A LA MADRE TERESA

A LA MADRE TERESA

«Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal...
El amor, para que sea auténtico, debe costarnos»: 
Madre Teresa de Calcuta (1910-1997) 


Tienes la virtud del cántaro que dio en la piedra,
Madre Teresa, y la piedra dio en el cántaro, 
y mal ha sido la piedra como escollo
y mal ha sido el tránsito de tu virtud 
y caminar entre abrojos
con el cántaro roto
y pidiendo que duela...

No hacia una mayor humanización
caminas si llevas ese dolor contigo.
Mal consejera es la Rosa de tu alma
que siempre muestra la sangre de la espina,
el cristo roto de los crucifijos.

No es que haya que mentir al pueblo
[muere mucha gente santa, mueren
generosamente y son revolucionarios,
liberadores y mártires; jamás pidieron
que se ande de rodillas]. De hechos,
quienes se han comovido con tu ejemplo
sólo lamentan que, al final se rompa
tu cántaro y que duela... se pierde
hasta el vaso piadoso de tu gesto
y el altruísmo del asistencialismo.

Es que te incomunicas con los pordioseros,
enfermos, gaderenos, endemoniados
por las explotaciones. No los conduces
a la reflexión necesaria sobre sí mismos,
su tiempo, tareas que han de ser
sus responsabilidades, y rol y cántaro
cocido en solidez y necesariedad
de lo auténtico: una nueva cultura
en la época de transición para que vivan
libres, autogestionadores,
y desengañados, sin miedo, alegres
de la fuerza que da la educación valiente,
liberante. Sin dogmas ni rodillas sangrantes.

Mal consejera la Caridad que siempre
pide al rico, pero no pone en pie a ninguno.
Hipócrita el que tiene por arte lucrar
con el voto de los pobres, y creer su propia
imagen de filantropía.
Mal señal para el cántaro.
Rústico cántaro el tuyo: Teresita,
cocido en la fragua de lo místico
por tu conciencia fanática, sufridora,
pasiva humildad, mas llena de artilugios
con los poderosos.

Tienes virtud de cántaro, Madre,
y tu bondad se estrelló contra una piedra
de algún modo, manso y torcedor
y no acertó a jorobar enteramente
tu cuerpo de camellante albana,
pero que te dio, casi lo logra, misionera
la irracionalidad suplicante.
Y mal ha sido este peregrinaje
donde el donante es el primer escollo
[algún corrupto y poderoso que con tu virtud
se adorna, se protege, aletea con alas
de blanca paloma, mientras encoge,
dismunuye o suprime
el necesario diálogo de las causas.

Quien recibe limosna / el mendicante
a tus pies / es un dirigido, dominado sin saberlo,
por lo que tú le digas y el apretón de manos
que extiendes a su alma. «Sufre, hijito mío.
Sufrir es bueno y la pobreza es santa».
Al pordiosero también lo escollas.
Le das por prescripción el roto cántaro.
De algún modo lo despojas de dirección,
lo desorientas. Lo matas.
Mal señal para el cántaro
si consolidas la pérdida de su poder creador.
Su indefensión sin victoria.

El que sufre no es libre
Quedó vencido todavía sin saberlo,
aún cuando quiera creerse libre.
Pero no es pájaro viejo el que quiere jaula.
Son estos otros, los chicos e inespertos,
avecillas que si a la libertad, temen
es porque nadie le dice: VUELA
y, al contrario, le construyen las jaulas,
las prescripciones, lo traran como y sujeto
de dolor y dominio...

        12-09-2009

CARLOS LOPEZ DZUR / De la serie LIBRO DE ANARQUISTAS