Meditación sobre
la muerte de Ana
A la primera activista de
los derechos de la mujer,
a la primera acusada en
una corte de Massachussetts,
juzgada por sedición,
exilada y difamada en una sociedad
dominada por los hombres y
el apetito de la guerra,
a Ana Marbury Hutchinson
¿Qué sería del mundo, cómo
su triste porvenir,
si no nacieran mujeres
como tú, Ana?
¿Qué sería de la memoria,
la historia,
el quehacer, el derecho,
si no hubiera
una anita / una
Anota / vigorosa, elocuente,
anarca, individualista,
azotadora, valiente
como el vientre que en
dolor, pare y pare,
una y otra vez, la vida?
... ¡la vida!
¡Vamos, me refiero a la
vida espiritual,
a la mujer que observa, a
las que oyen
con cuidado profundo, mas
carecen
de la voz para
expresarse...
2.
Dilo, claro, tú no has
tenido miedo jamás.
El Gobernador Winthrop es
como los incompetentes
(obispos y ministros de la
Iglesia de Inglaterra
por la que tu padre sufrió
muchos arrestos)
y se llenó de amargura
durante un año
en la celda, en la umbría
cárcel...
y hoy, por desgracia, Ana,
te toca.
Una corte general que
debiera respetarte
por sencilla, amorosa,
solidaria,
tolerante, elocuente,
educada,
en Massachussetts reunió a
los perros:
jauría de 49 poderosos
machistas veteranos,
ilustrados en las artes de
censura,
en las ciencias de la
ventajería y juntos,
estrepitosamente, han
ladrado que te vayas.
La ley a las mujeres las
doma con silencio.
Obedece, calla,
tranquila...
y hay algunas, como tú,
que se adhieren
a la fe y una gracia de
Dios que da permiso
a que hagas, a que digas,
a vivir,
a desafiar el mundo si te
place,
a subvertir el orden, si
lo quieres.
Dios da permiso y agallas,
¿verdad?
Tú eres de ésas. Desde
niña lo sabes.
3.
Tú sí que aprendiste a
parir como coneja
niños como palabras y
palabras como niñas.
Cualquiera puede
comunicarse
directamente con Aquel que
nos ama
y no quiere otra cosa,
sino el amor reciprocado.
Ana, eleva más la voz y
repite estos sermones
que está tu audiencia
prendida
y tú la guías del éxtasis
a las babas.
Las mujeres te adoran.
Dijeron
que a donde vayas, todas
se van contigo...
El ministro es uno más.
Sin ayuda de él,
mujer, reza y pide, así
como lavas pañales,
y no te ayuda un hombre,
así como curas heridas
y sufres... Todo lo que
Dios comunique,
tuyo es como un don,
mujer, así lo
ha querido Dios para mí,
Ana Hutchinson.
4.
Todo lo habrías esperado
menos esto.
Que te llamen hereje y
mala madre.
Has criado 15 críos y
mírate,
otra vez esperando...
Que te juzguen por decir
lo que sientes.
Que te digan el 22 marzo
1638:
As a woman, you're not fit for our society.
Haznos el favor: Vete,
vete...
esto sí ni lo
esperabas.
PIONERA: Ana Hutchinson
fue la primera defensora de los derechos de la mujer en la historia de
Norteamérica; con su esposo dio buen trato a los indios nativo Americanos que habían
sido sujetos al maltrato por los colonos holandeses e iniciaron una guerra
contra su dominio. La familia terminó siendo una víctima del conflicto. Su hija
Susanna, fue la única sobreviviente del ataque de los indígenas Siwanoy que
matara a la madre y hermanos en 1643.
Para el verano de 1636, los Puritanos comenzaron a ver a
Ana como una amenaza; porque hablaba con elocuencia para audiencias grandes de
mujeres, ella no crryó que las mujeres deban obedecer a sus maridos sin sopesar
las razones. Estuvo prohibido que las mujeres forjaran foros extensos y
difirieran en público con los líderes de la colonia. Ana cuestionaría las ideas
de los Arminianos, líderes teológicos en la colonia.
