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Camille Paglia y su batalla por la poesía
De Camille Paglia ante Think Tank
Carlos López Dzur
Criatura nocturna
Genésis tántrico
Vengo con Camille
Jacobo Kogan
Psicología y Poesía
Alejandro Maciel, M.D.
Conversando con Jacobo Kogan
Pablo Mora
Jesús, en su trinchera, guerrillero
Romelia Alarcón de Folgar
Epístola Irreverente a Jesucristo (Frag.)
Papasquiaro
Imito del gusano la acupuntura del arrastre
Alicia Fontecilla
Decisiones
Jorge Perera
Lectura crítica de la antología «Poesía en tránsito» (2010)
Rubén Vedovaldi
Reductio
Maritza Alvarez
Carta a Chile
Gustaf Munch-Petersen
El país de más abajo (fragmento)
Rabí Israel Meir Lau
Jah Sameaj
Fanny G. Jaretóm
Descaminada
VíSerás
No me cuelgo
Jorge Luis Estrella
Zarcillo
Julio Luis Acosta Toledo
Camino al Cielo
Carlos Adalberto Fernández
Anochecer en el bosque
Esperando a Manuel / Cuento
Ian Welden
Milagro / María
Pedro Du Bois
Fabular
Safo
Una amante ausente
Amo bulle en mi pecho
Moriré
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Camille Paglia y su batalla por la poesía
Camille Paglia, discípula de Harold Bloom en la Universidad de Yale, es una de esas personas a las que no conviene tener de enemigas a la hora de cargar contra cualquier atisbo de posmodernidad.
Paglia llama a Foucoult, Derrida y Lacan «la tríada terrible de autores pretenciosos, verborrágicos y vacíos que arruinaron la cultura del siglo XX». Para ella, Naomí Wolf es «la señorita Pravda, llena de cuentos paranoicos sobre el mundo, sin un párrafo coherente». La venerada Susan Sontag es «sinónimo de poses huecas que están a la moda». Y Hillary Clinton es, simplemente, «Hitlery». Paglia, profesora de Humanidades en la Universiddad de las Artes de Filadelfia, es autora de tres libros de enorme impacto sobre la cultura norteamericana: Sexual personae (1990), Sexo, arte y cultura americana (1992) y Vamps & Tramps: más allá del feminismo (2001).
Su nueva batalla es por la poesía. Acaba de publicar Bleak, Blow, Burn un libro en el cual The New York Times asegura que «vuela tan alto como es posible sin meterse en la zona sin aire de la crítica literaria». Allí Paglia construye un minicanon occidental del género poético, tomando 43 de los grandes poemas del inglés, desde sonetos de Shakespeare hasta la letra de una canción de Janis Joplin e interpretándolos «a la vieja usanza».
«Creo en la lectura detallada, línea por línea, o en lo que solía llamarse explicación del texto, y en nada más pretencioso que eso. No sólo es la mejor técnica para revelar la belleza y el significado en la literatura sino que es un instrumento extraordinario para el análisis de todo el arte y de la cultura. La concentración que requiere la lectura de un poema es cercana a la meditación. A través de ella uno aprende a focalizar la mente, afilar la percepción y refinar la emoción».
Cando el periodista pregunta: ¿un poema no se escribe con un lenguaje más culto que el habitual?, Paglia responde:
«En la historia de las artes, siempre la poesía empieza con un lenguaje fresco y conversacional. A medida que es succionada por la cultura formal, por ejemplo en las universidades, se vuelve elitista y remota. Cuando esto pasa, viene la revolución, el quiebre con el viejo régimen. Luego lo antiestablishment se vuelve establishment yel ciclo vuelve a comenzar: Así avanza el arte.
Yo creo que hoy estamos por llegar a un nuevo punto de inflexión histórica. Es momento de volver a las bases, de responder a la poesía nuevamente de una manera simple y natural, con auténtico entusiasmo y pasión y no con la falsa sofisticación de los posmodernistas. Hay mucha gente que piensa como yo, sólo que no se animan a hablar. En Harvard, Princeton, Berkeley, soy una paria. Cuando me invitan a dar conferencias es siempre en los claustros de historia, nunca en los de literatura, en los que hay un partiular pánico de ir ontra la versión aceptada de la crítica actual».
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Carlos López Dzur (PR)
Criatura nocturna
«Y las bestias monteses se encontrarán con los gatos cervales, y el peludo gritará a su compañero: la lamia también tendrá allí asiento, y hallará para sí reposo»: Versión Nácar-Colunga en mención de Lamia, o la Lilit de la Biblia de Jerusalem: «Los gatos salvajes se juntarán con hienas y un sátiro llamará al otro; también allí reposará Lilit y en él encontrará descanso».
Es tan hermosa. Se acomoda perfectamente a mi sueño
y su pelo largo, pelirrojo y rizado tapa mis ojos profanos
que ya no saben volar, ni filtrarse, profundos,
ni maullar como gatos, orgullosamente tiernos,
tranquilos y hermosos.
Desde que se fue, manos tengo que se agarran a las colchas
como su cimiento; la soledad es grande como el monte.
Entonces, si ella viene y a veces viene, es mi único gozo
de la libertad; con ella, soy un gato cerval
y desde el alma, gimo con regocijo.
Con ella, soy uno de los peludos entre las cavernas
que sabe darse vuelo, implorar por la luz, en medio
de estas oscuridades que nadie salva, sino esa hiena
que nos come los escrotos, a fin
de rescatarnos para el reposo.
Déjala conmigo. Que nadie ponga un amuleto
prohibidor, cartel de veda, cuando sea yo niño
de modo que me olvide cuando crezca; no...
que venga al Desierto, y lama como Lamia
mis Cromosonas-Y,
con su lengua de ADN
mitocondrial.
En el Desierto, como en montañas alpinas
o nevados inhóspitos, ella es la Leche que manda
el Sostenedor, el milagro que vuela para mi noche.
La lechuza.
La vida de lo Alto, la Eva dionisíaca
de la libertad, Lilit.
Déjala conmigo, ya que me densificaste
y estoy derramado en la miseria de las cosas
con el corazón endemoniado por todos los anhelos.
Déjala conmigo. Déjala conmigo.
Carlos López Dzur: Estéticas mostrencas y vitales
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Genésis tántrico
«Feminists grossly oversimplify the problem of sex when they reduce it to a matter of social convention: readjust society, eliminate sexual inequality, purify sex roles, and happiness and harmony will reign»: Camille Paglia
y el varón lujurioso mirándole las nalgas,
extrañado de que no tenga un pene.
Así era la Naturaleza, desde que uno se podía
tocar, por ser palpable y tener olor y tener hormonas.
En el principio, bastaba los gemidos de la hembra
metiéndose los dedos en la raja,
bastó oír a las bestias, perros remolcándose
bajo su larga cola y con pito de color rosado
desafiando ladridos y miradas de escándalo,
para que se levantara la Soledad del Origen
y se negara el ángel y comenzará
las serpientes a ser lo más bello y deseaba
sobre la Tierra porque dan solidez
a la erección del hombre.
En el Principio fue la Naturaleza.
Esto dice el Evangelio de Paglia.
Que género y sexo siempre han ido de la mano
y si hay problema moral con este asunto, mejor
que no exista la Naturaleza como lo tangible,
que no existe el olor de hormona
de semen, de musgos
o de verijas de mujer.
Que volvamos a ser chispas amorfas
de luz, seres oscuros
Megillah de la Ovación
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Vengo con Camille
«I'm not sentimental at all about death or disease»: Camille Pagia
que se atreven
a batallar a los dueños imperiales
de la violencia perversa, esos que destruyen
sólo con palabras, miradas o insinuaciones,
esos acosones con poder,
como tú mismo, mi Dios, vengo.
Junto a Hurricane Camille me tienes
en el centro de su ojo, observándote,
y muy seguro que ella sabrá decirte
cariñosa, respetuosamente, pero pateándote
el culo si fuese necesario: ¿Qué haces
o qué acabarás de hacer
con este hombre? , conmigo.
Yo te lo pregunto y no me haces caso.
Pues dílo a ella. Es de armas tomadas.
Es atea y yo me identifico con el porcentaje mayor
de lo que dice. Es irreverente, extravagante,
mi dios, y tiene la autoridad de Nefertiti
y agallas subversivas para volar en pedazos
tanta podredumbre que posa
con el liberalismo o el coservadorismo social
o tantos ismo de mierda
en la historia, la filosofía o este capitalismo
que es lo más sucio e hipócritamente inhumano
de Amérikka... ando con ella, dejo
que me lleve para un lugar y otro.
Ella es del grupo de gente que ya no respira
por la nariz, como yo. Tienen la boca ancha
como jarra abiertota, caracajeante-luna,
y me da respiración boca a boca,
besos cardiovasculares, cuando me tiras
de bruces y me abandonas.
Ella es una de las que me recoge.
Y, por eso, te ofendas o no te ofendas,
nunca la dejo. Me gusta saber donde está Paglia
la palia que jamás será una palin, o palia pálida
y cabrona, o una hitlery-clinton.
Esta es una atea que te respeta y escucha.
Siente asco por las iglesias que levantan
en Tu Nombre y cómo han desguevado
a la gloria Shekinah; ella cree que en el hombre,
en la mujer, en cada cuerpo bellaco-libidinoso,
está Dioniso encarnado, inherentemente
oscuro y revolcoso sobre la mugre nebulosidad
del ensueño; pero no se asusta por eso.
Los feministas se asustan.
Los metafísicos. Ella no.
Es bueno de tenerla de respaldo
cuando tú grites, como el tirano mediante
la boca de tanto verdulero santo.
A veces es triste como Emily Dickinson.
Observa decadencia en todos lados.
Yo soy sentimental. Ella no.
Ella se atreve aceptar el caos, pero le dice
a todos sus verdades: que el puto es puto
por maníaco, porque le da la gana
y no hay nada de malo, es libre;
pero que no sea mentiroso.
