' (1844), según la feliz frase de Proudhon y el refraseo de Marx cuando escribió su Miseria de la filosofía. Con Francesc Ferrer i Guardia, primer pedagogo libertario español, López Dzur toma el pretexto para poetizar en torno a la época en que España y su colonia se ahogaban en guerras intestinas (la Guerras Carlistas), luchas contra la monarquía isabelina, que desembocan en la caída final de los Borbones y una represión enorme cuando se producían movimientos de renovación. 

Ya. en Septiembre de 1868, Anselmo Lorenzo comparte con Bakunin, la doctrina de un socialismo sin Estado y la necesidad de descentralizar el poder económico, poniendo la tierra y los instrumentos de producción en manos de la comunidad local de los trabajadores. Con Ferrer, se revitaliza la tradición moderna iniciada por Rousseau en el siglo XVIII —contraria a la autoridad y a la cosmovisión teológica-conservadora. 

 López Dzur poetiza la época en que España y su colonia se ahogaban en guerras interiores (la Guerras Carlistas), las luchas contra la monarquía isabelina, la caída final de los Borbones y una represión enorme cuando se producían movimientos de renovación. Septiembre de 1868 fue el hito del movimiento que puso a Anselmo Lorenzo en la palestra pública. Comparte con Bakunin, la doctrina de un socialismo sin Estado y la necesidad de descentralizar el poder económico, poniendo la tierra y los instrumentos de producción en manos de la comunidad local de los trabajadores. 
____ 

Carlos López Dzur, historiador profesional, escribió sobre el impacto del anarco-sindicalismo y las revueltas campersinas de Andalucía (La Mano Negra) en Puerto Rico antes y después de 1898. Con sus poemas, en esta oportunidad, se refiere a aspectos contemporáneos de la conciencia social y la lucha: la opresión internalizada, la charlatanería política en torno al individuo abstracto glorificado por la ideología capitalista y la libertad «como interacción, no exclusión, sino conexión», en las dinámicas del quehacer político. dentro de la comunidad, según la apreciación bakuniana.


BANDOLEROS



BANDOLEROS

Por Daniel de Culla (Desde Burgos, España.
Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Soy jefe de bandoleros

Y al frente de mi partida
Nada mi pecho intimida
Nada me puede arredrar.



Copla popular


Desde la llaga o juntura existente entre dos o más ladrillos o piedras del puente romano sobre el Guadalvin, vemos al andova de turno dando garrote a la anguí, dislocando la anilla del reloj social para robarlo.


Bailitos, ladronzuelos y bailones, ladronazos, marchan de la mano a recoger en su atarazana o casa junto con el producto en preferentes de sus fechorías, en concierto de que si les descubren no devolverán nada.



El tapia o consorte del ladrón ha puesto en banda o en condiciones de que en democracia se roba con facilidad y mejor.


El pueblo de Barbalote, en la Ínsula Barataria, es fácil de robar; victima propicia. Aquí la novedad es que el Euro tiene dos caras y dos cruces, esperando la ballena de corsé untada de pez en uno de sus extremos que extraiga de los bolsos de los imponentes las monedas.

Las historias de ladrones y bandidos vuelven a correr por las calles. Que buen ejemplo para la futura generación.

Quien iba a decir a la gente de ayer del hampa, de los delincuentes habituales llamados maleantes y bandoleros que les iban a superar unos señorones y señoritos, levosas, finos y elegantes, individuos de ciertas profesiones y oficios que han hecho de Ayuntamientos, Diputaciones, Sindicatos y Partidos aduanas o establecimiento de peristas.

Vemos cómo se destornillan de risa Diego Corrientes, el bandido generoso, el de Orejita, el de Palillos, o del de Francisco Esteban, el Guapo, al ver que los alcantarilleros de entonces, escaladores que horadan los pisos para robar, han sido superados por los bancos con sus desahucios.

En partida, Andrés Vázquez de los “Siete hermanos bandoleros”, los Siete Niños de Ecija, en amarre contable de fullería, divide el amarre en sencillo, doble, matemático, astillando el producto del robo.

Capitán Ojitos, Cara de Hereje, José María “Tempranillo”, y algún otro capitán de bandoleros, “del pobre protector, ladrón sensible”, que fueron siempre con el rico inexorables, distribuyendo entre los desgraciados lo que habían robado a los ricos, se llevarían las manos a la cabeza al ver que aquí los bandoleros hoy roban a los pobres para dárselo a los ricos.

Saturday, December 7, 2013

UNA NOVELA CON TESIS Y MUCHA INTRIGA...

TETH, MI SERPIENTE / 10 COSAS QUE DEBES SABER SOBRE EL ESPAÑOL EN EL EE.UU. DEL SIGLO XXI: / Las juderías / BERKELEY Y YO / Carlos López Dzur presentó en su pueblo su obra Épica de San Sebastián del Pepino / EL RUMBO DE MI LITERATURA /
TripleClicks BITACORA DE ECOLOGIA Y ENERGIA / LA POESIA COMO BOTIN / Carlos López Dzur: Méiker del Mapoe y el Tocuen / Seth, el hombre bestia de Carlos Lopez Dzur / Las Juderías / Comprar en Amazon / BITACORA DE TECNOLOGIA Y ECOLOGISMO / ENERGIA 20`14 / Carlos López Dzur: Méiker del Mapoe y el Tocuen / UNIRSE PARA NO OBEDECER / QUEDAR LIBRE COMO ANTES / DESCONFIANZA AL LEVIATAN / Publican el ladrón bajo el abrigo / LA POESIA COMO BOTIN / EL LADRON BAJO EL ABRIGO / TETH, MI SERPIENTE / 10 COSAS QUE DEBES SABER SOBRE EL ESPAÑOL EN EL EE.UU. DEL SIGLO XXI: / Las juderías / BERKELEY Y YO / Carlos López Dzur presentó en su pueblo su obra Épica de San Sebastián del Pepino / EL RUMBO DE MI LITERATURA / En torno a la Epica de San Sebastián del Pepino / DIALOGO DIGITAL / De Memorias de la contracultura / DIALOGO DIGITAL: A los jóvenes de Israel / Jorell Meléndez: “Maestro de profesión, anarquista por convicción” / Voces Libertarias: La historia relegada de anarquismo en Puerto Rico / Cerveza Artesanal de Puerto Rico