Junto a Roger Williams, ha sido la única mujer en co-fundar
una colonia americana, Rhode Island. Con su familia y 60 de sus seguidores,
Anne se fue a la más tolerante Providence Plantation en Rhode Island, y
dejó las colonias intolerantes de Massachussetts y Conneticut, donde el
machismo, el fanatismo y el anti indigenismo era rampante y la hicieron
víctima, obligada al exilio.
Instrucciones de
Katyan
a sus guerreras
espirituales
[Medítese en los
aforismos mientras se canta
Om Dum Durgayei
Namaha Om,
tras beber una
copa de vino]
1. El mundo / el ahora / está lleno de
obstáculos.
Durga, sonríe. Es parte de
no ser esclava de ellos
y decir al mayor de los
problemas, ya eres nada,
y a quien originarlos
puede, nadie.
2. El ideal más grande es meditar que
la Nada
sucumbe al Todo reológico
del acomodo de Energía
y Nada hay que alguno
pueda arrebatar para
siempre. Nadie.
3. Si no quisieras el nombre que te
doy,
llámate Nada-Nadie; pero,
yo soy quien te doy
la enseñanza de la
Serpiente y el Om Dum
Durgayei para tu canto.
4. Yo no tengo tridentes, pero sé que
Rudra te dará su Trishula
y otro su larga espada
de Talwar y el mazo, el
garrote, el arco.
Yo sólo doy el Loto, el
canto y conchas
de mar para que hagas
sonajas y repitas
tu nombre como mutuo:
Katyan-i.
5. La Madre / Diosa / Bondad / más
calma tiene
su complemento tenebroso o
temible.
Parvati puede ser amor que
enternece
o demonio luchón e
invencible.
6. Ella es la paciencia; pero temible
es
cuando como Toro bravo se
despierta y ataca.
Un toro de Parvati a mí se
me aparece y el toro
es tan fiero en estos
días, porque el mundo /
el ahora / se ha llenado
de obstáculos.
7. Entonces, yo paso la palabra de
guerra.
Durga / durguenses /
tigresas / leonas /
así quiero que sean las
niñas hermosas y radiantes /
dueñas de la tercera
mirada del Loto
porque los violentos de
Mahisasura están de plácemes.
8. Asomaron su cabeza de lo rastrero
hasta las cumbres.
Su insolencia ofende; su
violencia escarnece.
Los ladrones se han
multiplicado; los orgullosos truenan
sus dedos; estupidizan el
mundo. Son tiranos.
9. La lujuria ya no paga su precio.
Los ociosos viven
para sus placeres y los
placeres no respetan medidas
y ya no son gozosos. Son
obstáculos.
10. Mahishasur no puede triunfar porque
su ahora
es finito / y no
representa la plenitud de lo existente /
no puede ocupar el ahora
tuyo / no el tuyo / no te vendes.
11. Vas a irrumpir para darte victoria
y al agresor has de
llamarlo Nadie
y en su saldo dejarás la
Nada.
12. Comienza a descubrir que tienes diez
dimensiones
en tus brazos y en cada
mano, el obsequio vigoroso.
13. Embellécete, Guerrera. Katyiani.
Con rizos, acicala
tu exuberante cabellera.
Pon luna de cuarto menguante
en tu sien y el resplandor
dorado-rojizo sea en tu piel
durante el día y sirva
para alumbrar la noche
14. Con oro tallado y perlas de océano,
entállese
tu vestido y piedras
preciosas sean empotradas en él.
Viste a semejanza del
varón, como una Joan d' Arc
o Luisa Capetillo o las
disidentes contra el machismo
y la feminidad predefinida
por los homofónicos.