Que sean ambiguos todo lo que quieran
(ella también lo es), pero al menos honestos
en pro de sexo, de vida, de gozo antisexual,
que las hembras amargas
no sigan llevando all mundo derechito
al nihilismo, brutal y descarnado,
ya no se sabe quién es peor Rush Limbaugh
o el feminismo organizado...
pero ahí está la lucha, ese frío mundo de Apolo
y ese Dioniso que agita las hormonas
para fundar el caos...
29-05-2003 / Estéticas mostrencas y vitales
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CAMILE PAGLIA: Recibió un B. A. de la Universidad Estatal de New York, en Binghamton en 1968. Pasó a Yale University, donde completó un M. A, en 1971 y su Ph.D. en Literatura Inglesa antes de hacerse docente en Bennington College en Vermont. Fue dirigida y supervisada en su tesis en Yale, por su mentor Harold Bloom. El título de su disertación fue The Androgynous Dream: the image of the androgyne as it appears in literature. Su tesis doctoral tiene el título: Sexual Personae: The Androgyne in Literature and Art (1974).
De Camille Paglia ante Think Tank
El 4 de noviembre de 1994, ante el sistema nacional de Public Broadcasting System (PBS) las escritoras y feministas Christina Hoff Sommers, autora de Who Stole Feminism?: How Women Have Betrayed Women y Camille Paglia, autora de Sexual Personae: Art and Decadence from Nefertiti to Emily Dickinson (Yale University Press, 1990; Vintage Books, 1991) fueron las invitadas del programa Think Tank™, cuyo anfitrión es Ben Wattenberg.
Otro de los libros de Pahlia es Sex, Art, and American Culture (Vintage Books, 1992), convertido en «bestseller» nacional como su Vamps & Tramps: New Essays (Vintage Books, 1994)/
Think Tank, producido por BJW, Inc. en asociación con New River Media, una cadena de TVcon sede en Washington. He aquí de los comentarios vertidos por Camille Paglia en la ocasión respecto al tópico: ¿Ha ido el feminismo demasaido lejos?
PAGLIA: Bien, he sido un feminista ardiente desde que el renacimiento del movimiento feminista actual. Consta en mi expediente que he sido rebelde contra mi papel del género, como lesbiana conocida. Temprano en la década de 1960, yo investigaba a Amelia Earhart quien, para mí, simbolizó el magnífico período del feminismo del '20s y '30s apenas después que mujeres ganaron el derecho de votar. Cuándo esta fase del feminismo avanzó en los '60s, era muy positiva al principio. Las mujeres dibujaron una línea divisorio contra hombres opresoresy demandaron la igualdad de derechos. Soy una feminista en pro de igualdad de oportunidades. Pero muy pronto degeneró en un tipo de grupo totalitario pensante que sólo ahora comenamos a rectifica a 20 años plazo... [...] La Organización Nacional de Mujeres (NOW, por sus siglas inglesas), que Betty Friedan fundara y a quien pronto se la expulsó, han asumido un poder en favor de una cierta clase de ideología y estoy en guerra constante contra ellos como feminista disidente... Pienso que el movimiento feminista actual ha tomado el crédito por la mayoría de los enormes cambios que las mujeres viven y que mi generación del '60s ha forjado. Había mujeres a mediados de '60s, cuando yo estaba en el colegio, que no llegaron a ser feministas... Barbra Streisand fue el ejemplo de una clase de mujer pre-feminista que cambió el mundo moderno, etcétera... Y aquí las puntos de mi programa. Hemos de obtener otra vez una visión que sea pro arte, con todos los derechos que conciernen a la clase, que sea pro belleza y pro hombres, dentro del feminismo...
MUJERES QUE SE SEPAN DEFENDER: Quiero a mujeres que se sepan defender a sí mismas. Recuerdo un ensayo que escribí sobre el ultraje sexual y comienza con la frase: «La violación es una atrocidad que no se puede tolerar en la sociedad civilizada». Aborrezco absolutamente la idea de la violación, que es una atrocidad, y esas cosas hoy entre las feministas fallan y hay de una comunicación pobreentre la élite que cuida de los campus colegiales... Debo decir, como maestra que he sido por 23 años, si alguien ofende verbalmente a las mujeres, debemos entrenar a las mujeres para defenderse a sí mismas también al hablar, con su discurso... Usted no siempre puede estar corriendo a los tribunales, yendo para su defensa a las figuras de autoridad como el padre o el juez, o quien sea, después de un hecho desagradable, porque quiera preservar así su persona y clase en el centro perfecto, decoroso...
PURITANISMO VS. PORNOGRAFIA: Ahora ocurren quejas y acciones que son ridículas. Esto forma parte del puritanismo de nuestra cultura... Estoy en el ala opuesta. Catherine McKinnon es el ala de ANTI pornografía del feminismo. Yo estoy radicalmente en el ala de la pro pornografía. Soy más radical que Christina Sommers... Nos falta una clase del feminismo que sea pro belleza, pro sensualidad. ¿Vale? ¡Eso no tiene que ser vergüenza ni trastornarse a nnguno porque sea un espectáculo de la belleza del cuerpo humano! [...] El tiempo de la hostilidad contra los hombres ya es cosa del pasado. Había que momento para eso... yo misma he dado un puñetazo a hombres y siempre habrá hombres pateados por mujeres y los golpean en la cabeza con paraguas. ¿Vale? ... En los EE.UU., la cultura masculina, homosexual urbana, parece ser una víctima de su propio éxito y ha sido arrebatada por un ostentoso, materialismo, de marca. El interés en las artes no es más su distintivo social. Las lesbianas se han interesador mucho más en la belleza, pero no ha transferido visiblemente estos intereses culturales. No obstante, soy optimista de que surgirán eventualmente del banalidad general para aprobar y celebrar las artes.
LA MUJER CONFRONTATIVA Y LA ARMONIA: Soy abiertamente confrontativa con los hombres. Como lesbiana confesa, yo les expreso mi cólera a hombres directamente. Yo no entro a un grupo y gimoteo contra los hombres abusadores. Los confronto... Así como les doy una interrupción, admito la grandeza de lo masculino, usted sabe, sus logros. Lo que nosotras tenemos que hacer ahora es canalizar esa cólera contra hombres, con todo derecho, y trabajar por la armonía entre los sexo. La conciliación entre los sexos es la primera orden en la agenda... Decir que mi visión sobre es el sexo es irracional, violenta o siempre heridora, es triviliazar lo qu explico... Lo mismo diría de la falsa interpretación que alega que, por estudiar a Sade, glorifico el sadomasoquismo o lo racionalizo.
LO PUBLICO Y LO PRIVADO: Hay conservadores que ante mis puntos de vistas sobre la sensualidad, la sexualidad y la pornografía etcétera, creen que mis ideas socavan y corroen los valores de la familia en América...pero mi argumento en total está en mis libros... Digo que la Cultura Occidental se formó como dos tradiciones magníficas, el cristianismo judeo-romano la influencia griega -- y se han contribuido uno al otro y están en pugna con uno al otro... Aunque mi sistema pagano de feminismo es pro sexo y exalta el desnudismo verdadero, de aret y el whore, lo que describí en Personae Sexual es específico. En mi libro se explica que la vida humana comenzó en la huída y el temor. La religión emergió de rituales de propiaciación, de los ratos de calma y elementos que castigan... La Biblia ha pintado a la mujer como razón de la caída en el drama cósmico de hombre. Pero hay un conspirador masculino, además de la serpiente, y el Génesis no toma en cuenta la misoginia, sino que se desvia defensivamentem sn ver al verdedero adversario de Dios, la naturaleza ctónica. La serpiente no está fuera de Eva. Está en ella. Ella es el jardín y la serpiente.
LO DIONISIACO Y APOLINEO: ... Lo que yo discuto, mi teoría libertaria es separar una esfera pública de la esfera privada. El gobierno debe permanecer fuera de la esfera privada, en cuanto al el uso del aborto, la droga y sodomía, etc.. La esfera pública es compartida por ambas tradiciones. Discuto, desde la perspectiva del arte y la cultura lo que ha sido llamado aischrologia – o tothasmos, concepto que se encontró también en los Misterios de Eleusinos Esto es un elemento de reversión del papel opresivo de la remota antiguedad – en que los ciudadanos de clase más baja podrían ridiculizar y mofarse de las clases superiores, o las mujeres podrían insultar sus parientes masculinos. Esto es una enseñanza que concierne a Dionsoc, ese dios incivilizado de todo, del animalidad innata de la humanidad que el ateniense había tratado de controlar. La Dionysia era probablemente un tiempo / o fiesta para dejar salir las inhibiciones mediante las tragedias altamente emocionales o comedias irreverentes.
Respeto el lado judeo-cristiano. Hice un llamado en El activismo en el feminismo para un respeto renovado para la religión, aunque soy un atea... Para información de ustedes, mi compañera, Alison Maddex, dio a luz hace cuatro años a un varón, Lucien Harry Maddex, a quien adopté legalmente. (El hereda sus nombres de los dos lados de la familia de Alison.) Mi diversión favorita en estos días consiste en tirar pelotas alrededor o interminablemente viiendo historietas del impertinente como Sponge Bob Squarepants, que pienso que es inmensamente superior a casi todo lo de más en la TV actual...
Otros trabajos y temas asobre los Paglia aplica su análisis del arte y la literatura occidentales incluyen: el arte de la Prehistoria, el arte egipcipo, las esculturas de la Greco Antigua, Donatello, Botticelli, Da Vinci, Michelangelo, Spenser y su Faerie Queene, Shakespeare, Rousseau, el Marqués de Sade, Goethe, Blake, Wordsworth, Coleridg, Byron, Don Juan, Shelley, Keats, Balzac, Gautier, Baudelaire, Huysmans, las hermanas Brontë, Poe, Hawthorne, Melville, Emerson, Whitman, los Pre-Raphaelites, Ingres, Swinburne, Wilde y Emily Dickinson.