Las Hienas / Bestiario colonial



UNA  NOVELA CON TESIS Y MUCHA INTRIGA:  MARIO VALEMONDE DE CARLOS CLAUSSELL REYES

Por Carlos López Dzur

Carlos Claussell Reyes ha escrito su primera novela, con el título «Mario Valemonde». Novela reveladora de mucha madurez política, formación vital, militancia e interés cultural, pues, el autor ha sido un líder sindical, abogado y defensor de la lucha anticolonial y anti-imperialista, asunto que es imprescindible para que haya justicia y una cultura que garantice la personalidad del Estado como nación. 
Escribo esta notas para saludar a un compañero y amigo a quien admiro, festejo su obra y la continuidad con que ha desplegado sus batallas, a lo largo de más de 35 años. Soy privilegiado por leer el manuscrito antes de su impresión como libro.
En el 'valle del mundo' (vallée du monde = valemonde), en el horizonte donde su personaje de Mario ha crecido, sufrido y pervivido con esperanzas y desafiado en sus luchas), descubro un microcosmos simbólico donde el género de la novela se vuelve el vehículo más adecuado para revelar su contenido y problematizaciones. Ese 'valle del mundo' es objeto de las denuncias y percepción de transformaciones que, a través de crónicas periodísticas y una investigación que involucra todas las energías del alma, sin reservas, el personaje principal las conjunta. Mario no está solo en la tarea. Es uno de cuatro personajes en torno a los cuales comienza una historia totalizadora que implica una visión directa, con perspectiva sociológica, política y de inferencias concretas en la cotidianidad: la praxis del periodismo investigativo. 
    El escenario geográfico primario es Puerto Rico, isla caribeña bajo el dominio de un Imperio, cuyas ramificaciones son mundiales. No hay una mención de Puerto Rico; pero, a medida que se lee, el lector entiende que la Isla de la Fantasía, que aguarda su momento de transformarse en la Isla de la Verdad y el Decoro, no es otra que Borinquén. Los personajes que acompañan a éste, en su hazaña transformadora y conscientizante, son Ariel Bermúdez, «mano derecha» y «mejor amigo» de Valemonde, Sergio, el consejero y profesor universitario, cuya esposa Carmela, es hermana de Mario, José Arimatei, indígena mapuche, casado con mexicana y cuya familia fue víctima de asesinatos institucionalizados bajo el régimen de Pinochet. 
Ellos son los «cuatro quijotes» que fundan el diario La Denuncia.
Como una «novela totalizadora», el personaje que será el narrador o el eje de la historia, al decir de George Lukács en su Teoría de la novela, «...no se puede considerar como solitario, sus relaciones con los otros y las estructuras que nacen son, como él, ricas en sus sustancias más filosóficas. Para el hombre, la obligación moral es una pura cuestión pedagógica». Entonces, considerada la novela de Claussell, es filosófica, pedagógica y su acción es política, en cuanto opuesta a «la tendencia a esquivar más que a asumir a los conflictos y las luchas exteriores». 
Estos cuatro amigos periodistas encarnan y enfatizan una conducta que se sitúa en el mundo en aras de armonía, «trazar líneas netas y seguras, en función de recuperar un sistema de homogeneidad y de equilibrio». Por consiguiente, la novela se plantea la acción, no como un exceso de actividad, desplegado hacia el exterior, sino como una reflexión prudente e investigativa que deshaga «la tendencia a la pasividad, la tendencia a esquivar», como sucede en el idealismo abstracto, La estructura psíquica de esta novela no es el héroe trágico sino el hombre viviente de Homero, el hombre nuevo de Platón, que maneja un «conocimiento actuante, con su visión creadora de esencias» y que rompe el romanticismo de la desilusión, como visualizara Lukács.
En tanto es una novela de acción, tiene un estilo que recuerda la novela policíaca. Esta impresión se capta desde la situación inicial, donde se introduce el personaje principal, su vida en el hogar y la escuela. El caso es que en vez de un detective o policía tradicional el personaje es otro tipo de investigador. Periodista investigativo. Poco a poco, antes que se destaque por las pericias y haya descubrimientos de culpables, conocemos la turbiez y negatividad de su entorno. 
En el valle del perspectivismo, hay conflictos y conoce a un quinto sujeto / amigo truncado / que ocasiona en su vida muchos conflictos (es el ex-compañero de Colegio, Oscar Rivera Troncoso) y al sexto, personaje clave de la novela, Michael Quilinchini Toboso. Una vez comienza la labor que Mario, con sus amigos verdaderos, se imponen, la novela se vuelve un acelerado proceso en que lo oculto advendrá a la luz y los crímenes impunes en la sociedad que los rodean serán visibles.
A esta altura, en la definición de la novela totalizadora, incidiría otra cualidad. Es novela de tesis. La obra explora cómo el periodismo de investigación tiene un importante rol que desempeñar en la democratización de la sociedad, pero, al mismo tiempo, en una sociedad de crisis, mediatizada por el (neo) colonialismo y, por ende, insuficientemente democratizada, la existencia del periodismo de investigación es precaria y riesgosa. La investigación más ambiciosa y desafiante que hace el grupo editorial La Denuncia que fundara Mario concierne a un fenómeno de ocultamiento que relaciona a Oscar, alias Gabriel, El Látigo, con los crímenes de estado, aquel alumno malandro y expulsado del colegio que una vez conociera. 
En lo más amplio de la óptica que  brinda 'el valle del mundo', está el Gobierno Imperial con sus socios de la mafia y el Código de Valores Fundamentales de la Nueva Inquisición que criminaliza a pueblos y al ciudadano de la calle. El capitalismo contemploráneo ha sido exitoso en originar una cada vez mayor desigualdad económica, convirtiendo la democracia en una etiqueta para esconder la dictadura de unos pocos y la protesta en mera pataleta.
A través de recursos documentales y estilísticos, el autor Clausell Reyes concluye las tesis: 
   (1) con frases irónicas y ocurrentes se refiere a personajes, instituciones y lugares, da epítetos anecdóticos,  e.g., Ministra de Dios Mariquita Despojo, Iglesia de los Ultimos Segundos, Judas de la Educación Pública, el Imperio de Apolo, Teatro del Absurdo de la Colonia, Universidad de Venus, Aprendiz de Don Corleone, islita Inocencia (Puerto Rico), Mario 'Sherlock', Carmela 'Watson', Señor Azufre, etc. 
     (2) epistolarios (e.g., las cartas de Oscar Rivera desde el Army, o de sus amigos cuando se distancian y fundan otros periódicos paralelos a la misión investigativa de La Denuncia), archivos y cotejo de fotos, consultas de documentación pericial. 
   (3) citas de los articulos o reseñas publicados en La Denuncia; técnicas interrogativas de entrevista 
     (4) la alusividad a leit-motivs clásicos, pictóricos, literarios o bíblicos
     (5) «Arma secreta» (la intuición), siendo que Mario y Ariel tienen el «don de tener pensamientos integrados», así como José, que posee  dones de 'visionario' o chamán. Como Mario, siente el deseo de «denunciar el engaño de este sistema de mierdam que escoge a sus mejores jóvenes para pervertirlos y enajenarlos de sus verdaderos problemas» [CCR: «Mario  Valemonde», p. 52]
   (6) Hay episodios que Claussell narra, con lenguaje de connotación onírico-surreal, y que representan momentos de despersonalización paranoica o delirios pesadillescos de uno que otro de sus personajes. Al contar la detención de Michael por asesinato, el autor relata, «Michael era un personaje sacado de una novela de misterio» [CCR: p. 261]. Indica que; 
«La noche a anterior a la negociación, el asesino se vio soñando, fllanqueado por miles de monstruos desarrapados y malolientes, cada uno con cuchillos filosos igual que los utilizados por los chefs para cortar carnes. Luego, una caída al piso y cada cual fue enterrando con saña en su propio cuerpo el utensilio de cocina» [CCR: p. 200].
   (7) Además de la disciplina, por boca de Mario Valemonde, se enfatiza en la importancia que tiene para el éxito periodístico «la paciencia de la observación» y los «cuestionamientos sencillos, pero ingeniosos». [CCR:  ps. 220 y 248]