15. Cállalos. El anarquismo es valor y renuevo.
Llama a las hermosas de
todos los clanes,
colores y etnias,
Durga-Katyiani. De la violencia
que sufren. No harás
compasión pasiva.
16. Forja y magia y alegría, Que no
haya forma
que el mal adquiera y cuyo
tronco perverso
no partas, o que su lonco
cortes con el khorgo.
17. Hoy el búfalo que acometa contra el vecino
morirá como el Tigre que
no admita tu bondad.
18. Mata Durga: Mahishasurmardhini –
neutralizadora / matadora
de Mahishasur,
muera el desaliento, sea
el ahora y basta
del obstaculizador... No
oigas carcajada del burlón.
19. Apresúrate y bebe de este vino sagrado.
y canta el mantra: Om
Dum Durgayei
Namaha Om... y que sea la Libertad
el eterno e inmediato
compromiso humano
20. Para que la Tierra sea el reino de la felicidad:
Que en alta frecuencia y
energía del Amor
se detenga la Sombra de
las Ira
y sus pentágonos y sus
conspiraciones paralelas.
* Detén el latifundio y
erradica a los Money Monsters y
la mala cizaña. Ellos hipotecan el mundo. Todo lo sacan
del humilde y desvalido.
Los empobrecen.
* Energízanos con
autodeterminación. Que nuestro corazón aguanta pelota, ya inspirados y queremos
darle paleta y que la memoria sea rediviva por ese corazón, latiendo, en paz con su SI
MISMO, su identidad, interna soberanía, sin amos.
Sin autoridades,
sin dioses
extraterrenales,
sin lealtades deshonestas
y parasitismo...
... hasta la victoria
siempre,
venceremos.
PALABRAS FINALES
Conversación con
la Virgen Roja
de Montmartre
A Louise Michel (1830–1905)
«Ya que parece que todo
corazón que late por la libertad no tiene derecho a otra cosa que a una pequeña
descarga de plomo, yo demando mi parte. Si me deja vivir, nunca cesaré de
gritar por venganza»: Louise
Michel, alias Clémence, ante los jueces que la
sentenciaron a muerte en el Sexto Consejo de Guerra en diciembre de 1871
Para romper el hielo de mi conversación,
te digo que me lates un resto,
que yo no busco a nadie que no comprenda.
A tí puedo dialogarte, ¿sabes?
Una cosa que me gusta de ti es que eres clara.
Hay mucha gente con la mente dispersa, fragmentada.
Juegan a las adivinanzas. Te hacen perder el tiempo
con eso de hacerse misteriosas, inasibles, pluscuanperfectas,
con rollos que no tienen sentido.
Creen que no ha llegado el tiempo de romper
los hermetismos, de señalar el Claror de la Montaña.
Pero tú eres directa y pagarías el precio
de equivocarte al soñar. Erras haciendo, activa
y eso me late. Sí. Tú me lates un resto.
2.
Sé que eres hija de una criada (¡y bastarda!)
pero aunque tu padre no te quisiera,
que no lo sé, te amaron tus abuelos,
te educaron liberalmente, consignada
a que seas valiente, decidida
y no los defraudaste.
Que seas la Virgen Roja me late un resto
y todo lo que piensas y epigrafas
con tu alias de Clemencia, lo disfruto.
Bueno, siempre aprendo algo de tus confidencias
Aún el revolucionario, odiador y combatiente
contra opresiones, dará su espacillo a la misericordia.
La misericordia la merece hasta el perro
que está siendo apaleado y el caballo
bajo el látigo del jinete.
«El origen de mi rebelión contra los poderosos»,
dijiste, fue tu horror «por los sufrimientos
infligidos a los animales». A tí confiaría el perro
y el gato que más amo. ¿Ves cómo tus me laten
y me inspiran? ¡Tus detalles virgInales, Luisa!