Reseña preparada por el grupo Sequoyah
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En «How to Read and Why" / «Cómo Leer y por qué», de Harold Bloom, mentor de Camille Paglia, comenta en torno a lo necesitamos estar leyendo y por qué. El es muy apasionado y claro al da sus opiniones y explica el canon occidental de la cultura. Conocedor de Shakespeare y Cervantes, de Toni Morrison y Ralph Ellison, parte de que leemos, «en la búsqueda de una mente más original que nuestra propio mente» y porque es «uno de los estupendos placere que la soledad nos puede proporcionar». Dice que un crítico, cuando lo es, puede dar a poetas el ánimo mortal que lo pesada que su herencia y la responsabilidad que se tiene ante ella. «La crítica en las universidades». «ha entrado en una fase dónde estoy yo totalmente fuera de la simpatía con 95% de lo que pasa. Es estalinismo sin Stalin». «Los comienzos de la crítica - tienen que comenzar - con una pasión verdadera para leer. Puede que usted entre a la adolecencia, aún en su sus veinte años, pero usted debe enamorarse con poemas».
Harold Bloom: «Nunca he creído que el crítico se el rival del poeta, pero creo que esa crítica es un género de la literatura o de no ser así, no existe». «No creo en mitos de la decadencia ni en mitos del progreso, aún cuando así lo considera la escena literaria».
«Diría, por eso, que no hay el futuro para estudios literarios como tal en EE.UU.». «Verdaderamente las tres profecías acerca de la muerte del arte individual son, en sus maneras diferentes, ésas de Hegel, de Marx, y de Freud. Yo no veo ninguna manera de que se obtenga más allá de esas profecías. De hecho, es Shakespeare que nos da el mapa de la mente. Es Shakespeare que inventa la Psicología freudiano. Freud encuentra las maneras de traducirlo en vocabulario analítico.... Además: Shakespeare es universal. Es un autor verdaderamente multicultural. El existe, con sus ideas. en el total idiomas. El se pone la etapa de su ser y pensar por todas partes. Todos se sienten que ellos son representados por él en las etapa... En los críticos más finos uno oye el grito repleto del humano. Ellos dicen uno por qué importa que se lee. Mas ningún poema, ni aún de de Shakespeare, Milton o Chaucer, son jamás bastante fuertes en sí mismos s se excluiyen totalmente los textos crucial que son los precursores del poema».
«Lo que importa en la literatura en el fin, seguramente lo idiosincrático, el individuo, el sabor o el color de cierto ser humano que sufre... El mundo se pone más viejo, sin que lo que logre que sea mejor o peor y así es en la literatura. Pienso que el fenómeno actual es monótono para los estudios literarios en la universidad... En común con la escuela deconstruvista tengo el modo del conocimiento negativo, pensador negativo, en el sentido técnico y filosófico de la negatividad negativo, pero que viene a mí por teología negativa».
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Psicología y Poesía
El psicólogo y el poeta usan el mismo lenguaje, pero lo hacen con finalidades distintas. El psicólogo lo utiliza con fines de conocimiento, el poeta, con propósitos artísticos. El poema, como toda obra de arte, se integra con dos estratos esenciales: la expresión de lo vivido y el valor estético (o belleza en sus más variados estilos). Sea cual sea el mensaje expresado, las palabras se relacionan para configurar estrcturas de significación referidas a la realidad sentida o pensada, mientras que en el lenguaje poético la finalidad específica consiste en la invención de relaciones verbales y dan origen a composiciones de valor artístico, que son productos de la imaginación creadora. Además, la expresión en la obra no se limita, ciertamente, a su contenido temático, sino que incluye predominantemente la manera de sentirlo; así como la forma poética no constituye solamente una mera aprehensión de ese sentir, sino que tiende a un cambio total de actitud por parte del lector, en que los estados de ánimo aparecen transfigurados en una nueva atmósfera de ritmos, modulaciones y armonías. Todo ello da nacimiento a un halo estético en que todas las cosas envueltas en él parecen de cierta manera como sagradas.
El poeta usa la lengua por su resonancia en los afectos, pero atendiendo a que las palabras se revistan de cualidad estética dentro del verso y a una estructuración artística de las emociones dentro del poema.
Pero lo notable, y de interés tanto para el psicólogo como para el esteta, es que en la obra lograda ha de haber coherencia entre el contenido anímico expresado y la forma poética elegida, de manera que existe una interdependencia entre lo que el poeta como individuo siente y el estilo particular de las formas que inventa, brotadas de su imaginación artística.
Freud ha negado que el psicoanálisis tenga competencia para juzgar del valor estético de la obra de arte, esto es, sostiene que debe atenerse sólo a lo que ella expresa; pero la condición señalada de que la expresión en el arte debe verterse adecuadamente en la forma para que ésta revista cualidad estética establece un puente entre el plano de lo real sentido y lo imaginativamente valioso desde el punto de vista artístico. Con ello se abre un interrogante sobre la posibilidad de una psicología totalizadora que permita el paso de la expresión al estilo original del artista y viceversa. Lo cual constituiría a la vez una contribución al esclarecimiento del vínculo entre la emotividad en general con la esfera del arte.
Creo que la posibilidad mencionada puede fundarse en la unidad de la naturaleza humana y en la continuidad de la evolución de los seres vivos. En cuanto a lo primero, cabe señalar que la disposición a la actividad artística y el talento creador provienen también de la naturaleza del inconsciente, esto es, que no son productos de una voluntad capaz de originarlos artificiosamente. En las escuelas de arte se puede proveer a los alumnos de una técnica artística, pero no se puede enseñar originalidad creadora.
El principio de continuidad, a su vez, se manifiesta en la transformación orgánica de las especies. Es ineludible suponer que el ´mpetu evolutivo ha seguido operando en el hombre, sólo que en tal caso la transformación ya no se realizaría por obra de una adecuación al medio circundante, dado que el hombre ha alcanzado ya tan amplio dominio del mundo exterior que la evolución ha de proseguir en el interior de la mente humana, como he expuesto en trabajos anteriores.
Por otra parte, es evidente como lo ha mostrado Nicolai Hartmann que los estratos de la evolución cósmica se superponen, apoyándose los unos sobre los otros, de modo tal que los superiores no dejan sin efecto las leyes del sustrato inmediatamente inferior, sino que agregan a ellas un nuevo impulso de determinación: así el estrato de la vida no suprime las leyes físicas de la materia, pero organiza ésta con una finalidad de desarrollo del reino vegetal y animal; y lo psíquico, que ya ni siquiera es especial sino sólo temporal, se asienta en la sustancia viviente, pero se despliega conforme a otras leyes, que le son exclusivas. Finalmente lo psíquico culmina en lo espiritual objetivo o la cultura, con las determinaciones propias de las esencias, de la lógica, la materia y la historia, aunque dependiendo siempre todo esto de la existencia psíquica del hombre, que es quien las concibe.
Dentro de esta línea evolutiva se sitúa también la dimensión de la creatividad artística como esfera peculiar de la cultura. Aparece en un plano aparentemente libre, ya que no está sujeta a ninguna necesidad biopsíquica, y si bien no podría existir sin un ente corporal, viviente y anímico, se ordena según estructuras específicas, las de los valores estéticos.
Y ya dentro de la esfera misma del arte, la teoría de los estratos hallaría su confirmación si se considera lo expresivo como una base sobre la cual se asientan las formas estéticas creadas por la actividad del artista. El arte expresa siempre, pero no todo lo expresado es arte.
La expresión puede ser verbal o figurada, ya que también son expresivas las imágenes, las líneas y curvas del dibujo, así como los colores y los sonidos; pero es preciso insistir en que los sentimientos, por más complejos que sean y que todos estos recursos de expresión transmiten, no confieren de por sí valores estéticos; porque éstos no consisten en hechos o figuras que basta percibir y que quepa traducir a un lenguaje codificado, sino que son intuidos y experimentados como viviencias de un género particular irreductible a toda otra y que pertenecen al campo de la imaginación.
Y aquí hallamos una nueva estratificación dentro mismo de lo imaginario. Imágenes son casi todos los recuerdos, así como el material onírico que sirve de base al psicoanálisis para la interpretación de los símbolos del inconsciente. Así, se suele distinguir entre la imaginación reproductiva e imaginación productiva; pero tal división resulta insuficiente, pues los sueños no son solamente reproducciones o recuerdos, pero tampoco son productos artísticos. Lo esencial de la diferencia a lo vivido en el pasado o a deseos del futuro, y otras que constituyen una invención de algo enteramente irreal, y esto son las obras de arte genuinas. Las imágenes del primer tipo comportan siempre algún significado inteligible y son expresión de sentimientos comunes, mientras que las segundas no son conceptualizables, sino artísticamente valiosas, y no son dadas a la inteligencia o a la comprensión, sino a una resonancia estética.
Hay en la Estética un concepto emparentado con esta problemática que se designa como "distancia psíquica". La "distancia psíquica" surge en la experiencia común cuando se pasa bruscamente de la observación de un aspecto de la naturaleza o de objetos de uso práctico a su visión como, por ejemplo, un hermoso paisaje o una forma bella. En el arte esto ocurre en la esfera de la imaginación cuando imágenes que apuntan a la realidad y son expresiones de sentimientos o ideas, de propósitos de voluntad o de aspiraciones reales, se transmutan en imágenes desinteresadas de valor estético. Entonces ya no remiten a otra cosa, ya no son significados o símbolos de utilidad o de conocimiento, sino que se dan en la intuición directa como puras cualidades valiosas. De este modo, la imaginación estética se asienta en la expresión de lo vivido, pero la trasciende para elevarse a una dimensión inédita; aparecen en ella figuras y relaciones de formas que ya no se piensan sino cargadas inmediatamente de emoción que repercuten en la sensibilidad artística.