El resultado de las habilidosas investigaciones sirve para sustanciar las siguientes tesis y probar las hipótesis:

* Cómo el capitalismo corrompe, a partir de la niñez o primeros grados colegiales:  
«El dinero había corrompido a esos niños ingenuos que ahora en su juventud se vanagloriaban de lo que poseían. El automóvil último modelo, cadenas oscilando en su cuello, recortes al ras y miradas desconfiadas hacia el recién llegado fueron la clave para despertar del letargo de años de ignorancia» [CCR: p. 51]
* La clave del periodismo y el capitalismo: 
«Los periódicos, que viven de los anunciantes, jamás cuestionarán con un  buen análisis en sus editoriales y en sus noticias la realidad cruda del consumismo porque ellos dependen, viven y disfrutan de tal consumismo. Nunca cuestionarán los males del capitalismo y la mal llamada democracia,porque se les caerá su imperio, Muy por el contrario, resaltarán los valores de quienes nos impulsan a comprar, comprar y comprar: ahi está la clave del periodismo. El editor, figura tenebrosa de ese medio informativo, tendrá a su cargo la incisión de esa parte que le perjudica su entorno económico y jamás dejara que un periodista sagaz o analítico cuestione o critique la mano que le da de comer a él y a la empresa. Ahi está la esencia de la mal llamada libefrgad de prensa, la cual ni es  ni libre ni ética ni nada. Es un recurso más para mantener al pueblo en la ignorancia. La lucha sera cuesta arriba, me dije, pero si el Quijote combatió a los gigantes, ¿por qué no yo?» [CCR: p. 52] 
«Los periódicos comerciales, con tal de ganar adeptos en ambos lados con propósitos economicistas, daban la razón en sus editoriales, en ocasiones a unos, y en otros casos, a los otros, según el que realizara la conferencia de prensa. Claro, si se dependía de la venta del periódico para el único fin de obtener ganancias, lo razonable y lógico para esos mercaderes era que a su mayor venta, mejores beneficios. La mentira, la desinformación, las degfsnsas de los intereses económicos son los mejores atributos para ganar adeptos comerciales que garanticen el  bienestar económico de la empresa periodística y de quien la regeentea» [CCR: p. 60].
    No por otra razón la profesora Quesada decía que entre los principales obstáculos para el desarrollo del periodismo de investigación, y está el factor económico. «La inmensa mayoría de los periódicos del mundo carecen de una independencia económica real que les permita librarse de todas las ataduras y compromisos» y «determinados grupos económicos o determinadas áreas de la sociedad (incluidas las empresas públicas que distribuyen publicidad oficial) quedan fuera de la mirada inquisitiva del periodismo de investigación. O sufren la ya rampante exclusión si son suficientemente críticos (Quesada, 1986, p. 90).

* En torno a la crítica a la formación en la carrera de Comunicación Pública, dice el personaje de Mario:
«... me percaté de la ausencia de formación histórica, politica y social de la  que adolecían. En el aula existía una carencia de pensamiento crítico, de sensibilidad, lo que contrastaba con la necesidad de crear periodistas eficientes con un alto grado de responsabilidad con el pueblo pobre y desinformado. Más parecian una extensión de llos dueños de los periódicos que con sus actitues frustraban las aspiraciones de una prensa libre y justa, Aprenndí que mis condiscípulos habían sido tragados por el capitalismo como les pasó a mis progenitores y al Jonás tragado por la ballena, con la diferencia de que los primeros no habían tenido la suerte del segundo y prolongaban indefinidamente su permanencia en las entrañas del animal. Eran una especie de clones deshumanizados que repetian como zombis lo aprendido de su creador. No se planteaban que un trabajo no es un abandono de la dignidad y el decoro» [P. 40].
* Otra tesis que se plantea desde La Denuncia es cómo manipula el Imperio las decisiones de sus subordinados con el  viso de la voluntariedad: 
«La pérdida de la vida de voluntarios es una opción masoquista cuando la guerra no guarda relación con la comunidad y sólo nos empujan a ella por consideraciones económicas. La vida no tiene precio y la sangre derramada por nuestros soldados repfresenta crímenes de guerra, en la que el invasor queda impune. En cierta medida, el sistema colonial, el cual resulta ser la mas grande violación de derechos humanos existente, es pafra nuestra patria un Teatro de Guerra, transportado a otras tierras. Estamos ante un cuadro del tfraslado portátil de la guerra, que comienza en la colonia con la intervención extranjera y termina en el país intervenido» [CCR: p. 96].
Otro detalle que muestra la proximidad de la novela de Claussell a la novela policíaca clásica es que la vida de los protagonistas peligra en la medida que están por dar con los culpables o autores materiales e intelectuales en la materia. 