Supongo que mucha de tu ternura viene de observar
ambos lados de las cosas. Al terrateniente
Charles Demahis, tu abuelo, debiste quererlo;
yo conozco a bastardos llenos de amargura,
a madres solteras y pobres
que terminan siendo abofeteadas por los hijos,
pero tú amaste y ese lado misericordioso,
perdonador, lo veo.
Hay cosas que valen más que tenerse
lástima e ir por la vida, culpando a otros
de X amores negados, de X faltas de apellidos.
Cuando tu padre Laurent se casó dejaste la casa.
¿Para qué vivir junto a ellos: dos seres
tan mezquinos y distintos al abuelo?
Ella, tu futura madrastra,
te dijo 'bastarda', pues mándala al carajo
o dile gracias, pero es mejor no vivir un segundo
a su lado. Hiciste bien, amiga. Una madre como ésa
será una permanente pateada en el culo.
3.
¿Sabes que más me gusta de ti?
¡Que eres apasionada, así como deben ser
los poetas de verdad! Yo, que como tú, he deseado
ser poeta, escritor o lo que sea, odio esa literatura
fría y cerebral que es como la gente fragmentaria
de la que te hablé, imposibles para el comunicarnos:
ellos ven el mundo haciéndose pedazos
y miran al cielo, se cuelan en el limbo, y te juro
me cae tal cosa en los cojones.
Ellos no escribirán como Hugo,
Los miserables (es que a los miserables
los originan ellos, o son ellos mismos, pese
a su riqueza, miserables; no escribirán
El jorobado de Nuestra Señora de París,
pueden que vivan en París y no lo saben
y el jorobado no existe, nunca miran
al pobre y al deshecho.
Están en su mundo color de rosa,
en su miopia cotidiana,
en su cerebralidad de mierda. No tú.
Eres apasionada en lo que escribes.
Apasionada en lo que haces,
apasionada en tu labor de maestra,
apasionada al cartear a Víctor Hugo
o Paul Verlaine o a tanto loco suelto
que te gusta, quise decir, científicos y anarquistas,
alcohólicos y seres amados.
4.
«No se
pueden matar las ideas a cañonazos,
ni
ponerles las esposas»: Louise Michel
Volviendo a lo que no me gusta del mundo,
sobre lo que merece cambio, una es cómo
estorban el libre albedrío / libre espiritualidad /
la gente con poder. A veces quienes son
meros seres caprichosos. Estúpidos, subdesarrollados.
Todas sus ideas son el capricho de quitar
la oportunidad a que otro cumpla con lo suyo
o el karma y dharma al que tienen derecho
hasta que puedan lamer de sus aprendizajes necesarios.
Cuando aprendo de tu vida, Luisa,
mujer que ha sufrido tanto, me sorprende cómo
tu espíritu rebelde se extiende a los últimos 30 años
de tu vida, sin autocompasión ni lamento,
sin cejar en lo mínimo, sin tedio ni cansancio
y sé que te han condenado a muerte,
te han metido en mil prisiones,
te han forzado a mil clandestinajes
y no paras, mujer... no te doblas.
¿Ves por qué te digo que me lates
y pones mi corazón más allá de sus méritos?
Así eres, o habrás sido, para el amor y el odio,
tenaz, cuando repruebas la moral de los opresores,
sea la de Napoleón III (que si lo piensas dos veces,
seguro que lo matas) o sea Adolphe Thiers,
el «monstruoso gnomo» y «Tom Thumb parlamentario»,
del que Marx se burlara (¡ay, apasionada odiadora,
si durante el Sitio of París y la invasión prusiana,
ante que rendirse, te ofreciste... yo mato
a ese traidor... una pistola y yo misma
mato al vendepatria...
5.
No eres una virgen lacrimosa,
o tallada en templos sobre nichos de mármol.
Te llaman Loba Roja, o la Buena,
así te califica la prensa de Versalles
cuando viviste tus 20 meses de prisión
antes de verte deportada, ¡ay, Bonne Louise.