Todo está en el propósito inicial con que se emplea lo expresivo; la voluntad primordial del artista no es la de expresar sentimientos, sino elaborar estructuras sensibles: pintar, esculpir, escribir poemas o componer música. Estas actividades las realiza según corrientes estilísticas vigentes en la época en que vive, surgiendo lo particular expresado, consciente o inconscientemente, por sí mismo, pero sin que constituya verdaderamente la razón específica del crear. Todo esto aparece con la mayor claridad en el arte musical, cuyo contenido traducido en significados resulta inesencial.
De ahí la tendencia de todos los géneros artísticos a identificarse con la música. La poesía es especialmente apta para esta asimilación, porque posee sonoridad y armonía. La poesía emerge del lenguaje común, pero lo transfigura: las palabras ya no sirven directamente para transmitir conceptos, sino que cobran resonancia estética según su situación en la estructura de los versos, a la vez que transforman los versos por sus relaciones de contenido y forma en modulaciones que cantan, en vez de comunicar principalmente significados.
Es que la obra de arte opera en la imaginación pura, pasando a segundo plano los contenidos y connotaciones de la existencia habitual. La sonoridad, el color, el ritmo, se ordenan ante todo en tensiones y contrastes de contenido artístico. El espectador experimenta así una intensidad de vida exenta de las contingencias y ansiedades que acompañan inevitablemente la experiencia de la realidad: es esta libertad de las emociones la que produce la fruición estética y el objeto que estimula esta libertad aparece como bello. Por eso, hasta lo trágico y terrible resultan placenteros en la contemplación de un cuadro, en la tristeza de la música o en los conflictos que se anudan en el drama. El arte transfigura la expresión de lo vivido en plasmación de valores estéticos. En una elegía por la muerte de un amigo ella es sentida y expresada con sincero dolor, pero la magia de la poesía transmuta este sentimiento en goce peculiar: es como si el poeta colocara una flor en la tumba del ser querido, una ofrenda de belleza.
Cuando la psicología se ocupa del arte se refiere siempre al plano de lo expresado en su significación y no en los valores de belleza, o como quiera designarse lo peculiarmente estético. A la manera de toda la ciencia. sigue el método de la explicación, pero los valores artísticos son aprehensibles únicamente por una intuición que sólo se da en la presencia directa de la obra y de ningún modo pueden ser explicados en su ausencia. Cuando el psicoanálisis, por ejemplo, interpreta los sueños como productos simbólicos, concibe la facultad imaginativa como reveladora de conflictos reales, no como dirigida a la invención de formas estéticas. Y cuando la psicología adopta la teoría del arte como catarsis, como una liberación de sentimientos que nos oprimen, no toma en cuenta que cuando salimos de un concierto, de visitar una galería de cuadros o de un espectáculo conmovedor, no solamente quedamos vacíos de nuestras tensiones y preocupaciones comunes, sino colmados de una nueva emoción.
Todo lo dicho subraya la diferencia entre el enfoque general de la psicología, que atiende a lo expresado en las producciones artísticas su contenido, y no a la captación de las cualidades estéticas de la obra de arte. Pero volviendo a nuestra tesis inicial planteada al principio, que destaca la necesidad de coherencia entre el plano temático o emocional de la expresión y la de los valores estéticos, agreguemos dos hechos más que la robustecen: primero, cuando tal coherencia no aparece, notamos como una falta de sinceridad en la obra artística y tenemos la impresión de una creación malograda; segundo, históricamente se da siempre cierta correspondencia entre la sensibilidad de un período cultural y sus estilos artísticos, que es lo que define el Zitgeist o espíritu de la época. De manera que tanto en el estilo individual como en las formas históricas de una producción estética se comprueba cierta coordinación entre el contenido expresado y las formas artísticamente creadas.
Esto sugiere la idea de que el artista transforma las tensiones y distensiones de la vida real en equivalentes cualidades estéticas mediante ritmos, sonoridad, color y movimiento objetivos de otro orden, creando así nuevos modos de sentir en el plano de la libertad del arte. Un psicólogo que tuviera también educación artística podría por ello no sólo descubrir la sinceridad y la autenticidad de una vocación del artista, sino también constatar la educación de sus sentimientos al estilo que ha adoptado. Claro que para ello se exige un método intuitivo que fundamente este propósito y una cultura artística que debe poseer el psicólogo por un conocimiento directo de las obras, al que la reflexión debe ciertamente acompañar, pero no constituirse en punto de mira exclusivo.
[Tomado del libro «La religión en el arte», Guadarrama, 1975]
Revista de Cultura, Artes y Letras / Ciudad Moreno / Buenos Aires
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Alejandro Maciel, M.D.
Conversando con Jacobo Kogan
Conocí a
Jaco escribió un ensayo aparecido en el libro póstumo (como nuestra amistad) Temas de filosofía [3] y que originalmente fuera publicado en la Revista de la Universidad Nacional de La Plata, Nº 18, 1964. El tiempo metafísico parece haber sido escrito para entrar en nuestro repaso iluminada lectora, resignado lector.
Como todos sabemos, empieza diciendo Jaco, la metafísica anhela responder a la pregunta ¿qué es la realidad? Y considerando que el tiempo es parte de dicha realidad, la pregunta ¿qué es el tiempo?, está entonces dentro del ámbito metafísico. ¿Me siguen hasta aquí? Por favor si osaren desviar de ruta o regresar al punto de partida adviértanmelo antes, no me dejen hablando solo, no sea el caso que me cruzare con algún colega y éste decidiera internarme creyendo que mi juicio de realidad flaquea. Además no dejen de recordar, lectores, que andar solos por caminos desconocidos es una licencia peligrosa desde los tiempos de Caperucita Roja.
Lo real se define como «todo aquello que está en el tiempo y en el espacio”, nos recuerda Jaco y luego asesta la pregunta: ¿estará el tiempo dentro del tiempo? Si respondiésemos «sí» transformaríamos al tiempo en una entidad metafísica. Si dijésemos no el tiempo no es una realidad metafísica, es otra cosa. Jaco dice momentáneamente «no lo sé».
... las viejas tres respuestas de la filosofía están de nuevo dándose la mano como las Tres Gracias[4] de Sandro Botticelli y deberíamos detenernos para analizar una a una. Empezaremos por el “No” donde nos encontraremos con un viejo amigo, el físico Erwin Schrödinger quien a pesar de encerrar gatos en cajas con cianuro[5] leía asiduamente a Kant. El doctor Schrödinger, nos conmina, nos recuerda Jaco, escribió que: «La teoría de Einstein no ha desmentido las profundas intuiciones de Kant sobre la idealidad del espacio y el tiempo, sino que, por el contrario, dio gran paso hacia su perfeccionamiento».
¿Cómo es esto?, nos instiga a preguntarnos el sibilino argumento del gaticida. Jaco nos lo aclara: confundimos fácilmente la realidad del tiempo con la de los hechos que ocurren en el tiempo.
(Es un fragmento, continúa en el libro)
Notas
[1] No me pregunten a mí por qué no escribo viuda, pregúntenselo a Aída que me lo prohíbe.
[2] Aída es una de mis mejores amigas desde 1993 cuando nos conocimos. Llevamos (ya que hablamos de tiempo) 14 años discutiendo dado su temperamento esencialmente pugnaz y propicio a polemizar con los amigos, siempre con respeto, en vez de abandonar la manía de beber vinos ordinarios envasados en tetra pak.
[3] Temas de filosofía, La belleza, el bien, el hombre, la realidad. Editorial Biblos, Buenos Aires, 1996.
[4] O las tres Parcas, viejas eter/nadoras según los antiguos griegos, padres de la imaginación creadora.
[5] «Paradoja del gato de Schrödinger» formulada en La mente y la materia, Madrid, Taurus, 1958. Esta célebre paradoja formulada por Schrödinger también cuestiona el concepto de espacio y de tiempo como realidades absolutas. Juro que volveremos sobre ella en otro apartado si ya no lo hicimos.
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La Trinchera: Oleo de Orozco
Pablo Mora
Jesús, en su trinchera, guerrillero
Jesús, volcado sobre el mundo, injerto
entre los continentes y los mares,
sobrepasa el fragor de los azares
y acampa en el confín de cada puerto.
Jesús, con el mensaje al descubierto,
despliega su bondad entre los lares
y apacigua el dolor, los avatares,
con hondo afán entre su amor despierto.
Artífice de paz y sobrehumano
bastión por su evangelio altivo, ardiente,
fragua la hermandad en cada hermano.
Y es símbolo de amor incandescente,
para el mundo Patriarca Soberano,
con veinte siglos en su enhiesta frente.
Jesús, en el zaguán contemplativo,
le señala al mendigo su sendero;
le acompaña en su duro derrotero
y prodiga el milagro, compasivo.
Jesús, el incansable, pensativo,
escándalo, abatido, prisionero;
Jesús, la encarnación del misionero,
entre la historia un punto suspensivo.
Jesús, en cada amanecer presente,
convierte las tinieblas en aurora
y expande por el orbe su simiente.
Jesús, con su mirada abrasadora,
al desgranar perdón al penitente
eternízase en su obra redentora.
Jesús, radiante péndulo del mundo,
precisa cada horario de la historia
y surca los solares de la gloria
con claro acento y con compás rotundo.
Jesús, paciente, fraternal, fecundo,
enclavado en la cruz de la victoria,
martilla al peregrino la memoria
con ancha paz y con amor profundo.
Jesús, en el pesebre, en el Calvario,
Jesús, pastor, hermano, misionero,
Jesús, inconfundible visionario.
Jesús, en los olivos, prisionero.
Jesús, el del proverbio lapidario.
Jesús, en su trinchera, guerrillero.
Tú que sin duda fuiste el más valiente
de los hombres. El revolucionario
que prefirió morir en el Calvario
antes que doblegarse mansamente.
¡Sal de tu Iglesia! ¡Coge la montaña!
Y a quienes luchan rige y acompaña
en tan heroica y santa rebeldía!
© Pablo Mora
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Romelia Alarcón de Folgar
Epístola Irreverente a Jesucristo (Frag.)