   La solución del caso de El Látigo y otros esclarecimientos, (que son verdaderas aventuras detectivescas), llenan de prestigio a los cuatro quijotes, pero también asoman riesgos de muerte y constantes amenazas. No es trivial decir que la profesión del periodista es una de las que ocasiona mayores pérdidas de vidas por asesinato. Capturar capos del bajo mundo es tan peligroso como hacerlo entre la clase política y empresarial encumbrada. 

   En México únicamente se han registrado 74 asesinatos en los últimos 13 años y 17 desapariciones; «los asesinatos de periodistas y presidentes municipales se incrementan cuando las organizaciones criminales se confrontan unas a otras; hay una fuerte correlación entre la presencia de organizaciones criminales, y el homicidio de este tipo de víctimas» [Viridiana Rios, Tendencias y explicaciones al asesinato de periodistas y alcaldes en México: El crimen organizado y la violencia de alto perfil, Harvard University, 2012]

La lectura posible en esta novela tiene una óptica de mayor amplitud para explicar la violencia de alto perfil. Aquí es el imperialismo y su influencia mafiosa la que ha apoyado con mano de hierro las feroces dictaduras antipopulares y utiliza recursos homicidas para desestabilizar países, para destruir su cultura y sociedad, la personalidad del Estado-nación, aprisionar a  mujeres, negar todo cambio progresista e instaurar una dictadura religiosa o nuevos fundamentalismos. 

    El personaje de El Látigo, en Puerto Rico, asume el rostro de un «Gobernador impostor, corrupto y asesino» que se oculta bajo muchos nombres: Oscar Rivera Troncoso, el político Gabriel Carruchini, y su propio hermano Michael. El robo de identidad, la impostura, aquí es un delito de fraude y traición a toda condición humana  normal y destapa la caja de Pandora. Después de todo, no es el Poder Invencible. Es sólo un golem. 

  Cómo Claussell trata la intríngulis conspirativa y las sucesivas personalidades de este personaje es la destreza ponderable y lúcida que cuaja como metáfora de El Látigo. Es un construcción síquica y político-social fascinangte.    «El Látigo», narra el hablante omnisciente por boca de Mario, es «un sorprendente experimento construído por el Imperio» y, como tal, puede asentarse en la Isla del Encanto, como en cualquier país aliado del Imperio de Apolo. Es el funcionario fascista que funge su honorabilidad desde la democracia y las relaciones publicitarias de una estructura de simpatías e imágenes, poses y apariencialismos.
El último detalle de esta tesis revelada en La Denuncia, es cómo se entrena, se selecciona, se instala este impostor o demócrata fraudulento y el mismo Imperio mismo lo quita y reemplaza. Un funcionario como el Látigo, aún cuando el sistema fue quien le abre las puertas, es prescindible. La descripción novelesca explicita cómo para su idoneidad se cambian no sólo el apellido, sino la fisonomía a  através de cirujanos plásticos, Pafra que fuese clon de Gabriel Carruchini, Oscar, el jovenzuelo «abusador y pendenciero», lo asume, aunque su genética es de «asesino evidente desde niño», o es la imagen de «Demian, el anticristo» [CCR: p. 280], Sju inteligencia y cultura es superior. Mario lo conoció como co-alumno suyo en el colegio. Y supo de cómo, al quedar expulso de la escuela por 'vender resultados de exámenes', después se reclutó como soldado, «en las áreas de conflicto, en las cuales debía salir airoso».
La (anti) moral demandada a este personaje, «el fabricado» incluyó «no permitir al candidato flaquear ante las adversidades. Debía ser leal aún cuando sus actuaciones contra los subalternos no fueran del mejor agrado del fabricado y constituyeran violaciones a la moral y de los derechos civiles de los intervenidos» [CCR: p. 282],

«No podía tener lástima por el prójimo y tenía que cumplir órdenes aunque eso representara matar a inocentes cuando se lo solicitaban, situación que se dio en innumerables ocasiones... El uso de la tortura o hasta llegar al asesinato. Debía mantener silencio y discreción ante las denuncias de atropello de otros y estaba obligado a denunciar a quienes protestara, tornándose al fin y al cabo en un ser servil. Esa prueba de fuego fue lo que convenció al gobierno de que el candidato seria ideal a la causa para la cual habia sido elegjdo» [p. 283].

Pero quien pone, quigta. Oscar es traicionado por una confesión indiscreta del demencial Michael y por el abandono o retiro protectivo que le daba Karla Channel, espía francesa en servicio del Imperio o la Mafia del Imperio. Habían impuesto esta mujer a Oscar como parte de un acuerdo. Mas Oscar dejó de servir. 
    La democracia hipócrita permite ciertos grados de libertad de prensa, pero, al igual que los grados de transparencia oficial, varía la profundidad y la facilidad o dificultad para realizar periodismo de investigación. Darío Klein ha escrito en sus ensayos El papel del periodismo de investigación en la sociedad democrática lo que en esta novela, tan colorida, dramática y conmovedoramente, Claussel expone. Si bien desde los '7O, hay legislación favorable a la transparencia pública en los puntos de mayor poder del Imperio y la documentación o estadística custodiada o elaborada por la administración se enriquece con un llamado Freedom of Information Act (FOIA), que garantiza específicamente a los periodistas acceso a todos los documentos del Estado que no estén clasificados como secretos, la posibilidad de solicitar acceso a lo secreto es acercarse a la boca del lobo y la transparencia pública que ofrece el sistema democrático es cuestionable y poco común.
Darío Klein y Ted Smith en un artículo crítico sobre el papel de la prensa, titulado La mordedura del perro guardián (1991), concluyó que «la prensa es la única institución norteamericana que no se somete jamás al pleno rigor autocrítico del periodismo de investigación». Claussell con su novela, especialmente, en los capítulos finales, vaticina la llegada de ese momento en que Puerto Rico ofrezca «los primeros periodistas de la colonia del Imperio Apolo» que puedan ser «acusados de ese delito / cargos de sedición / por decir la verdad». Y ese tiemplo está llegando... O llegó, con los cuatro quijotes de La Denuncia.