Louve rouge, y no paras!
¿Quién doblega a una loba,
quién a una consciencia libre de la Comuna de París,
educadora popular,
amada del obrero, quién entiende mejor
que moralizar a los trabajadores se cumple
al ayudarlos, quitando el desespero
de los hijos del pueblo?
Su pobreza es la causa de los vicios.
Ni la segunda condena a cautiverio
por seis años te quitará el cetro:
¡Loba roja y buena para siempre!
6.
... porque te recuerdan (y si vivieran todavía)
quienes alguna vez desde 1866 fueron tus niños
de primaria, o hijitos de deportados,
supe que volviste al magisterio en el exilio
y eras la Loba a quien el Gobierno le negó
oportunidad de enseñanza
en escuelas públicas del Estado
porque si no jurara lealtad a tiranos o Emperadores
que no trabaje ni coma.
además, fuiste anti-bonapartista, sustentaste el NO
y claramente revolucionaria y por palabra de vanguardia
el vector microbiano que proscribe tiene miedo
de tu ser y tu nombre. Luisa Michel.
... Te recuerdan, Luisa, porque hiciste caridades
con el más pobre y doliente.
Durante la Comuna de París, eras
enfermera
en las barricadas. Eras consoladora del herido...
A más de un siglo de tu muerte,
redefino la hermosura y hayas sido
buena y sagradamente memorable.
Hay que darse una idea de lo que fuiste
porque a ti se te recuerda desde la eternidad
de tu ejemplo y pienso en cómo
te viera con amor Théophile Ferré, ejecutado,
y tú que conmovidamente lo recuerdas en poemas
o textos, y él que te recordará; reciprocando
tú, como a él, y a mí,
me lates bondadosamente
y medito que Víctor Hugo
latiendo así te recordaría.
Imagino que la Comuna recuerda
cuando estaras como soldado uniformada
a lo macho, armada
y pidiendo el derrocamiento del Gobierno
y, después de desafiar, serías tan dulce, femenina,
lúcida, sin imaginerías de fantoche.
Henri Rochefort,
tu amigo hasta tu muerte y Nathalie Lemel
te recuerdan así. Sin vicio, tan pura…
(acaso de quien aprendiste el anarquismo
propiamente) después de haberte ilusionado
la República, el socialismo, el obrerismo,
la ciencia, cosas que el poder corrompe
7.
Una mujer indignada es cualquiera.
Hoy son tantas y sus causas son frívolas
(el cuerno que le pegan, el abandono,
el no ser consideradas, o el serlo, sex-symbol)
y resulta, a la postre, que tú, Luisa fea,
ni complejos de serlo, y mira que eras fea
como pasar un susto al borde del abismo.
Mas en virtud , no hay parangón
que te haga sombra. Hoy que hay muchas mujeres
ni a un medio por ciento de lo que hiciste
se atreven, o lo toman por riesgo,
entiendo que se ha entrado en lides de los prestigios
por repetir más o menos tus palabras,
parafrasear tus causas,
pero no poner el cuero, la cabeza al asador,
porque cambió la época y son simulacros
de tolerancia lo que nos entretiene
100 Top Powerful Women
of the World,
poder vacuo y nominal
(no hacen otra cosa que ruido
en revistas y componendas reformistas para el ego)...
Si supiera que ahora el imperialismo
te prepara feministas, rediseña
los revolucionarios, a la carta,
categoriza a quienes uno mismo enviaría
a manicomios porque son locos airados
al servicio del egotismo sicológico y político
Mas la propaganda no se burla de ellos.
Los confirma y aplaude. Lo perverso
Entretiene, pero no burla
la esencia, aunque a todo da por permisible...
Si vieras este mundo de hoy, seguro
que vendrías más rabiosamente armada,
con magnitudes de pensamiento
jamás vistas y emuladas...
¡Tanto me asombrarías, Luisa
23-09-1983
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