I.
Cristo,
bájate ya de tu cruz y lávate las manos,
lava tus rodillas y tu costado,
peina tus cabellos,
calza tus sandalias
y confunde tus pasos
con todos los que te buscan
por las cordilleras y el mar,
por las comarcas,
por el aire,
por las alambradas de los caminos.
tú solucionas cualquier cosa,
para Ti todo es fácil
y entonces
¿qué esperas?
¿por qué no bajas de tu cruz ahora mismo?,
sin parábolas, con batas
y sueltos arrecifes vengativos
en las manos.
Y se llenen los pueblos de hombres liberados
y el sol de mediodía,
huertos, palomas y rosas
de corolas intactas
de clarines que anuncien
pacificas mañanas.
Cristo,
baja ya de tu cruz,
donde millares de hombres contigo
están crucificados:
lava tus manos y sus manos,
tus rodillas y sus rodillas,
tu costado y el costado de ellos;
lava tu frente y la frente de ellos
coronada de espinas.
Que no prosiga tu martirio inmóvil,
muestra tu ira,
baja ya de tu cruz,
mézclate con los hombres que te aman.
ROMELIA ALARCÓN DE FOLGAR
(Guatemala 1910)
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Papasquiaro (México)
Imito del gusano la acupuntura del arrastre
Imito del gusano la acupuntura del arrastre
Por marginal desboco el chingadazo a dentellones
A ras de suelo
Driblo el estipendio que envenena
Mis alturas no son paradigmáticas
Y ante el parangón de sus bajezas
Ofrezco mi pobre mi humana poesía
Este que ama en tropelía no se arredra
¡Vengan y chillen como puercos
Sus vicios sus virtudes!
Para ustedes
la ética es sólo un término académico
ventilador de aulas
cestos sórdidos en el rincón más sordo
de una clase
Para mí, la ética, es
una cosa de vida o muerte
(y aquí acaba todo)
aquí está la zanja
que no sortean los ineptos
este es el túnel en el que se pierden
los presos de su propia palabra
como un imbécil
he apostado todo a la literatura
sé que no podrá fallarme
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Alicia Fontecilla (Chile)
Decisiones
Pensó que no iba a ser capaz de verse a la cara esa mañana, pero la mirada que le devolvió el espejo estaba lejos de esa sensación de derrota que temió la invadiera cuando, después de una noche de mal dormir, sucumbiera al arrepentimiento tardío de la decisión tomada en la víspera.
Se miró con ojo crítico, nada podía hacer por las sombrías ojeras que oscurecían su mirada, pero, a pesar de todo, su rostro lucía tranquilo y descansado. Sonrió a su imagen y por un instante asomó la joven que fuera hacía veinte años. Un parpadeo y volvió a la realidad de sus cincuenta y dos años cumplidos, una mujer aún hermosa y con la risa grabada en las arrugas alrededor de la boca.
Supo entonces que no se iba a arrepentir, que una de las ventajas de haber avanzado y aprendido de la existencia es que, al momento de tomar una decisión, toda una vida de experiencias estaba al alcance de su mano para avalar sus elecciones.
El pitido de la tetera la sacó de su abstracción y, dirigiéndose a la cocina, se dijo que le apetecía tomarse un buen café. Quizás lo acompañaría con un par de tostadas con mantequilla. Sin darse cuenta, estaba sonriendo nuevamente.
Alicia Fontecilla
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Jorge Perera
Lectura crítica de la antología «Poesía en tránsito» (2010)
La lectura de Poesía en tránsito / Poesia em trânsito, Argentina / Brasil, obra compilada por Fernando Sánchez Zinny, (1ª edición de La Luna Que , Bs. As. de 2010), me ha planteado interrogantes éticos y estéticos. Tal vez «el poeta debe escuchar con respeto la crítica ajena, porque el libro lanzado a la publicidad ya no le pertenece. Él lo entregó al juicio de los hombres, sin que nadie le obligase a ello. Asístele, sin embargo, el derecho de no ser demasiado dócil a admoniciones y consejos, y le conviene, sobre todo, desconfiar aún de sus propias definiciones» [1][1].
Sobre los aspectos éticos y estéticos, Marinetti[2][2], avizoró hace un siglo, algunos atributos de lo que hoy leemos. En su «Manifiesto técnico de la literatura futurista», del 11 de mayo de 1912, expresa que «la poesía debe ser una continuación ininterrumpida de imágenes nuevas, sin las cuales no es más que anemia y clorosis». […] «El hombre, completamente averiado por la biblioteca y el museo, sometido a una lógica y a una sabiduría espantosas, ya no ofrece ningún interés. Por consiguiente, debemos abolirlo de la literatura y finalmente sustituirlo por la materia». […] «Sustituir la psicología del hombre, ya agotado, por la obsesión lírica de la materia». […] «El calor de un pedazo de hierro o de madera es para nosotros mucho más apasionante que la sonrisa o las lágrimas de una mujer». […] «Ser comprendidos no es necesario». […] «¡Es necesario escupir todos los días sobre el Altar del Arte!» […] «Por medio de la intuición venceremos la hostilidad aparentemente irreductible que separa nuestra carne humana del metal de los motores. En Fundación y manifiesto del futurismo, en Le Figaro del 20 de febrero de 1909, declara: «Hasta hoy, la literatura exaltó la inmovilidad pensativa, el éxtasis y el sueño. Nosotros queremos exaltar el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso ligero, el salto mortal, la bofetada y el puñetazo». Agrega: «Un automóvil de carreras con su capó adornado de gruesos tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo..., un automóvil rugiente que parece correr sobre la metralla, es más bello que la Victoria de Samotracia.» […] «La poesía debe concebirse como un violento asalto contra las fuerzas desconocidas, para obligarlas a arrodillarse ante el hombre». […] «Admirar un cuadro antiguo equivale a verter nuestra sensibilidad en una urna funeraria, en lugar de proyectarla lejos, en violentos gestos de creación y de acción».
Lo precedentemente expresado, referido al contenido del mensaje más que a la forma; supera tal vez aún hoy, las expresiones más violentas y se aparta marcadamente de mi visión de la poesía; entendida ésta como una realidad espiritual que trasciende el ámbito de la lengua y del lenguaje y que se verifica en el encuentro con cada lector. Por su sutil ambigüedad, cada uno otorga nuevos sentidos al texto, expresión de emociones, sentimientos, ideas y construcciones de la imaginación. Ejemplo de síntesis y de asociaciones, enriquecidas por la metáfora como principal figura retórica, pues como expresa José Ortega y Gasset, «la metáfora es probablemente el recurso más fértil que posee el hombre», pues el lenguaje cuenta. Cuenta asimismo en la creación de imágenes como construcción con sentido, a la vez distinto y extraño.
Percibo a Poesía en tránsito, como una realidad semántica con pluralidad de enfoques, propios del eclecticismo de un grupo heterogéneo, donde se recurre en algunos casos a cierta aspereza expresiva, cuyo empleo es probablemente, materia opinable. La diversidad de recursos estilísticos seguramente justifica la dificultad asociada al logro de una mayor consistencia verbal; debe admitirse asimismo, que la referida consistencia, puede no haber sido un propósito de la compilación, pues, frente a una sociedad cada vez más uniformada, en sus hábitos y pensamiento, es probable, se haya procurado la diversidad y la disidencia.
Veo en Poesía en tránsito, recreación de paisajes emocionales; ruptura con las formas métricas clásicas[3][3]; notas de poesía social y también, cierto decadentismo culturalista o rupturismo con el pasado culturalista; cuestiones cotidianas; reflexiones sobre temas clásicos de la poesía como el amor, la soledad y la muerte; alejamiento del esteticismo; empleo de oxímoron o contradictio in terminis como en «… el gélido fuego de tus venas» (Hombre de máscara de pájaro de Graciela Maturo ), más que recordando a Francisco Gómez de Quevedo y Santibáñez Villegas; lírica humanizada e intimista ¾ intrahistoria ¾; tonos celebrativos y elegíacos; realismo, descripción de experiencias con léxico sencillo, búsqueda de la emoción, también irracionalismo alejado de los postulados de la experiencia; vagas reflexiones existenciales; desmarcamiento de paradigmas formales, sin adherir al coloquialismo; notas surrealistas; etc. Hay también, silencios minimalistas en los que cobran importancia los espacios entre palabras, con referencias al hastío y al desengaño.
Martin Heidegger en Hölderlin y la esencia de la poesía, publicado originalmente en 1936, busca analizar el ser de la poesía, partiendo de la obra de Johann Christian Friedrich Hölderlin (Lauffen am Neckar, Wurttemberg, 20 de marzo de 1770 - Tübingen, 7 de junio de 1843) y en particular de cinco sentencias. La esencia, no es lo general, sino lo que le confiere entidad a la poesía. La primera sentencia de Hölderlin, a partir de la cual Heidegger intenta lograr su propósito, versa sobre el hacer poesía diciendo que “esta tarea [es], de entre todas, la más inocente”; por ello, Heidegger interpreta la poesía como un juego, en el que todo se realiza en el marco de un imaginario creado por las palabras, liberando al poeta de la responsabilidad que implicaría la acción y señalando el camino hacia el dominio de la palabra, pues «… se le dio al hombre el más peligroso de los bienes, la palabra, para que creando y destruyendo, haciendo perecer y devolviendo las cosas a la sempiterna viviente… dé testimonio de lo que él es». Esto plantea una aparente contradicción con la sentencia anterior, pues ¿cómo puede ser que el más peligroso de los bienes sea, al mismo tiempo, el material de la más inocente de las tareas? La peligrosidad de la poesía radica en que el exceso de claridad que tiene el poeta lo sumerge en las tinieblas y la única forma de preservar, entonces, dicha tarea, es eximirlo de las responsabilidades de la cotidianidad por la apariencia inofensiva de su tarea.