Thursday, December 5, 2013

TETH A LA VENTA / CELEBRE LA PROFECIA DE LAS ANTILLAS

ENTREVISTA CON CARLOS LOPEZ DZUR / COMPRAR TETH MI SERPIENTE / LAS JUDERIAS / NOVEL BY CARLOS LOPEZ DZUR / CONVOCATORIA AL ESTUDIO DE LA HISTORIA MUNICIPAL DEL PEPINO / Carlos López Dzur: Méiker del Mapoe y el Tocuen / Seth, el hombre bestia de Carlos Lopez Dzur / Las Juderías / Comprar en Amazon / BITACORA DE TECNOLOGIA Y ECOLOGISMO / ENERGIA 20`14 / Carlos López Dzur: Méiker del Mapoe y el Tocuen / UNIRSE PARA NO OBEDECER / QUEDAR LIBRE COMO ANTES / DESCONFIANZA AL LEVIATAN / Publican el ladrón bajo el abrigo / LA POESIA COMO BOTIN / EL LADRON BAJO EL ABRIGO / Las Juderías / Comprar en Amazon / BITACORA DE TECNOLOGIA Y ECOLOGISMO / ENERGIA 20`14 / Carlos López Dzur: Méiker del Mapoe y el Tocuen / UNIRSE PARA NO OBEDECER / QUEDAR LIBRE COMO ANTES / DESCONFIANZA AL LEVIATAN / Publican el ladrón bajo el abrigo / LA POESIA COMO BOTIN / EL LADRON BAJO EL ABRIGO 




Este es un libro de arquetipos, probablemente, surgidos miles de años antes del mito genésico yavista. Las parábolas aquí se relacionan a la Matriz de la Psique colectiva, se actualizan y se ofrece una síntesis protohistórica que va de la mención de la Antigua Tarsis (Tartessos), aludida por Isaías, Jeremías, Ezequiel y Abdias, el griego Pausanias, a las confesiones abrahámicas. 

De este modo, Carlos López Dzur nos remonta al contacto de los judíos con la Península Ibérica desde tiempos de Salomón. López Dzur aprovecha la trinidad formada por Serpiente-Manzana-Paraíso. Las Tres Doncellas de Occidente son las que marcan nuevos Senderos y, para el poeta, el rumbo es el Caribe, con sus Tres Antillas Mayores y el Nuevo Hombre que nacerá allí, desafiando rivales y gorgonas en vecindarios desleales. Teth es la serpiente (novena letra del alfabeto judío). También es la Novia Cósmica, la Gema venusina o Graal; compañera que prohíja el Niño Divino / el Krestos de luz / luciferino), quien a su vez busca la radiancia del Cristal, la paz, las palomas del futuro y, así como la Novia anhela, su buen compañero para lo femenino. 

El hallazgo es el conocimiento de la esencia serpentina: Teth, una nueva educación para los niños del Libro / la Torá. En le lectura poética de estos arquetipos ancestrales: Tartessos es la Tierra Prometida, el jardín de las Hespérides y las esperanzas.


Tuesday, December 3, 2013

CUENTOS SEDICIOSOS Y BOLIVARIANOS

TripleClicks BITACORA DE ECOLOGIA Y ENERGIA / LA POESIA COMO BOTIN / Carlos López Dzur: Méiker del Mapoe y el Tocuen / Seth, el hombre bestia de Carlos Lopez Dzur / Las Juderías / Comprar en Amazon / BITACORA DE TECNOLOGIA Y ECOLOGISMO / ENERGIA 20`14 / Carlos López Dzur: Méiker del Mapoe y el Tocuen / UNIRSE PARA NO OBEDECER / QUEDAR LIBRE COMO ANTES / DESCONFIANZA AL LEVIATAN / Publican el ladrón bajo el abrigo / LA POESIA COMO BOTIN / EL LADRON BAJO EL ABRIGO / TETH, MI SERPIENTE / 10 COSAS QUE DEBES SABER SOBRE EL ESPAÑOL EN EL EE.UU. DEL SIGLO XXI: / Las juderías / BERKELEY Y YO / Carlos López Dzur presentó en su pueblo su obra Épica de San Sebastián del Pepino / EL RUMBO DE MI LITERATURA / En torno a la Epica de San Sebastián del Pepino / DIALOGO DIGITAL / De Memorias de la contracultura / DIALOGO DIGITAL: A los jóvenes de Israel / Jorell Meléndez: “Maestro de profesión, anarquista por convicción” / Voces Libertarias: La historia relegada de anarquismo en Puerto Rico / Cerveza Artesanal de Puerto Rico

Cuentos sediciosos y bolivarianos 


Los Cuentos sediciosos y bolivarianos que Carlos López Dzur nos presenta tratan sobre los derechos a la resistencia frente a la tiranía, así como a la justificación del ejercicio de la rebelión, la desobediencia civil y el uso de la fuerza frente a la violencia institucional ilegitimizada por su injusticia y la explotación. La defensa filosófica del derecho natural a la resistencia antecede a la Revolución Gloriosa inglesa y la mera noción de reemplazo y derrocamiento que el 1688 allana el camino para la Revolución Francesa y dos guías teóricas fundamentales: laDeclaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789 durante la revolución francesa, y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1793).

En este marco López Dzur anecdotiza con los episodios de cuentos tales como «La carta de Dominga», «¡Ay, tras viejo, chocho, paíto: Eulalia Prat», «Las ideas de Papá y lo que pasa en Cuba» y «El fiero desenlace o para destronar a un falso rey»; pero, antes del surgimiento del liberalismo presentó a la serie de personajes que definen el rechazo a la autoridad; en su gradualizada intensidad, incluída la sedición, como grado menor de rebelión. La distinción está implícita en cuentos como«Donde los dioses mueren», «Te diré quien soy» y otros con tema indígena. 

 Al autor le interesa la defensa de la resistencia a tenor con el análisis orientador de los auténticos dirigentes y estrategas; de ahí que no falten cuentos relacionados a Simón Bolívar, el Dr. Ramón E. Betances, el Dr. Pedro Albizu Campos, el mismo Ché Guevara y el educador libertario Francec Ferrer i Guardia. Los enemigos del proceso revolucionario son descritos en sus circunstancias y acciones tergiversadoras y enervantes. El desgaste moral en boca del hablante de «Teoría de los hombres cansados», el servilismo del hablante de «Análisis de mundo»,el nihilismo de los «Testimonios sobre insectos y gusanos», «Para cumplir con la ley» y la tentación por la codicia, el capital [«El Tercer Jesús»] y el hedonismo y las frivolidades [«Los tónicos endiablantes»]. 

 ____

Carlos López Dzur, poeta y narrador, se describe como «hostosiano, martiano y bolivariano», esencias humanamente encarnadas de la épica mayor de los antillanos y latinoamericanos. Se educó en la Universidad de Puerto Rico e hizo sus estudios graduados y doctorales en San Diego State University y la Universidad de California (Irvine).

Betances, el Washington y Lincoln de Puerto Rico


Betances, el Washington y Lincoln de Puerto Rico

   
Betances, de Rafael Tufiño, marzo de 1978.

                Por
 Paul Estrade*/Especial en CLARIDAD

Han corrido cuarenta años desde que, en Lille, en un coloquio universitario, leía mi primer trabajo sobre Betances. Se trataba de un comentario a los Viajes de Escaldado en los que, criticando la intolerancia imperante bajo todos los regímenes, el volteriano caborrojeño denunciaba el «componte» sufrido en 1887 por los liberales puertorriqueños por parte de los ultras del colonialismo español. No creo que en mi país, antes de aquel encuentro, Betances haya sido objeto de un estudio específico en un recinto académico.

Hace veinte años, en Santurce, en un salón de la Alianza francesa, leía una conferencia sobre « Betances en su segunda patria ». Ignoro si antes alguien había evocado en esa sede acogedora la figura de Betances. No me extrañaría que no, dado el grado de desconocimiento de que padece en Francia el « desterrado de París». Dicho sea de paso, no existen en la capital francesa, calle, biografía, antología que le hayan sido dedicadas, con la salvedad de la tarja conmemorativa colocada en 1998 en la fachada del 6 bis calle de Châteaudun, fruto de la cooperación universitaria franco-puertorriqueña, que lo proclamó « amigo sincero de Francia».

Valga esta experiencia personal para ayudarnos a medir el camino recorrido desde 1973 y 1993. Aunque demasiado cortos en mi opinión, los adelantos son significativos. Se patentizan en esta misma tribuna.

Hoy, en este emblemático teatro, se han juntado para celebrar en acto solemne al « amigo sincero de Francia », las autoridades civiles y académicas capitalinas, los heraldos y amigos de la cultura francesa, amén del nutrido público cuya presencia realza el alcance del evento. Déjenme que les confiese la satisfacción y la emoción que siento en esta excepcional coyuntura.

En 1973 no existía, de hecho, para descubrir la obra de Betances y meditarla, sino el libro pionero de Bonafoux de 1901, afortunadamente reeditado por el Instituto de Cultura Puertorriqueña. En 1993, como resultado de los trabajos aislados de renovación del corpus betanciano, existían una biografía del Antillano – la de Ada Suárez Díaz –, dos antologías publicadas en La Habana por Emilio Godínez Sosa, y alguno que otro texto suelto, rescatado por ellos, por Félix Ojeda Reyes o por su servidor.

Hoy podemos profundizar nuestro conocimiento porque disponemos de mucho más material, en parte inédito. La monumental biografía del Desterrado de París, nuevas semblanzas, diversos estudios críticos, y sobretodo los cinco primeros volúmenes de sus Obras Completas, ofrecen un panorama distinto. Esos volúmenes, al abarcar al médico, al hombre íntimo, al literato, al patriota y al político, proporcionan una idea más diversificada, más completa y más justa de su producción.

 Además la obra escrita de aquel autor polifacético, rescatada, restaurada, estructurada y directamente asequible, viene envuelta en una obra de arte. A la devoción y al esmero de José Carvajal debemos esa oportunidad. Confiamos en que, en un futuro no lejano, las Ediciones Puerto puedan concluir la valiosa e impostergable tarea emprendida. Su éxito conferirá a Betances, definitivamente, el status de referencia obligada, el rango de autor clásico, como suele y debe ser tratándose de un Padre de la Patria.

Por cierto, en 1973 e incluso en 1993, el mensaje del Doctor Betances parecía arrebatado y monopolizado por el Independentismo militante. No se lo vamos a reprochar. Por dos razones incontrovertibles.

La primera, porque Betances fue durante cincuenta años, de 1848 a 1898, un partidario convencido y un actor perseverante de la independencia absoluta de su Isla. Recuerden lo que aún escribía a Lola Rodríguez de Tió el 30 de junio de 1898: « ¡Infortunada Borinquen! Yo juro de seguir trabajando tenazmente por tu independencia absoluta »1.

La segunda, porque, ¿qué sería hoy del legado de Betances sin Pedro Albizu Campos, Rafael Cancel Miranda, Juan Antonio Corretjer, José Ferrer Canales, Loida Figueroa Mercado, Manuel Maldonado Denis, Juan Mari Brás, Francisco Matos Paoli, Andrés Ramos Mattei, Ada Suárez Díaz y otros poetas, historiadores y políticos independentistas que no lo abandonaron en la segunda mitad del siglo XX ?2 ¿Qué sería hoy de Betances sin ellos? Han contribuido a que sobreviva, cuando la hostilidad y la indiferencia estaban sepultándolo.

Pero, por esas mismas circunstancias, la imagen que se tenía de Betances, aunque no era falsa en sí, venía falseada por la distorsión. Si Betances es ante todo un político, no es sólo un político. Los tres primeros volúmenes de sus Obras Completas lo han mostrado. Los volúmenes IV y V, y los próximos nueve volúmenes, aunque atañan al hombre político, comprueban ya y comprobarán mañana que al político le acompañan del brazo el escritor elegante e irónico, el pensador racional y sensible, el humanista inquieto y compasivo que se ganara, en Mayagüez, el honroso título de « médico de los pobres y los negros».

La Patria no es privativa de un grupo. El Padre de la Patria es de todos, es decir, es lógico de lo sea. Nunca debiera haber dejado de serlo. Sería natural que lo fuese. ¡Ojalá empiece a serlo de verdad en adelante! ¡Ojalá cristalice, a partir de la fusión del Tapia, un Betances íntegro que sea reivindicado por el pueblo puertorriqueño en su integralidad, como lo son el idioma y la bandera nacional! ¡Ojalá registre la posteridad que, en la recepción cabal y la aceptación plena de Betances por la nación, hubo un antes y un después del Tapia!

Para convencerse de que el pensamiento del doctor Ramón Emeterio Betances es y ha de ser de todos los « borincanos » o « borinqueños » – como él solía decir – y de todos los hombres del planeta – podemos añadir nosotros -, nada más elocuente que el texto fidedigno de las proclamas, discursos y estudios que conforman el volumen IV de sus Obras Completas recién editadas.