«El hombre es un ser que ha de dar testimonio de lo que es»; de su realidad, que hace al hombre ser lo que es: Testimonio que se da a través de la palabra, instrumento de relato de su historia. Mas, ¿por qué considera Hölderlin a la palabra como el más peligroso de los bienes? Tal vez porque la palabra humana, cae fácilmente en el error y la desilusión y todo contraste con la realidad, exhibe falta de correspondencia e irrealidad o confusión entre lo esencial y lo accesorio. Los riesgos no menoscaban el valor de las palabras que comunican pensamientos y vivencias. «Únicamente donde haya palabra habrá mundo, ésto es: un ámbito, con radio variable, de decisiones y realizaciones, de actos y responsabilidades, alborotos, caídas y extravíos. Solamente donde haya mundo habrá historia». Heidegger continúa preguntándose ¿cómo viene al ser la palabra?, y pretende sustentar la respuesta en el siguiente fragmento:
Muchas cosas ha experimentado el Hombre;
A muchas celestiales ha dado ya nombre
Desde que somos Palabra-en-diálogo
Y podemos los unos oír a los otros.
La sentencia final expresa: «Lleno está de méritos el Hombre; mas no por ellos; por la Poesía ha hecho de esta Tierra su morada»… «La realidad de verdad (Dasein) del hombre es, en su fondo, poética». Al ser la poesía el fundamento de lo permanente se hace entonces, fundamento y soporte de la historia y del mundo que el hombre habita; esa es su esencia, ser creadora de la verdad del hombre.
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Rubén Vedovaldi (Argentina)
Reductio *
MIENTRAS DORMÍA
albañiles profundos
levantaron el muro
ahora estoy buscando una ventana
una escalera para ir a
otro lado,
un agujero en la espesa pared
soy un ave
soy un ave de fuego en su música
soy un ave
de luz
soy el hijo de un huevo de estrellas escribo
y grito para que el
muro se abra
pero caigo en el sueño
y el muro sigue creciendo sobre
mi
y todo sigue cubriendo a mi alrededor
o mi cuerpo desciende
y
sigue reduciéndose
soy un ave
soy un ave de fuego en su música
soy un ave
de luz
soy el hijo de un huevo de estrellas escribo
y trino
y grito
para que el muro se
abra
ya no hay suelo ni cielo
sino muro ya no hay
hombre ni sombra
sino muro y murmurio mortuorio
soy un
ave
soy un ave
de fuego en su música
soy un ave de
luz
soy
el hijo de un huevo de estrellas escribo
y
trino
y grito para
que el muro se abra.
* Rubén Vedovaldi. RubenVedovaldi@netcoop.com.ar
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Maritza Alvarez
Carta a Chile
Amigo de mis entrañas
Naturaleza mía
Que afirmas mis pies
Casi todos los días
Tú que permitiste hace un tanto ya
Que dos ojos oscuros se abrieran
Y lloraran
Por vez primera
(Pero no la última)
Mirando hacia al mar
El que cautiva mi alma hasta hoy
Me preocupas tú hoy día…
Cuéntame cómo está tu alma
Dime qué dicen tus disparejas entrañas
Qué sucedió el día aquel
En que a todos sorprendiste
Quizás te subestimamos…
Cuál es tu amargura más terrible
Cuál tu dolor encargado a los hombres
Cuál tu distorsión hoy día
Cuál tu enajenamiento
Quizás te olvidamos…
Quizás mucho te maltratamos
O de manera infame te ignoramos
Cuál la palabra que quieres que digamos
Si de rodillas quieres vernos
En acto rogativo
Hermano-amigo- herido…
Tú que te has vuelto más ancho
Por tus brazos
Y más simple y carcomido por tus piernas
Como en un carcinoma severo
Te trastornas y transformas
Ante mis ojos
Estos ojos
Que hoy angustiados te miran
Que se mojan en la batalla
Que persisten en la lucha
Hoy te veo colmado de escombros
Maltratado de navíos
Contenedor de malogrados desaparecidos
Tú que quisiste a Valparaíso en una cima
Empinado
Con sus pobrezas, sus ruinas y sus barcos
Con sus cementerios centenarios
Abiertos hoy día
¿para dejar salir las almas?...
Mirando hacia el mar…
Y a Punta Arenas lo hiciste aplanado
Lugar de ventiscas sureñas…
Chile querido, tú que nos rodeaste siempre
De tus magníficos contrastes
Tú que has sacudido violentamente tu cuerpo
Como reclamando sanidad
Como expulsando demonios atrapados
Inquilinos que no quieren salir…
Hoy ponemos atención en tu contoneada faja
En nuestras islas tan curiosas
Como hermosas todas ellas
¡Tú nos quisiste así!
Cuéntame el por qué de tu brusca sacudida
Déjame entender la profundidad de tu dolor
Más grande que la sacudida de las placas
Más hondo que la tristeza en los ojos de la gente
La que aún no entiende, amigo triste
La que también busca a sus muertos
Pero sin calma van sus pies
Más aún en su mente
Un terremoto permanente
Toma su desayuno diario
Buscando una explicación
Mirando a todos lados
Muchos sin nada más que su respiración…
Amigo doliente
Pongámonos a cuenta!
Dime pronto tus dolores
Dame a conocer luego tu quebranto
No acumules todo dentro tuyo
Que no te quiero enfermo ahora
Mira que no existen pasillos tan largos
En los hospitales
Ni tanto especialista saludable
País de doscientos años…
Es tiempo de cuidar tu salud
Es tiempo de otoños y nublados
Tu cuerpo necesita de arropos
De mimos y reconciliaciones
Abramos las puertas
No para huir esta vez
Sino para que entres a nuestra casa
Te sientes a nuestra mesa
Y conversemos
Nos reconciliemos
De doscientos años ingenuos
Indiferentes y atropellados
Maritza Alvarez
mary2764@gmail.com / maritza_alvarez_vargas@hotmail.com
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Gustaf Munch-Petersen (Dinamarca, 1912-1938)
El país de más abajo (fragmento)
(…)
pero ¡oh
deberíais ir al país de más abajo -!
oh deberíais conocer a la gente del país de más abajo,
donde la sangre corre libremente entre todos-
hombres-
mujeres-
niños-
donde la alegría y la desesperación y el amor
pesados y maduros
resplandecen en todos sus colores sobre la tierra
oh la tierra es misteriosa como una frente
en el país de más abajo -
------
los véis por todas partes
vagar
amar
llorar-
sus rostros están cerrados
y dentro de sus almas hay tierra del país de más abajo-
Gustaf Munch-Petersen
De: Panter og kvinde / Pantera y mujer (1934)
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Rabí Israel Meir Lau (ex Gran Rabino de Israel)
JAG SAMEAJ
Imagine la diferencia entre una visita realizada a su patria por Julius Cesar y una por Moisés.
Julius Cesar desembarca en el Aeroporti di Roma en Italia, e inmediatamente sentirá que algo está equivocado.
La gente no habla su idioma. La religión local es completamente diferente. Y Roma ya no es más la capital cultural del mundo.
Él no tiene nada en común con los habitantes de su tierra.
En el Ben Gurion Airport en Tel Aviv, la escena se despliega de manera muy diferente.
Un Moisés anciano sale del avión. La emoción lo supera cuando sus pies tocan la tierra de Israel por primera vez.
Habiendo llevado su nación a través del desierto durante cuarenta años y falleciendo allí sin alcanzar la Tierra Prometida ,
Moisés finalmente lo ha logrado.
«Shalom», le dice un joven maletero del aeropuerto que emigró hace poco de Argentina y que se acerca para ofrecerle ayuda.
«Shalom», contesta Moisés asombrado que el idioma hablado en este lugar maravillosamente moderno es el mismo que él hablaba hace miles de años.
Luego observa un grupo de hombres que reza en una esquina del aeropuerto.
Cuando se acerca, ve que cada uno de ellos viste Tefilín y Talit.
Después que terminan de orar, Moisés habla con ellos y examina sus artículos religiosos.
Son iguales a aquellos que él ordenó en el Monte Sinaí.
Más de tres mil años separan a estos hombres. Uno nació en Egipto; los otros en Moscú, Argentina, Etiopía, Nueva York, Casablanca, Bombay, Sydney, París, y Johannesburgo. Todavía comparten el mismo idioma, fe, tradición, y visión de vida.
Moisés dirige su cara al Cielo y grita: "¡Bendito es el Omnipotente, pues mi pueblo todavía está vivo!"
La nación judía ha sobrevivido imperio tras imperio de supuestos perseguidores. Egipto antiguo, Persia, la antigua Grecia , Roma,
ahora ¿dónde están?. ¿Cuál es el milagro de supervivencia judía?. Es nuestra unificada fe judía, historia y herencia.
Hemos sobrevivido a lo largo de los siglos debido a la cadena indestructible de nuestra herencia.
El 15 de Nisan todos los judíos se sientan juntos a un Seder de Pesaj.
Comemos la misma comida, la misma Matzá. Algunos recitan la Hagadá entera, otros un resumen, y otros, cantan unas canciones.
Tres mil trescientos años es un largo tiempo para guardar el mismo menú.
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Fanny G. Jaretón (Argentina)
Descaminada
He masticado cada hora de la noche
para disolver la oscuridad de la neuralgia.
Quererte de poco a poco me parte el Sistema
que nervioso no viene a juicio.
He frotado mis ojos con polvo de copal
para que la alucinación dulce
te viera bajo la ausencia iluminada.
Mezcalito sopla a la memoria
voy atrás donde se guarda la pacha
madre -has de gritarme- dame la vida
y yo te empujaré hacia el útero de la sombra
para que veas que las sombras no se parecen.
De mis pezones he colgado sendas amapolas
que chupes que chupes de lo que te transmigra
te desafiás en el gesto que te desafía
rompes lo que la realidad enseña
construís con el vocablo postergado.
Aquí en el temazcal del trueno,
aquí donde un círculo cohabita a otro círculo
aquí donde una mujer da vueltas sin sentido
aquí mordiendo una palabra que no encuentra al Sujeto.