En su Introducción a ese volumen capital, el historiador José Manuel García Leduc señala atinadamente que « la naturaleza política de estos escritos en manera alguna agota la riqueza temática de su contenido que trasciende lo estrictamente político ». Y concluye su comentario por estas líneas: « Betances ennobleció nuestra historia con su incuestionable genio y con sus múltiples ejecutorias preñadas del más profundo y sincero amor por la Humanidad y por la Patria, y por su incuestionable compromiso con la Libertad y la Justicia» 3.

¿Quién es incapaz de entender que la esencia de la libertad a la que se aspiraba, brota viva y pujante, en los concisos y trascendentes «Diez mandamientos de los Hombres libres», fulminados a finales de 1867 desde el peñón de San Tomás por el inspirado desterrado? 4 Allí están, expuestos sin cortapisas, contundentes, las libertades y los derechos individuales y colectivos que le negaba al hombre el coloniaje de la época, y que le sigue negando en algunas partes la dominación extranjera o la opresión doméstica. Sueño con que algún día se reproduzca a gran escala y gratis, con la anuencia de Pepe Carvajal, la página 64 del volumen IV de las Obras Completas de Betances. Entonces los «Diez mandamientos de los Hombres libres» se comentarán en las escuelas de su Borinquen, como lo son en los EEUU la Declaración de Independencia y en Francia la Declaración de los Derechos del Hombre.

Al encabezar la lista de dichos mandamientos por la abolición inmediata y sin condiciones de la esclavitud, Betances arremete, como nadie antes de él, contra la espina dorsal del sistema económico impuesto por la metrópoli colonial. Rompe asimismo con los rodeos del reformismo suplicante.

Al exigir conjuntamente libertad para la nación y libertad para los siervos –porque tal era el programa de la Revolución de Lares-, Betances se ha convertido para siempre en el Washington y en el Lincoln de Puerto Rico.

Aquel líder valiente y generoso es de todos, porque a nadie rechaza. Al levantarse por la liberación de los esclavos, lo anima no el cálculo o la táctica, sino un espíritu de alta conciencia humana. No procede de Martin Luther King la frase que viene a continuación, sino de la proclama del 1° de enero de 1870 lanzada desde el exilio por Betances: « Si el amor a la libertad […] no tiene ya en nuestra Borinquen amada, otro refugio que el corazón del más infortunado de todos, el del Africano, esclavo de los esclavos, sacudamos el yugo de la deshonra que nos dobla, y sepamos combatir por conquistar siquiera nuestro honor y nuestra dignidad »5.

¿Quién en Puerto Rico, antes del autor de aquellas líneas, se había puesto del lado de los esclavos africanos con tanta pureza, con tanta fraternidad, con tanta determinación, con tanto prometeísmo, llamándolos « nuestros hermanos »?
Al pedir justicia para ellos y para los jornaleros privados de libertad, al colocar en el estandarte de la Revolución de Lares el tríptico « Patria, Justicia, Libertad », Betances contribuyó sin duda alguna a que se crearan, para las capas sociales más pobres y menospreciadas, las bases de su futura integración dentro de una nación abierta y libre. Hoy, leyéndolo con calma, y situándolo en el transcurrir del tiempo, será difícil verlo como si fuese el sectario díscolo y disolvente pintado por la propaganda integrista. Sus planteamientos radicales tendían a la cohesión del cuerpo social consustancial a la nación, de ningún modo a la fractura del mismo.

Al lado de la sagacidad del fundador, se han de celebrar la honradez y la pulcritud del hombre, la fe y el desprendimiento del apóstol, el espíritu de sacrificio del patriota consecuente. Semejantes características, tamañas cualidades, que pocas veces se dan en la misma persona, sobresalen año tras año, carta tras carta, en el denso volumen V de sus Obras Completas, donde está reunida su correspondencia de más de treinta años relativa a Puerto Rico. Deberíamos decir « parte » de su correspondencia por ser copiosa la cantidad de sus cartas perdidas para siempre. Las 172 cartas aquí salvadas bastan sin embargo para que aquilatemos al epistológrafo. Las redactó de prisa, con frecuencia, por las obligaciones del oficio y el trajín de la vida revolucionaria. Pero, en ellas, asoma diáfano y de cuerpo entero. Con razón el historiador Gervasio García escribe en su excelente prólogo al volumen:
« Si es posible resumir en pocas palabras su perfil humano, quizás el juicio que Betances trazó de Baldorioty le viene bien: … un hombre de corazón, bondadoso, amante de su país, a quién sirvió toda la vida con desinterés y al cual contribuyó a dar las pocas libertades de que gozó» 6.

Del epistolario destacan dos secuencias claves. Coinciden con los momentos claves de la historia nacional en el siglo XIX. Siendo Betances el mayor protagonista de la fase inicial del movimiento emancipador de 1868, y, desde el destierro, treinta años después, un actor esencial y un observador clarividente del proceso en su fase terminal, sus cartas aclaran las circunstancias y los alcances de las dos confrontaciones. Son documentos de la historia, de consulta imprescindible para quien desee volver a los orígenes de una esperanza de prometedora potencia identitaria.

Esa correspondencia evidencia el papel primordial de Betances en la concepción y preparación del Grito de Lares, al que, luego, reivindicó y defendió como nadie en su tiempo. Sus cartas de 1892-94 a los « jóvenes », a Sotero Figueroa en particular, insisten en el carácter amplio y fundador del movimiento. Ése ha sido, le reitera, «el único acto de dignidad que [el pueblo puertorriqueño] haya cumplido en cuatro siglos de la más abyecta servidumbre, al levantarse inscribiendo en su bandera la abolición de la esclavitud y la independencia de la isla»7.

Es ésa une idea central. En cualquier país de América, desde el de Washington hasta el de Bolívar, desde el de Toussaint hasta el de Céspedes, el primer acto decisivo de rebeldía anticolonial es visto, simbólicamente, como la proclamación a la faz del mundo de la nación naciente. Ruptura frontal, impavidez individual, unión patriótica y proyección universalista se conjugan en esos alzamientos, triunfen o no en el momento. Puerto Rico será un caso pero no puede ser una excepción. ¿Será incongruente pensar que el 23 de septiembre, asociado con el nombre de Betances, puede vibrar como vibran en otras tierras el 4 de Julio, el 25 de mayo o el 14 de julio?