Aquí suelta de vos me entreabro a tu carne
orillando en tu carne el río de la ausencia.
Fanny G Jaretón
<>
VÍSERAS
«... tú tratas de decirlo todo, de poseerlo todo.
Crees poder desaparecer al fin»
No me ha alcanzado el páncreas agorero
ni el corazón lastimado
ni el hígado insumiso a la derrota.
No me ha alcanzado la boca de pez
la sangre del estanque
el orín, el sudor, la bilis, el flujo
para sumergirte en las aguas
que nos dan existencia.
No me ha alcanzado la piel para tapar
lo que tus vocablos marchitaron.
No me han alcanzado los oídos
cuando vos no me hablabas.
Ni el aliento cansado cansado
que iba a rastras por tu nombre.
No me ha alcanzado el alma
que como la Torá, te decía:
este es el Principio.
No, mi útero que se ofreció
abierto a que me florecieras.
No me alcanzaron las uñas
esa desesperación por tenerte mío.
Ni las neuralgias, ni el ruido del silencio
con que tanto dolor te he llamado.
No me alcanzaron las manos
para escarbarte y llegar a tu Porfundis.
No me alcanzó el poema.
No me alcanzó la vida.
Me alcanzó la muerte.
Fanny G. Jaretón
<>
No me cuelgo
Yo no me cuelgo de la teta del Toro.
Esa leche no la necesito.
Mi paladar sublingual, Sabe descifrar
lo que por abajo nadie sabe.
Su pene es deleite para Golfas.
En cambio a mí me nutrió de su Bios.
Yo no necesito tender los trapitos sucios
a la soga de su Alter Lenguaje.
A mí me ha tocado el Cuerpo de la Palabra
conmigo hace el amor cada vez que me dice:
«es que eres Kundalínica, muy enardecida»
Esas cosas que yo ni le escucho
porque la fiebre se me hace desde otro lado
Anudarme a las bocas de las sesenta y cinco
Lenguas aborígenes, las hebreas, las castizas
de las Otras
para que sea la del clítoris que lo deje mudo.
Yo no necesito de tantos Pasantes
para merecerme de su ahogo lo que le falta:
una caricia aleve, sin el fraude del masaje
con la vaselina al hombro.
Ese refriegue para que me “haga famosa”.
De las Star, para el cielo del carajo.
Yo me afianzo a sus raíces, me prendo de su pomo
que aquí es Carnaval cuando los otros mueren
y riego mi alegría con la carcajada de mi pío.
Porque yo no necesito prenderme de su Teta.
Sus dos cojones me entran en las manos.
Así desde la base de su clepsidra me lo sostengo.
Así le marco en su Tiempo mi recorrido:
Fugas de amor por la retina del susto
Su Eternidad haciendo nido en mi Vagina.
Fanny G Jaretón
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Jorge Luis Estrella (Argentina)
Zarcillo
Ella me dio su zarcillo y su solera
y yo mi última duda y mi mejor recuerdo.
Se fue después caminando por un sendero de ogros
y yo me quedé solo abrazado a su solera
con el brillo del zarcillo en la repisa.
Sobre la cama sormían los perros
un sueño de pájaros azules
y no quise molestarlos con mis penas
así que me fui por un sendero de sirenas
para ahogarme de una vez por todas.
Pero me rescataron las algas del silencio
con sus manos de azúcar y nostalgias
y me llevaron a un lecho de frutillas
donde dormí tres años y dos días.
Al despertar la vi a ella al lado mío.
Había venido a devolverme la duda y el recuerdo
porque, según dijo, no le servían para nada.
Yo, en cambio, me quedé con su zarcillo, su solera,
mi duda, mi recuerdo y tantas cosas
que si alguien me dice que estoy solo
me le muero de risa
en la cara.
Jorge Luis Estrella
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Julio Luis Acosta Toledo
Camino al Cielo
Fui llevado hacia un coloso pétreo, en donde moraban guerreros,
vestidos de blanco, había, toda una población luchando por vencer a la muerte,
secciones y pabellones dividían las aflicciones, formando un acertijo,
en donde debían decidir poner una cruz.
Los días y las noches sumaban en mi mente los deseos y pasiones,
envueltas en imágenes bajo un torbellino de potestades,
que pretendían vivir dentro de mi.
No tenía manejo de mi cuerpo, estaba a merced de ellos,
entré a un espacio dentro de un espacio,
donde la vida es eterna, el tiempo no existe,
gocé la soledad de un mundo sin maldad,
mirando a los que pisaban la tierra, que vestidos de blanco,
luchaban con la muerte, interminable fue el tiempo aquella vez,
hermosa vida en espíritu, en un camino al cielo,
sembrado de humildad, sabiduría y paz.
Julio L. Acosta Toledo
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Carlos Adalberto Fernández (Argentina)
Anochecer en el bosque
Anochece, otra vez.
Sintió el levísimo temblor del aire
cuando la brisa acompañó a la hoja
en su salto al mundo.
Ojalá la suerte -y mis deseos- te acompañen.
Trata de volar, alejarte de aquí.
Son incontables las mañanas sin ver crecer retoños,
nacer tallos...
Me voy muriendo, hojita. Muero con el bosque.
Falta tiempo para dejar de respirar,
pero ya no siento la savia pujante recorriéndome
la agresividad de hojas y ramas haciéndose lugar.
Creo que fuiste mi última descendiente.
Quedó lejos el tiempo
en que me rodeaban como rebaño de ovejas.
Las máquinas están cada vez más cerca.
Fue tan lindo el tiempo de despertar
cada día más cerca del sol,
más lejos el horizonte de los viajeros.
Mis raíces incursionaban aquí y allá en busca de alimento
Y era generosa mi sombra, mullidos mis pastos,
candoroso el baile de mis ramas
y alegre el coro de mis pajaros.
Hoy todo cambió, hojita.
No nos dejan crecer,
Nos queman para hacerse espacio.
Hoy no se acostumbra retribuir con vida a la Vida.
¿Lograrán los humanos mejor vida con ésto?
Volá. Segúí volando, hojita.
Aca el desierto está cada vez más cerca.
© Carlos Adalberto Fernández / Cadal
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Esperando a Manuel
-Andá, preguntá. No te olvidés de averiguar si hay inmigrantes españoles, gente que conozca a Manuel…
La mujer, luego de instruir a su chofer, se quedó, quieta, erguida, al pie del desembarcadero. Ya no había barcos de inmigrantes, como en el que ella y Manuel habían venido, tiempo atrás. Puntualmente, en cada arribo desde España, ella se preparaba para recibir a su Manuel. Y a Miguelito… que hacía tanto que no veía.
Invariablemente, en este momento de la espera, una lágrima se deslizaba por la mejilla árida de la mujer.
Alta, seca, fría, como distante, la inquebrantable voluntad de esperar a Manuel, de no desfallecer, había marcado su rostro, surcado su frente, congelado su mirada, afinado su boca en un tajo endurecido.
Manuel tenía que venir, no podía haber muerto. Sólo su vuelta justificaba el esfuerzo heroico de preparar un futuro para ellos, para ambos. Primero la carbonería, luego el almacén, sola, sin amigos, con la única ilusión de reencontrar a sus amores. Hasta comenzó a mandarle plata, todos los meses. Su cuerpo pagó: puro huesos y nervios, sin huellas de pechos, las manos como parras, vestida de negro (antes para auyentar a los varones, ahora porque para qué color). Le daba miedo mirarse al espejo.
-No importa, Manuel me quiere -se decía–. Yo no tengo la culpa de haber quedado, enferma, en Buenos Aires; él no tiene la culpa de quedarse atrapado en España, de no haberme podido llevar después, de no poderse comunicar ahora. Cada uno tiene su infierno, pero ya va a pasar, y los veré bajar del barco.
Sólo se animaba al encontrar gente de su pueblo. ¿Y Manuel? Lo habían visto, hace un tiempo, ya no.
Sólo una vez:
-Lo vi, sí, lo vi, cuando yo estaba por partir para Buenos Aires, le dijo el hombre que descendía del barco-. Me dijo: «dile a Carmen que dentro de poco me voy a comunicar, que estoy resolviendo unos problemas».
Rompió el dique. En torrentes incontenibles volcó sobre el mensajero el recuento interminable de sus noches solitarias, sus dolores, sus terrores de morir sola, sin objeto, en un rincón del mundo.
Y lo tomó de chofer. Ridículo, para un coche económico, tercera mano. Pero la vida precisa de la vida. Lo interrogaba enfermizamente sobre su pueblo, su familia, sus amores…
Se distrajo. Ahí venía el chofer con dos personas, una pareja. Se mostraban incómodos. De Manuel sabían que se había mudado a la ciudad, nadie tenía noticias de él.
Ya en el auto, soltó:
-Tengo miedo, cada vez me cuesta más aguantar -la mujer dura era ahora una vieja doliente, vulnerable. Derrumbada en el asiento, su mirada desolada caía en el vacío. Pero fue sólo un momento-. Vamos, coraje, no perdamos la esperanza, ¿verdad?
-Claro que no, m… No señora, nunca -Miguelito tembló en su asiento.
¿Qué estaba haciendo? Bajó del barco decidido: Soy Miguelito, tu hijo.
Papá se casó, con otra, no se animó a escribirte. Vengo a vivir con vos, con mi familia. La mirada de la mujer, su madre, quemaba. Su espíritu pende de un recuerdo, pensó, si corto el hilo la mato. No se animó.
Y se quedó de chofer. Vivía en el depósito. Por las noches, las charlas que lo atraían y lo asustaban. Una mujer que, sola, era muda, ahora, con él, divagaba y gesticulaba, en las fronteras oscuras de la lucidez, un himno patético al amor.
-El lunes viene otro barco -murmuró ella, reconstruyendo su castillo de naipes. Ahora es el momento, pensó él. Está sufriendo, no se puede sufrir más. Yo no puedo sufrir más. Se lo digo y basta. No se animó.