La intervención del anciano en la contienda del 98 es obviamente menos visible. Desde 1895 el campo donde el Agente de José Martí despliega sus dotes de líder antillano, abnegado y lúcido, es el de Cuba, no la manigua insurrecta adonde iría si tuviera fuerzas sino el frente diplomático de París que se le ha confiado. Ese factor, junto a la lejanía y duración del exilio, a la edad y la enfermedad, y también a la misma evolución de la opinión puertorriqueña, lo marginalizan de hecho al producirse la guerra fatal.

« Yo sé que soy el vencido », había escrito a un paisano en 1892. A pesar de ello, en junio-julio de 1898, no reacciona desesperadamente, no echa la culpa a nadie. Aconseja a Julio J. Henna que actúe con sutileza y dignidad para conseguir la libertad y preservar el futuro. Le manda no menos de 66 cartas, hoy reagrupadas después de su lastimosa dispersión. Constituyen las mismas un capítulo precioso para entender la postura recta de Betances. Aclaran el fondo del debate existencial que ha marcado la nación puertorriqueña en sus albores.

Aquel hombre herido y exhausto, en pie de lucha hasta el límite, indómito y flexible a la vez, que sufrió callado las angustias de la invasión y el cambio de soberanía, aquel hombre sacrificado es de todos, porque todo lo sintió como puertorriqueño. Recordemos sus últimas palabras a Henna, llanas y en extremo modestas: «A pesar de las declaraciones del gobierno americano, creo de nuestra dignidad seguir reclamando el derecho de constituir nuestro gobierno y deseo que el pueblo puertorriqueño le deba a usted este gran beneficio. Si no lo conseguimos habremos cumplido el deber de buenos ciudadanos». No aspiraba a más. En esto estriba el valor de los grandes. Sirven sin pedir aplausos. Y sin embargo ¡plaudite, cives!

Aunque la situación en su isla irredenta lo ponía nervioso, El Antillano seguía sereno y amable en tanto que portavoz de todas las Antillas en París. Desde que empezara a redactar cada mes un « Correo de las Antillas », la sociedad ilustrada gala y hasta el gobierno le identificaron y respetaron como tal. En los años 80 y principios del 90, su participación relevante en los quehaceres de la Sociedad Latino-Americana / Biblioteca Bolívar, y luego en las actividades de la Unión Latina-Franco-Americana, le permitió trabajar abiertamente por el estrechamiento de los vínculos entre las repúblicas latinoamericanas y la República Francesa.

Hojeemos de nuevo el volumen IV de sus Obras Completas. Diez de los discursos recogidos fueron pronunciados por él en su calidad de representante diplomático de la República Dominicana o de representante oficioso de la parte latina de este continente. Pronunciados en francés, publicados en La Revue Diplomatique, olvidados, desconocidos, tanto allá como acá, los tenemos por fin, traducidos. Llaman la atención los sentimientos de deferencia y amor que el orador manifiesta respecto a Francia, su historia, sus letras, sus artes, sus principios, sus instituciones y sus gobernantes.

Alguna que otra vez, su compromiso con la revolución cubana, al suscitar el furor de la embajada de España, le puso en peligro de verse expulsado de Francia. Pero no es esa eventualidad la que le impulsaba a mostrarse sumamente cortés. Lo era por naturaleza, y quería a Francia de veras, entrañablemente.

La quería por ser la tierra donde se educó, se formó y se refugió, acogido con benevolencia. Pero no la quería sólo por motivos estrictamente personales. La quería por su papel en la historia universal, en la emancipación del pensamiento libre, en la marcha libertadora del hombre.

Son numerosas las citas que se podrían leer en alta voz para ilustrar su apego a la Francia republicana y democrática. Contentémonos con dos de ellas, de corte antológico. Sonarán a propósito en esta noche franco-puertorriqueña. Ésta, por ejemplo, de 1883:

«Sostengo que debemos amar para siempre a Francia, donde nos encontramos tan a gusto como en casa; la Francia generosa y afable con cuyos hijos tan rápidamente nos identificamos; la Francia que, después de todo, debe servirnos de guía, ya que es la Francia de los Lafayette, libertadores de pueblos, de los Schoelcher, libertadores de razas, y de los Danton, libertadores de hombres»8.

Y esta otra, de 1890: « [Brindo] por Francia…en su nombre, a todos, amigos míos, en nombre de todos los hombres de progreso, en nombre de todos los civilizadores del mundo – ya que obsesionado por un sentimiento filial insuperable, no entiendo la civilización sin Francia – pues sí ¡Por la Francia de la libertad ! Y más alto todavía, por la Francia de la dignidad; ¡quien dice derechos del hombre, dice dignidad humana!»9.

Desgraciadamente, no ha sido siempre así. ¡Ojalá las elogiosas sentencias betancianas vuelvan a recobrar su plena validez! ¡Ojalá la realidad cuotidiana, vivida en la pobreza de los barrios y en la discriminación de las minorías, no las desmienta para vergüenza nuestra !

La Francia amiga a la que ponderaba «le docteur Bétancès» no es una Francia cerrada, excluyente, mermada, sumisa, aventurera, sino la heredera de la Revolución gloriosa que la hizo amanecer República el 22 de septiembre de 1792, « la revolución madre – según Betances-, el bloque del 89 al 93»10.

Por eso, señoras y señores, agradeciéndoles la atención, les pido el permiso de despedirme de ustedes con la expresión cordial de los revolucionarios de ayer, mis compatriotas : «Salut et fraternité!», y con la flamante consigna de Betances al calce de muchas de sus cartas patrióticas: «Un abrazo y ¡adelante!»11.

Notas

1. REB, OC, V, 519.
2. Los cito por orden alfabético, sin intención jerarquizante y con conciencia de que omito a otros muchos.
3. José Manuel García Leduc, Introducción a REB, OC, IV, pág. 21 y 43 respectivamente.
4. REB, OC, IV, 64.
5. REB, OC, IV, 98.
6. Gervasio Luis García, « Sentir la Revolución », Introducción a REB, OC, V, 36.
7. REB, OC, V, 270.
8. REB, OC, IV, 122.
9. REB, OC, IV, 143.
10. Discurso del 24 de febrero de 1896. REB, OC, IV, 163.
11. Véase, por ejemplo, cómo acaban sus cartas a J. J. Henna : REB, OC, V, 404-412-425-501-504.
* Discurso pronunciado en el Teatro Tapia, San Juan, el 30 de octubre de 2013, con motivo de la actividad “Un Amigo Sincero de Francia” en la que se presentaron los primeros cinco v.

______