Carlos A. Fernández
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Ian Welden (Chile)
Milagro / María
Y justo cuando te decides a decirle
Que no tienes amor para darle
Te atrapa con sus propios pensamientos
Y deja que el río responda
Que tu siempre has sido su amante:
Leonard Cohen / Suzzane.
1.
María murió de cirrosis y pulmonía hace ya tantos años. Nació en el pueblito alemán de Studsstad, y vivía con su padre, su madre y una hermana menor, un bebé llamada Angelic. Era la época del nazismo en Alemania, y el padre era el alcalde. Era un hombre tranquilo y sereno como un pan recién horneado. Pero las circunstancias requerían que fuera miembro de Partido Nacionalsocialista para mantener su
trabajo. Cuando Stusstad fue invadido por las tropas rusas, fue ejecutado, la madre violada ante los ojos horrorizados de María y también fusilada. Los soldados sacaron delicadamente a Angelic de su cuna, le cantaron tiernamente arrulladoras cancionas rusas y la volvieron a dejar tranquila y durmiendo en su pequeño lecho. A María, que en esos tiempos tenía diez años de edad, no la tocaron. Y habiendo quedado totalmente sola con su hermana, fueron cuidadas y alimentadas por los vecinos. Maria en su soledad y angustia iba con el bebé al lago del pueblo. Ahi se sentaba durante horas todos losdías a mirar a los jóvenes del pueblo y a los soldados patinar sobre el hielo.
Un comandante ruso, ahora el representante de la autoridad en la región, se fijó en ella. Le llamó la atenciónaquella pequeña niña silenciosa y tímida y su hermanita menor, apenas un bebé recién nacido, sentadas siempre solas en la ribera del pequeño lago congelado.
Ambas estaban estigmatizadas por ser las hijas de un funcionario nazi. Pero en realidad los vecinos que las habían conocido a ellas y a su familia y a sus ancestros durante generaciones les tenían cariño y compasión. En el pequeño pueblo de Stusstad nadie lo comentaba. Todos habian sido nazis antes y durante la guerra. Ahora eran comunistas. «Hay que mantenerse vivos», decían los comerciantes y viejos taberneros sacudiéndose de hombros.
Pero María por su status especial corria un grave peligro. Cuando llegara el general ruso a relevar al comandante sería con toda seguridad encarcelada o ejecutada a pesar de su joven edad. El comandante se compadeció de ella. La llevó rápidamente a Berlín y a través de la embajada Danesa allí logró que fuera enviada a vivir en una institución para huérfanos en Copenhague.
María perdió así a su hermanita. Angelic quedo a cargo de una familia en Stusstad y jamás la volvió a ver. Desapareció tragada para siempre por las formidables y monstruosas ruinas físicas y humanas de la posguerra.
2.
La conocí en un café en Copenhague. Yo estaba solo bebiendo litros de café y escribiendo mi eterno relato sin final acerca de la segunda guerra mundial en Alemania, que debería haber entregado a mi redactor hacía ya aproximadamente un año, cuando una mujer rubia, pálida como una sábana de hospital y con ojos azules como el cielo se sentó frente a mi y me dijo: «¿Qué estás haciedo extranjero? ¿Enseñándole a tus recuerdos a mantenerse despiertos en una taza de café?»
Se veía sucia y hedía a alcohol y sudor. Hablaba danés ininterrumpidamente con un leve acento alemán y esto hizo que me interesara en ella. En pocas horas me contó la dramática y peculiar historia de su vida y eventualmente nació entre nosotros algo parecido a la amistad.
Maria estudió medicina y trabajó en el Hospital del Reino de Copenhague. Siendo cirujana jefa tenia por supuesto acceso a drogas, especialmente morfina y heroina. Comenzó a robar pequeñas dosis para consumo personal y se trasformó rápidamente en adicta. Fue sorprendida y perdió su derecho a practicar medicina, y en la cárcel, además de ser violada por los guardias, se convirtio en alcohólica. Nos juntábamos a caminar lentamente por los canales melancólicos de Copenhague o a conversar en su pequeño departamentito oscuro y frío como una tumba. Siempre muy borracha, me contaba de sus padres y de su nostalgia por su pueblito alemán, pero sobre todo lloraba amargamente por la pérdida de su hermanita, su Angelic. «¿Dónde estará! Estará viva? La volveré a ver algun día?" me preguntaba hasta el cansacio, golpeándose violentamente el pecho como si estuviera tratando de cumplir una penitencia a algún dios sordo y lejano.
Me mostraba huesos humanos y cráneos que guardaba en un enorme ropero desde los tiempos en que era estudiante. Me enseñó a acariciar con mis propias manos ese material más ingenioso que el plástico, la textura suavísima y el diseño genial de esas sorprendentesosamentas intemporales. «¿Quién las habrá diseñado?», se preguntaba quedándose finalmente dormida en su viejo sofá cubierto de polvo histórico.
Yo la abrigaba con una manta todas las noches antes de volver apesadumbrado y conmovido en lo más profundo de mi ser a mi casa. Me producía una ternura muy especial con sus historias ilógicas, sus sorpresas casi infantiles, su vida tan insólita y especialmente tan solitaria.
Una de esas noches me besó. Yo no le respondí su beso ya que a pesar de ser una mujer hermosa me producía repugnancia. Olía a muerte y descomposición. No insistió pero me rogó que durmiera con ella en su cama una sola vez. Que la dejara poner su cabeza en mi hombro y que le cantara una canción de cuna hasta que se durmiera. Y yo lo hice. Estaba feliz y sonreía como la niñita de diez años que en realidad aún era, aferrándose a mí como si yo fuera su hermanita perdida. Se durmió en mis brazos y al amanecer salí silenciosamente para no despertarla de su felicidad.
María murió sola la noche siguiente en que no la fuí a ver. La policía me contactó por ser yo el único nombre y dirección que aparecía en una libreta que guardaba en un cajón de su mesita de noche. Acompañé su miserable ataúd de tosca madera de pino al cementerio una triste mañana azul como sus ojos.
Las primeras semanas después de su muerte me sentí como un hombre liberado. Pero dejé de ir al café y evité visitar los puentes de lo canales donde solíamos caminar juntos por las noches. Volví a releer mis anotaciones y borradores y me encerré varios meses en mi estudio intentando terminar lo interminable; el infinito relato histórico que llevaba un año escribiendo. Pero las palabras resonaban huecas en mi mente, muertas, porque la vida y las palabras, me di cuenta una noche crucial, se las había llevado María para siempre a su modesta tumba.
Comencé a visitar nuevamente el café con la absurda esperanza de que apareciera ante mi mesa y me dijiera con su borracho acento alemán, «Qué estás haciendo, extranjero! Enseñándole a tu soledad a mantenerse dormida con una botella de vodka?»
Una porfiada obsesión comenzó a desarrollarse en mi alma como un virus poderoso e inmune a la razón. Por las noche entraba calladamente a su departamento aún abandonado y me acostaba en su sofá hilachento bebiendo su cerveza y quedándome dormido hasta las madrugadas con su perfume a existencia abortada por un destino cruel e indiferente.
Ese acto compulsivo me abrió definitivamente una profunda grieta de dolor y desesperanza en mi corazón. Finalmente un día caminé borracho y tambaleándome hasta el cementerio donde lloré cual bebé abandonado sobre su lápida dándome cuenta de que por fin había terminado mi relato.
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Pedro Du Bois
Fabular
No final resta a história mal contada
e a moral recusada:
amadureço as uvas
as colho
e as uso como instrumento
cortante da verdade
(recolho a raposa à cela
irrecuperável da palavra:
a fera cala
e ordena
em silêncio
a continuação
do ato)
avisto formigas carregando folhas
em pedaços. Piso a desnecessidade
do inverno.
Pedro Du Bois
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Safo (c. 600-? a.C.)
Una amada ausente
Te igualaba a una diosa insigne,
y tú te embelesabas con su canto
como con otro ninguno.
Pero se fue, y ahora sobresale
entre las damas lidias lo mismo
que la luna de rosados dedos eclipsa
todas las estrellas una vez puesto el sol.
Y su brillo baña de plata el mar salobre,
e ilumina las campiñas floridas,
donde ha caído el rocío y han brotado las rosas,
el tierno perifollo, las dulces flores del trébol.
Mas en el ajetreo de su nueva vida no deja
de añorar el cariño de su amada Atis,
y en el pecho le duele de nostalgia el corazón.
<>
Amor bulle en mi pecho (Frag.)
Amor bulle en mi pecho
y sin cesar voltea
mi corazón amante
y acá y allá le lleva;
mis miembros desenlaza
su poderosa diestra,
y en viéndome rendido
ya me desprecia y vuela;
tiene sus lindas alas
cual ave, mas es fiera,
y dulce y apacible,
y de indomable fuerza.
Atis, de tu abandono
al crudo Amor te queja,
que en los ojos me abrasa
de Andrómeda la bella.
<>
Morirás
Morirás, bella joven;
ni servirá ser bella,
ni quedará memoria
de ti sobre la tierra,
porque las frescas rosas
no has gozado de Pieria:
y así desconocida
irás a las cavernas
del horroroso Dite,
ni será quien te vea
cuando en las vanas sombras
des fugitivas vueltas.
[Safo, poeta lírica griega cuya fama hizo que Platón se refiriera a ella dos siglos después de su muerte como la décima musa. Nació en la isla de Lesbos, probablemente en Mitilene. Aunque no se sabe mucho acerca de su vida, perteneció al parecer a una familia noble y fue contemporánea del poeta lírico Alceo, de quien se supone fue su amante, y de Stesichorus. Safo escribió nueve libros de odas, epitalamios o canciones nupciales, elegías e himnos, pero apenas se conservan algunos fragmentos de todos ellos. Entre estos destaca la Oda a Afrodita, citada por el erudito Dionisio de Halicarnaso en el siglo I a.C. En el siglo XX se descubrió un papiro con nuevos fragmentos de sus poemas].
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